Sociedad

Asesinato cuádruple sacude a Colonia

Una mujer de 71 años, su hija de 30, que estaba embarazada, el esposo de ella y un peón de una finca en Colonia fueron maniatados, torturados y degollados por delincuentes. El motivo del cuádruple homicicio fue el robo de unos 12.000 dólares que la familia guardaba en una caja fuerte. Mientras la Policía entabla distintas líneas de investigación, pero sin pistas firmes, el pueblo coloniense continúa asombrado y consternado por la crueldad del hecho.

El terrible homicidio tuvo lugar en el paraje Puntas del Rosario, Colonia, en la estancia "La Teoría", de la familia Borrás Schwyn, que está ubicada en un camino rural que une la Ruta 53 con el pueblo Cufré.

Las víctimas fueron Alicia Schwyn, de 71 años, su hija, Alicia Borrás Schwyn, de 30, que además tenía un embrazado avanzado, su esposo, Daniel Bentacour, y un peón de la finca, Hisiño Mesa, de 74 años.

El homicidio fue descubierto el viernes de noche por uno de los hijos de la mujer de 71 años, Norberto Borrás, quien vive en Cardona y todos los fines de semana iba a visitarla. Esta vez iba a verla porque desde el miércoles no tenía noticias de su madre ni de su hermana.

Al entrar a la cocina, alrededor de las 21 horas, se encontró con su madre en el suelo, en un charco de sangre. Enseguida se dio vuelta y logró detener a su esposa e hijos, quienes iban entrando atrás de él.

Fuentes de la Jefatura de Policía de Colonia dijeron este domingo a Índice 810 que las cuatro personas fueron halladas con las manos atadas a la espalda, heridos de arma blanca y ubicados en distintas habitaciones.

Los investigadores de Policía Técnica trabajaron durante siete horas en las cuatro escenas del crimen.

Las fuentes policiales dijeron que la madre presentaba una marca de degüello y, por otro lado, que no había indicios de arma de fuego, por lo que todo fue ejecutado con armas blancas.
 
La finca presentaba un gran desorden y una de las cajas de seguridad de la casa estaba abierta y faltaba dinero.

Las fuentes policiales confirmaron que finalmente se pudo establecer, en diálogo con los familiares, que el monto robado fueron unos 12.000 dólares, producto de la venta de campos.

También precisaron que no quedan dudas de que se trató de una "rapiña con privación de libertad y hurto".
 
Los médicos forenses, que examinaron en primera instancia los cuerpos, afirman que el asesinato habría ocurrido tres o cuatro días antes del viernes por el estado avanzado de putrefacción de los cuerpos. Según informó El Observador, la actividad de lechería que se realizaba en la estancia podría dar un indicio en este sentido. Los técnicos consultaron los registros de los ordeñes de la semana y encontraron fechado el último ordeñe el miércoles el 5 de marzo a la mañana, por lo que los asesinatos debieron ocurrir en la tarde.

La Policía se está abocando a determinar día y hora exacta del crimen para empezar a reconstruir qué pasó antes del homicidio, "qué hicieron las víctimas, con quién hablaron, etcétera", para obtener información que les permita determinar cómo ocurrieron los hechos.

Las fuentes explicaron que "se está buscando desde documentación, por ejemplo un boleta de combustible, hasta rastreando las últimas llamadas hechas por teléfonos celulares de la familia", que contaba con el servicio Ruralcel.

En este sentido, la Policía inició sus averiguaciones en el círculo más cercano de la familia. Sin embargo, al ser una zona eminentemente rural, nadie oyó ni vio nada. De todas maneras, la Policía está entrevistando a los vecinos más cercanos, entre ellos a familiares de las víctimas, que residen en campos linderos.

Las fuentes precisaron que también se están haciendo averiguaciones en Nueva Halvecia, porque la familia Borrás Schwyn tenía su vida social y comercial en esa localidad.

A su vez, otro problema que está retrasando la investigación es que muchos vecinos no recuerdan lo que pasó tantos días atrás, o sea, antes del martes o miércoles de la semana pasada.

Por otra parte, la Policía sostiene que las dificultades de acceso para llegar a la estancia "La Teoría" pueden ser indicio de que los autores del crimen múltiple son amplios conocedores de la zona, según publicó El País.

Del mismo modo, se cree que los delincuentes contaban con información previa sobre el dinero que buscaban.

El análisis de toda la información recabada hasta el momento se inicia a partir de este domingo. Así lo dijo a medios locales el jefe de Policía de Colonia, el inspector Ruben Perazza.

"Nosotros tuvimos una reunión con la jueza. Se van a comenzar a hacer actuaciones, pero está todo fresquito y nos lleva una ventaja de varios días. Así que estamos, en una palabra, comenzando a trabajar y lo que vamos a tratar ahora es reunir los elementos que podamos tener. Seguramente el lunes hagamos una reunión para evaluar. Los cuerpos fueron trasladados a la morgue de Montevideo para su autopsia. Esos son elementos que van a ser agregados al informe final de Policía Técnica después", explicó Perazza.  

El inspector dijo que no hay personas detenidas o demoradas por el homicidio. Descartó la participación de Interpol y sostuvo que para las autoridades los homicidas son personas del o cercanas al departamento.

"Vemos que no es un elemento para Interpol. A Interpol lo vamos a consultar cuando tengamos algún elemento de convicción (...) Son personas del entorno, no son de muy lejos", afirmó Perazza.

Mientras tanto, el periodista de Radio del Oeste, Gonzalo Waller, dijo a Índice 810 que la noticia causó un gran impacto y dolor en el pueblo colonienses. Contó que los Borrás Schwyn son una familia con un "profundo arraigo" en el departamento.

"Una noticia que causó un hondo impacto en la población del departamento de Colonia, así como también en todo el país, teniendo en cuenta que no se conocen las causas de este macabro hecho, más digno de una novela que de la realidad; teniendo en cuenta también que es una familia de un profundo arraigo en la zona, una familia con una fuerte tradición, vinculada con la producción del campo. La propietaria del establecimiento La Teoría estaba casada con un empresario, de apellido Borrás. De aquí, que desde hacía ya varias décadas tenía tierras en la misma zona", indicó Waller.

Alicia Schwyn, la actual propietaria de la estancia -un campo de 1.200 hectáreas valuado en tres millones de dólares-, enviudó al año pasado, según informó El País.

El establecimiento, que se explota en tareas agrícolas y ganaderas, se encuentra actualmente en trámite de sucesión.

Vecinos consultados por el matutino afirmaron que los Borrás "son gente de trabajo, vecinos de toda la vida e incapaces de generar un problema.