El Banco de Leche Materna del Hospital Pereira Rossell
En Uruguay, 900 recién nacidos por año necesitan la asistencia del banco de leche materna del Pereira Rossell. Una institución que, no sin dificultades, ha logrado reducir a cero algunas de las infecciones intrahospitalarias de ese centro asistencial. Sin embargo, aún no se pudo cubrir toda la demanda del país. Esa es la idea con la que se plantea diseñar una red nacional de bancos de leche humana. Informe de Mauricio Erramuspe
Alison tiene 23 años y habitualmente visita el Hospital Pereira Rossell donde hace dos dio a luz a Magali. Tenía seis meses de gestación y la chiquita pesó 896 gramos al nacer. Así Magalí fue uno de los 900 casos que por año atiende el Banco de Leche Humana de ese centro asistencial pediátrico, el más importante del país.
Dos años más tarde, la hija de Alison "marcha bien", según cuenta ella y los doctores que la atendieron. La madre recuerda como "horribles" esos meses de internación pero destaca y agradece la atención que recibió. "Ella tomó un poco de la mía pero hasta los dos meses porque se me retiró. Después empezó a tomar del banco del leche... buenísimo, no le faltaba nada, no se engripaba, no tenía ningún virus, nada. (...) Yo sabía bien que no venía directamente, que tenía un proceso, que la pasteurizaban, no venía así como se la sacaban, llevaba un proceso para que no tuviera ningún contaminante ni nada para poder dársela", contó.
Alison nunca tuvo dudas de lo importante que era que su hija recibiera leche humana. Tampoco de las garantías que le daba el banco. "No porque la leche materna es lo mejor para los niños. Como yo no se la pude dar si tenía la posibilidad de otras madres, bueno... bien recibida. Como sabía que estaba todo bien. Tampoco le iba a decir bueno... tomá, dale pecho vos si no sabía cómo era la mamá. A parte conozco a todo y sé que son maravillosos, se higienizan las manos, guantes, todo. No hay problema", afirmó.
Cualquiera sea la condición de un recién nacido, la leche materna es el mejor alimento que puede recibir. Nacido prematuro o a término, en su casa o internado, la leche humana tiene todo lo que el niño necesita para crecer y su asimilación no le trae problemas digestivos, además de prevenir enfermedades.
Desde el 23 de diciembre de 2003, en el Hospital Pereira Rossell funciona el primer Banco de Leche Humana de Uruguay. Y su existencia tiene dos objetivos. El primero es promover y apoyar a las madres en la lactancia. El segundo reside en facilitar la lactancia en aquellos niños con madres que no tienen la suficiente leche como para alimentar satisfactoriamente a sus hijos internados en un centro asistencial.
El director en funciones del Servicio de Recién Nacidos del Hospital Pereira Rossell, Ruben Panizza, trajo la idea del banco desde Brasil, donde se encontró con un centro que no tenía los problemas que a él le preocupaban del Pereira. "Teníamos un problema grave en ese momento de infección intrahospitalaria que todavía tienen- y enterocolitis necrotizante que es una enfermedad del intestino del prematuro muy grave, con altísima mortalidad. Me encontré con un centro que no tenía nada de eso, que era el Hospital Lázaro Sul de Brasilia y la razón era que hacía seis años que tenían banco de leche y cuatro que no tenían enterocolitis y dos que no tenían infecciones intrahospitalarias severas", recordó.
La Fundación Álvarez Caldeyro Barcia, con la colaboración de la Fundación Reaching You que nuclea a uruguayos que viven en Estados Unidos, financiaron la instalación del banco. El Ministerio de Salud Pública aportó algunos funcionarios. Pocos meses más tarde, en setiembre de 2004, comenzó a funcionar el otro banco de leche que existe en el país, en este caso en el Hospital de Tacuarembó.
¿Cuál es la importancia de la leche materna y qué resultados se han obtenido desde la implantación del banco de leche? Panizza destaca que incluso han llegado a terminar con patologías que antes tenían mucha prevalencia. "La leche tiene muchas propiedades, primero es un alimento que es mejor absorbido, además tiene elementos inmunológicos que aumentan las defensas locales y es un alimento con un balance de muchos elementos, por ejemplo calcio y fósforo, inmunoglobolunias, proteínas, que lo hacen más adecuado para el recién nacido, mucho más para el recién nacido prematuro", describí el médico.
"Lo que buscábamos teniendo el banco de leche era disminuir la infección intrahospitalaria y hemos disminuido la frecuencia de las enterocolitis pero sobre todo la gravedad de la enterocolitis. Antes un niño que tenía enterocolitis era un niño que se tenía que operar, que tenían una mortalidad del 60% y eso prácticamente ha desaparecido. Lo otro que disminuimos y que desapareció, que tampoco hay más, es que teníamos epidemias de diarreas intrahospitalarias que ahora no tenemos más. Ya hace años que no tenemos, que no existe. O sea que pasamos de lo que teníamos a cero. Esos han sido los beneficios que tenemos con el banco de leche", destacó.
Esto se ha logrado sin llegar al 100% de los niños que lo necesitarían, según destaca Panizza, a diferencia de lo que sí se ha alcanzado en Brasil, un país mucho más grande y con una realidad sanitaria más complicada que la uruguaya. "El problema es que no hemos cubierto el 100% de los recién nacidos que ingresan al servicio, es decir recién nacidos con patología que requieren alguna atención especial. Eso es lo que hacen en Brasil. En Brasil cubren el 100% de los niños, por lo tanto eso previene las infecciones porque evita que los recién nacidos se colonicen con gérmenes hospitalarios", afirmó.
Los números del banco de leche materna del Pereira indican que desde 2003 hubo unas 2.000 madres donantes, con un promedio de dos litros donados por cada una. El período promedio de contacto de las madres con el banco es de dos meses. El banco consigue procesar seis litros leche por día y con esto atiende a 900 receptores por año. Los receptores son recién nacidos con menos de 1.500 gramos de peso. En períodos de crisis por falta de leche se atiende sólo a los que pesan menos de 1.200 gramos. Eso pasó en enero y por esa razón la demanda de madres donantes es permanente.
Según Panizza, el banco necesitaría procesar entre ocho y nueve litros diarios (tres más que los actuales) para atender el 100% de las demandas del Pereira Rossell y entre 10 y 12 litros para atender a toda el área metropolitana.
El banco de Leche Humana del Pereira Rossell no sólo trabaja para ese centro sino para todas las maternidades públicas de la capital y varias privadas, como el Casmu, la Médica Uruguaya, el Sanatorio Americano, el Círculo Católico y el Hospital Británico.
La leche que suministra el banco es pasteurizada mediante un calentamiento durante 30 minutos a 63 grados y medio. Tanto el calentado como el enfriado de la leche son rápidos. Además, la leche se analiza al llegar y luego de la pasteurización para descartar cualquier contaminación. Después se congela y se va suministrando, tratando siempre de usar la leche más antigua. "La pasteurización surgió como una alternativa. Nosotros teníamos un plan que se llamaba Plan Calostro y tuvo que ser suspendido por el HIV porque el HIV se recupera de la leche materna y también se comprobó que los niños alimentados de madres HIV positiva tienen más frecuencia de desarrollar la enfermedad. Eso hizo que se buscara un método y el método fue la pasteurización que destruye el HIV que es el virus de más marketing pero también destruye otros virus que son quizás más frecuentes como el citomegalovirus, hepatitis A, hepatitis B, toda la flora patógena y una parte muy importante, el 99% de la flora saprofita, la leche normalmente tiene bacterias que provienen de los conductos de la mamá y que tienen gérmenes, que son flora normal. (...) Cuando usted va a guardar la leche, hay algunos gérmenes de esa leche que aumentan en número. Entonces, usted tiene que tener un método de prever eso. El método es la pasteurización", explicó.
Panizza habla con orgullo del cuidado que pone el personal en todo el manejo de la leche. Pese a que se reconoce que las condiciones locativas no son las ideales, nunca se ha producido una contaminación y la mejora de los indicadores habla de un trabajo bien hecho. Para el encargado del servicio, en Montevideo se necesitaría otro banco, como forma de evitar una gran concentración de leche que aumentara los riesgos de contaminación. Además del de Tacuarembó, Panizza señala que tendría que existir otro centro en los departamentos de Minas y Maldonado, junto a uno en Salto, donde ya hay una pasteurizadora sin uso desde hace dos años.
Estas ideas, según Panizza, deberían tenerse en cuenta en el diagrama de una red de bancos de leche materna para la que el país ya firmó un acuerdo con el gobierno de Brasil.
Las actuales instalaciones del banco de leche están junto al CTI neonatológico de ese centro asistencial. Según Panizza, es necesario una mejora edilicia. "Esta área que es un área dividida en tres, es absolutamente inadecuada para un banco de leche, incluso es riesgosa. Tenemos un área que es donde se prepara la leche está al lado de un corredor que pasa a un área asistencial. No es adecuado. No hay cómo disfrazar a este banco para decir que es adecuado. El área es inadecuada. Hemos tenido muy buenos resultados gracias a los funcionarios que son de fierro", señaló.
Actualmente el Hospital de la Mujer, donde está este servicio, está en la segunda etapa de una gran reforma. En la tercera se atendería el CTI y el Banco de Leche Humana. El área que se destinaría a estos servicios requeriría una inversión de 57.000 dólares que Panizza no tiene muy claro cómo se obtendrán, si por donaciones de privadas o el aporte del Ministerio de Salud Pública.
En cualquier caso es necesario ampliar el área de trabajo y los funcionarios asignados a este servicio para poder cubrir todas las necesidades asistenciales. Y para esto es fundamental que se mantenga e incremente el número de madres donantes de leche.
Más allá del trabajo de extracción, las madres que donan no tienen que hacer nada. El primer paso es llamar al teléfono del banco: 7066050. Allí recibirán las instrucciones como para comenzar con la donación. Luego un funcionario del banco les acercará a la casa los envases esterilizados para almacenar la leche y, unos días más tarde, pasará a retirarlos. Las madres pueden conservar la leche tanto en congeladores como en freezers. Hasta 48 horas, la leche se puede conservar simplemente en la heladera.
Las madres que donen deben presentar copia del carné obstétrico con los resultados de HIV y VDRL negativos. Esos son los exámenes que se le practican obligatoriamente a todas las madres en el país.
Mara Castro es médica neonatóloga y trabaja en el Servicio de Recién Nacidos en el adiestramiento para la lactancia. Ella explicó que un objetivo primordial es reducir la cantidad de niños que tengan que recibir complementos fuera de la leche materna. "Queremos que todos los recién nacidos que son sanos y que tiene posibilidad de irse exclusivamente con pecho al alta, lo cumplan en forma estricta. No es fácil, somos muchos médicos pero estamos tratando de que eso funcione lo mejor que se pueda. ¿Por qué leche humana y no complemento? (...) La leche humana es la primer vacuna que recibe el recién nacido. Con eso el recién nacido se inmuniza con todos los antígenos que la madre ha recibido en su vida a través de la diferentes enfermedades. Segundo, es lo más económico que hay en plaza, lo más higiénico y está disponible las 24 horas del día a temperatura adecuada. Esto lo hace el alimento más seguro del mundo. Y es por eso que tratamos de insistir. Nosotros recibimos mamás cuyas condiciones económicas, sociales, hacen que muchas veces se les dificulte mucho llegar a un centro de salud como para conseguir una lata, y así como es difícil conseguir una lata, es difícil llegar a prepararla porque de repente no tienen los elementos adecuados como para poder hacerlo. Además, no están solas, tienen muchos otros hijos a su cargo y eso lleva a que las condiciones no sean adecuadas. La leche está 24 horas disponible, a temperatura adecuada y permite un crecimiento adecuado del recién nacido hasta los seis meses en forma exclusiva y hasta los dos años según lo desee la madre", dijo Castro.
Actualmente el banco de leche está trabajando también en el aporte que daría aumentar el consumo de Omega 3 en las madres que están dando de mamar. Para ello, trabajan inicialmente con seis mujeres a las que les tomaron muestras de la leche. Tras 15 días de consumo de Omega 3 se les tomó una segunda muestra. Las muestras serán analizadas por el Latu y si los resultados son buenos, se buscará llevar la investigación a 30 madres, según explicó Mara Castro.
"Nuestra población es una población que no consume pescado por lo cual, según estudios internacionales previos hechos en países similares al nuestro, sabemos que la concentración de omega 3 es baja en la leche humana. ¿Por qué queremos introducir Omega 3? Porque sabemos que mejora el neurodesarrollo del niño, la parte visual y mejora la inmunidad del lactante", explicó la especialista.
Habrá que estar atentos a los resultados de esa investigación que recién comienza. Como estímulo a la donación, la doctora habló de los resultados que han obtenido con el trabajo del banco de Leche Humana. "Es importante donar porque es importante ayudarnos. Hay que recordar que apoyar a un bebé cuando uno ya tiene un bebé es algo que nos sensibiliza mucho. Una mamá que tiene leche y tiene leche en abundancia puede compartirla y quizás ese sea el primer acto de compartir que tenga su hijo y ella con otros niños. Con eso está ayudando a pretérminos, estamos hablando de niños muy chiquitos, de 500 o 600 gramos que empiezan a alimentarse con un centímetro de leche y que esa mamá está amadrinando a otro recién nacido y ese hijo está teniendo otro hermanito en otro lugar al que está apoyando", señaló.
Muchos de esos hermanitos se recuperan, incluso a pesar de superar por poco el medio kilo al nacer. Castro habló de esas experiencias y del encuentro entre las madres donantes y las receptoras. "Hemos tenido nenes de 560 gramos que sobreviven y que sobreviven con una buena calidad de vida. Así como hay algunos que por la inmadurez propia tienen algunas secuelas, algunos trastornos, algunos con ese mismo peso están caminando como cualquiera de nuestros hijos. Por eso es tan importante apoyarlos y la leche materna evita que el intestino del recién nacido se colonice con las bacterias que están en el CTI. Así como le pasamos a nuestro hijo la inmunidad se la pasamos a ese recién nacido que por alguna razón esa mamá no le pudo dar leche. En algún momento una mamá donante se cruzó con alguna mamá receptora en algunas actividades que tenemos en conjunto y es emocionante ver cómo a algunas se les caían las lágrimas viendo a las mamás postizas que habían sido las que apoyaron el crecimiento de sus hijos. Eso no tiene precio", destacó.