(Emitido a las 7.40)

EMILIANO COTELO:
Cuando comienza una nueva ronda de negociaciones en los Consejos de Salarios, este año se da una novedad significativa: por primera vez habrá un grupo especializado en el personal de servicio doméstico.

Un puñado de amas de casa reunidas en asamblea decidió participar en la ronda salarial –en representación de la patronal– en las negociaciones con las trabajadoras domésticas, según informa la crónica de esta mañana en el diario El País.

Un grupo de apenas 15 mujeres tomó una decisión histórica: que la intervención de la Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios del Uruguay (LACCUU) habilitara, por primera vez, la convocatoria del grupo 21, el de las trabajadoras domésticas, en estos Consejos de Salarios.

Un par de horas antes, la cúpula de la Liga, encabezada por su presidenta, Mabel Lorenzo, recibía a las socias convocadas para las 16 horas en la sede ubicada en la calle Carlos Quijano. Así, las 15 mujeres se reunieron en el local, decorado con recortes de notas periodísticas sobre las amas de casa y fotos de congresos y viajes protagonizados por miembros de la Liga en los últimos años. La presidenta interrumpió el cotilleo de las mujeres para iniciar la asamblea extraordinaria, y después de ese paso señaló que 11 de las asistentes habían votado a favor de la participación de la Liga de Amas de Casa en la ronda salarial, 2 se habían abstenido y 2 votaron en contra.

Para saber más sobre este tema, estamos con la presidenta de la LACCUU, Mabel Lorenzo.

¿De dónde surgió la posibilidad de que la institución que usted representa oficiara de "patronal" en las negociaciones con las empleadas domésticas en los Consejos de Salarios?

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MABEL LORENZO:
Quiero hacer algunas precisiones. Una, los números establecidos de personas asistentes no coinciden con la realidad, fuimos bastantes más que 15. Como corresponde a una asamblea general extraordinaria, sesionamos solo con los socios; la prensa estuvo en la primera parte, no después, cuando estaba el total de asistentes.

EC - Eso tiene bastante importancia, pero ¿de dónde surgió la posibilidad de que ustedes representaran a la "patronal" en las negociaciones del grupo de empleadas domésticas en los Consejos de Salarios?

ML - Le hago un poco de historia. El año pasado, sobre el mes de octubre, fuimos convocadas por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), por el subsecretario Jorge Bruni, quien nos planteó que teníamos el perfil indicado para ser la contraparte en este grupo 21 de trabajadoras del servicio doméstico. Nosotros hasta el momento no teníamos ningún tipo de conocimiento de este tema, pero él nos expresó que se había conformado el sindicato de trabajadoras del servicio doméstico y que había algunas postulaciones para contraparte, pero que ellos estimaban que no podían ser la otra parte de estos grupos.

Esa charla quedó ahí, y este año en marzo se volvieron a poner en contacto con nosotros. Charlamos con el director nacional de Trabajo, Julio Baráibar, y luego con el doctor Loustaunau, y en todos los casos expresamos que entendíamos que primero teníamos que verificar si en nuestros estatutos se legitimaba la posibilidad de que actuáramos como contraparte.

Lo verificamos y es posible. Por ende, ante la insistencia del ministerio para que formáramos parte, llamamos a asamblea general extraordinaria, que es lo que corresponde en estos casos.

EC - ¿Qué es la LACCUU?

ML - La LACCUU es una asociación civil sin fines de lucro que funciona desde hace 13 años. Nosotros somos una asociación de defensa del consumidor que tiene como sus objetivos fundamentales la dignificación del rol del ama de casa y la defensa de los consumidores.

EC – Pero ustedes no incluyen solo a jefas de familia que contratan a empleadas domésticas.

ML - No, esa fue una de las primeras cosas que establecimos frente a las personas con quienes hablamos en el ministerio. Les dijimos que nuestra asociación congregaba a personas del servicio doméstico, a personas que son empleadoras del servicio doméstico y a otras que no tienen nada que ver con el servicio doméstico, ni como empleadoras ni como empleadas. Esta asociación se conformó con otros objetivos.

Pero esto fue visto desde el MTSS como una asociación que conformaba los perfiles para ser contraparte. Nosotros creímos –lo pensamos mucho– que para nuestra asociación esto podía ser más que una posibilidad de avance un dolor de cabeza, porque todos dicen "uy, los Consejos de Salarios", pero al mismo pensamos que podíamos colaborar con una situación para que fuera más justa, porque hace mucho tiempo que el servicio doméstico está postergado, y al no tener contraparte en los Consejos de Salarios era una puerta cerrada a posibilidades.

EC - Supongo que se va a plantear todo un problema de representatividad. Se abren dos capítulos, por un lado, ¿cuántos socios tiene la LACCUU?
 
ML - Tiene aproximadamente 800 socios, de los cuales muy pocos son activos. La mayoría son socios adherentes que demuestran simpatía por la institución, y muchos son socios desde el vamos, desde hace 13 años.

EC - ¿Cuántos son los socios activos?

ML - En este momento son unos 150.

EC - Usted decía que la cifra que manejaba El País en cuanto a la asistencia a la asamblea en la que se tomó esta decisión no era correcta, que no habían sido 15 mujeres; ¿cuántas participaron en la asamblea?

ML - No tengo el número total, pero éramos aproximadamente 30. No viene al caso, pero...

EC - ...¿y 30 es un número suficiente para tomar una decisión de este tipo?

ML - En una asamblea general ordinaria o extraordinaria de cualquier institución se hacen dos llamados, si con el primer llamado no se llega al quórum, se espera el tiempo necesario y se vuelve a hablar.

EC - ¿Para usted es satisfactorio que esta decisión haya sido tomada por 30 personas?

ML - Para mí no es ni satisfactorio ni impropio. Nos pidieron que formáramos parte de esto y no queremos que se ponga en tela de juicio a la LACCUU, que es una institución sana, que ha trabajado con mucho ahínco todos estos años. No somos nosotros quienes tenemos que estar puestos a consideración. Nos preguntaron si podíamos formar parte de estas negociaciones y aceptamos, pero con condiciones.

EC - ¿Con qué condiciones?

ML - Si en algún momento se pusiera en tela de juicio la legitimidad de nuestra representación de inmediato desistiremos de estas negociaciones. Y al mismo tiempo, nos reservamos el derecho a no continuar en estas negociaciones si funcionando el grupo detectáramos algo que no estuviera de acuerdo con lo que ha sido la trayectoria de nuestra institución. La Liga está para sumar, si en algún momento nuestra acción no guarda esa sensación y a alguien desde fuera le pareciera que no es lógica nuestra representación, de inmediato nos retiraremos.

EC - Ese es el otro punto, que las posiciones que ustedes lleven a las negociaciones sean aceptadas por las empleadoras del servicio doméstico. Hay 90.000 trabajadoras domésticas en el país, de las cuales solo 450 están inscritas en el Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas del Uruguay.

ML - Claro, también en el caso del sindicato se podría preguntar si es representativo. En estas negociaciones en los Consejos de Salarios todavía no se puede establecer si las dos partes son totalmente representativas de cada uno de los grupos.

EC - Es cierto, también el sindicato podría ser cuestionado en su representatividad, pero por el lado de la "patronal", que ustedes van a representar, ¿de dónde van a surgir las posiciones que van a llevar? ¿Con quiénes las van a discutir?

ML - Si asumimos eso, será en el seno de nuestra institución, las personas que representemos a la Liga en esta tarea vamos a hablar de la representación. Además al ser un grupo que va a funcionar por primera vez, hay una carencia total de conocimiento de las dos partes. Hemos tenido la visita de integrantes del sindicato del servicio doméstico y ellas nos decían que se habían echado a andar en un camino en el que todavía tenían poca sapiencia. Entonces, entre las condiciones que pusimos para esta aceptación, le solicitamos al MTSS que nos brinde un soporte técnico-jurídico como para poder entablar estas negociaciones con propiedad.

EC - La dirigente del gremio de trabajadoras domésticas Cristina Otero dice que llevarán a la ronda de negociaciones una plataforma en la que aspiran a la mejora de las relaciones laborales, y en cuanto a lo salarial específicamente, dijo que apoyan el planteo del PIT-CNT de llevar el mínimo salarial a 8.500 pesos. ¿Cómo observan esta demanda en especial?

ML - Si yo hablara del tema estaría incurriendo en una situación incorrecta, todavía no me puedo pronunciar sobre nada porque estas cosas recién se han echado a andar. No es por no querer dar una opinión, tenemos que tener un respeto muy especial en este tema, ser muy cuidadosos y no hacer comentarios sin tener un respaldo atrás.

EC - Ustedes todavía no tienen ninguna posición.

ML - Somos muy respetuosos. La asamblea fue la soberana, hubo un largo debate, se establecieron varias posiciones y se concluyó que íbamos a formar parte de esta ronda, con las condiciones que le mencioné y algunas otras. Pero si esto comienza, vamos a establecer con mucho cuidado cuál va a ser nuestra práctica en esta situación.

EC - ¿Saben cuándo comienzan las negociaciones de este grupo?

ML - No, como es la primera vez seguramente lo van a tener que establecer, estaban esperando nuestra contestación. Hoy por la mañana la vamos a dar como corresponde y luego nos dirán cuáles son los plazos y las condiciones, y si aceptan lo que la asamblea conversó y decidió.