Un Sosiego a todo ritmo
Mantener lo que ya existe y potenciarlo. Agregar espacios y actividades. Laetitia DArenberg es la nueva dueña de Lapataia y tiene muchos planes para ampliar el establecimiento. "Es importantísimo traer la realidad del campo a Punta del Este y al departamento de Maldonado", opinó, y adelantó todo lo que se trae el Sosiego; un referente para oídos y paladares exigentes.
(Emitido a las 11.09)
GONZALO SOBRAL:
Esta temporada 2008 encuentra al tambo El Sosiego más conocido por la marca de sus productos, Lapataia renovado. El establecimiento, que supo convertirse en paseo turístico durante todo el año y que además es un lugar elegido para eventos de jazz desde hace muchísimo tiempo, fue recientemente adquirido por la princesa Laetitia DArenberg, y presenta novedades y cambios ya desde las últimas semanas.
Estamos en contacto con Laetitia DArenberg.
Hablemos del nuevo emprendimiento. Lapataia... mejor dicho El Sosiego...
L dA - Es el tambo El Sosiego, Lapataia es el nombre de todo el establecimiento, sobre todo de los dulces, los alfajores. Todo menos la miel es Lapataia.
GS - Lapataia reunía tres cosas. Por un lado un establecimiento con una cierta marca de turismo rural. Por otro lado una producción muy centrada en esa marca y por otro lado una serie de eventos culturales, que tenían como núcleo el jazz las primeras semanas de enero de todos los años. ¿Se van a mantener esos tres pilares?
L dA - Todo se va a mantener. Pero además se van a agregar muchas otras cosas. Porque Punta del Este necesita un sitio como ese. Se realiza el sueño que fue traer el campo a la ciudad. ¿Y qué mejor ciudad que Punta del Este, que es el buque insignia para el mundo? Porque al fin y al cabo cuando se habla de Uruguay en Europa cuesta saber dónde estamos parados, pero si tú decís Punta del Este, "ah, oui, oui", todo el mundo la conoce. Es importantísimo traer la realidad del campo a la luz, a Punta del Este y al departamento de Maldonado. Y como toda la gente de Montevideo va a dos puntas, o a Colonia o a Punta del Este, es importante estar ahí.
ALEJANDRA BORQUES:
¿Qué vinculación va a tener Lapataia con Las Rosas, que es su establecimiento de campo?
L dA - Primero va a haber el mismo sistema de trabajo en las pasturas para los animales lecheros. Para las cabras estamos haciendo un plan con los veterinarios porque yo adoro las cabras pero no sé qué comen. Sé que son herbívoras pero no sé mucho.
AB - Porque cabras había allí, era fácil encontrarlas...
L dA - Pero ahora en vez de 40 hay 90 cabras y estamos haciendo queso de leche de cabra. Lamentablemente estamos con un atraso brutal. Hemos tenido muchísimos problemas para hacernos dueños de este establecimiento. Estamos con un atraso de nueve meses. En dos meses tuvimos que cerrar lo que se hace en nueve meses, así que estamos con problemas muy grandes. Gracias a Dios podemos seguir adelante con el dulce de leche, con la nueva fábrica, tiramos todo a la fábrica de dulce leche, los panqueques, los wafles. Hemos agregado un restaurante para 120 personas, donde va a haber productos de Las Rosas, corderos al pincho y achuras en la parte de parrilla; también comidas específicas para vegetarianos y para diabéticos. Y además va a haber cultura. Es vital tener cultura, la cultura abarca un millón de cosas, no es solamente la música. Queremos hacer muchas más cosas, pero con el atraso que tenemos, este año vamos a mantener el jazz y la música del mundo ahora en la segunda semana de enero, y para febrero, para los 50 años, estamos preparando la semana de la bossa nova y la música brasileña.
AB - Va a haber músicos uruguayos destacados, sin perder lo que caracteriza a ese lugar, que es la calma al atardecer para escuchar buena música. ¿Siempre la sedujo ese lugar? ¿O es un emprendimiento que necesita estar asociado con su especialidad?
L dA - Hace años que me sedujo ese edificio. En el año 2000 casi lo compré, pero las cosas no se dieron, la persona dio marcha atrás, no pude comprar. Las Rosas necesita exportar, como todos los campos de Uruguay, que nos abran los caminos hacia mercados exteriores, no encerrarnos en una cajita que se llame Mercosur o Mercoeuropeo, lo que sea. Abrir las puertas del mundo, eso es Las Rosas. Y por otro lado Lapataia es una joyita en el departamento de Maldonado. No hay nada en Maldonado ni en un radio de 60 kilómetros que se parezca a Lapataia. Es muy parecida a sitios de Europa por sus pequeños montículos y montañitas. Tiene un ángel, tiene vida propia. Lapataia es una cosa única e irrepetible en los alrededores. Está en un valle muy bien rodeado de pequeños montículos, de colores vivos, de pinos, de árboles, de flora muy linda, cosa que no hay en otras partes de Punta del Este porque lamentablemente la han cortado, se ha guardado ese caché que tenía el viejo Punta del Este. Más que un campo, es una chacra donde todo es lo que fue pero potenciado al máximo. Vamos a rehacer la parte de los animales a cero, desde el tambo, la parte de lechería, el agua, la luz, internet, el restaurante, los servicios, los baños, para que la gente esté en el top. Y todo lo otro va a venir de a poquito, estamos trabajando como locos pero no podemos ir más rápido, el día tiene 24 horas y no puedo trabajar de noche.
GS - Hablando del trabajo de Las Rosas con el impulso exportador y de Lapataia, la exportación inicial ahí es de sensaciones. Las sensaciones que se lleven los extranjeros que pasen por allí a comer, a pasear, a escuchar. Además, ¿habrá exportación de algo consistente, de algo sólido?
L dA - Lapataia va a empezar a exportar. En México están muy interesados, en Colombia también, en Estados Unidos... Nos han llamado de varios países de Europa. Lamentablemente estuve cortada de todo, el gerente general está trabajando, pero esta mañana perdió a su abuela, así que estamos con unos pequeños problemones, pero a partir de mañana esto se abre y vamos a meterle 100%. Yo misma voy a estar ahí. Estamos trabajando fuertemente para que Lapataia no solo tenga lo que tiene que tener, para que aparte de estar donde está, con un servicio de altísimo nivel para lo que es ese sitio, además tenga productos de primera calidad. No saben lo ricos que son los productos. Yo no soy azucarera para nada, pero la miel, los dulces, los alfajores, todo está riquísimo, la gente está divina. Está trabajando divinamente.
Y además hay una cosa que falta en Punta del Este: un lugar donde los padres puedan ir tranquilos y dejar a sus hijos. Vamos a tener un sitio didáctico para los niños, con juegos infantiles, con guardería, con posibilidad de andar a caballo, en carreta, de aprender un poco de la flora, de aprender a respetarnos y no tirar papeles por el piso, un millón de cosas que antes no tenía. Poco a poco estamos mostrando a los padres que Punta del Este no es solamente ir a la playa y después de las 16 o 17 horas no saber qué hacer.
GS - Un lugar para que los niños hagan esas actividades y con panqueques y leche achocolatada... No creo que se interesen por otra cosa.
L dA - "Mamá, quiero volver", conozco eso. Te repito, no soy para nada dulcera, pero el dulce de Lapataia, los panqueques de dulce de leche y los helados de dulce de leche están riquísimos. Para mí Lapataia está en el sitio que estuvo cuando empezó, pero cuando hace 20 años no teníamos las cosas que tenemos hoy.
AB - ¿Tiene una idea de cuánta gente pasa por día o por mes?
L dA - Han pasado 150.000 personas. Es muchísimo, eso por los barcos, la historia de Punta del Este ha cambiado por completo con la cuestión de los barcos.
AB - Los cruceros que llegan al puerto de Punta del Este...
L dA - Antes la gente iba a Punta del Este y se iba al Conrad, que es un sitio emblemático, iba al puerto, a hacer compras por Gorlero, después se iba a dar una vuelta para ver el famoso puente, después iba a lo de Carlitos Páez Vilaró, que es vital, porque quien pasa por Punta del Este y no pasa por ahí no pasó por ningún lado. Lapataia es una idea de lo que es el Uruguay por dentro, ahora están pasando todos por ahí. Eso nos cambió la vida, porque la gente no se imaginaba lo que era, la gente viene y dice: "Pero, ¿cómo?, ¿el dulce de leche es uruguayo?". Por supuesto que es uruguayo. Y vamos a tener tango también, dos veces por semana. El tango no viene de Argentina. El tango viene de Uruguay. Tenemos otras cosas, tenemos puchero, tenemos un millón de cosas.
AB - ¿El establecimiento va a estar abierto todo el día?
L dA - Va a estar abierto desde las 10 hasta que se apague la noche.
AB - ¿Qué extensión tiene actualmente el tambo?
L dA - Hoy estamos en 75 hectáreas, es diminuto. Compramos una parte de la leche a Conaprole, no tenemos otra.
AB - No podrían atender esa cantidad de gente.
L dA - Algunos dicen que puedo estabular animales... Justamente, por algo estoy en Uruguay, si empiezo a estabular me vuelvo a Europa.
GS - Estos días hay mucha actividad y uno sabe que todo emprendimiento turístico fuerte en Uruguay llega hasta marzo o mediados de abril con un movimiento intenso de gente. ¿Qué va a pasar con todas estas actividades el 20 de marzo, cuando terminen las vacaciones?
L dA - Todo va a seguir. Porque está el Conrad, hay que hacer arreglos con el Conrad, está el Mantra, hay mucha más gente viviendo en Punta del Este de lo que ustedes se imaginan. Es gente que está viviendo con very low profile, perfil extremadamente bajo. Porque está con mucho miedo de lo que está pasando en Argentina y todas esas cosas raras que hay por todos lados. Esa gente es la que lleva sus hijos a Lapataia. En invierno tenemos cola delante de las cajas...
AB - Para vender wafles y panqueques.
L dA - Estábamos con todos los albañiles, no se podía entrar a Lapataia. Había que dejar los autos en la calle, por los camiones, por el portland, por la madera, por el ruido, por todo, y estaba lleno.
AB - Así que se la podrá ver este verano por el tambo El Sosiego, siendo parte de la cocina. No sé si sabe hacer panqueques, quizás ya lo intentó...
L dA - ¿Que yo no sé hacer panqueques? Te vas a llevar flor de sorpresa, una enorme sorpresa. Antes de juzgar si está buena o mala la cosa que tenés en tu plato, primero sabé hacerla, después hablamos.
AB - Entonces quizás algún oyente se anime a probar panqueques de Laetitia.
L dA - El otro día yo estaba en Lapataia, antes de que pasara lo de mi hermano. Tenía que hablar con el gerente, con Carlos García Arocena, y le decía: "¿Vos ves lo que es esta gente?". Y él me decía: "Sí, no damos abasto y todavía nos falta la gente que no encontramos para ponerla". No sabés lo que es. Nos cayó el verano, nunca nos imaginamos que íbamos a encontrarnos con tanta gente a mediados de noviembre. Yo compré Lapataia en marzo, empezamos a trabajar en octubre, a dar vuelta Lapataia en octubre, con la idea de terminar el 10 de diciembre. Estábamos soñando con mariposas de colores.
AB - ¿Cuánta gente trabaja hoy en el tambo?
L dA - Había unas 40 personas, pero hay muchas más ahora, se ha redoblado todo. Va a haber cosas culturales, las que te mencioné y otras que tenemos en conversación. Tenemos el restaurante, que es una cosa totalmente nueva, vamos a tener esa cosa para los niños, tenemos profesores para niños, que están de vacaciones y pueden trabajar como una manera de tener ingresos. Estamos tratando de tomar gente lo más cercana a Punta del Este posible, de Maldonado, de San Carlos y los alrededores. Es importantísimo. Y lo más importante es seguir, que esto siga en el invierno. Porque todo se apaga, todo el mundo cierra, cierran la ventana y se van. Y nosotros en invierno de jueves a domingo trabajamos al mango. Es una cosa nueva; importante para el departamento y para Punta del Este.
GS - A partir de mañana se la verá por El Sosiego.
L dA - El 4 es el día más importante, voy a empezar a aparecer. Vamos a hacer una conferencia de prensa por la semana del caballo árabe.
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