Entrevistas

"La Colonia Berro es una cárcel muy rigurosa"

"Dejemos de llamar a los establecimientos que hay en la Colonia Berro como `hogares´ o `centros´ porque no son hogares. El hogar es una palabra bastante respetada e importante. Aquello es una cárcel, una cárcel muy rigurosa", sostuvo Francisco Otonelli, integrante de IELSUR y responsable de un crítico informe que redactó el Comité de los Derechos del Niño. Entre otras situaciones preocupantes, Otonelli habló de que los menores están 23 horas del día encerrados en celdas, que son además sus dormitorios y si están sancionados por cualquier situación están allí las 24 horas. En la Colonia Berro, aseguró, "no hay una propuesta socio-educativa".

(Emitido a las 7.43)

JOSÉ IRAZÁBAL:
El Comité de los Derechos del Niño presentó un informe que concluye pidiendo el cierre de la Colonia Berro, destinada a la internación de niños y adolescentes infractores. Los menores denunciaron con lujo de detalles cómo son torturados, con castigos tales como introducirles la cabeza en el inodoro, mojarlos con agua fría, desnudarlos y someterlos a otros vejámenes. También hay denuncias sobre mala alimentación, deficiencia en la atención sanitaria, falta de higiene, sometimiento a un régimen de tipo carcelario, basado en la prescripción de psicofármacos y el encierro en celdas similares a las de los mayores de edad.

El Comité de los Derechos del Niño es una coalición de organizaciones no gubernamentales y sociales creada en 1991 luego de que Uruguay ratificara la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Esta organización se encarga de seguir la aplicación de la normativa internacional en derechos humanos.

Para tener más detalles del informe y conocer cuál es la reacción de estas organizaciones no gubernamentales ante algunas definiciones de ayer del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU), vamos a conversar con Francisco Otonelli, abogado integrante de la organización IELSUR.

***

JI - ¿Cuándo se terminó de elaborar este informe? ¿Qué tipo de trabajo se hizo?

FRANCISCO OTONELLI:
La visita, que fue el comienzo del trabajo, se hizo el 26 de octubre. Luego de eso, el equipo, unas nueve o diez personas que concurrimos a Berro, tenía que confrontar la información recibida. Pero como ya estábamos cerca de fin de año, decidimos hacer una segunda visita este año, hace unas pocas semanas, para confrontar e intercambiar los datos recogidos. Eso no fue posible. No hubo una negativa expresa, pero sí una demora no justificada. Entonces el Comité decidió dar la información que tenía sin realizar la segunda visita.

JI - Ustedes querían corroborar la información, pero el INAU les retrasó la visita, que finalmente no se hizo.

FO – Exactamente. No la podíamos dilatar más. Era una visita muy corta para ver algún detalle y tener alguna conversación más, sobre todo con las autoridades.

JI - Antes de avanzar en lo que vieron en la Colonia Berro, ¿por qué se hace la visita? ¿Es algo de rutina para el Comité?

FO - Sí, una de las funciones principales del Comité es monitorear la atención que reciben los niños y adolescentes en los lugares donde están internados. Tanto es así que se está en contacto con el Comité de Naciones Unidas y a esta visita asistió la señora Rosa María Ortiz, del Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas, que estaba en Montevideo y decidió acompañar.

JI - ¿Solo fueron a la Colonia Berro, o también visitaron otros centros de internación del INAU?

FO - Esto fue en la Colonia Berro exclusivamente, pero es posible que ella haya visitado otros establecimientos. Ortiz no suscribe el informe porque no estuvo en el equipo de redacción. De todos modos, se fue muy asombrada por la situación en que encontró a Berro.

JI - El semanario Búsqueda decía ayer que "se fue aterrada".

FO - Estaba tremendamente preocupada. Después de volver a Ginebra mantuvo contactos telefónicos, muy preocupada por lo que había comprobado en Berro.

JI - En el informe parece haber dos planos: uno que tiene que ver con las condiciones en las que estos jóvenes están recluidos en la Colonia Berro –comida, infraestructura–, y otro que se refiere al trato que reciben de los funcionarios del INAU.

FO – Sí. Ante la reacción que se ha producido en las últimas horas, quiero señalar que hay cosas que comprobamos debidamente. Porque hablamos con los directores, con los funcionarios de distintas categorías, que desempeñan distintas funciones y después hubo visitas a las celdas donde están los adolescentes. Lo que podemos asegurar, lo que comprobamos debidamente está en el informe, pero nos pareció necesario poner también lo que decían los adolescentes; sobre todo en forma repetida. Nos separamos en grupos que visitaron a distintos grupos de jóvenes simultáneamente y surgió el tema de las torturas. No fue comprobado por nosotros ni comprobamos lesiones, pero teníamos que poner algo que fue repetido. La parte que se refiere a torturas, que la prensa hoy resalta, está en la parte final del informe, en la página 10 u 11.

JI - Vamos a escuchar al presidente del INAU, que ayer habló de las conclusiones del informe, y de esta parte, que es la más delicada: los malos tratos que denuncian los jóvenes.

(Audio Víctor Giorgi)

"Este informe contiene algunas cosas que son ciertas, algunas preocupaciones compartidas por nosotros, contiene algunas verdades a medias y contiene otras cosas que me atrevería a afirmar que son falsas. Algunas afirmaciones que hace el informe son de dudosa realidad. Por ejemplo, las denuncias de malos tratos y torturas. Algunas de ellas están en conocimiento nuestro y se han iniciado investigaciones. Otras es la primera vez que las escuchamos y nos llama la atención que, habiendo recibido estas denuncias en octubre, el Comité las haga hoy públicas, sin haber hecho ninguna denuncia formal".

(Fin del audio)

FO - Hay una diferencia de enfoque que me interesa resaltar. Para nosotros lo fundamental, lo que más nos impresionó es el sistema de internación de la Colonia Berro. Dejemos de llamar a los establecimientos que hay en la Colonia "hogares" o "centros", porque no son hogares. El hogar es una palabra bastante respetada e importante. Aquello es una cárcel. Es una cárcel muy rigurosa. Hemos visitado durante muchos años establecimientos carcelarios y podemos decir que esto es más grave porque se aplica un sistema extremadamente riguroso.

JI - ¿A qué llama "extremadamente riguroso"?

FO - A que los menores están 23 horas del día encerrados en celdas, que son además sus dormitorios, celdas enrejadas, y si están sancionados por cualquier situación, no salen, están allí las 24 horas. Esa sanción implica, además de no salir, no ver televisión, no tener ninguna actividad. Ese lugar donde se encierran, que es una celda, no tiene baño interno. Para usar el baño tienen que solicitar que el funcionario les abra y los conduzca. Incluso es el lugar donde comen. No comen en un comedor colectivo.

JI - Son una especie de celdas de castigo...

FO - Es la forma de una celda de castigo todo el tratamiento. Pero no son de castigo, porque es lo habitual es vivir en ese lugar.

JI - El presidente del INAU se pregunta por qué, si ustedes tenían estas denuncias (sobre todo las que refieren a malos tratos) desde octubre, salen a hacerlas ahora y no las hicieron en su momento.

FO - Repito: esto aparece en el informe como información que se recibió de los muchachos. No tenemos elementos para confrontarlo. Creo que hay una intención para restarle trascendencia a esto, de centrar en las torturas, que se ponen en el informe como algo recibido verbalmente de los muchachos y no se pone lo fundamental: en la Colonia Berro no hay una propuesta socio-educativa. Fue lo primero que preguntamos: ¿cuál es la propuesta? ¿qué trato se les da a estos muchachos? ¿Hay algo escrito? En ningún momento se nos mostró ni se nos dijo que se estuviera en conocimiento. La directora general nos dijo que había una propuesta, pero evidentemente no circulaba entre los funcionarios porque el director de la Colonia Berro dijo que nunca había tenido conocimiento de una propuesta socio-educativa. Es decir, para qué, qué tipo de tratamiento se les debe dar a esos muchachos.

Tampoco hay un régimen disciplinario. Cuando algún muchacho comete alguna falta, la falta es verificada y la sanción es aplicada por los funcionarios, no por los educadores sino por el equipo de contención. Porque hay funcionarios técnicos que están deseosos de hacer una tarea socioeducativa, pero están frenados en su acción por los funcionarios de seguridad, del equipo de contención, que pone por encima de todo la seguridad.