(Emitido a las 7.39)

JOSÉ IRAZÁBAL:
El Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) detectó que ha bajado la edad de los menores que consumen alcohol, según detalla hoy el diario El Observador, con este arranque de artículo: "Un niño de 12 años estaba con un vaso de cerveza en la mano, a pocos metros de un local en el que les habían vendido a él y a sus amigos unas cuantas botellas de bebidas alcohólicas".

La escena, en una playa de Maldonado, sorprendió a los inspectores del INAU. "Nunca me había imaginado encontrar a un niño, que se supone está de vacaciones con su familia en una playa, tomando alcohol en esa forma. Hay que hacer un fuerte llamado a la responsabilidad de los padres", decía Alejandra Pacheco, directora del Departamento de Espectáculos Públicos del INAU.

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FERNANDO ROSENBLATT:
La nota informa que en la primera quincena de enero los 25 inspectores del INAU visitaron centenares de locales comerciales y centros nocturnos de la costa uruguaya. En unos 50 casos encontraron a menores consumiendo alcohol, que había sido vendido por los comerciantes. "Las cifras de centros nocturnos infractores es sensiblemente menor a la del año anterior durante el mismo período, según las autoridades. Sin embargo, ahora observaron una disminución de la edad de consumo de alcohol entre los adolescentes."

JI - Estamos en diálogo con Alejandra Pacheco, directora de Espectáculos Públicos del INAU.

¿Qué pasa con un comerciante al que encuentran en infracción, que le acaba de vender una botella de cerveza o algún otro tipo de bebida alcohólica a un menor de edad?

ALEJANDRA PACHECO:
Inmediatamente los inspectores se presentan ante el comerciante y ante el joven al que le fue vendida la bebida y se procede a labrar un acta de constatación de la infracción detectada. Posteriormente estamos hablando de un mínimo de 50 Unidades Reajustables (UR) de costo de esa infracción, si conllevara una sanción pecuniaria.

JI - ¿Y por qué no debería llevar la sanción pecuniaria?

AP - En todos los casos debe llevarla, pero por algún caso de formalismo puede ocurrir que el acta labrada no llegue a tener una infracción.

JI - ¿Qué problemas de formalismo puede haber?

AP - Formalismos administrativos.

JI - ¿En estos 50 casos se aplicaron multas?

AP - En esos 50 casos se constató la infracción y en muchos de ellos se aplicaron las infracciones de entre 50 y 200 UR, que es lo que prevé el Código.
 
JI - ¿Solamente hay sanciones de ese tipo? ¿No hay posibilidad de cerrar temporalmente el negocio o aplicar otro tipo de sanción?

AP - El cierre o clausura de los locales es una instancia a la que se llega progresivamente, después de la sanción en dinero. Estamos hablando de una clausura de hasta un máximo de 10 días en caso de reincidencia o cuando el Instituto considera que no puede continuar con las puertas abiertas porque continuamente está transgrediendo la norma.

FR - La nota de El Observador señala que este año se realizó un cambio de estrategia y metodología en las inspecciones. ¿De qué se trata?

AP - Tratamos de acompañar el movimiento turístico en los horarios. Diferenciamos tres horarios pico, uno que va de 19.00 a 24.00 horas, en el cual fiscalizamos específicamente los lugares de entretenimiento. Después entre las cero y las 03.00 horas estamos mayoritariamente en los expendios de bebidas alcohólicas, llámense autoservices, salones o quioscos; sobre todo en esos comercios de diversos rubros que mantienen sus puertas abiertas casi exclusivamente para hacer una venta masiva de bebidas alcohólicas. Recién a las 3.30 o 4.00 de la madrugada entramos a los locales bailables, acompañando la modalidad de entretenimiento que se ha observado.

JI - Eso porque por lo general los bailes comienzan mucho más tarde...

AP - Exacto, a las 2.00 o 3.00 algunos locales han abierto sus puertas, pero todavía no se encuentra la gran mayoría de jóvenes que van a ir a bailar esa noche.

JI - Ustedes cuentan con 25 inspectores en la temporada.

AP – Sí. Estamos hablando de un número aproximado a 25.

JI - ¿Cómo los distribuyeron?

AP - La distribución en los diferentes horarios permite que estén casi permanentemente en la calle.

JI - Pero, ¿cómo hicieron para distribuirlos geográficamente? ¿Cómo se dispuso qué cantidad de inspectores va a haber en cada balneario o en cada zona del país?

AP - En este momento solo tenemos un cuerpo estable en Canelones, que consta de cuatro inspectores y un inspector estable en el departamento de Colonia, que también trabaja en el departamento de San José. Desde Montevideo se refuerzan permanentemente los equipos de Colonia y San José y se distribuye el resto de los inspectores en lo que queda de la franja costera: Rocha, Maldonado y en algunas ocasiones también Canelones. Porque las cuatro personas que tenemos en ese departamento son pocas para toda la actividad que se viene desarrollando.

FR - ¿Cuál se presenta como el departamento más problemático en esta materia?

AP - En general, si vamos a hablar de problemático, podemos hacer referencia o a la cantidad de turistas que están veraneando o a la cantidad de locales. Si hablamos de la cantidad de turistas, el más problemático es el departamento de Rocha. Sin embargo, por la cantidad de locales y por el movimiento nocturno, Maldonado tiene un movimiento más activo a altas horas de la madrugada.

JI - ¿En esas inspecciones fiscalizan solo el consumo de alcohol?

AP – No. También fiscalizamos la venta de cigarrillos y pegamentos y la presencia de menores de 18 años en lugares que no están específicamente habilitados por el INAU para el ingreso de menores. Y trabajamos continuamente en los locales que tienen algún tipo de oferta sexual para ver si en ellos se cumple la normativa de prohibición de ingreso de menores de 18 años.

JI - El arco a inspeccionar, con todos estos temas que usted menciona, es muy amplio y difícil de cubrir con el personal con el que cuentan para la temporada.

AP - Si bien es un arco bien diverso, hace más de 10 años que todos los inspectores desarrollamos esa tarea y contamos con el tiempo suficiente para hacer una buena organización en los tipos de locales. Al ser rubros tan diversos podemos diferenciar los horarios. Los inspectores están sobrecargados en la temporada, pero es algo básico para la tarea inspectiva y fiscalizadora, en temporada debemos estar con mucha más fuerza y presencia en la calle.

JI - En los últimos tiempos ha habido denuncias o referencias a prostitución juvenil, de menores de edad, en algunos departamentos. ¿Han constatado eso? ¿Tienen algún caso de prostitución infantil detectado?

AP - Nosotros vamos a los comercios que tienen este tipo de oferta para constatar que todas las personas que estén allí sean mayores de 18 años. Las constataciones que se produjeron durante el año pasado no coincidieron con las inspecciones de Espectáculos Públicos. Si bien nosotros, por ser funcionarios del mismo instituto, tenemos la obligación de denunciar cuando constatamos estas situaciones, no solamente para aplicarle una sanción al local sino también para tener un trabajo posterior con el jovencito o la jovencita encontrado en esa situación.

JI - Volviendo al tema de las inspecciones por el consumo de alcohol, ¿cuáles han sido los casos que más los han sorprendido?

AP - En general, nuestra sorpresa de este año es la disminución de la edad, la constatación de una importante disminución en la edad. En el caso que apareció en la nota de El Observador no se llegó a labrar un acta de infracción porque el niño estaba en la calle. Estamos hablando de un niño de 12 años, un amigo había comprado la bebida alcohólica. Nuestro asombro es, más allá de la disminución de la edad, la situación de los padres, que parecería que no advierten esta situación de sus hijos durante las vacaciones. Estamos hablando de niños de 12, 14, 15 años, que a las tres o cuatro de la mañana están con consumo muy importante de alcohol. Los niños llegan a sus casas en esas condiciones y eso no es percibido por los padres.

JI - ¿Qué pasa con esos padres? Usted explicaba cuál es el sistema de sanciones y las inspecciones a los comercios, pero ¿qué pasa con ese niño y con esos padres?

FR - Y más allá de las sanciones, ¿hay algún tipo de política una vez detectada esta situación?

AP - Hemos pensado en hacer una modificación en el trabajo con el joven que es detectado consumiendo bebidas alcohólicas, no solamente por presencia dentro de un local no autorizado. El INAU va a implementar un sistema para contactarse con los padres de los jóvenes encontrados consumiendo alguna bebida alcohólica para hacerles saber la situación. No porque el jovencito esté en situación de infracción. La infracción siempre se labra al comerciante, que fue el que proveyó o vendió directamente la bebida alcohólica. Queremos hacer llegar a los padres esa situación y que tengan conocimiento de que un inspector constató que su hijo estaba consumiendo una bebida alcohólica dentro de un local de esparcimiento o no. No es excluyente. De esta forma, los padres podrán tener otra respuesta hacia sus hijos. Desde el Departamento de Adicciones del INAU se va a ofrecer una respuesta más abierta para aquellos casos que requieran un tratamiento u otro tipo de orientación.

Agradecemos que nos brinden la oportunidad de brindar esta información a toda la comunidad para empezar a reflexionar sobre qué hacen nuestros hijos durante la temporada de vacaciones en los balnearios.

JI - Óscar, desde Punta del Diablo, pregunta qué pasa con los menores que toman alcohol en la vía pública. Dice que él nunca vio que inspectores del INAU tomaran alguna medida en ese tipo de situaciones.

AP - Primero, muchísimas gracias con la información. Contamos con todas las denuncias que nos llegan de la comunidad como información certera y dirigimos específicamente nuestra atención hacia allí. Pero en la vía pública no tenemos estricta competencia de fiscalización. Lo que podemos hacer, como hicimos en el caso de este nene de 12 años, es hacer el contacto, conversar con él y sugerirle eliminar la bebida alcohólica de su momento de entretenimiento, de su diversión de esa noche. Nuestra tarea es fiscalizar en los comercios.

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Edición: María Eugenia Martínez