Entrevista con el director de Represión del Tráfico de Drogas, Julio Guarteche, tras la mayor incautación de cocaína de la historia.

"El policía más importante es el que trabaja en la calle"

El director de Represión del Tráfico de Drogas, Julio Guarteche, fue categórico al hablar de su personal. "Me siento muy orgulloso", dijo. El responsable del grupo que realizó la mayor incautación de cocaína en la historia, habló de las dificultades del trabajo. Pese a la falta de recursos, destacó la capacitación que reciben. "Después nos encontramos con la realidad, la atamos con alambre y seguimos", afirmó.

(Emitido a las 9.05)

EMILIANO COTELO:
Fue uno de los temas de comentario obligado a lo largo de la semana.

El sábado, en una estancia de Salto, culminó con éxito un operativo que incluyó la mayor incautación de cocaína de la historia de nuestro país, pero que además permitió arrestar a dos pesos pesados del narcotráfico colombiano y habilitó nuevas actuaciones policiales en otros países de la región, destinadas a desarticular ese cártel.

La ministra del Interior, Daisy Tourné, viajó de inmediato a Salto y dijo: "Vine a felicitarlos expresamente, a reconocer el excelente trabajo profesional de la Policía Nacional, a pesar de que tiene pocos recursos y todos lo sabemos".

Justamente, ¿cómo se hace para enfrentar al narcotráfico desde una Policía con tantas limitaciones como la uruguaya?

Vamos a conversarlo con el director general de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas, comisario inspector Julio Guarteche, uno de los principales responsables de la operación San Francisco acá en Uruguay.

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Comisario inspector Guarteche, en estas declaraciones que hizo la ministra entre el domingo y el lunes también señaló: "A partir de hoy Uruguay queda colocado a nivel internacional como un país que está a la vanguardia del combate contra el narcotráfico y el lavado de divisas". "Es una carta de presentación importantísima para el país."

¿No es un poco contradictorio esto con el comentario sobre la pobreza de recursos con que se mueve nuestra Policía? Cualquier delincuente preferiría operar en un país en el que quien está a cargo de la investigación, del control, de la represión, se maneje con limitaciones.

JULIO GUARTECHE:
No es el único elemento que los delincuentes tienen en cuenta, hay otros elementos que también ellos manejan. No hay ninguna contradicción porque a pesar de las limitaciones que tiene la Policía uruguaya, concretamente nuestra dirección tiene una cosa muy importante: ha recibido mucha capacitación. Uno con buenos conocimientos puede sortear algunos obstáculos que derivan de la falta de recursos. Nuestra dirección está muy bien capacitada, todos los años mandamos oficiales a cursos de diferentes policías del mundo; ahora tenemos uno en Colombia, es una capacitación que está dando la Policía Montada de Canadá. Eso nos permite sortear. Recibimos la capacitación, después nos encontramos con la realidad de Uruguay, la atamos con alambre y seguimos adelante.

EC - La ministra decía, en declaraciones que formuló a AM Libre: "Entre la gente de la Dirección Nacional de Lucha contra el Narcotráfico y el Grupo GEO, más el Regimiento Metropolitano, más la Jefatura de Salto, durante varios días más de 30 personas trabajaron de forma profesional sin que se filtrara una sola información. Y mire que el narco mueve plata y nuestros policías ganan lo que ganan. Por eso hay que reconocer el enorme orgullo que siento por el trabajo de esta gente. Un enorme sacrificio".

¿Cómo incide ese factor, los sueldos bajos, en el trabajo de la dependencia que usted encabeza?

JG - Incide en la disponibilidad del policía. Quisiéramos tenerlo las 24 horas; por supuesto que tiene que ir a su casa, pero incide en que todos tienen que hacer una actividad privada para poder sustentar a su familia, tienen que hacer 222 o cualquier otro tipo de actividad. Eso limita mucho las acciones y nos limita a nosotros en los operativos. Tenemos que tener en cuenta ese factor.

EC - ¿Eso ocurrió en el caso del operativo de Salto?

JG - En los casos importantes nadie quiere faltar, todo el mundo deja su 222, todo el mundo deja su actividad privada. Después tratamos de encontrarle una solución con viáticos del ministerio o alguna cosa.

EC - Para participar en un operativo como el San Francisco los efectivos de la división antidrogas dejaron de hacer horas extra como 222 u otros segundos trabajos, sacrificaron ingresos.

JG - Sí, sacrifican ingresos. Tuvimos un caso, en la Operación Chimera los echaron del trabajo, del 222, que era en el Banco Hipotecario, y tuvimos que hablar, rogar para que los tomaran de vuelta, porque les habíamos generado un problema económico importante a los policías.

EC - Es increíble.

JG - Esas cosas suceden.

EC - ¿Cómo se logra el compromiso de los funcionarios con la tarea cuando está en juego la vida, cuando se combate a organizaciones que mueven cifras siderales de dinero y los sueldos son tan bajos?

JG - Hay muchísima motivación, mucha motivación permanentemente. Yo me llevo los laureles, recibo las entrevistas telefónicas y mi nombre aparece por todos lados, pero los que hacen el trabajo, trabajo son otros. Mi trabajo como director es allanarles el camino a los que efectivamente producen el resultado final. Hay un concepto muy nuevo, que suscribo, al que estaba sujeto sin saberlo, según el cual el líder más importante que tiene la Policía es el que hace el trabajo en la calle, todos los demás de la institución allanamos el camino para que ese pueda hacer el trabajo de la mejor manera. Es un punto que hay que entender, mi misión es reclamar a las autoridades todos los recursos que necesitamos para una operación. Y lo hago, vehementemente, trato de que los policías estén con la mayor cantidad de medios y con la mayor seguridad, para que los resultados siempre sean buenos y no tener que salir con policías heridos ni delincuentes muertos. Para nosotros las mejores operaciones son aquellas en las que no se tira ningún tiro. Manejamos algunos conceptos de motivación permanente, no hay tiempo para descansar, siempre hay un caso para investigar. Y hay algunos otros elementos, por ejemplo mantenemos un saludable nivel de desconfianza.

EC - ¿Qué es eso?

JG - Todos nos miramos entre nosotros, sabemos cómo y qué está pasando, si hay señales de alerta sobre el comportamiento de un policía inmediatamente conversamos con él, si vemos que su comportamiento no es el adecuado inmediatamente pido el relevo de la división. Además todos los policías de acá son conscientes, porque conocen las investigaciones, de que es imposible mantener una actitud de corrupción sin que se sepa. Siempre se va a saber, nos hemos encontrado con muchísimos casos en otras dependencias y siempre se sabe. Aparte el delincuente aborrece al policía corrupto porque le roba la plata. Nos respetan porque saben que no estamos participando en ninguna de esas actividades, que jugamos el partido de un solo lado.

EC - Entiendo, pero confieso que me cuesta adaptarme a la idea de que con recursos tan escasos y con sueldos tan bajos haya ese espíritu del que usted está hablando cuando se trata de combatir nada menos que el narcotráfico.

JG - Lo que pasa es que esto no se hace con plata. Existe este espíritu, sé que es muy difícil encontrar en la administración pública alguien que esté dispuesto a dar su vida o a dar el tiempo que le damos al trabajo. Pero existe y yo lo disfruto mucho, estoy muy orgulloso del personal que tengo, disfruto mucho las reuniones con los jefes, porque nos ponemos a conversar, planteo mi posición y generalmente no tengo la razón, estoy aprendiendo. Aprendemos entre todos nuevas formas de encarar este procedimiento, porque esto es muy dinámico, no encontramos un día igual a otro, siempre representa un desafío.

EC - Usted dice que está muy orgulloso de su equipo. En general los uruguayos estamos muy orgullosos de lo que ustedes hacen, son un ejemplo bien claro de lo que ocurre cuando el Estado funciona bien y cuando los funcionarios tienen la vocación de servicio bien metida dentro y la llevan adelante. Cuando discutimos tanto a propósito del Estado, de burocracia, de funcionarios indolentes, acá tenemos el ejemplo de todo lo contrario.

JG - Me gustaría que conociera la gente de acá, son tipos muy especiales, yo a veces me siento con algunas responsabilidades adicionales. Recuerdo una oportunidad en que me sentía muy mal porque hacía como un mes y pico que tenía a todo el personal fuera y llegó el Día de la Madre, me preguntaba qué hacer, estaba muy amargado acá. Saqué de mi propio bolsillo y compré una caja de bombones para cada una de las señoras, las llamé por teléfono y les regalé.

EC - Sacó de su bolsillo.

JG - Sí, no sabía qué hacer, me sentía realmente mal porque el esfuerzo que estos individuos hacen y nunca se sabe. Y los esfuerzos que hemos hecho en las operaciones que no han salido... En una oportunidad estuvimos esperando un mes, estaba todo el mundo en la pista, estaban los narcotraficantes esperando, nuestros equipos también, y el avión se cayó cuando salía de Paraguay. Esa operación no se la pudimos cobrar a nadie (en sentido figurado), hay muchos esfuerzos que se hacen y no se conocen. Yo estoy realmente orgulloso de la gente que tengo acá.

EC - De todos modos, ¿esos funcionarios no reciben ningún tipo de compensación?

JG - Últimamente estamos recibiendo algún viático pequeño que nos ha dado el ministerio, pero no las compensaciones que creo que tienen que recibir y que he reclamado a las autoridades. No digo para que no se corrompan los policías, digo porque es de estricta justicia, porque el trabajo que están haciendo tiene que ser recompensado de otra manera, no puedo creer que los tipos tengan que llegar a fin de mes pensando que no pueden pagar la luz, no puede ser. Si están cumpliendo una función tan importante para un país no puede ser. Yo he reclamado eso, no lo reclamo para mí, lo reclamo para mis funcionarios con mucho énfasis.

EC - ¿Qué destino tiene el dinero que se obtiene al comercializar los bienes que se incautan en un operativo como el del sábado pasado en Salto?

JG - Ese dinero va a la Junta Nacional de Drogas, que dispone a qué programa lo destina, si a nuestro programa, que es la reducción de la oferta, o a la reducción de la demanda, a la rehabilitación. En un caso anterior se nos propuso repartir el dinero con nosotros, y nos negamos porque habría sido causar divisiones entre los policías, sacarle la pureza que tiene la forma de encarar las cosas. Se los tiene que retribuir como un sueldo diferente, no con una compensación por hacer más o menos procedimientos. La motivación para hacer procedimientos no tiene que ser la plata, tiene que ser la que tenemos.

EC - De todos modos podría tomarse una parte de ese dinero que se obtiene de los bienes incautados para reforzar la dependencia que usted encabeza en materia de recursos materiales, tecnológicos, etcétera.

JG - Sí, eso se hace, hemos tenido un apoyo muy importante de las autoridades en ese sentido. Les hemos demostrado hace poco tiempo en porcentajes cuál era la capacidad que teníamos para atacar y que necesitábamos más medios técnicos. Nos solucionaron el problema rápidamente, nos mandaron más medios técnicos y más personal. En los últimos seis meses aumentaron en 40 nuestros efectivos, y éramos 100. Es un número importante para nosotros.

EC - Ahora son 140. Estamos hablando de la cantidad de funcionarios. ¿Pero qué pasa en cuanto a medios técnicos? La propia ministra Daisy Tourné mencionó carencias en equipamiento para interceptar comunicaciones.

JG - Hay muchas carencias, pero estamos en la punta respecto de la Policía uruguaya. Por supuesto que nos faltan muchos medios si nos comparamos con otras policías, pero hemos creado algún software aquí y tenemos algunas cosas que otras policías no tienen.

EC - ¿Por ejemplo?

JG - No le puedo decir. Hemos pensando entre nosotros algunas ideas y las hemos podido llevar a la práctica, como herramientas informáticas que nos son muy útiles para trabajar. No estamos a la cabeza en el mundo pero estamos bien, estamos mejorando, tenemos una actitud permanente y pedimos cosas todos los días.

EC - Supongamos que el presidente de la República le dijera: "Inspector Guarteche, tiene tantos millones de dólares para gastar en su división". ¿En qué los invertiría? ¿Dónde están las necesidades más notorias?

JG - Necesitamos vehículos, necesitamos tener delegaciones en el interior (tenemos solamente una en Rivera que funciona muy bien, pero quisiéramos tener en el litoral, en la zona este, en el oeste), hay que capacitar personal (eso cuesta dinero), hay que darle mobiliario, todo lo que corresponde a una oficina, vehículos. Yo haría una inversión en agrandar la división hacia el interior y en agrandar las instalaciones acá que nos están quedando pequeñas, y en darnos más seguridad, tenemos una dificultad importante en ese sentido, porque estamos encarando operaciones que pueden tener algún tipo de rebote.

EC - ¿Algún tipo de rebote? ¿Qué quiere decir?

JG - Los cárteles colombianos se manejan de manera diferente de los delincuentes uruguayos, si ellos se ven amenazados, se ven con problemas y se quieren vengar lo hacen, lo han hecho tradicionalmente en su país y en otras partes del mundo. Hay que aumentar esas medidas.

EC - ¿Se refiere a venganzas entre narcotraficantes o a ataques a funcionarios policiales?

JG - Contra la Policía.

EC - Usted en particular, ¿se siente seguro?

JG - Yo me siento bien. Nadie puede estar seguro. No he recibido ningún tipo de amenazas ni nada por el estilo, pero hemos hecho cosas que han molestado a mucha gente, ha perdido muchos millones mucha gente.

EC - ¿No tiene miedo?

JG – Tengo. ¿Cómo no voy a tener miedo? Pero tengo un miedo más fuerte que ese todavía.

EC - ¿Cuál?

JG - Tengo miedo a morirme, porque eso es real, y no estoy en condiciones de enfrentar al Creador todavía.

EC - Hablando de las limitaciones de recursos para enfrentar al narcotráfico y saliendo de la Dirección de Combate al Tráfico Ilícito de Drogas, veía unas declaraciones que usted hizo esta semana en el diario El País; contaba que los narcos tuvieron algunos problemas, porque "en un momento, ellos pensaron enviar la droga desde Bolivia a San Pablo y de ahí a Europa, sin pasar por Uruguay. Pero un operativo realizado por la policía brasileña en un laboratorio cercano a la pista donde se encontraba la droga los obligó a trasladarla a otra pista que no estaba en condiciones para operar de noche. Entonces decidieron volar de día. Y solo lo podían hacer hacia Uruguay. Porque es casi imposible para los narcos volar en horarios diurnos en Brasil sin ser detectados por radar".

Ahí aparece un tema muy discutido en Uruguay: no tenemos suficientes radares, un elemento clave para el combate al narcotráfico que, en general, utiliza avionetas para los traslados de la droga. ¿Cómo evalúa ese tipo de carencias?

JG - Es una carencia importante, es una ventaja que estamos dando, como otras más que damos, que los narcotraficantes tienen en cuenta. Ellos son empresarios, vienen y miran las debilidades y las fortalezas y sobre esa base deciden operar en nuestro país. Es una carencia tremenda que tiene el país y que sin duda tiene que ser tenida en cuenta. Esto es narcotráfico, pero ¿y si fuera terrorismo? ¿Qué pasaría? No tenemos ni un control, puede bajar alguien en cualquier lugar, hacer un atentado terrorista, irse y ni nos enteramos. Es muy importante tener radares como parte de la soberanía del país.

EC - ¿Qué se ha avanzado en esa materia? Supongo que ustedes coordinan con otros organismos y con el gobierno en general.

JG - Sí, pero nosotros no manejamos el tema radares, lo maneja la Fuerza Aérea. Si eventualmente los radares vienen acá, por supuesto que vamos a tener participación y apoyo de la Fuerza Aérea, como lo tenemos ahora cuando pedimos helicópteros o aviones, lo que precisemos. Pero no estamos participando en esa medida.

EC - Yo lo consultaba por el marco en el que ustedes desarrollan el combate al narcotráfico en Uruguay. Hemos hablado de sueldos, de cantidad de policías, de tecnología, de vehículos; con respecto a la legislación, usted estuvo ayer, junto con las autoridades de la Junta Nacional de la Droga, en el Parlamento, en una comisión de la Cámara de Diputados y tocaron este tema. Analizaron no solo la situación de Uruguay como escenario para actividades de narcotraficantes sino también Uruguay como un destino para operaciones de lavado de dinero. ¿Dónde están los principales problemas en esa materia?

JG - Primera cosa, en el tema lavado de dinero se ha avanzado muchísimo. Yo estoy aquí desde el año 2000, he podido ver todo el proceso; ahora tenemos una legislación buena en ese sentido, adecuada. Las carencias más importantes son en la instrumentación de las cosas, en instrumentarlas, en coordinar entre los organismos. Hay una instancia muy buena que se está realizando en la órbita de CEJU, el doctor Díaz, la doctora Gatti, una cantidad de doctores (me invitaron a participar); allí se están tratando todos estos temas operativos para que no solamente podamos atacar el lavado de activos, que en nuestro país no es un delito autónomo sino que necesita un delito precedente, sino que podamos ver cómo utilizar rápidamente, que es lo que me preocupa, los recursos que obtenemos del y contra el narcotráfico.

EC - Ese tema tiene que ver con lo que hablábamos hace un rato, cuando ustedes llevan adelante incautaciones empieza un trámite que puede llegar a demorar diez años, tengo entendido.

JG - Sí, tuvimos un caso en Florida que demoró diez años. Algunos jueces consideran (y está bien) que la incautación definitiva es una pena, por lo tanto tiene que ir junto con la sentencia, entonces hay que esperar que termine todo el trámite para que la Junta reciba el dinero o los bienes.

EC - Puede llegar a ocurrir que una camioneta 4x4 se deteriore en ese tiempo.

JG - Totalmente, usted no sabe la contaminación visual que hay en mi dirección, en el patio acá en el Prado, tenemos más de 50 o 60 vehículos que se están deteriorando.

EC - El otro tema es la ley de sociedades anónimas, de SAFI. ¿En qué medida hay que modificarlas?

JG - Ya hay medidas, ahora también se han tomado medidas con respecto a que no se pueden comprar campos con sociedades anónimas, o no se va a poder. En este caso había una sociedad anónima. A veces dificulta muchísimo la investigación y no beneficia en nada al país esa herramienta, beneficia muy poco o nada, cada vez que ocurre una operación de tráfico de drogas o de armas Uruguay aparece representado por una SAFI. Es un instrumento que habría que sacar, no nos beneficia y nos dificulta bastante las investigaciones.

EC - ¿Algún otro detalle en materia legal?

JG - No, las otras cosas son pequeñas, se están instrumentando, se está avanzando. Hay un ambiente muy bueno para mejorar las cosas. Hay cositas pequeñitas en la ley que deberían ser modificadas; se las hemos hecho saber a los jueces pero en este momento no las recuerdo, me pone muy nervioso la entrevista y me olvido de las cosas.

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Edición: Mauricio Erramuspe