Entrevistas

Rabia: se vacuna a las personas con alto riesgo de exposición

El virus de la rabia lo puede tener un perro, un murciélago u otro animal, pero es el mismo. Está en la saliva y la transmisión se da por mordeduras o por contacto. "La mayor posibilidad se da si alguien estuviera en contacto directo con un bovino enfermo y manipulara su saliva", explicó hoy Eduardo Savio, director de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina, y aclaró que la vacuna está indicada para personas que tienen un alto riesgo de exposición.

(Emitido a las 8.05)

EMILIANO COTELO:
La rabia paralítica habría sido la causa de la muerte de 148 animales en el departamento de Rivera. Por esa razón, el Ministerio de Salud Pública ha dispuesto la vacunación antirrábica de las personas que estuvieron en contacto con los animales afectados. Según El Observador, ayer fueron inoculadas 30 personas con la primera de las dosis que exige la vacunación. La preocupación de los productores no se refiere sólo a las pérdidas económicas de los predios muy pequeños, sino eventualmente a una eventual transmisión de la enfermedad a los seres humanos que han estado vinculados con los casos registrados.

Hemos tratado de localizar al director nacional de Salud del Ministerio de Salud Pública, Jorge Basso, pero no ha sido posible y por eso recurrimos una vez más al doctor Eduardo Savio, profesor director de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas en la Facultad de Medicina.

¿Cómo se contagian los seres humanos de esta rabia paralítica?

EDUARDO SAVIO:
El virus está presente en la saliva del animal y la transmisión, como consecuencia, ocurre o bien por mordeduras o por contacto con el virus. Por ejemplo por lamidas o cosas similares sobre lesiones abiertas de la piel o sobre mucosas. Y una vía accesoria de transmisión, cuando es trasmitida por murciélagos, ocurre en cuevas en las que hay una muy alta densidad de murciélagos en espacios cerrados. Se describe la posibilidad de adquirir el virus inhalándolo en ese ambiente cerrado. Fuera de ese contexto no se adquiere.

EC - En general, la vía de contagio es la saliva de los animales afectados, que puede ser una vaca, un ternero, un vampiro, un perro o una rata...

ES - Hace muchísimos años que no hay rabia humana en el país ni en la región. De hecho, en América Latina se describió en el sur en Brasil en el siglo pasado. De todas maneras, los perros, los murciélagos, los gatos, animales salvajes de todo tipo la pueden trasmitir, pero la mayor posibilidad se da si alguien estuviera en contacto directo con el bovino enfermo y manipulara su saliva o su cerebro en una biopsia, cosas así.

EC - Y esa saliva tuviera contacto una lastimadura que la persona tuviera en una mano o una pierna.

ES - Exactamente. Como el murciélago suele morder al ganado bovino y a algunos otros animales de ese tipo, no sería muy posible una amplia dispersión a través de otros animales. No muerde tanto a las personas sino a los bovinos. Por eso es que las actividades preventivas se centran en quienes están en contacto directo con los animales enfermos.

EC - Supongamos que un ser humano se contagia. ¿Cuáles son los efectos?

ES - Produce en el ser humano una encefalitis –un proceso inflamatorio del cerebro– viral, aguda, rápidamente evolutiva y que habitualmente es mortal.

EC - El contagio conduce a la muerte...

ES - La incubación puede ser muy larga, pero una vez que desarrolla la infección del sistema nervioso, la letalidad –la muerte directa causada por ese virus– es extremadamente alta. Siempre lo fue.

EC - ¿Cómo se hace para saber si alguien está contagiado?

ES - Lo que más importa es la noción epidemiológica de que hay virus de rabia en cierta región y las manifestaciones clínicas. Se presenta un cuadro de encefalitis grave, que habitualmente se acompaña de lo que podríamos catalogar como trastornos psiquiátricos dominantes, que no lo son, con espasmos diafragmáticos que hacen que el paciente rechace la ingesta de todo tipo de líquidos –eso estaba en las más antiguas descripciones, por eso se hablaba de hidrofobia–. Hay afectación respiratoria, de presión respiratoria y circulatoria. Y una vez que los síntomas aparecen, la muerte se da en pocos días. Es un cuadro muy grave.

EC - Si alguien fue contagiado y es vacunado, ¿se bloquea el desarrollo de la enfermedad?

ES - Se trata de que eso ocurra. Cuando se sabe que ha habido una exposición al virus de la rabia, de inmediato se vacuna y en algunas situaciones se acompaña de la gammaglobulina hiperinmune antirrábica.

EC - La vacuna es preventiva, pero si alguien ya está enfermo, ¿qué le hace?

ES - En ese caso pretendería desarrollar una respuesta de anticuerpos que atenuara la enfermedad, pero seguramente no sería muy exitosa. Y se acompaña de la gammaglobulina que genera una protección inmediata mientras no actúa la vacuna.

EC - ¿A quiénes corresponde vacunar?

ES - En general, se vacuna a las personas que tienen un alto riesgo de exposición. En este caso, a todo el personal veterinario que está trabajando con estos animales, y no a otros, no es una vacuna de uso tan expandido. Sobre todo cuando todavía no hay un diagnóstico certero, aunque todo parece indicar, en animales, que se trata de rabia. En humanos no ha habido ningún caso descrito hasta el momento.

EC - ¿Tenemos vacuna en Uruguay?

ES - Sí, tenemos vacuna. De hecho, siempre se había usado poco. Todavía se continuaba usando en algunas mordidas de perro cuando no se podía controlar la evolución del animal para saber si tenía o no rabia.

EC - ¿Es la vacuna contra la rabia convencional?

ES – Claro. Porque el virus de la rabia lo puede tener el perro, el murciélago y otros animales, pero es el mismo.

EC - Se habla de rabia paralítica.

ES - Eso se aplica básicamente en veterinaria. Porque a los animales les comienza a caer el tren trasero primero y luego el anterior. En el hombre también se puede dar una forma paralítica o una forma espástica, con rigidez. Pero eso indica solamente un trastorno motor, que es lo dominante.

EC - ¿Cuántas dosis son?

ES - Son múltiples dosis en un plazo de unos 14 días; depende del tipo de vacunas que se use. La primera vacuna contra la rabia la hizo Luis Pasteur en 1885 y era derivada de cerebros humanos. La segunda generación también, pero esas vacunas se fueron abandonando porque podían causar una encefalitis, dado que había anticuerpos mielina, que es una sustancia que rodea el nervio procedente de donde se tomaba la muestra de la vacuna en la fuente, y eso podía dar una reacción adversa severa por autoanticuerpos. Entonces, la OMS ha recomendado el uso de vacunas siempre inactivadas para no causar otra enfermedad en el paciente.

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Edición: Ma. Eugenia Martínez