Entrevistas

Crecen un 50% las denuncias por violencia doméstica

Según datos del Observatorio de Criminalidad del Ministerio del Interior, las denuncias por violencia doméstica aumentaron un 50% en los primeros nueve meses de 2007. "Todos trabajamos para tratar de solucionar el problema, pero no hay un trabajo sistemático en generar relaciones de otra índole. Por ahí iría el tratar de que estos números bajen", dijo Ana Nocetti, dirigente de la Fundación Plenario de Mujeres del Uruguay.

(Emitido a las 7.39)

EMILIANO COTELO:
Las denuncias por violencia doméstica aumentaron 50% en los primeros nueve meses del año, en comparación con el mismo período del año 2006. Los datos fueron aportados ayer por el Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad, perteneciente al Ministerio del Interior.

Entre enero y setiembre de este año, se denunciaron 7.577 situaciones de violencia doméstica. Pero hay otros números, en el período que va de noviembre de 2006 a octubre de 2007 fueron asesinadas 17 mujeres por violencia doméstica en Uruguay, diez de ellas a mano de su pareja o ex pareja. El 77% de estas víctimas tenía menos de 39 años. Por otro lado, en esos 12 meses hubo 12 intentos de homicidio de mujeres por violencia doméstica, nueve de los cuales fueron perpetrados por la pareja o la ex pareja.

Tomando en consideración las dos situaciones, las muertes y los intentos de homicidio, puede afirmarse que en Uruguay cada 13 días se mata o se intenta matar a una mujer por violencia doméstica.

Estamos con Ana Nocetti, responsable del Área de Violencia Doméstica de la Fundación Plenario de Mujeres del Uruguay (PLEMU) y cocoordinadora de la Red contra la Violencia Doméstica y Sexual.

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Señora Nocetti, ayer en la conferencia de prensa escuchamos algunas aproximaciones de explicación que dio el director del Observatorio de Criminalidad, Rafael Paternain, a propósito de este crecimiento de las denuncias de violencia doméstica. Y nos gustaría tener un enfoque del lado de las ONG que trabajan directamente con el tema.

Ante todo, el crecimiento es muy fuerte, en un año hubo un aumento de 50% en las denuncias. ¿Qué explicación tienen ustedes?

ANA NOCETTI:
Hay un aumento de las denuncias, no sabemos si hay un aumento de la violencia. Tenemos que tener en cuenta que la reiteración en el tiempo es lo que confirma que existe violencia doméstica.

EC - ¿Cómo es esto?

AN - Un solo episodio puede pasar por tal si no se reitera en el tiempo, la continuidad es lo que confirma la existencia de violencia doméstica. Si yo sufro violencia y tengo más de un episodio, lo denuncio y queda la constancia de que estoy sufriendo violencia, de que no es una cosa puntual. Acá no se aclara si está considerado eso, dice cantidad de denuncias, no dice personas que denunciaron.

EC - Usted dice que puede haber varias denuncias correspondientes a una misma persona.

AN - Puede, no sé si es así.

EC - De todos modos, eso podía ocurrir antes también, podía ocurrir en 2006 o en 2005, y lo que se constata es un aumento muy fuerte de un año al otro, cuando ya se venía dando un aumento de estas denuncias. Ayer Paternain decía que puede ocurrir que estemos ante una mayor propensión a denunciar, a un mejor registro policial –porque antes muchos casos se tomaban como amenazas u otros delitos– o ante un aumento efectivo de los casos de maltrato. ¿Qué reflexión le merecen estas tres hipótesis?

AN - La mejora de los registros no hay duda de que tiene que existir. Cuando uno da pautas muy claras de qué es lo que se tiene que registrar, por supuesto que los registros mejoran. Para una mujer no era lo mismo hacer una denuncia de violencia hace unos años que hacerla hoy en día, hoy hay una conciencia social de que eso existe y de que el culpable no es quien la sufre sino quien la ejerce. También se junta eso. Por lo tanto todo contribuye al aumento. También puede haber un aumento de este relacionamiento violento entre las parejas, lo vemos muchas veces en las parejas jóvenes, lo que no quiere decir que en las viejas no exista, porque existe, pero ahora es más visible.

EC - ¿Cómo es esto? ¿Podría haber, efectivamente, una mayor cantidad de episodios de violencia doméstica? ¿Podría estar incrementándose este problema en la sociedad uruguaya?

AN - Se ve como una cosa no aceptable, cuando en otro momento era "me quiere y por eso me controla, me persigue". También puede haber cambiado el criterio de lo que son las relaciones. No tenemos estudios sobre eso. Administramos el servicio telefónico de la Intendencia y en Montevideo, por ejemplo, ha bajado el número de llamadas, lo que no quiere decir que no haya más violencia sino que la gente está más informada. Si comparamos estos dos registros, el registro policial son las denuncias.

EC - Ese marca un aumento y el teléfono de la Intendencia recibe menos llamadas.

AN - En Montevideo hay menos llamadas. Eso puede querer decir –se está estudiando– que la gente está mucho más informada, no recurre a este servicio, que tiene un objetivo de asesoramiento e información, porque va directamente a la comisaría a hacer la denuncia. Más cerca del 25 tendremos datos más concretos y alguna cosa comparativa, porque además no sé cuán comparables pueden ser cosas que no están registradas con el mismo criterio.

EC - Francamente son números que desconciertan.

AN - Recién se está intentando hacer un registro único, o por lo menos que todas las instituciones tengan un criterio único para registrar. Los datos que tenemos son válidos para la institución que los da, pero no son comparables entre las distintas instituciones.

EC - Impresiona que se siga produciendo un aumento en las denuncias de violencia doméstica, porque hace años que hablamos de estos temas en los medios de comunicación, hablamos en particular de las ONG que se ocupan de estas situaciones, siempre con la expectativa de que en la medida que el asunto se analizara más, se ventilara más, incluso en la medida en que mejoraran los instrumentos institucionales y legales a propósito de violencia doméstica, se iba a ir descubriendo una realidad que estaba escondida, se iba a ir tomando conciencia de una enfermedad que estaba tapada. Era de esperar que hubiera un aumento de las denuncias, pero impresiona que continúe pasando el tiempo y se produzcan estos saltos tan altos, de un año a otro 50%. ¿Cuánto tiempo más va a continuar aflorando esto? ¿Cuál es la realidad de la violencia doméstica? Son preguntas que yo suponía que ustedes podían tener un poco más investigadas.

AN - Nosotros hacemos intercambio entre las instituciones, pero no todas tenemos los mismos criterios. ¿Cómo hacer prevención? Hay quienes consideran que se hace a través de la información sobre lo que es violencia. Personalmente creo que deberíamos prevenir al revés, trabajando las relaciones saludables para que uno pueda fácilmente detectar lo que no es saludable. No sé cuál de todas es la que corresponde, o si es un poco de cada una, pero no hemos llegado a acuerdos todavía. Todos trabajamos para tratar de solucionar el problema, pero no hay un trabajo sistemático en generar relaciones de otra índole. Por ahí iría el tratar de que estos números bajen.

EC - ¿Ustedes hacen un seguimiento de los casos que reciben por la vía de los llamados al teléfono de la Intendencia de Montevideo?

AN - Los llamados son anónimos, por lo tanto no sabemos, excepto que la persona –que muchas veces lo hace– llame de vuelta y diga cuáles fueron los procesos que siguió. Las que los siguen son las instituciones que reciben a la persona que tiene una situación de violencia. Y las Comuna Mujer que hay a lo largo de Montevideo también siguen los casos porque dan un servicio de atención directa. El servicio telefónico es contención, orientación y derivación.

EC - ¿Cómo está la posibilidad de proteger a la mujer que realiza una denuncia de violencia doméstica? ¿Qué instrumentos existen para que por presentar la denuncia no sea a su vez víctima de represalia?

AN - Eso lo tiene que evaluar la persona que está a cargo del caso concreto. En sí, está la exclusión del hogar, pero todavía no hemos logrado tener un criterio para proteger a la persona. Hay quienes dicen "no tenemos refugios", "no estoy muy de acuerdo con eso". La exclusión del hogar se da, pero después, ¿quién la hace cumplir?

EC - Quién mantiene al hombre alejado de la mujer a la que está castigando.

AN - Por supuesto, pero hay otro problema, el hombre de repente no tiene dónde vivir, o dice no tenerlo, entonces viven en la misma casa y no se hablan, es ridículo pero se da. Si el hombre no cumple, la mujer va y denuncia, y le dicen: "Bueno, señora, ¿qué quiere que haga?". O el juez considera que no está contraviniendo la orden que dio. Todas estas cosas están flotando, no siempre se cumple. No hay efectivos suficientes como para dar protección, además sería impensable proteger a todas las mujeres que sufren violencia. No hay algo que permita que esto se cumpla. La otra vez decía un juez que mientras en España, donde hay proporcionalmente menos muertes que aquí, las mujeres que matan nunca concurrieron a ningún lugar, las de Uruguay fueron a todos los lugares posibles. Eso nos da para pensar, los casos de muerte hacen denuncias y más denuncias y terminan en muerte. No se termina de concretar de qué manera protegemos y cambiamos las relaciones.

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EC - Es complicado entender el fenómeno en su estado actual. Queda una cantidad de preguntas sin respuestas, y nuestra entrevistada agregaba una más a la reflexión pendiente: ¿qué quiere decir el número de denuncias? Cuando se habla de 7.577 denuncias de violencia doméstica entre enero y setiembre de este año, ¿se están contando varias denuncias de una persona, o cada una corresponde a una sola persona? Por ahora no lo sabemos.

Y para agregar otro factor de complicación, el propio informe del Observatorio dice que, estudiando en profundidad otras situaciones delictivas como lesiones, amenazas o violaciones, queda claro que hay una porción importante de violencia doméstica que aún está escondida en otras figuras. Si se proyectan algunos datos obtenidos para Montevideo entre enero y setiembre de 2007, tendrían que sumarse unas 2.500 denuncias a las 7.577 ya mencionadas, lo que totaliza un volumen de alrededor de 10.000. Serían unas 10.000 las denuncias vinculadas con violencia doméstica, según estos apuntes divulgados ayer.

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Edición: Mauricio Erramuspe