Entrevistas

Los dichos de Paulós: entre lo tenso y lo previsible

La conferencia de prensa que brindó ayer el general retirado Iván Paulós (luego de declarar en la causa que investiga los traslados clandestinos de prisioneros uruguayos en 1977 y 1978) pasó de la amabilidad extrema a la tensión absoluta. El periodista Wilmar Umpiérrez, del Servicio Informativo de El Espectador, relató los detalles.

(Emitido a las 8.03)

EMILIANO COTELO:

En el matutino La República publica hoy una foto que muestra a un guardaespaldas del general Paulós con su mano derecha levantada, gritando arengas políticas de tono golpista, según la leyenda, en el momento en que ingresaba ayer al juzgado. El texto agrega que llamaron la atención la agresividad de este guardaespaldas y un bulto que tenía debajo del saco.

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EC - Al lado de esa foto aparece una ampliación que revela que efectivamente el bulto era un arma de fuego, un revólver ubicado en la cintura del guardaespaldas.

Ayer, el general retirado Iván Paulós declaró en la causa que investiga en la Justicia Penal los traslados clandestinos de prisioneros uruguayos que tuvieron lugar entre Buenos Aires y Montevideo en los años 1977 y 1978. El Servicio Informativo de El Espectador estuvo cubriendo estos episodios.

JOSÉ IRAZÁBAL:
En un clima muy particular. Esa foto que publica La República es parte de lo que sucedió en el Juzgado y después en una conferencia de prensa que dio el propio Paulós.

EC - Vamos a preguntarle a Wilmar Umpiérrez, encargado de ese seguimiento periodístico, cómo se dieron las cosas.

¿Cómo describirías el ambiente?

WILMAR UMPIÉRREZ:
Tenso. La comparecencia de Paulós en el Juzgado fue bastante corta, de apenas dos horas, y luego realizó la conferencia de prensa en el Centro Militar, rodeado por un montón de camaradas, de militares retirados, que marcaban la cancha y hacían relucir ese espesor del clima que se vivía ayer de tarde.

El militar de la foto que publica La República forma parte de la seguridad de Paulós. Incluso lo acompañó una vez al Parlamento y regaló caramelos a los periodistas. Es la misma persona, siempre acompaña a Paulós en todos sus movimientos. Ayer, en la conferencia en el Centro Militar el clima estaba bastante tenso.

JI - Esta persona que acompaña a Paulós como parte de su seguridad, ¿ingresó al juzgado?

WU - Sí, ingresó con él. Lo esperó en la puerta.

JI - Llama la atención que una persona armada pueda entrar a un Juzgado sin ningún problema.

WU - No sé si hay alguna previsión expresa en ese sentido. Había una fuerte custodia policial en el juzgado, muy férrea.

Luego en el Centro Militar se dieron algunos episodios un poco particulares. Paulós comenzó siendo muy amable con la prensa, extremadamente amable, quizás en demasía. Dijo incluso que esperaba que todos fuéramos más amigos una vez que terminara la conferencia, los militares y los periodistas que estábamos allí. Pero en un momento, uno de sus camaradas interrumpió diciendo que los desaparecidos estaban en Suecia, que preguntaran en Barcelona por ellos, que los conocían bien. Es verdad que esa voz fue acallada por uno de sus propios compañeros, que le decía que se callara la boca.

Luego, en su discurso, Paulós dijo que el gobierno estaba dominando a la educación y a los medios de comunicación. Eso exasperó los ánimos de quienes estábamos allí y la cosa ya no fue tan amable y terminó de forma bastante abrupta cuando el clima se estaba caldeando.

JI - Ahí Paulós decidió retirarse y cortar con la conferencia de prensa.

WU – Exactamente. Hasta aquí llegamos y se terminó el asunto. Había mucho militar rodeándolo. Incluso un colega del SODRE sintió en algún momento que le ponían algo en la espalda. No sabe si era un arma o simplemente los dedos como para calmarlo, porque había increpado a Paulós preguntándole si no tenía ningún tipo de responsabilidad en la pasada dictadura.

EC - "La guerra psicopolítica no es una guerra declarada, es silenciosa, se hace a través de muchas formas en las cuales la prensa juega un papel importantísimo, como también juegan otros sectores como la educación", dijo Paulós. Por eso exhortó a los periodistas a ser objetivos y citó a Vaz Ferreira y a Rodó como ejemplos. "No promuevan siempre el título vendedor, el título llamativo, propendan a la verdad, a ser justos, que estarán impulsando al bien común que todos deseamos". Eso provocó alguna inquietud entre los colegas, uno de los cuales le recordó que durante la dictadura era muy difícil ejercer el periodismo, que hubo persecuciones y despidos. Ahí fue que Paulós decidió cortar.

WU - Exacto, respondió que en esa época había un estado de guerra y por eso ocurrían esas cosas: los periodistas tenían problemas para trabajar. Hasta ahí llegó la conferencia de prensa.

EC - Era de esperar. Con el general retirado Iván Paulós en una comparecencia pública, estas consecuencias eran algo que estaba en la tapa del libro...

WU - Era bastante previsible. Llamó mucho la atención la amabilidad extrema con la cual comenzó la conferencia de prensa.

EC - En este tema de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura hay ultras de los dos lados. En cada una de las ocasiones ya sabemos qué va a pasar, qué se va a decir, hasta qué extremo se puede llegar. Una citación a Paulós a declarar ante la Justicia conducía a esto, podíamos haber escrito la noticia ayer de mañana. No digo con todos los detalles, pero muy aproximadamente.

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Edición: Ma. Eugenia Martínez