Con trazabilidad buscan mejorar la seguridad en las obras
En lo que va de 2008 murieron cuatro obreros de la construcción por accidentes laborales. En 2007, hubo nueve accidentes mortales. La inspectora nacional del Trabajo, María Narducci, no ve un agravamiento del problema pero sí dijo que hay que trabajar para prevenir. "Así sea uno el trabajador fallecido, eso constituye un problema, es inaceptable", señaló. Entre otras medidas, Narducci habló de un sistema de trazabilidad que permita identificar en tiempo real a todos los actores de una obra. "El valor de este registro es la capacidad para clausurar una actividad cuando no esté inscrita o no haya cumplido con las exigencias", explicó.
(Emitido a las 9.01)
EMILIANO COTELO:d
En lo que va del año, cuatro obreros de la construcción murieron en sus lugares de trabajo. Esto implica un muerto cada seis días, porque la licencia en el sector terminó el 10 de enero.
Además, según las estadísticas del Sunca, en la construcción ocurren cada día 18 accidentes que, pese a no ser mortales, en muchos casos dejan distintos grados de inactividad para el trabajador.
Un dato más: de todos los accidentes laborales que ocurren en Uruguay, la tercera parte se da en la construcción.
Se trata de un problema grave, que preocupa a las distintas partes, en un momento en que las obras se multiplican en todo el país.
¿Qué soluciones de fondo se están preparando? En especial, ¿en qué consistiría el registro de trazabilidad de las obras, que es una de las alternativas?
Vamos a conversar esta mañana con la inspectora nacional de Trabajo, María Narducci, que es técnica prevencionista en seguridad y salud laboral.
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Señora Narducci, yo decía que van cuatro muertes en la construcción desde el 10 de enero. ¿Qué evaluación hacen ustedes de esos números?
MARÍA NARDUCCI:
Sí, ha habido cuatro accidentes mortales en el giro de la construcción desde el mes de enero y seis accidentes mortales de trabajadores que han fallecido en ocasión de su trabajo.
Si me permite, querría introducir el tema con algunas consideraciones de carácter más general. El fenómeno de la accidentalidad laboral no es patrimonio exclusivo de los uruguayos, dos millones de trabajadores mueren en el mundo cada año en ocasión de su trabajo. Eso, además del drama humano que significa, representa una pérdida muy importante para las economías del mundo, que invierten 4,5% de su PBI en reparar los daños ocasionados por estas pérdidas. Mueren más trabajadores en ocasión del trabajo que en una guerra, para dar una dimensión del fenómeno. Y la preocupación que existe por este fenómeno ha determinado que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) impulse desde el año 2003 todos los 28 de abril el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, para recordar a los gobiernos, a los empleadores y a los trabajadores que este fenómeno existe y debe ser controlado.
En nuestro país la accidentalidad laboral obedece a las mismas causas que motivan la accidentalidad en el resto de los países. Tiene que ver fundamentalmente con la organización de los emprendimientos y de los procesos productivos. La organización del trabajo es determinante a la hora de establecer buenas o precarias y malas condiciones de trabajo. Cuando predomina la necesidad de productividad, cuando predomina el aspecto económico y el hombre no es colocado en una ecuación de igualdad, es probable que ocurra un accidente de trabajo. Además intervienen otros múltiples factores, como el aspecto salarial, porque un trabajador que necesita aumentar sus ingresos para el sustento familiar es probable que acepte malas condiciones de trabajo, es probable que acepte prolongar su jornada laboral realizando horas extra, acumulando fatiga, perdiendo concentración y capacidad, además de resolver una situación de trabajo difícil. Por tanto, la accidentalidad tiene múltiples factores que la determinan, y trabajar sobre estos múltiples factores es un tema complejo.
EC - En el caso concreto de nuestro país, ¿estamos asistiendo a un aumento de la accidentalidad en la construcción? Estos números que yo marcaba al principio, ¿marcan un agravamiento del problema?
MN - No podemos decir que haya un agravamiento del problema. Hay un problema sobre el que hay que trabajar. Así sea uno el trabajador fallecido en accidente laboral, eso constituye un problema, es inaceptable y tenemos que hacer los mayores esfuerzos para corregirlo.
EC - ¿Ustedes tienen las mismas cifras que el Sunca, 18 accidentes diarios en la construcción?
MN - No conocemos las cifras del SUNCA, pero es probable que haya más de 18 trabajadores accidentados por día.
EC - Se lo pregunto porque pegan muy fuerte las noticias a propósito de muertes en la construcción, pero, igual que en los accidentes de tránsito, muchas veces es más terrible el caso de alguien que sobrevive pero con secuelas, con discapacidades, con distinto tipo de consecuencias que va a arrastrar el resto de su vida. Entonces es bueno no concentrarnos solamente en las muertes.
MN - Sin duda hay mucha más siniestralidad laboral que la que nosotros imaginamos, cuando entendemos por siniestralidad laboral la consulta de un trabajador por un aspecto de lumbalgia ante el Banco de Seguros del Estado (BSE). El BSE, que tiene el monopolio de los seguros de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, debe manejar esas cifras.
En la accidentalidad laboral debemos comprender también estos accidentes. Los accidentes que se registran en el BSE son aquellos que generan más tres días de pérdida de trabajo, los que tienen menos de tres días de pérdida de trabajo seguramente no están registrados en las estadísticas del banco.
La Inspección de Trabajo registró en 2007 nueve accidentes mortales en la industria de la construcción y le fueron comunicados y consecuentemente investigados 46 accidentes graves, que pueden dejar secuelas en los trabajadores. En el resto de las actividades industriales tuvimos 11 accidentes mortales durante el año 2007 y 49 trabajadores con secuelas importantes, que pueden generar algún tipo de incapacidad. En el sector forestal tuvimos cinco accidentados, afortunadamente ninguno con consecuencia mortal. Son muy pocos los datos que se suman a la estadística de siniestralidad laboral que llevamos desde 1997, que revela la existencia de 227 trabajadores fallecidos en nuestro país en todas las actividades industriales, comerciales y de servicios, incluida la construcción.
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EC - ¿Cómo se enfrenta esta situación? En los últimos días, varios representantes del Sunca han reclamado que las empresas que tengan antecedentes de accidentes laborales graves como consecuencia de una mala prevención no puedan contratar con el Estado.
Ese era uno de los planteos del dirigente Óscar Andrade después de que falleciera un obrero sepultado por el derrumbe de una zanja en una obra de la Intendencia de Montevideo, de la empresa Medina & Possamai, en Cebollatí y Carlos María Morales. ¿Esa es una de las medidas que se están estudiando?
MN - Son varias las medidas y las acciones que estamos tomando. En primer lugar quiero destacar que el ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi, planteó como uno de los aspectos sustanciales de su gestión al frente del Ministerio de Trabajo (MTSS), a partir del año 2005, el fortalecimiento del aparato de contralor de la normativa laboral, la Inspección del Trabajo, que estaba desmantelada. Eso se está concretando con distintas mejoras: la exclusividad del cuerpo inspectivo, los salarios de los inspectores y el ingreso de un contingente de personas que se suman a los inspectores actualmente existentes, más otros profesionales, abogados, ingenieros y demás. Eso es parte del fortalecimiento de la estructura que debe controlar el cumplimiento de la normativa laboral por todos los empleadores, no solo los de la construcción.
Por otra parte, la Comisión Tripartita de la Industria de la Construcción, que funciona en la órbita de la Inspección del Trabajo, integrada por el Sunca, las cámaras, la Asociación de Promotores, la Liga de la Construcción y la propia Inspección, está delineando una serie de medidas para contribuir a la disminución de la accidentalidad laboral.
EC - ¿Cuáles son esas medidas?
MN - Por ejemplo, una campaña de sensibilización pública que se inicia con unos mensajes que fueron grabados el año pasado por el presidente de la Cámara de la Construcción, Ignacio Otegui, por el ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi, y por el señor Pedro Porley, presidente del Sunca. Hemos solicitado colaboración a Andebu para que emitiera estos mensajes a través de la radio y la televisión nacional, y ahora estamos intentando fortalecer esa solicitud, porque lamentablemente no ha tenido demasiado eco en los medios de comunicación.
Otro aspecto de esta campaña es la preparación de spots publicitarios que lleguen masivamente a la población. Y el tercer aspecto es generar un vínculo con un barrio determinado de Montevideo, seguramente La Teja, donde hay una población importante de trabajadores, a través de las escuelas y los niños. Habrá instancias de encuentro con los maestros y con los padres trabajadores de la construcción.
EC - Da la impresión de que esas son medidas que pueden tener efecto a mediano y largo plazo. ¿Están pensando en otras de resultado más cercano, más contundente en el corto plazo?
MN - Sí, ya hemos iniciado los cursos para delegados obreros de la construcción. El año pasado, en diciembre, se realizó el primero de 12 cursos que se van a dictar este año a delegados de la construcción. Esperamos abarcar a unos 500 delegados de trabajadores, capataces y mandos medios. Esperamos que esta medida tenga un impacto inmediato a través de la capacitación en materia del decreto que rige la prevención de riesgos laborales para que los delegados obreros ejerzan con mayor conocimiento y capacidad el rol de representantes de los trabajadores en los temas de seguridad laboral.
También estamos revisando toda la normativa laboral que rige en materia de prevención de riesgos para el sector de la construcción en un ámbito técnico que la tripartita ha designado con este motivo.
En materia de la Inspección del Trabajo, el año pasado el 68% de nuestras actuaciones se destinaran al sector de la construcción. Y en el ámbito de Compromiso Nacional, convocado por el ministro Bonomi, estamos trabajando específicamente con el sector de la industria de la construcción, discutiendo distintas medidas como las que usted mencionaba.
EC - Aquellas empresas que tengan antecedentes de accidentes laborales graves, ¿quedarían inhabilitadas para contratar con el Estado?
MN - Ese tema se está analizando. Es necesario tener un registro que permita identificar la trazabilidad de los distintos actores que intervienen en una obra.
EC - ¿Qué quiere decir "trazabilidad" en este caso?
MN - Hoy contamos con abundantes registros que nos permiten ver que se cumple con las formalidades, pero ninguno de esos registros permite tomar medidas, por ejemplo emitir un certificado que pueda ser utilizado ante los organismos públicos para realizar posteriores gestiones, como una licitación, o frente a las intendencias para la apertura de una obra de construcción. Esto ha sido una propuesta de la Cámara de la Construcción del Uruguay, aceptada por todo el sector empleador. Pensamos en un registro que permita identificar en tiempo real al titular de la empresa de construcción y a todos los distintos actores de una obra: el arquitecto o ingeniero director del proyecto, el delegado de seguridad, el técnico prevencionista que organiza la prevención de los riesgos, el capataz; el registro tiene que estar informado del comienzo y la finalización de esa obra. Otros organismos del Estado BPS, intendencias municipales le requerirían documentación a ese registro para evaluar el comportamiento de determinada empresa con respecto a sus obligaciones, para darles la baja o el alta deberían contar con un certificado del registro. A fines del año pasado solicitamos una entrevista al Congreso Nacional de Intendentes, para evaluar la aplicación de este nuevo registro, porque necesitamos el apoyo de las intendencias municipales.
EC - ¿Esa trazabilidad implica recoger la información de quiénes son los responsables de una obra y de quiénes trabajan en ella? ¿O también se evalúa su comportamiento, se recogen datos de en qué medida tienen en cuenta o no las disposiciones vigentes en materia de seguridad laboral, etcétera?
MN - Se recogen ambas cosas.
EC - ¿Y cómo se hace para recoger todo en todas las obras del país? Porque usted habló de un registro prácticamente online.
MN - Es muy complejo, sobre eso estamos trabajando. Va a significar organizar una estructura bien importante, con un número de personal también significativo; y va a ser necesario tener recursos, porque todas las empresas, para estar autorizadas, deberían concurrir a ese registro con toda esta información que estamos mencionando y comunicar el inicio de su obra. También deberían concurrir al registro cada vez que tuvieran un accidente de trabajo.
El valor de este registro es la capacidad para clausurar una actividad cuando no esté inscrita o no haya cumplido con las exigencias que queremos imponerles a partir de ahora a las empresas. Si al momento de ser controlada una empresa por la Inspección del Trabajo o el BPS se verifica que no está inscrita, esa situación será comunicada al registro, que podrá darle un aviso de clausura, por lo que no podrá trabajar.
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EC - Esta iniciativa va a demandar tiempo todavía.
MN - Va a demandar tiempo y mucho trabajo, para lograr una iniciativa legal que comprenda la voluntad y la buena disposición de todas las intendencias, a partir de su autonomía. Porque el sentido de ese registro es que sea de carácter nacional, si no, no tendría mayor aplicación para los fines para los que se está planteando.
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EC - Hasta ahora hemos puesto el foco en las empresas, pero leía declaraciones del presidente de la Cámara de la Construcción, Ignacio Otegui, que decía que "si bien existen empresas que no ponen el énfasis suficiente en la prevención de siniestros, también hay obreros que, por decisión propia, no toman los recaudos necesarios en la actividad diaria".
¿Cómo se controla a los empleados, a los trabajadores que no cumplen con las normas de seguridad en el caso de la construcción?
MN - Eso también es una realidad. Eso se controla a través de las empresas, es la empresa la que tiene potestad disciplinaria sobre el trabajador. La Inspección del Trabajo no puede controlar al trabajador, controla al empresario, al empleador, en su obligación de cumplimiento de normativa laboral. Y este tiene la potestad disciplinaria para actuar sobre el trabajador.
Por otro lado, hay que tomar en cuenta un factor cultural que muchas veces lleva al trabajador a demostrar su valentía y demás asumiendo situaciones de riesgo. Y hay que tener presente un aspecto de vulnerabilidad del trabajador que por necesidad pueda ser un incumplidor de la normativa laboral.
Otro tema son cláusulas que se negocian en los consejos de salarios y en los acuerdos bipartitos que suponen modalidades de trabajo por productividad o a destajo. Estas modalidades atentan contra las condiciones de seguridad en la obra. Es un aspecto que abarca responsabilidades sociales de trabajadores y empleadores, y también de sus organizaciones.
EC - ¿De qué manera se está trabajando sobre el alcohol en la industria de la construcción? Es notorio que este es un factor que aparece frecuentemente detrás de los accidentes.
MN - En el análisis de siniestralidad que tenemos el alcohol nunca fue factor determinante de accidentes. La Policía Técnica realiza ese análisis y no detectó alcohol en ninguno de los trabajadores fallecidos en estos años. Sin embargo los trabajadores reconocen que es un problema y han solicitado incluir el alcohol y las drogas como temas de interés para los futuros cursos que se organicen en materia de prevención, para poder relacionarse con los compañeros afectados por estos temas específicos y trabajar con ellos.
EC - Hoy se conoció que el MTSS va a denunciar penalmente a empresas constructoras que en los últimos días han protagonizado accidentes laborales con consecuencias fatales. Usted misma informó que de las investigaciones realizadas se desprende que existió negligencia de las empresas en dos muertes, por lo que se llevará adelante la denuncia y se aplicarán multas. ¿Cómo juegan las denuncias penales?, ¿en qué casos actúan ustedes así? ¿Es la primera vez que lo hacen? ¿Cómo lo explica?
MN - Vamos a dar conocimiento a la justicia penal de aquello que presumimos puede ser una conducta ilícita de alguno de los que participaron en estos dos últimos accidentes que nos impactaron de manera muy importante. No es la primera vez que la Inspección del Trabajo se presenta para realizar una denuncia a través de su jerarca, en el pasado ya ocurrió, se dio cuenta a la justicia penal de situaciones en las que también se presumía algún hecho ilícito de algunos de los integrantes del vínculo laboral.
En estos casos concretos entendemos que jugaron muchos elementos. Una de las empresas, la que protagonizó el accidente en Montevideo, tiene antecedentes de un accidente mortal trabajando en la misma tarea para la Intendencia de Rivera y un accidente no mortal pero muy grave trabajando para la Intendencia de Treinta y Tres. Este es el tercer accidente. Ya había sido observada anteriormente por la Inspección y había tenido que pagar multas para corregir esa conducta en la que exponía a riesgos a los trabajadores. Por esa razón vamos a dar cuenta a la justicia, para que determine si hay algún hecho ilícito de alguno de los integrantes de la empresa, de sus propios técnicos.
EC - ¿Ya lo habían hecho anteriormente? ¿El ministerio ya había presentado denuncias penales?
MN - Sí, en otros casos, pero no en el sector construcción sino en el sector forestal.
EC - Usted ha hecho notar que hay normativa vigente que en determinadas circunstancias permitiría evitar algunos accidentes como los que se han producido. Concretamente, usted aludió a un decreto del año pasado que por lo visto cuesta aplicar. ¿De qué herramienta se trata exactamente?
MN - Se esperó largamente por este decreto, más de 20 años. A fines de los ochenta nuestro país ratificó el Convenio Internacional 155 de OIT, que define la política nacional en materia de seguridad y salud laboral, y que da un rol protagónico a los trabajadores para trabajar junto con los empleadores en la planificación de la prevención de los riesgos en cada empresa, que es donde se cumple diariamente la batalla por el trabajo y por la vida.
No se había logrado consenso de los empleadores, fundamentalmente. Trabajamos durante un año en el ámbito del Consejo Consultivo para lograr ese consenso, y finalmente los empleadores no firmaron de común acuerdo con nosotros el decreto y también los trabajadores tuvieron sus reparos, pero el Poder Ejecutivo lo promulgó. Es el decreto 291/07, reglamentario del Convenio Internacional 155, que establece las medidas que el trabajador podrá adoptar a los efectos de proteger su vida. Crea la figura del delegado obrero para todas las actividades industriales, comerciales, rurales, de servicio, públicas y privadas en general, crea las comisiones de Seguridad y Salud Laboral y crea un Consejo Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, que ya existía pero le da unos contenidos y unos cometidos diferentes. La industria de la construcción está exceptuada de la aplicación de este decreto. Este decreto le permite al trabajador salir de una situación de riesgo, y lo protege y lo ampara, la empresa no puede tomar represalias si hay fundamentos reales para tomar esa decisión. La industria de la construcción no está incluida en este decreto por voluntad de las partes, estamos revisando esto para ver si podemos incluirla, parece más que razonable que esté.
EC - Lo que falta es el acuerdo de las dos partes, del sindicato y de la Cámara de la Construcción.
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EC - Desde la audiencia llega una cantidad de preguntas sobre el tema.
Por ejemplo, Carmen, de Sayago, consulta: "¿Dónde se hacen los cursos de técnico prevencionista de accidentes en la construcción?".
MN - Se hacen en la UTU, hay que consultar allí, no tengo presente en cuál local se desarrollan, pero allí se reciben los técnicos prevencionistas.
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Edición: Mauricio Erramuspe