En seis meses aumentó 100% el número de uruguayos deportados en España
El número de uruguayos inadmitidos en España aumentó prácticamente en un 100%, principalmente en el primer semestre de este año. Los controles del estado español son cada vez más estrictos y cualquier error o falta que se verifique en la documentación requerida para ingresar, es penado con la inadmisión. Gustavo Álvarez, secretario de Migración del Centro Uruguayo en Madrid, explicó que el principal problema se da con la carta de invitación y recordó la necesidad de informarse sobre cada uno de los requisitos antes de viajar. "Con la crisis económica que vive Europa, y en especial España, se quiere tomar a la inmigración como chivo expiatorio".
(Emitido a las 7.46)
EMILIANO COTELO:
El País (título principal de portada): "España detiene uruguayos y acentúa la caza de ilegales".
Duplicación del número de uruguayos inadmitidos en España, casos de detenciones previas a la expulsión, aumento enorme de los controles a inmigrantes ilegales y demoras de meses en la renovación de los permisos de residencia y empleo en ese país son algunas de las denuncias que en las últimas horas han realizado organizaciones de familiares y de uruguayos radicados en la península.
Anoche había tres uruguayos inadmitidos en el aeropuerto de Barajas. La cifra aumentó de un promedio de cinco casos por semana a nueve casos por semana ahora, según dijo Gustavo Álvarez, secretario de Migración del Centro Uruguayo en Madrid.
A su vez, la ONG Idas y Vueltas, que agrupa a 400 familiares de emigrantes, denunció el miércoles en el Parlamento un incremento de las medidas represivas. Afirmó que había tres uruguayos detenidos en Valencia por su condición de ilegales, que finalmente fueron liberados ayer. Por su parte, la Casa de Uruguay en Madrid conocía otros tres casos.
La ONG también denunció que la renovación de los permisos de residencia y trabajo demora hasta siete meses, lo que complica la situación de aquellos que quedan ubicados en ese lapso en una situación irregular. La problemática ha derivado incluso en actuaciones parlamentarias. El canciller Gonzalo Fernández ha sido citado al Poder Legislativo para debatir sobre la situación de los uruguayos en España.
Estamos en comunicación con Gustavo Álvarez, secretario de Migración del Centro Uruguayo en Madrid. Usted es uno de los entrevistados en el informe que publica el diario El País. Me interesa conocer con un poco más de detalle cuál es el panorama que ustedes perciben.
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GUSTAVO ÁLVAREZ:
Pertenezco al Centro Uruguayo en Madrid, soy secretario del área Migraciones, y los datos que le trasmitimos ayer a El País son los que ustedes leyeron. La cantidad de uruguayos inadmitidos en el aeropuerto de Barajas ha aumentado prácticamente 100%, principalmente en el primer semestre de este año. Y junto con eso se han detectado, no solo en la inmigración uruguaya, sino de la inmigración en general en el conjunto del territorio español, controles más estrictos, no solamente a la llegada en el aeropuerto sino también entre quienes ya están residiendo.
Como Centro Uruguayo en Madrid, integrante de la Federación de Asociaciones de Uruguayos en España y de la Red Estatal por los Derechos de los Inmigrantes, hemos venido denunciando esta situación desde hace un tiempo, pero tras la aprobación de la Directiva del Retorno la Directiva de la Vergüenza, como le llamamos nosotros y el anuncio del ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, de que a partir del 1 de enero del año 2009 va a haber una nueva reforma de la Ley de Extranjería que va a afectar principalmente la reagrupación familiar, hemos llegado a la conclusión de que con la crisis económica que vive Europa y en especial España se quiere tomar a la inmigración como chivo expiatorio.
EC - Usted describía dos tipos de situaciones. Una es la que se da en los aeropuertos, particularmente en Barajas, cuando los uruguayos en este caso intentan ingresar a España. Ha aumentado la cantidad de rechazos a uruguayos en su intento de llegar a Europa por esa vía. ¿Con qué argumentos?, ¿qué situaciones se dan?
GA - El argumento principal es la falta de la carta de invitación. Se cambió el modelo, antes se hacía a través de un notario, bastaba con que alguien la mandara de aquí a través de un notario. Ahora hay que hacerla vía policial, lo que lleva un trámite de un mes o mes y medio, y quien invita se hace responsable de que la persona se retire del territorio español finalizado el plazo comprometido.
La mayoría de los inadmitidos en estos últimos cuatro o cinco meses lo han sido por falta de la carta de invitación. Por lo tanto, si bien estamos completamente en contra de la Ley de Extranjería, les decimos a los compatriotas uruguayos que, por favor, antes de viajar a España, se asesoren sobre los requisitos.
EC - Eso es lo que me llama la atención. ¿Hay uruguayos que están viajando sin la carta de invitación? Es un requisito que está desde hace tiempo, llama la atención que no la lleven.
GA - Llama poderosamente la atención, pero entendemos que puede haber mucha confusión en torno de esto.
EC - Pero ¿van sin la carta de invitación o van con una carta de invitación mal hecha?
GA - Por lo general, mal hecha. La carta de invitación se hace mal, no cumple con los requisitos y esa es la principal causa de inadmisión de uruguayos. En este momento, en el aeropuerto de Barajas hay tres uruguayos que van a ser devueltos (dos de ellos mañana y el otro el sábado). Además, hay un uruguayo en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Madrid uno de los "guantánamos españoles", en avenida de los Poblados, y dos uruguayos en La Hoya, en Tenerife, esperando la deportación en un plazo no mayor a 40 días.
EC - ¿Por qué están arrestados?
GA - Por el simple hecho de no contar con la regularidad en España.
EC - Ya habían logrado ingresar, llevaban un tiempo en España y fueron localizados en esa situación.
GA - Ya llevaban un tiempo en España, los detuvieron en el contexto de eso que hemos denunciado como un aumento de los controles policiales en las bocas de metro, en los lugares de reunión de los inmigrantes, en sus lugares de trabajo. Los pararon, los detuvieron, no tenían la documentación en regla y se los derivó a un centro de internamiento, con la obligación de pasar antes de las 72 horas de ser internado, por una sede judicial. El problema con esto es que a partir de la aprobación de la Directiva de Retorno no va a ser necesaria la actuación del juez, sino que la policía va a poder internar a cualquier persona que se encuentre en situación irregular en el Estado español.
JOSÉ IRAZÁBAL:
Tú manejabas una cifra muy fuerte: nueve uruguayos rechazados por semana, un promedio de 1,3 por día. ¿Saben qué porcentaje de esos expulsados son uruguayos que intentan ingresar a España para quedarse? ¿La corriente de ingreso de uruguayos sigue siendo muy fuerte? ¿Qué porcentaje son estos rechazados del total que intenta ingresar a España?
GA - Hay un crecimiento del 100% del porcentaje. La cantidad de gente que intenta ingresar es exactamente la misma, pero se han endurecido los controles en la sala en Barajas. Quizás antes una persona a la que le faltaba algo, una mínima cosa, que no cumplía con algún requisito, pasaba; ahora no pasa. Producto de ese endurecimiento de los controles se ha pasado de cinco uruguayos por semana el año pasado a nueve a partir de enero de este año. La cantidad de uruguayos que intentan ingresar a territorio español con carácter de turistas sigue siendo la misma. A todo el mundo se le piden estos requisitos que trae implícita la Ley de Extranjería, pero ahora se controla y fiscaliza absolutamente todo. Como decíamos al principio, el principal problema es la carta de invitación.
JI - Pero esa gente que ingresa con carácter de turista, no va como turista en la mayoría de los casos.
GA - Sí, nosotros insistimos en que sí. Aparte está comprobado, viene con el dinero necesario, con la reserva de hotel...
JI - ...pero esos son los requisitos que todo el mundo cumple para poder ingresar. Después, quedarse o no es otra cosa.
GA - Efectivamente, el problema se da por esta confusión con la carta de invitación; apenas se encuentra algo que no cumple con lo establecido, la persona queda inmediatamente inadmitida. Y otro problema que se da es que la persona tiene que regresar en la misma compañía en la que vino, por lo tanto muchas veces tenemos niños de tres, cuatro, cinco años que tienen que estar cinco, seis, siete días en la sala de inadmitidos del aeropuerto de Barajas, que no cumple con los requisitos mínimos y elementales. Es bastante angustioso tanto para los compañeros del Centro Uruguayo de Madrid como para las autoridades consulares, con las cuales trabajamos permanentemente, ver este tipo de situaciones.
Ante esta represión que está llevando adelante el Estado español, con esta fiscalización tan intensa, les pedimos a los compatriotas uruguayos que para volar a España cumplan con absolutamente todos los requisitos. Hace seis meses le entregamos al presidente del Parlamento uruguayo en funciones, Enrique Pintado, un dossier con todo lo que se necesitaba y pedíamos que se obligara a las agencias de viaje a entregarles toda la información a aquellos que quisieran viajar a España, para evitar males mayores. No le causa gracia a nadie ver niños de dos, tres, cuatro o cinco años en una sala de inadmitidos por un período de tres, cuatro, cinco días, son situaciones muy angustiosas.
Se pueden informar a través de la página web del Centro Uruguayo de Madrid, www.centrouruguayo.es, y por cualquier tipo de dudas o preguntas, pueden escribir a migracion@centrouruguayo.es
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EC - ¿Cuántos uruguayos hay actualmente en España?
JI - Hay 86.601 uruguayos, según un censo divulgado la semana pasada. Es cifra aparece publicada hoy en el diario El País. Los uruguayos que viven en España y tienen la ciudadanía española son 25.671, y los ilegales serían entre 10.000 y 15.000.
EC - Hay que tener en cuenta que además del panorama que describía Gustavo Álvarez, está pendiente una modificación de la legislación española referida a la inmigración. Se han anunciado dos propuestas específicas para modificar lo más pronto posible la actual ley de extranjería; esos proyectos están en línea con la directiva aprobada por la Unión Europea, enérgicamente rechazada por los países latinoamericanos.
Por un lado, este proyecto, que será debatido en el Congreso, amplía de 40 a 60 días el plazo por el cual se puede tener presos a extranjeros sin documentos en regla antes de concretar su expulsión. Y por otro, se limita la reagrupación familiar al cónyuge y a los hijos menores de edad, nada más; ni abuelos, ni tías, ni hermanos, ni suegros, ni hijos mayores de 18 años serán admitidos, destacaba hace pocos días en una de sus crónicas Silvia Pisani, desde Madrid.
Al hacer ese anuncio, el gobierno español insistió en que su política en materia de inmigración reconoce absolutamente todos los derechos y es un modelo en Europa que todos quieren imitar, según dijo la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega. La número dos socialista hizo estas declaraciones después de la constitución de la Comisión Delegada del Gobierno para la Política De Inmigración.
También, como parte de esta nueva estrategia para poner freno a la llegada de inmigrantes, el gobierno español ratificó la entrega de dinero a los inmigrantes en situación regular que hayan perdido su empleo en España. Lo que se busca que es esas personas que hayan perdido su empleo, en vez de quedarse, vuelvan a sus países de origen a empezar de nuevo. El pago sería una forma de facilitar el retorno a sus países a los inmigrantes que así lo quieran; "se trata de una decisión que corresponde a ellos tomar y que en todo caso el gobierno apoyará". Contempla pagar en dos cuotas el dinero equivalente a meses de subsidio por desempleo. Se estima que las cifras serán del orden de los 10.000 euros, de los cuales 4.000 se pagarían antes de partir y el resto se abonaría una vez que el inmigrante estuviera ya de regreso en su tierra.
Hasta ahora la idea no parece haber despertado mucho entusiasmo, ha sido objetada por asociaciones de inmigrantes con el argumento de que el dinero es muy poco para pagar pasajes para toda una familia y empezar de nuevo en otro lugar.