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A dos meses del Plan Ceibal

Cuando ya van dos meses desde de la puesta en marcha del Plan Ceibal y de la llegada de las computadoras a la Escuela N° 24 Italia, de Villa Cardal, Santiago Díaz visita a los primeros niños que recibieron las computadoras y comparte las vivencias relacionadas con esa experiencia.

Este jueves viajamos hasta Villa Cardal. Recorrimos el pueblo, que está a 80 kilómetros de Montevideo, más específicamente la Escuela N° 24 Italia.

Villa Cardal tiene 1.300 habitantes, es una ciudad muy chica con una avenida principal llamada Artigas, una escuela, una plaza de deportes, una iglesia y mucha tranquilidad.

Si bien el pueblo queda a 80 kilómetros de Montevideo y en cuanto a distancia es cerca, en realidad, en cuanto a la forma de vida es muy lejana. Allí hay otros ritmos, otra tranquilidad. Las bicicletas están en la calle sin cadenas y las puertas de las casas están abiertas.

La Escuela N° 24 es bastante chica, si se quiere humilde, pero muy agradable. Una construcción antigua con techos de chapa, un patio reducido y un frente algo más amplio. Tiene 180 alumnos, que están distribuidos en ocho salones de clase. De mañana tienen clases cuarto, quinto y sexto, mientras que de tarde van los dos preescolares de cuatro y cinco años, y primero, segundo y tercer año.

Tanto el balance del proyecto en la escuela y la repercusión en los niños y en la villa son altamente positivos.  Por ejemplo, la conexión a internet es imperfecta. Es bastante frecuente que algunos niños en sus casas o aún en la escuela no puedan conectarse. Recordemos que es una conexión inalámbrica wi fi, la cual muchas veces falla.

Además, algo que parece lógico teniendo en cuenta que van dos meses del proyecto, es que el aprovechamiento de la computadora está lejos de ser el máximo posible. Es decir, todavía se ve que se le podría sacar un poco más de "jugo".

Por otro lado, entre los aspectos positivos, Plan ha tenido un efecto decisivo en contra del ausentismo escolar, ha mejorado la predisposición de los alumnos hacia el aprendizaje y ha impactado en el rendimiento de algunos alumnos, sobre todo en escritura y lectura. Y, por supuesto, ha permitido el acercamiento a la informática de niños que nunca hubieran tenido esa posibilidad en el corto plazo, ya que el 95% no tenían computadora.

Marcelo Galain, director de la escuela, nos contó la reacción de los padres antes las dificultades para la conexión a internet: "Había problemas de conexión a internet. Entonces, algunos padres le caían un poco a la parte técnica, pero había otros que decían que no había que fijarse sólo en internet. No basarnos sólo en lo que no tiene, sino aprovechar lo que sí tiene. Entonces un padre contó que empezó a leer unos cuentos, saliendo de los tradicionales, y que se hicieron las tres de la mañana. El hijo se había dormido hacía rato y él seguía leyendo y no siguió más porque al otro día tenía que trabajar. Son cosas positivas que nos alientan a todos. Es bueno ver cómo la familia también se incorporó a esta herramienta. Porque yo no me saco la idea de que es una herramienta más, como un juego de geometría, como un compás... Y todavía estamos lejos de usar todas las potencialidades que tiene la máquina".

Es que sin dudas internet es lo que más llama la atención y es por eso que a veces hay molestia cuando cuesta conectarse. Pero hay otras herramientas que tiene la máquina que también genera entusiasmo en los niños: "Primero internet y después la parte de la cámara de video, que está notable. Un niño grabó el parto de una vaca, que lo tenemos ahí y que ya lo vamos a colocar en nuestro portal del Proyecto Ceibal. Va todo enganchado, porque la maestra lo unión con la parte de alimentación, la parte de reproducción, la parte de ordeñe...", explicó Galain.
 
Las computadoras son verdes, pesan un kilo y medio, tienen cámara de fotos y video, procesador de texto, conexión a internet, entre otras cosas. 

El ingeniero Juan Grompone, una de las figuras salientes de este proyecto, describió las computadoras en una entrevista con Emiliano Cotelo: "Es una computadora pequeña, liviana, porque tiene que poder llevarla un niño, un niño de primer año, por ejemplo. Tiene que tener batería, porque la tiene que poder usar dos o tres horas en el aula, sin que esté enchufada a la red eléctrica, cosa que es riesgoza. De modo que tiene que tener una batería que dure dos o tres horas. Tiene un conjunto de programas básicos: como procesador de texto, programa de dibujo, programas de conexión y navegación de internet, en fin... tiene que poder resistir a los niños. Es decir, resistir el agua, la lluvia, golpes. Y tiene que poderse conectar a internet en forma inalámbrica, por que tampoco queremos cables".

También se dan situaciones en que las computadoras presentan problemas. Estando yo en la dirección de la Escuela apareció un niño diciendo que no le andaba el teclado. De todas formas, por lo general, se trata de problemas mínimos solucionados rápidamente por la gente del LATU, que es la que hace la apoyatura técnica.

"Un problema tuvimos. Fue una discusión entre hermanos que, por no prestársela y andar cinchando, terminaron astillando la pantalla. Fue en la casa y no en la escuela. Vino la madre preocupada y dijo que pagaba lo que hubiera que pagar. Por suerte se solucionó y se pudo arreglar y la máquina anda bien. Pero, la mayoría, por ejemplo los niños de la tarde, la cuidan como un tesoro. Otra de las cosas, hay padres que traen la computadora ellos. Vienen a la una con ella y a la cinco la vienen a buscar", contó el consejero del Codicen Héctor Florit.

De todas formas, según comentaba Florit, hubo cuatro o cinco computadoras que presentaron algún problema de funcionamiento y que fueron enviadas a Estados Unidos para que el fabricante haga el análisis correspondiente.

Las reglas para el uso de las computadoras se fueron estableciendo sobre la marcha, en algunos casos en común acuerdo con los alumnos. No hay que olvidar que se trata de un elemento que plantea una serie de ventajas muy importantes, pero que puede transformarse, si no se usa bien, en un elemento contraproducente. Fue por eso que la Escuela creó una especie de batería de normas de uso, según explicó Galain.

"Tiene que venir cargada, para no andar con los cargadores, y se prende sólo cuando la maestra lo requiere. Y cuando la maestra está trabajando en un programa, como producción de texto, los alumnos no pueden estar en otra cosa. Si eso pasa ese día se les retira (al niño) la máquina y se le entrega recién al otro día. Porque veíamos que a veces estábamos trabajando con la cámara fotográfica y había gente conectada a internet. Entonces, en clases numerosas de 34 niños se complica en ese aspecto. No quisimos ponerle reglamento, porque es una palabra medio fuerte, pero sí normas de uso que las fueron haciendo los mismo niños. Tampoco se puede trabajar en el recreo, en la entrada o en la salida para evitar roturas y esas cosas", indicó Galain.

Está claro que era necesario tomar algunas medidas porque si no la computadora podía llegar a trasformarse en un problema o, como mínimo, en un elemento distractor que no fuera usado según la planificación de los docentes. Lo que también está claro es, como indicó Galain, que la computadora puede resultar una ayuda o un estímulo, pero no va a ser la solución mágica para un niño que tenga dificultades de aprendizaje: "Esto lo quiero decir claramente: el niño que es lento para aprender no es que va a encontrar la solución con la computadora. En algunos casos se ve favorecido, por ejemplo en la escritura. Había niños que les costaba escribir, que unían las palabras y que con la computadora aprendieron a separarlas, con la barra espaciadora. Son pequeños adelantos que hemos visto. Son sólo dos meses, pero son cosas positivas, aparte del impacto que también ocasionó a nivel familiar".

En cuanto al manejo de la computadora en casa estuvimos hablando con algunos padres y la conclusión que saqué es que algunos de ellos, como contaba el director, están tan entusiasmados como los niños.

Hubo dos cosas que mencionó Galain que ilustran la manera de cómo han ido participando los padres en todo esto. Desde el padre que se quedó con la computadora hasta las tres de la mañana mientras el hijo dormía, hasta los que llevan la computadora a la escuela por miedo a que se rompa, son una muestra de la repercusión que ha tenido el Plan Ceibal.

La mama de un niño que lleva una de las computadoras a su casa que estaba reunida en la escuela con otros padres nos contó: "Como toda experiencia nueva hay pro y contras. Pero para los niños es positivo. Yo tengo tres niños de distintas edades y la verdad, bárbaro. Colmaron todas las expectativas. El mundo de internet es formidable que llegue a tu casa. Es un mundo abierto a toda la tecnología a todos los avances, relacionado con todo el mundo. Eso es bárbaro, más para un pueblo chico que las oportunidades son pocas. Los niños entran en distintos lugares, informaciones, juegos. El nivel de deserción se ha visto disminuido, te lo pueden decir las maestras. A partir del Plan Ceibal las faltas son mínimas porque trabajan con la computadora todos los días. Vos lo ves con los niños, que siempre están atentos para cargar la computadora, para poder llevarla a la escuela. Es muy positivo. Yo estoy a favor del sistema, como herramienta de trabajo, en el hogar y como diversión. Y tampoco cuesta mucho separarlos de la máquina, porque está todo muy controlado. Incluso, como es un plan piloto no tenemos en todos lados internet, hay niños que se le rompe la máquina, no le marcha el teclado. Es como que está a prueba, tenemos que ir paso a paso".  

La Escuela no hizo todavía estadísticas que reflejen exactamente la magnitud exacta de la disminución del ausentismo y de la deserción, pero, según contó el director, esto se ve claramente. Incluso, en las clases preescolares de cuatro y cinco años, en donde no hay computadoras, las faltas no han disminuido y ni que hablar que son muchas más que en el resto de la escuela.

Galain mostraba los números y un día faltaban ocho preescolares y cuatro en todo el resto de la escuela. Ellos lo atribuyen a las computadoras, más allá de que a fin de año piensan tener los datos más ordenados para hacer una estadística al respecto.

Otra mama cuenta su experiencia: "Bien, por suerte. La chica recién empieza, pero le gusta, se entusiasma. Intenta, yo que sé, en su momento también la deja, tiene cuidado en si tiene carga y no tiene mucho internet en casa. Igual, ella, la hermana y hasta yo misma, estamos entusiasmadas. Bajamos mucha información y la hermana busca información, porque ella va a entrar en quinto de liceo el año que viene y ya decidió que va a hacer biológico. Y ella ha sacado mucha información de la computadora. A las más chica le encanta escribir, la veo más entusiasmada. Por supuesto, las canciones, cuentos, todo muy bien, muy contenta".

Estuvimos conversando con varias de las madres y, más allá de algún problema que han tenido con la conexiones a internet, están muy conformes. Además, hay algo que no hay que perder de vista y es que a toda la gente que trabaja en esa escuela, en cierta forma, les ha cambiado la vida. De golpe y porrazo les cae de visita la prensa, el presidente de la República, CNN, cosas que antes eran casi imposibles.

Villa Cardal pasó de ser un pueblito chiquito al centro de la atención nacional. Eso tiene muchas cosas buenas, pero también implica una responsabilidad muy grande, porque todo el mundo está pendiente de cómo se usan esas computadoras y qué jugo se les saca.

La maestra de segundo contó: "Nosotros cuando empezamos con el uso del laptop pusimos unas normas. Tiene que venir cargadas desde la casa y sólo se encienden cuando la maestra lo indica. Porque no estamos todo el tiempo con la máquina".

La maestra Rosario contó cómo ha repercutido la computadora en su tarea, cómo ha cambiado su trabajo a partir de la instrumentación del Plan Ceibal: "Vos sabés que yo pensaba en este como otro problema más. Pero después que ves que los chiquilines enseguida agarran el manejo de la máquina, con total dominio, te facilita el trabajo. En mi clase están más entusiasmado con la lectura, porque para seguir el funcionamiento de la máquina tienen que leer y después yo la uso mucho para producción de texto. Ellos pueden cambiar la letra, poner títulos, así que la verdad es que se entusiasman y escriben mucho. Yo hace 26 años que soy maestra y nunca me imagine que iba a tener esta chance. Nosotros teníamos una sala de informática hace un par de años, pero los niños iban 40 minutos por semana. Se le enseñaba el manejo, algún ejercicio y algún juego, pero así de golpe que tuvieran todos computadoras nunca me esperé. Te vas acostumbrando. La usamos 40 minutos por día, se va dando de acuerdo a tu planificación, así que yo trato de planificar y ver en qué puedo usar la máquina. Buscamos información, nos conectamos a internet, vemos las noticias de los diarios, cosas que a ellos les interese. Porque este es un lugar en donde no tenés acceso a muchos diarios, por el costo. Yo tenía conocimientos muy rudimentarios porque no manejaba computadora habitualmente. No tenía en mi casa, excepto cuando estaba mi hija, así que tuve que aprender todo de apuro. Pero ahora bárbaro, aprendí con ellos, con los chiquilines. Hay unos cuantos chiquilines que tienen un dominio bárbaro".

También hablamos con algunos niños y ellos nos comentaron: "A mi me gusta revisar el correo. Le envío correos a cualquiera y veces miró a quien le envían los otros niños. Lo que más me gusta son los correos, las fotos, las sumas y escribir. Yo tenía computadora en casa, pero no tenía internet. Me gusta bajar juegos y también leer cuentos. (...) A mí me gusta entrar a sacar fotos, dibujar y agarrar internet para ver historias y cuentos".  

"En mi clase no es que haya bajado la deserción, porque yo tenía una asistencia casi total. Pero sí pasó eso en las clases superiores, ahí sí se dio. Sobre todo en sexto que vienen poco, que vienen para mantener el límite de faltas, desde que tienen la computadora, vienen mas. En mi clase han mejorado la lectura y la escritura, incluso, tienen el corrector ortográfico y yo les trato de hacer ver porque tal o cual palabra está subrayada en rojo. Y la verdad es que va saliendo, se van manejando muy bien. La verdad es que la cuidan mucho. Ellos llegan, la dejan en la mesa y el cuidado es muy grande. Cada uno se hizo su bolsito para llevarla, así que no hemos tenido roturas", contó Rosario.
 
En tanto, Florit explicó en qué etapa se encuentra actualmente el Plan Ceibal, ya que la planificación indica extenderlo este año a todo Florida, luego a un par de departamentos más en 2008 y a todo el país en 2009, año en que se espera que todos los niños de la escuela pública tengan su computadora: "Estamos en la licitación de las máquinas, así como de los servidores que se van a colocar en cada una de las escuelas del departamento de Florida. Luego vamos a continuar con dos o tres departamentos más del interior, ese es el plan de los próximos meses. En 2008 se va a continuar con el interior, para en  2009 llegar a Montevideo. Paralelamente de contar con las máquinas, se tiene que avanzar en conectividad a través de los acuerdos con Antel y en la capacitación de los maestros, que es un asunto clave. Esto ya dio comienzo en vacaciones de julio, con un grupo de 40 maestros de Florida , y va a continuar hasta completar los 450 maestros del departamento en los próximos meses. Luego comenzará la capacitación de los docentes de aquellos departamentos que van a ser provistos de máquinas".

Si bien aún no está muy en claro cuándo va terminar el proceso de licitación como para incluir en el proyecto a todo Florida, tal vez setiembre sea una fecha bastante cercana a la realidad, pero no hay una certeza al respecto. Tampoco está claro cuáles serán los otros departamentos donde se implementará.

Lo cierto es que se produjo una alianza entre las dos grandes empresas licitantes y que los viajes a Florida y, más precisamente a Cardal, son constantes como para ir reconociendo el terreno.
 
"Un niño estaba filmando y al mismo tiempo discutiendo con su hermano, que ya va al liceo. El tema es que se dijeron de todo, con algunas palabrotas incluidas y la máquina filmó todo. Al otro día el niño no quería venir a la escuela porque como eran los primeros tiempos, aún no sabía bien como borrar lo que había filmado. Entonces lloraba y no quería que la maestra y que el director vieran lo que la máquina había grabado. Vinieron los padres, aunque nadie los había llamado, miramos el video, lo borramos y el problema quedó resuelto", contó Galain.