(Emitido a las 8.55)

EMILIANO COTELO:
El Ministerio del Interior (MI) y el Consejo de Educación Secundaria (CES) firmaron un acuerdo para mejorar la vigilancia en los liceos de Montevideo. El plan piloto Comunidad Educativa Segura, que ya se aplica en ocho liceos de la capital, va a ir llegando gradualmente a los otros centros educativos.

Se trata de un programa que permite un relacionamiento distinto entre los adolescentes y los efectivos policiales. No es un servicio 222 que se limita a vigilar la entrada, sino que se trata de interactuar con la comunidad educativa y con el barrio, según han destacado las autoridades.

Vamos a conversarlo con la presidenta del CES, profesora Alex Mazzei.

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EC - ¿Cuál es la novedad? Porque el programa ya existía.

ALEX MAZZEI:
El programa existía en forma piloto, honorario y en algunos liceos de Montevideo. Este convenio implica que lo institucionalizamos para todo Montevideo, con recursos que hasta ahora no tenía. Hoy contamos con un programa del MI específicamente para atender la problemática de los entornos de los liceos de todo Montevideo.

EC - Vayamos en primer lugar a los números. ¿Cuánto está gastando ahora el CES en vigilancia en los liceos?

AM - Muchísimo, más de un millón de dólares por año se gasta en estos equipos.

EC - Una precisión, un millón de dólares por año en los liceos ¿de dónde?

AM - De todo el país, en los 222, exclusivamente en los 222. Secundaria en este momento tiene cuatro dispositivos para atender la problemática de la violencia, de distintas dimensiones, desde rejas, caseros, alarmas, hasta 222.

EC - El 222 implica un millón de dólares por año; el equivalente a un liceo.

AM - Prácticamente la construcción de un liceo, sí.

EC - Es chocante ese número, es frustrante que haya que gastar esa plata en resolver los problemas de seguridad que se dan en los institutos, que llegan a ser graves, es un problema serio.

AM - Y además no están resueltos a satisfacción, como sabemos. Este programa, diseñado a medida de las necesidades de los centros educativos, va a ser muy eficiente y nos va a permitir abaratar muchísimo esos costos.

EC - ¿Cuánto está previsto gastar de ahora en adelante? Supongo que en principio hay que gastar más.

AM - No, en principio vamos a gastar menos, aunque parezca mentira. En muy corto plazo vamos a gastar menos, porque se va a hacer un redireccionamiento de recursos, no una inversión de recursos nuevos. Los 222 tienen, además del pago al funcionario, un servicio de vigilancia o de supervisión desde el propio ministerio, que en este momento va a verterse a este programa especial que es exclusivo para Secundaria.

EC - Ya no va a ser necesario supervisar a los funcionarios del 222. ¿Por qué?

AM - Los va a supervisar el Equipo de Programas Especiales, los va a capacitar, los va a supervisar, los va a orientar, además de cumplir con otras funciones. Por otra parte, vamos a poder derivar las alarmas de los centros educativos al MI, van a dejar de ser servicios de respuesta como tenemos ahora, que se pagan en cada liceo como en cualquier casa de familia.

EC - ¿En qué consiste la actividad de estos funcionarios policiales que hasta ahora se ha probado en el plan piloto?

AM - En principio es un equipo especializado que vincula fuertemente el liceo con la comisaría. Hoy esos vínculos no están suficientemente fluidos como para que la comisaría pueda dar respuesta de inmediato. El director, cuando advierte alguna problemática, acude a este equipo, que de inmediato le da una respuesta, ya sea directamente a través de su presencia o indirectamente a través de la derivación o la indicación a las comisarías cercanas de que se acerquen al liceo. Eso no cambiaría mucho porque sería una respuesta igual a la que tenemos.

La sustancia de este equipo es que tiene un relevamiento riguroso de la zona del liceo, de las inmediaciones, de los lugares por los que transitan los chicos para llegar al liceo, y en ese conocimiento puede advertir modificaciones del entorno, de la iluminación, de la vegetación, y también toma contacto, construye redes en los barrios que también nos van a permitir mejorar el conocimiento y la información del barrio.

Aunque es una expresión que cae mal cuando hablamos de temas policiales, va a haber un relevamiento de la información, de las costumbres, los hábitos de ese barrio, incluso de la gente que circula, de los horarios en que llegan los estudiantes. Eso va a permitir tomar medidas concretas frente a las situaciones concretas.

EC - ¿De qué tipo de situaciones violentas estamos hablando? ¿Por ejemplo robos a los alumnos o a los profesores, agresiones que sufren alumnos? ¿Qué más?

AM - Incluso abuso de algunos adultos con algunos chicos, cuestiones que tienen que ver con gimnasia en las plazas, porque tenemos varias denuncias de que personas abordan a los adolescentes con intenciones de distinto tipo, ya sea sexuales, de robo, de droga. El conocimiento y el control del entorno nos van a permitir prevenir muchas de estas situaciones.

EC - Pero si bien estos funcionarios van a proteger a los alumnos, sabemos que la relación policía-jóvenes no es sencilla, y puede ocurrir que pese a que están para asegurar la seguridad de los estudiantes termine habiendo roces. ¿Cómo manejan este problema?

AM - Este programa tiene un fuerte componente de capacitación de los policías a efectos de que estén preparados para trabajar de esta otra manera. Va a involucrar a los policías, pero también va a involucrar al quiosco del barrio, a otros actores del entorno, con el fin de que entre todos se haga una mayor mirada hacia la calle. Porque estas situaciones han generado que las personas se encierren en sus casas y las calles estén despobladas.

EC - En el plan piloto, tal cual ha venido funcionando hasta ahora, ¿qué ha ocurrido con la relación policías-estudiantes? ¿Se ha notado una mejora en ese vínculo?

AM - Se ha notado una mejora, ha sido muy buena e incluso cuando ocurre una situación de estas los propios profesores han demandado mayor participación de la policía en las inmediaciones de los liceos.

EC - Pero ¿se nota un diálogo civilizado, de colaboración entre los estudiantes y los policías? ¿Se ha roto la barrera de enfrentamiento que tradicionalmente rige ese vínculo?

AM - Estos temas culturales son difíciles de cambiar, los cambios son lentos. Pero así como le digo que en algunos casos las situaciones pueden ser violentas, en otros no, en otros han mejorado sustancialmente. Ha habido mucha confianza en el grupo poder convocar a un equipo ante la duda, la dificultad o ante la advertencia de que hay una zona compleja que no se puede manejar; da seguridad a las comunidades educativas, a los profesores, a los estudiantes y a los padres. Saber que tenemos un equipo en exclusivo para atender la problemática de las cercanías de la institución educativa da mucha seguridad. Estos temas tienen que ver con cuestiones físicas que ocurren y con la sensación de inseguridad que uno tiene ante algunas problemáticas.

EC - ¿Cuándo van a estar todos los liceos cubiertos con este programa?

AM - Es un plan progresivo, la semana que viene comenzamos con la primera etapa, que es la reunión entre los comisarios, los directores de los liceos y este equipo, el equipo va a presentarnos un cronograma de acciones. Como siempre, se trata de hacer un encuentro con los directores y los docentes y recoger información de la situación para luego trazar un cronograma. No es un programa con una sola estructura, sino que en cada centro educativo, en acuerdo con estos equipos, se diseñan estrategias diferentes. Por eso hablamos de comunidad educativa.

EC - ¿Fechas aproximadas?

AM - La semana próxima.

EC - Pero para que todos los liceos estén cubiertos...

AM - La semana próxima vamos a empezar a trabajar con esta línea y los liceos ya empiezan a estar cubiertos. En esas reuniones les vamos a dar los instructivos y los procedimientos, el protocolo de acción –los teléfonos, la forma de relacionamiento–, y van a empezar a funcionar en Montevideo.