Entrevistas

Rossi reclama un cambio radical en normas de tránsito

Rossi reclama un cambio radical en normas de tránsito

Enero de 2008 tiene más muertos en accidentes de tránsito que días. Desde que comenzó el año, 31 personas murieron en las rutas y calles del país. El ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, reclamó medidas severas contra las infracciones de tránsito. En tal sentido pidió aprobar una "solución no atenuada, que se desdibuje, para cambiar un poco y no cambiar nada, los hechos nos indican que tiene que ser una solución radicalmente diferente". Afirmó que hoy las autoridades no tienen instrumentos que les permitan "regular este fenómeno que genera cada vez más daño".

(Emitido a las 7.40)

EMILIANO COTELO:
La racha trágica del verano no afloja: en 22 días del mes de enero se registraron 31 muertos por accidentes de tránsito. En las últimas 48 horas se sumaron otros cinco casos fatales, tres de ellos en la ruta interbalnearia.

Según un resumen que publica el diario El País, en la jornada de ayer fallecieron dos personas en Canelones y una en Montevideo, y el lunes habían muerto otras dos personas en Rivera. En el departamento canario los casos ocurrieron con pocas horas y kilómetros de diferencia: en la zona del balneario Costa Azul murió un hombre de 51 años al golpear contra el pavimento, luego de un desperfecto en la moto que conducía su hijo, y en Parque del Plata un hombre de 70 años que intentaba cruzar la ruta interbalnearia en una moto fue atropellado por un camión cargado de garrafas cuando iba a una veterinaria a vacunar el perro de un vecino. En Montevideo, mientras tanto, el camión de una empresa constructora impactó contra una moto conducida por un hombre de 31 años que falleció en el acto. Y en el departamento de Rivera dos hombres, de 20 y 82 años respectivamente, encontraron la muerte en accidentes de tránsito.

La seguidilla alimenta la tendencia que registró el año 2007, que registró un aumento de accidentes fatales de 5% con relación al anterior 2006. Y la nota recuerda que todo este drama de los últimos tiempos tuvo su punto más alto el pasado 15 de enero en Florida, cuando en un solo accidente murieron nueve integrantes de una familia.

Hay quienes dicen que estos problemas de seguridad vial, en especial esta racha creciente de accidentes, se mitigaría con sanciones realmente drásticas que desalentaran a los posibles infractores antes de cometer la falta.

Uno de quienes piensan de esta manera es el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi.

***

Ministro Rossi, ¿cómo se analiza desde su cartera esto que ha generado tanta conmoción en esta semana?

VÍCTOR ROSSI:
El conjunto de accidentes que se ha concentrado en este enero están relacionados con un aumento de la circulación en general en el país, tanto por la muy buena temporada turística como por el crecimiento de la producción. Esto ha generado un mayor tránsito notorio, no solo en nuestras rutas, sino también en nuestras ciudades y ha propiciado la concreción de mayor cantidad de accidentes. En este enero hemos tenido no solo un número importante de accidentes sino también la fatalidad de que muchos de ellos tuvieron un desenlace irreversible.

Sin embargo no podemos analizar el problema tomando cada uno la circunstancia que le viene bien y concentrado la búsqueda de responsables y de soluciones de hoy para mañana. Se trata de un problema que está presente en el país desde hace muchos años y que solo con políticas que incluyan una serie de factores y que van a llevar tiempo, bastante tiempo por delante, se podrá superar.

Usted titulaba que yo soy partidario de sanciones muy severas. Efectivamente, soy partidario de sanciones muy severas, pero no únicamente de eso. Esas sanciones muy severas tendrán mucho mayor razón de ser mientras se recorre un camino que el país tiene que recorrer inexorablemente. Ha sido muy positiva la creación de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (UNASEV), que está en los primeros días de funcionamiento y ya está promoviendo la coordinación departamental y nacional de las acciones de contralor, las medidas de registro imprescindible para las licencias de conducir, como las listas de infractores, y el seguimiento de cada situación. Pero sobre todo está poniendo el acento en una campaña de educación que no signifique expresiones deshilachadas de la buena voluntad o sensibilidad respecto de este tema, sino que se incluya en el propio currículo escolar la enseñanza a todos los uruguayos desde niños a caminar por la calle, a cruzar las calles, desde luego a conducir, y que la enseñanza secundaria prepare al joven en la responsabilidad de conducir un vehículo que cada vez más tiene la posibilidad de matar, sea un vehículo de paseo o un vehículo de carga.

EC - En ese cuadro y mientras se procesa ese cambio cultural que falta en Uruguay, usted propone ensayar el instrumento de las sanciones severas, severísimas.

VR - Exactamente.

EC - ¿En qué agravamiento de las sanciones está pensando?

VR - Vamos por partes. Hace algo más de dos años enviamos un proyecto de ley que era un proyecto único, que proponía la creación de la UNASEV y una serie de normas con vigencia nacional para superar aquel asunto de que había 20 reglamentos de circulación vial en el país. Por suerte el Parlamento aprobó un conjunto de normas que ahora tienen vigencia nacional, pero necesitamos que esas normas se apliquen, que comiencen a aplicarse con rigor.

Para comenzar a aplicarlas con rigor no solo tienen que existir mecanismos de contralor, también tienen que existir instrumentos que desalienten a los infractores, que demuestren que no vale todo, que no es lo mismo una cosa que la otra y que efectivamente incidan, a falta de una preparación, de una conciencia. Porque la mayoría de los uruguayos, el 80% o el 90% de los uruguayos, incluyendo a los conductores profesionales, no tienen conciencia de la responsabilidad que asumen al circular. Hay que limitar esa falta con medidas de sanción severa.

EC - ¿Qué pasó con las sanciones en ese proyecto?

VR - Las sanciones estuvieron en la discusión parlamentaria pero quedaron en comisión. Del proyecto de ley se aprobaron los dos capítulos que le mencioné, pero no el de las sanciones, con distintos argumentos.

EC - Ni siquiera el Frente Amplio estuvo de acuerdo con las sanciones, porque tiene mayoría propia, podría haberlo sacado adelante.

VR - Desde luego, por eso mi reclamo. Yo puedo admitir que la propuesta del sistema de sanciones que enviamos sea técnicamente mejorable, que hay personas más capacitadas para incorporar algunas otras formulaciones, pero no puedo admitir que esto quede de costado, porque la UNASEV y las autoridades departamentales quedan sin el instrumento que les permita ayudar a regular este fenómeno que genera cada vez más daño en el país.

FERNANDO ROSENBLATT:
Más allá de las sanciones, que son medidas que se pueden aplicar en el corto plazo mientras se hace el cambio cultural, también se pueden realizar controles preventivos. Por ejemplo, controles a las empresas de transporte respecto de cómo están los camiones, cuántas horas trabajan quienes conducen esos camiones. ¿Se está pensando también en trabajar por ese lado?

VR - Existen controles anuales a los camiones, existen requerimientos muy estrictos no solo desde el punto de vista mecánico sino también de toda la papelería de los camiones. En este sentido siempre se puede mejorar, no nos negamos a revisar para incorporar nuevas tecnologías en esta materia, pero hay una unidad que funciona con bastante rigor.

FR - Se lo preguntaba porque así como se habla de un posible endurecimiento de las penas también se podría hablar de un mayor control.

VR - Está bien, pero el problema no está en la ingeniería mecánica ni en la ingeniería vial, que en la desesperación de algunos también ha sido imputada como responsable de los accidentes. Están los accidentes mismos, usted analiza la lista que Cotelo mencionaba y ve que los accidentes en ruta fueron en las rutas que están en mejores condiciones del país y que los demás accidentes fueron en el casco urbano. Ni la ingeniería vial ni la ingeniería mecánica son la causa fundamental, la causa fundamental es la imprudencia, es el mal manejo, es estar desprevenido. Eso es lo que tenemos que combatir.

Por otro lado, sobre lo que refiere a las condiciones de trabajo hemos hablado con el director de Trabajo. Cuando yo era delegado sindical de la Federación del Transporte planteaba este tema en el consejo de salarios. Existen convenciones internacionales que establecen la necesidad de regular el horario de trabajo de quienes manejan ómnibus y camiones, pero no se aplican en Uruguay. No se aplican por la sencilla razón de que en el propio consejo de salarios el interés de los empresarios coincide con el interés de los conductores de que sobre este tema se deje una mayor libertad, una mayor flexibilidad, que conviene a ambos, al propietario porque tiene la confianza de darle su instrumento a un conductor en el que cree, y al conductor porque a través de esa confianza tiene la posibilidad de hacer más kilómetros, más horas y tener una mayor remuneración.

El director de Trabajo está decidido a promover la discusión sobre ese tema nuevamente y la UNASEV lo ha mencionado como uno de los aspectos que va a impulsar. Los conductores profesionales, con los que hay que ser más exigentes que con nadie, tienen que tener un horario regulado.

***

EC - Algunos ejemplos, ¿cómo podrían ser las sanciones? ¿De qué agravamiento de las sanciones estamos hablando?

VR - En primer lugar, la licencia de conducir es una habilitación que da el organismo pertinente al ciudadano, no es propiedad del ciudadano. El ciudadano puede ser propietario de un auto, pero no de una habilitación para conducir. Por lo tanto tiene la habilitación para conducir mientras cumpla con las normas generales dispuestas, si no, no la tiene, la puede perder. Y la puede perder definitivamente. Esto, aun a niveles en que no se tendría que plantear la duda, se plantea como un terremoto.

EC - En otros países se pierde la licencia de conducir.

VR - Y acá se tendrá que perder también, si no, no vamos a tener remedio en esta situación. Hay hechos concretos que son anécdotas dramáticas. Aquí no solo no se pierde sino que usted puede tener licencia de conducir en distintos lugares, en algunos casos con trámites absolutamente fuera de lugar. Me consta que este es uno de los temas en los que la UNASEV está trabajando para cambiar, hay que darle tiempo y medios.

EC - Otros ejemplos.

VR - En segundo lugar, los montos de las sanciones no pueden ser tironcitos de oreja ni representar un rubro presupuestal que se quiere incrementar en un porcentaje. Las sanciones tienen que doler realmente, nos consta que en algunos países el monto de la sanción económica frente a la infracción obliga a la persona a pagarla en varias cuotas.

EC - Estoy pensando en un ejemplo concreto a partir de datos que están en la prensa de hoy. El Observador informa que la Intendencia de Montevideo detectó en el último año unas 19.000 personas, en su mayoría jóvenes, que manejaban vehículos sin estar habilitadas para ello, directamente sin libreta. Es un número que ha ido creciendo. Y el dato que aparece a continuación es el monto de la multa por manejar sin libreta: ocho unidades reajustables, unos 2.720 pesos. Manejar sin libreta cuesta nada más que 2.720 pesos, no tiene sentido.

VR - Sí, pero si muchos de los sancionados seguramente dicen: "Qué disparate, me cobran 2.720 pesos". Pero después si tienen un accidente y terminan procesados o la familia termina destruida, como siempre pasa, no hay con qué pagar eso, no hay cómo revertirlo, se arruinan la familia del accidentado y la familia del que tuvo el accidente. Eso no se toma en cuenta. Por lo tanto los montos tienen que ser sustancialmente diferentes.

En tercer lugar, como usted señalaba en el ejemplo, hay quienes tienen un espíritu infractor y reiteran las infracciones, consideran que es una gracia, una viveza reiterarse en la infracción. Eso también se puede constatar, que una misma persona comete en forma repetida una infracción por la que es sancionada una vez, dos veces, tres veces. En ese caso nuestra iniciativa prevé la prisión, que la persona pierda su libertad si no está en condiciones de acatar las normas que la sociedad se da.

En este tercer elemento aparece algo que ha sido polémico, que es la severidad frente a quien conduce ebrio, con drogas o en condiciones anormales. Se ha dicho que esto es una enfermedad y que la enfermedad exige un tratamiento diferente, no la prisión, o que puede no ser recomendable la prisión para quien está enfermo. Yo estoy totalmente de acuerdo, la enfermedad hay que tratarla por un lado, pero mientras se cura la enfermedad, el enfermo que ponga en riesgo a terceros tiene que recibir la pena correspondiente porque tenemos que proteger a la mayoría y a los inocentes, no a los infractores que ponen en riesgo a la sociedad.

EC - En definitiva, en cuanto a los tiempos y a los trámites parlamentarios, ¿puede salir esta parte del proyecto que quedó pendiente?

VR - El proyecto se logró con mayorías importantes, pero llevó dos años de consideración, dejó este capítulo pendiente y llegó el receso. Me parece que está en una de las comisiones del Senado. Probablemente todo esto que está sucediendo lleve a que el Senado retome la consideración del tema para encontrar la mejor solución posible. Pero una solución no atenuada, que se desdibuje, para cambiar un poco y no cambiar nada, los hechos nos indican que tiene que ser una solución radicalmente diferente.

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Edición: Mauricio Erramuspe