Entrevistas

Vecinos denuncian mayor inseguridad y más violencia en Canelones

El pasado fin de semana, nuevamente, vecinos de Salinas juntaron firmas y se movilizaron en reclamo de mayor seguridad. "La situación de esta zona no es distinta de la del resto del departamento ni de la del país en cuanto a la delincuencia, pero nos sentimos mucho más desprotegidos porque la comisaría tiene proporcionalmente muchos menos efectivos y medios de locomoción", se quejó Jorge Regueira, presidente del Centro Comercial local.

(Emitido a las 07.35)

EMILIANO COTELO:
Vecinos de Salinas y otros barrios cercanos se movilizaron ayer reclamando mayor seguridad y protestando por robos y distintos crímenes. Realizaron una caravana por la ruta Interbalnearia y manifestaron con pancartas. La manifestación tuvo su punto central en la entrada de Salinas, donde se concentraron los vecinos en respuesta a la convocatoria del Centro Comercial de Salinas.

Según Últimas Noticias, "el llamado iba dirigido a vecinos de Remanso, Neptunia, Pinamar, Salinas, Marindia y Fortín de Santa Rosa".

Los vehículos circularon por la ruta mientras se levantaban varios carteles y pancartas.

Decenas de vehículos de empresas, comercios y familias de la zona circularon en caravana, mientras tocaban bocina y en algún caso encendían alguna sirena, al tiempo que realizaban el trayecto de ocho kilómetros de un extremo a otro del lugar.

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EC - Estamos con el señor Jorge Regueira, presidente del Centro Comercial de Salinas.

¿Quedó conforme con la respuesta a la convocatoria?

JORGE REGUEIRA:
Sí. Fue una manifestación de los vecinos, tenían la necesidad de hacerlo. Nuestra tarea ha sido de colaboración con el Ministerio del Interior (MI), toda la movida que invitamos a realizar es "en apoyo a", no en contra de nadie.

EC - ¿Cómo es el matiz?

JR - Entendemos la situación. Sabemos que las soluciones no son fáciles ni rápidas, pero alguien debe ayudar al Ministerio para que se le den los rubros que necesita para defendernos. Esa era la intención de esta movilización.

EC - ¿Qué es lo que pasa en esa zona de la Costa de Oro? ¿Desde cuándo tienen esos problemas de seguridad?

JR - Desde hace un tiempo y cada vez con más violencia, por eso la reacción del comercio. En el comercio, esa violencia se manifiesta con robos a mano armada cada vez más frecuentes. La situación de esta zona no es distinta de la del resto del departamento ni de la del país en cuanto a la delincuencia, pero nos sentimos mucho más desprotegidos porque la comisaría tiene proporcionalmente muchos menos efectivos y medios de locomoción.

EC - Ustedes insisten en que la seccional de Salinas no cuenta con los medios que requiere. ¿Cuántos funcionarios hay allí?

JR - La información que teníamos hasta hace unos días era que hay entre cinco y seis funcionarios por turno. Los ocho kilómetros de largo de la caravana son el área de influencia la comisaría, y más allá, desde la playa hasta el kilómetro 40 de la ruta 8. Estamos hablando de más de 60 kilómetros cuadrados a cubrir hasta hace pocos días con un vehículo y cinco policías. Eso está fuera de toda posibilidad de tener el mínimo de defensa para las personas que vivimos aquí. No existe la posibilidad de que estemos resguardados de nada.

EC - Ustedes empezaron reclamando una reunión con la ministra del Interior. Esa reunión ya tuvo lugar.

JR - La movilización de ayer era con el fin de juntar firmas, además de expresarnos. Eso se está haciendo desde hace cuatro días en los comercios, para después elevar una nota a la ministra acompañada por esas firmas para demostrar que esto no es una movida de un sector en particular ni del grupo de comerciantes sino que es una realidad que se vive en toda la zona. Ella se adelantó a nosotros y nos invitó. Fuimos, conversamos y nos planteó alguna solución. Prometió 15 efectivos que queden instalados en la comisaría más allá del Verano Azul, que comienza el 12 de diciembre. Pero después nos pasó la posta en cuanto a los vehículos. Dijo que había conseguido 20 vehículos para el departamento, que le había dado mucho trabajo, y le creemos.

EC - ¿Pero por qué les pasó la posta?

JR - Porque al principio de la reunión dijo que estaba preocupada por Canelones desde antes de la movilización y que en Canelones había un policía cada 1.200 personas. La relación en nuestra zona es mucho más desproporcionada. Acá tenemos cinco policías por turno y 25.000 personas, si se agregan 15 policías por turno serían dos o tres más, es decir que sería un policía para más de 3.000. Todavía estamos lejos del promedio. Entonces le preguntamos cuándo íbamos a alcanzar ese promedio y nos dijo que lo discutiéramos con el jefe de Policía porque él estaba más al tanto de cómo iban egresando los policías de las escuelas. Y en cuanto a los 20 vehículos, los caballos y las otras cosas que pudieran beneficiar la atención de la zona, es también resorte del jefe de Policía decidir cuánto va para cada zona del departamento.

EC - Ese fue el intercambio con la ministra. Y a partir de esa reunión y una manifestación como la de ayer, ¿cómo sigue esto?

JR - Le solicitamos una entrevista al jefe de Policía, que nos había pedido anteriormente, pero queríamos hablar directamente con la ministra. Se concretó eso y ahora solicitamos la entrevista, lo invitamos al Centro Comercial. Pensamos que en esta semana lo vamos a recibir y le vamos a plantear todas estas inquietudes que nos van quedando. Creemos en la sensibilidad del MI, seguramente vamos a tener alguna respuesta. Sabemos que todo es muy difícil porque la seguridad tiene muchas puntas, el MI es sólo una parte. Por ejemplo, en Salinas no hay ambulancia, entonces cuando se precisa trasladar a alguien se usa el vehículo de la comisaría, y eso atenta contra la seguridad del resto. Hay muchas cosas que arreglar. También los jueces, las leyes, todo es parte del problema...

La ministra nos planteó que teníamos que ser custodios de lo que se nos iban a dar y que teníamos que participar en ver que se utilizara bien. Cosa que compartimos porque creemos que somos ciudadanos responsables y tenemos que colaborar en lo que se pueda. Pero queremos que quede claro, como se lo dejamos claro a ella, que entendemos que cada persona tiene que cumplir con su rol. Más allá de que podamos colaborar, es resorte del Ministerio ver que los engranajes funcionen para defender nuestros derechos.

EC - ¿Cómo está la cosa entre los vecinos? ¿Toda la gente de esa zona está en esa posición que ustedes manifiestan? Se lo pregunto porque veía que antes de la movilización de ayer otros vecinos entregaron volantes que decían: "Esto es un movimiento político del Partido Nacional. Frenteamplista, no concurra. Si hay soluciones, ¿por qué cortar la ruta"? Firmaba el Movimiento de Mesas Ciudadanas.

JR - Me enteré de eso cuando estábamos en la movilización. La verdad es que no entiendo. Habría sido mejor si no hubieran puesto "frenteamplista, no concurra", sino "vecino, no concurra". Porque ese es el enfoque nosotros le hemos dado. En la charla con la ministra ella reiteró que este tema se podría utilizar políticamente porque era muy sensible para la población. Y como lo reiteró dos o tres veces yo personalmente en un momento le dije, para ser bien franco: "Me gusta que las cosas se digan de frente. ¿Usted dice eso en particular porque piensa que nosotros estamos utilizando políticamente el tema?". Y ella contestó que no lo sentía así, que no pensaba eso.

Pero ahora vemos que hay personas que son más realistas que el rey, que van más allá que la ministra. El MI entiende que esta es una situación compleja y que tenemos razón en reclamar lo que reclamamos. La ministra lo entiende así. Entonces no sé por qué, con qué razón algunos vecinos se dedicaron a hacer ese tipo de trabajo. Aparentemente, son vecinos que participaron en todas las reuniones.

EC - ¿Van a tratar de recomponer el vínculo?

JR - Como asociación comercial queremos cerrar esto. No sé qué pasará con los vecinos. La intención es seguir movilizados trabajando en pro de. Pretendíamos plantear la situación, poner el tema arriba de la mesa –creo que lo conseguimos– y tener alguna respuesta. Sabemos que la solución no va a ser la ideal. Porque el problema es demasiado grande, muy complicado y con muchas aristas. Ahora corresponde tener la reunión con el jefe de Policía y ver hasta dónde pueden llegar las soluciones. Creo que hay voluntad para empezar a hablar de los temas. No hay más motivo, por lo menos hasta el momento, para seguir en esta situación.

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Edición: María Eugenia Martínez