Entrevistas

Polémica por módulos carcelarios: Garcé prioriza calidad de vida de los reclusos

Polémica por módulos carcelarios: Garcé prioriza calidad de vida de los reclusos

En medio de la polémica por el material de los módulos del Penal de Libertad, el comisionado parlamentario para el sistema carcelario, Álvaro Garcé, afirmó que lo que importa son las condiciones de reclusión de los presos en esas celdas de metal. Su preocupación, explicó, es señalar dos aspectos relacionados a la calidad de vida en los módulos: el agua y la temperatura. "Esos módulos, sea cual fuere el material, fueron concebidos para funcionar con acondicionadores de aire; de lo contrario, actúan como congeladores u hornos, potencian el frío o el calor", aseguró.

(Emitido a las 7.50)

EMILIANO COTELO:

La ministra del Interior, Daisy Tourné, será citada al Parlamento por la compra de los módulos de acero del penal de Libertad. Consultada sobre este tema, dijo que fue un mal negocio, pero que no se comprobó delito, mientras el ex ministro Guillermo Stirling aseguró que la compra fue correcta. Esta es la síntesis que trae hoy el diario El País a propósito de este asunto, que remite a los años 2002 y 2003, pero que se ha instalado con fuerza en el debate político actual.

La respuesta del subsecretario del Interior, Ricardo Bernal, a un pedido de informes realizado por el senador nacionalista Gustavo Penadés fue el disparador de la controversia. Bernal indicó que los módulos de acero del penal de Libertad están realizados en chapa y no en el acero antivandálico que ofertó la empresa estadounidense adjudicataria. Ese diagnóstico generó la decisión del Partido Nacional de citar al Parlamento a la ministra Tourné.

También provocó la reacción del ex ministro del Interior Guillermo Stirling y del director y el ex director del Departamento de Arquitectura de esa secretaría, quienes afirmaron que los módulos son del material ofrecido y por el cual se pagó.

En tanto, el senador frenteamplista Eleuterio Fernández Huidobro, quien en el año 2003 fue un acérrimo crítico de esta compra, dijo que se podrían haber hecho acá, con mano de obra de acá, que podrían haber sido más baratos y mejores, y que a él cuando habla de este negocio, le surge la palabra "chanta".

La propia Tourné declaró ayer a Canal 12 que los módulos no son de acero, sino de chapa acerada galvanizada, con bajo contenido de carbono, lo que los hace mucho menos fuertes de lo que se había prometido.

"Luego se han realizado investigaciones y vuelvo a afirmar lo que afirmé en alguna oportunidad: lo que nosotros pudimos comprobar no nos arroja ningún hecho criminal o delictivo. Lo que sí afirmamos, como lo afirmamos en el momento de la compra, cuando éramos parlamentarios, es que fue un muy mal negocio para el país; no solo por la chapa, sino porque no se adecua a nuestra realidad. El sistema de bombeo del agua y los caños que la conducen no son para la densidad del agua de nuestro país, hay una serie de detalles que hacen inapropiada esta tecnología para la realidad uruguaya", dijo la ministra.

Estamos con el doctor Álvaro Garcé, comisionado parlamentario para el sistema carcelario, quien se ha mostrado sorprendido por esta polémica en torno a los módulos. ¿Por qué?

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ÁLVARO GARCÉ:

Más que sorprendido, en todo momento he tenido claro el límite de mis atribuciones. Yo soy un representante técnico asesor del Parlamento, y el material de los módulos puede ser relevante a los efectos administrativos, judiciales o políticos, pero en este debate no tengo razón para intervenir.

La preocupación del comisionado, en todo momento, ha sido señalar dos aspectos que inciden hoy directamente en el estado de la reclusión en esos módulos, que tienen que ver con el agua y con la temperatura. Esos módulos, sea cual fuere el material, fueron previstos y concebidos para funcionar con equipos acondicionadores de aire; de lo contrario, actúan como congeladores u hornos, potencian el frío o el calor.

He planteado estos aspectos en más de una oportunidad al Parlamento, señalando que las condiciones de reclusión en esos módulos están reñidas con las normas internacionales, porque o no se previó o no se completó el proceso de instalación de los equipos acondicionadores de aire y la provisión de agua es insuficiente.

EC - A usted lo preocupa la forma de vida de los reclusos en ese tipo de módulos...

AG - ...digamos que el desempeño material de los módulos hoy. Toda la historia puede ser relevante a otros efectos –la compra y demás–, pero en ella no tiene razón la intervención de un órgano técnico como el comisionado parlamentario. Nuestra preocupación ya ha sido expresada en varias oportunidades al Parlamento, pidiendo algún tipo de acción paliativa para el suministro de agua y para moderar las temperaturas.

EC - Y desde el punto de vista de la seguridad, ¿qué evaluación hace usted de este tipo de módulos? Se supone que son de alta seguridad, sin embargo, a raíz de los informes que han circulado nos enteramos de que los presos, con algún tipo de herramientas –teniendo en cuenta que los módulos son de esta chapa que ahora se menciona–, pueden llegar a cortar trozos que se transforman en elementos que les permiten enfrentar a un guardia, tener un altercado, eventualmente herir a otros presos. ¿Cómo evalúa esa parte de la cuestión?

AG - En ese plano, la composición del material tiene efectos directamente sobre la seguridad. De todos modos, teniendo en cuenta que el problema se centra en el penal de Libertad, en las condiciones ambientales y sanitarias o desde el punto de vista de la seguridad, hemos planteado un punto mucho más inmediato que tiene que ver con la cantidad de personal y otros aspectos del tema seguridad. No es que no le demos importancia a esto, sino que en el análisis general priorizamos aspectos más decisivos en la vida diaria de los internos.

EC - ¿Cómo maneja este diagnóstico que hace de los módulos? ¿Qué medidas ha reclamado y qué éxito ha tenido ante las autoridades?

AG - Lo que corresponde a un órgano técnico es situarse fuera de la polémica, que es legítima, pero que se sitúa en el plano de la acción política. En lo institucional nos mantenemos en la misma línea que señalamos, en lo que habíamos informado en el resumen de actuación del año 2007, en el que indicamos, en el capítulo correspondiente al establecimiento de reclusión Libertad, algunos aspectos referidos a la seguridad, pero por el lado de la dotación y la formación del personal, la provisión de agua y el acondicionamiento térmico. No hay razón para modificar esa conclusión previamente planteada.

EC - Se lo pregunto porque fuentes del Ministerio del Interior (MI) dicen en la nota que aparece hoy en el diario El País que "estos módulos no sirven para las cárceles, pero no hay dónde realojar a los presos". Y la conclusión que se saca es que, pese a las críticas que vienen del propio gobierno, los módulos de acero tienen una larga vida útil por delante.

AG - Cuando asumí en 2005 uno de los primeros elementos de análisis fue la perspectiva de los módulos de acero, teniendo en cuenta otras prioridades que existen en el sistema penitenciario. La conclusión personal y técnica fue que pensar en unas 650 plazas adicionales para sustituir a los módulos era una alternativa bastante difícil, al menos a corto plazo. Sobre todo cuando desde lo técnico hemos reclamado que se construya una cárcel de alta seguridad, que se construya la cárcel del departamento de Rivera, que se atienda el hacinamiento en Las Rosas y en el Comcar. Entonces, en una larga lista de prioridades, lo más razonable era aconsejar que se adoptaran algunas acciones paliativas en los planos que hemos mencionado, y que la calidad de vida en los módulos mejore, porque con algunas correcciones se podrían obtener resultados importantes en ese plano. Si después el Estado juzga necesario sustituirlos, será parte de un debate, pero hay que tener en cuenta que hay prioridades que deben ser satisfechas con inmediatez.

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EC – Del diario El País: "Bernal dice que las chapas no son de acero antivandálico, y de esa manera genera esta confusión. Nosotros queremos saber cuál es la situación, porque hay una contradicción entre lo que sostenían en su momento aquellas autoridades del Ministerio del Interior y lo que sostienen las actuales", dijo ayer el senador blanco Gustavo Penadés.

El senador del Herrerismo –que fue quien presentó el pedido de informes– destaca: "cuando Bernal dice que desde el momento de la colocación de estos módulos pudo constatarse que están realizadas en chapa y no en el acero antivandálico que ofertó la empresa adjudicataria, está haciendo una acusación muy grave. Por eso pensamos convocar a la ministra a la Comisión de Situación Carcelaria, de la Asamblea General, para conversar al respecto. Lo peor es que, una vez más, posiblemente al Estado lo hayan perjudicado con un mal sistema de compras, y además se termina por neutralizar una buena solución, como son las cárceles de acero, que existen en todas partes del mundo, y funcionan muy bien, en particular en Estados Unidos".

Por su parte, el ex ministro del Interior Guillermo Stirling, quien ocupaba el cargo cuando se realizó esta compra, hizo algunas declaraciones al diario El País. Le preguntan: "El Ministerio del Interior informó al senador Penadés que los módulos de acero están realizados en chapa y no en el acero antivandálico que ofertó la empresa adjudicataria. ¿Cuál es su opinión sobre este informe?".

JOSÉ IRAZÁBAL:

Y Stirling responde: "Hay una contradicción entre lo que informa el subsecretario y los informes técnicos de su propia repartición. El arquitecto Luis Zanzi, que fue director de Arquitectura, hizo una extensa exposición hablando sobre el ensamblado de los módulos y la calidad del acero que fue empleado. Y por otro lado, el actual director de Arquitectura, Mario Díaz, solicitó en 2005 –no durante mi gestión– un informe a la Facultad de Ingeniería que corrobora la calidad de las chapas de acero galvanizado. Me desconcierta un poco, veo la contradicción entre lo que informa el subsecretario y los informes de los técnicos".

EC - Le insisten: "¿Los informes técnicos garantizaron la compra?".

JI - Y responde: "Por supuesto, y tanto el arquitecto Zanzi como el arquitecto Díaz fueron los que monitorearon todo el emplazamiento y fundamentalmente constataron que lo que estaban ensamblando era lo que la empresa se había comprometido a enviar".

EC – Ayer en Índice 810 entrevistaron al arquiteco Zanzi...

(Audio Luis Zanzi.)

"Es un sistema prefabricado de acero, es un sistema que se constituye con paneles hechos de chapas de acero calibre 28, de una resistencia especial, de acuerdo con una norma americana. El tema es que la administración carcelaria no hace los controles suficientes, inspecciones adecuadas. Pueden hacer cualquier cosa, yo he ido a cárceles en Irlanda en el tiempo del IRA, y pueden destruir una cárcel de acero, hacerla picadillo."

(Fin.)

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EC - El arquitecto Zanzi ha dicho que los módulos en sí, están hechos en una chapa de acero calibre 28 de una resistencia especial. "Si los presos entran un serrucho, es lógico que los módulos estén como están, porque no existen los controles ni las inspecciones adecuados. En nuestras cárceles pasa cualquier cosa."

JI - La polémica ha ido levantando temperatura. La propia ministra Daisy Tourné se ha jugado una opinión, ha dicho que están realizados en chapa y no en el acero antivandálico que ofertó la empresa estadounidense adjudicataria. Va a tener que dar explicaciones sobre esa afirmación en el Parlamento.

EC - Otro que ha hablado en este debate es el senador Eleuterio Fernández Huidobro, que en su momento, en el año 2003, fue especialmente crítico de esta compra a la que convocaba el Ministerio del Interior. El contexto era que el penal de Libertad en el año 2001 había quedado destruido por completo y se optó por la compra directa.

Dice Fernández Huidobro: "Estábamos en minoría, y entonces fue como aquel dicho, ‘tiene razón, pero marche preso’. En aquel entonces me puse en contacto con las empresas estadounidenses que fabricaban estos módulos en ese país, y me contestaron que no conocían a esta firma con la que estaba contratando Uruguay. Algunos me dijeron que sí la conocían, pero que nunca había hecho módulos carcelarios. Entonces, la palabra ‘chanta’ me viene a la boca. Nos vendieron un tranvía, fue una cosa bastante burda, justificada por la urgencia. Era un clavo y lo sabíamos".

JI - Un dato no menor es cuánto se invirtió en estos módulos: 2.700.000 dólares. Hay toda una historia sobre la destrucción del penal de Libertad en el año 2001 y quiénes estuvieron detrás de aquel motín impresionante que destruyó casi totalmente el penal en pocas horas.

EC - ¿En qué sentido dices que hay toda una historia?

JI - Se ha manejado, aunque no se han presentado pruebas firmes, que hubo una intencionalidad que fue más allá de los presos en aquella destrucción del penal. El director de Cárceles de ese momento, De Ávila, después terminó procesado y en prisión por hechos irregulares, y tuvo una dirección muy polémica.