(Emitido a las 8.56)

EMILIANO COTELO:

¿Qué tienen en común la boxeadora Chris Namus, los políticos Eleuterio Fernández Huidobro, Alberto Iglesias, Enrique Pintado y Eduardo Zaidensztat, los futbolistas Darío Silva y Obdulio Trasante, las mujeres políticas Beatriz Argimón y María julia Muñoz, el basquetbolista  Luis "Bicho" Silveira, y los hombres de televisión Aldo Silva y Luis Alberto Carvallo?

La respuesta es Peñarol.
Todos son hinchas de Peñarol.
Pero no es eso lo único que une a esa lista de personalidades tan variada. Todos ellos, además, estuvieron la semana pasada en el acto de lanzamiento de la fórmula Novick-Salgado para las elecciones que se llevarán a cabo en noviembre.

¿Por qué se ha creado semejante expectativa con esta fórmula, que además insinúa que va a realizar una campaña muy fuerte? ¿Qué razones son las que llevan a uno de los empresarios más exitosos del país a meterse en el mundo del fútbol uruguayo a nivel de las direcciones de los clubes? ¿Qué es lo que se juega en Peñarol en esta votación?

Vamos a tratar de encontrar respuestas a estas y otras preguntas en los próximos minutos en la entrevista con Edgardo Novick, candidato a la presidencia del Club Atlético Peñarol.

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Qué le parece si empezamos hablando de usted en primer término. Edgardo Novick tiene 51 años ¿verdad?

EDGARDO NOVICK
Así es.

EC – Está casado, tiene cuatro hijos, actualmente es propietario de las tiendas de ropa deportiva La Cancha y Nike Shop y también del restaurante La Mostaza ubicado en la Terminal Tres Cruces. Además fue uno de los fundadores de Don Pepperone, aunque hoy ya no está vinculado a esa cadena.

Es simpatizante del Partido Colorado, por ejemplo trabajó en varias campañas electorales asesorando al doctor Jorge Batlle en la comunicación política e incluso durante la Presidencia de Batlle permaneció como colaborador honorario. ¿Sigue con un pie en política?

EN – No, en realidad mi trabajo en política fue hasta que Batlle ganó las elecciones en el 99 y después seguí relacionado pero no quise asumir ningún cargo, no era mi intención. Me encantaba el marketing político, pero no era mi intención colaborar en ningún cargo.

EC – En algún momento se manejó su nombre para la dirección de Canal 5.

EN – Exactamente, pero eso estaba vinculado a que Canal 5 pudiera ser llevada como una empresa privada. En ese caso sí me hubiera gustado el desafío, pero cuando no se pudo lograr eso y quedó a nivel público, el desafío no era tan importante.

EC – Usted sigue siendo colorado, quincista, ¿cómo lo ubicamos políticamente?

EN –No. A mí me gusta votar nombres, votar presidentes y hoy creo que no está por ahí el candidato que pueda llegar a elegir la gente en la próxima elección.

EC – O sea que usted se coloca políticamente como un independiente ¿hay que verlo así?

EN – Sí, por supuesto.

EC – Y por qué un empresario al que le va bien con sus negocios decide lanzarse a disputar las elecciones de Peñarol, con lo complicado que es el fútbol uruguayo y con lo complicado que es Peñarol en particular.

EN – La vida nos presenta muchos desafíos, pero ya tengo una edad en la que los negocios los tenemos bien supervisados, bien encaminados; nuestros hijos ya están grandes, cada uno tiene su estudio y su vida encaminada... y si Peñarol tiene más de un millón y medio de hinchas –que últimamente no están contentos– y esos hinchas nos dan la oportunidad y podemos hacer una buena gestión, y a Peñarol lo colocamos de nuevo en los sitiales más importantes del mundo y hacemos felices a más de un millón y medio de uruguayos... no debe haber cosas tan gratas en la vida como hacer feliz a tanta cantidad de uruguayos.

[Risas]

EC – Es interesante la respuesta, pero yo iba a los problemas con los que usted se va a enfrentar. Por ejemplo, usted viene de la actividad empresarial y no da la impresión de que la mayoría de los clubes uruguayos funcionen con criterios empresarios, aunque hay excepciones. Pero el caso concreto de Peñarol, ¿cómo lo ve?, ¿Peñarol puede funcionar como una empresa?

EN – Peñarol puede funcionar como una empresa y debe funcionar como una empresa.

Hemos recorrido el mundo contactándonos con clubes que están en primera línea en Europa, en México, en América como Colo Colo y Boca, y esos clubes que son exitosos funcionan como una empresa. Algunos funcionan como sociedades anónimas, otros sólo funcionan en su nivel administrativo como empresas. Pero no hay otra forma de competir hoy en el mundo si queremos llegar a competir con ellos. Hay que manejar a los clubes como una empresa y en Peñarol por supuesto que se puede.

EC - ¿Cómo? Cuéntenos algún secreto.

EN – Por ejemplo, le voy a hacer la historia de Colo Colo. En 2004 era un club que estaba totalmente fundido, debía 50 millones de dólares, le habían rematado la sede y estaban a punto de rematarle el estadio. Nosotros estuvimos dos días con la gente de Colo Colo y nos enseñaron cómo hicieron un nuevo proyecto: ellos tenían una deuda grande con el Estado, que arreglaron para refinanciarla; arreglaron con los acreedores que si conseguían 21 millones de dólares quedaba paga la deuda de 50; necesitaban 9 millones de dólares para reformar el estadio y calcularon que con 3 millones de dólares de capital de giro hacían viable el proceso.

Salieron a la bolsa, un sistema en el cual uno ofrece dinero para comprar acciones y tuvieron ofertas por 500 millones de dólares.

EC - ¿Cuánto era lo que necesitaban?

EN – Necesitaban 33 y tuvieron oferta por 500. Esos 500 los redujeron y cada uno podía comprar acciones desde un dólar, o sea que al que ofreció 500 dólares le dieron sólo 33 dólares en acciones. Con 21 millones de dólares pagaron la deuda, depositaron nueve millones en el banco, con lo cual fueron reformando el estadio, y con esos 3 millones empezaron su actividad.

EC – Claro, pero tuvieron que ser eficientes. Después de haber reunido todo ese dinero y después de haber recibido esa demostración de confianza, se vieron obligados a ser eficientes.

EN – Armaron el club como una empresa, pusieron cinco gerentes: uno en el área administrativa, uno en comercial, uno en el área de marketing, otro en comunicación y en el área deportiva. Tuvieron seis meses complicados, hasta que armaron el club y después de eso Colo Colo salió tres veces campeón de Chile, salió vice campeón de la Copa Sudamericana y hoy el club tiene 21 millones de dólares en el banco.

A aquel que compró una acción en el 2004 por un dólar, hoy le vale cuatro dólares y medio. Eso lo hicieron para manejar el club a un nivel empresarial.

EC – ¿Pero se puede en Uruguay realizar una transformación de ese estilo con un club como Peñarol? ¿Es posible legalmente, estatutariamente?

EN – Legalmente se puede, hay una ley que establece la legalidad de las sociedades anónimas para clubes deportivos. Pero no es sólo de esa forma, también puede ser la de Boca, donde estuvimos hablando con Pedro Pompiglio. Ellos tienen otro sistema: agarraron un pool de inversores que apostaron a jugadores, y con eso juntaron dinero para solventar el club, un fondo de inversión. Con ese dinero fueron creando jugadores, apostaron a las juveniles, pero hicieron de ese club a nivel de marketing, de desarrollo, un club formado a nivel de empresarios.

Yo creo que Peñarol tiene que ser manejado con gerentes profesionales, con directivos profesionales. Nosotros decimos que queremos jugadores profesionales, técnicos profesionales, entonces también debe haber dirigentes profesionales.

EC – O sea, usted y su lista está pensando en recurrir a esos sistemas de financiamiento que acaba de mencionar, no sé si estrictamente a uno o al otro pero ¿va por ese camino en la conducción de Peñarol si resulta triunfador en las elecciones?

EN – Sí, vamos a recurrir a eso.

EC – Se lo pregunto por algo que la gente de Peñarol sabe (y creo que también buena parte del Uruguay) que es que mientras el contador José Pedro Damiani estuvo al frente del club decía que Peñarol tenía una línea de crédito que, si él no estaba, desaparecía. Y ¿cuál era esa línea de crédito? él mismo.

La ausencia de Damiani ha sido un problema desde ese punto de vista y entonces una de las preguntas obvias para ustedes y para cualquier candidato en una campaña electoral en Peñarol es ¿cómo va a resolver ese problema?

EN – Indudablemente desde que no está el contador Damiani se acabó la línea de crédito. Después se empezó a recurrir a prestamistas, ahora se recurrió a un banco. Pero yo creo que hay que tener un respaldo determinado hasta el momento en que Peñarol se autogestione, porque tiene que autofinanciarse...

EC – ...la semana pasada usted dijo: "En el año 2002 Peñarol tenía un pasivo de 800.000 dólares y ahora es de 10 millones. Desde que Peñarol no tiene presidente se acabó el pongo pongo y empezó el pido pido".

Pero entonces ¿cuál va a ser la línea de crédito?, ¿va a ser usted?

EN – Eso nos da la pauta de que no alcanza solo con poner dinero. Peñarol en cinco años pasó de deber 800.000 dólares a deber 10 millones y no solo perdió 2 millones de dólares por año, sino que en esta década ganó un solo Campeonato Uruguayo, de los últimos ochenta torneos juveniles ganó solo cinco, o sea que hay administrar mejor. Nosotros tenemos un grupo que está dispuestos a financiar en los primeros momentos...

EC – ...déjeme aclarar eso: ¿usted piensa efectivamente en la posibilidad de inyectar dinero propio en Peñarol? ¿por lo menos en una primera etapa?

EN – Hay una línea de crédito que puede funcionar igual que como funcionaba el contador, por supuesto.

EC – ¿Pero su chequera puede estar disponible para Peñarol en el comienzo?

EN – Hay un grupo que está dispuesto, sino no podríamos estar dispuestos a tomar la presidencia. Hay un grupo que está dispuesto, sobre todo en los primeros momentos, hasta que Peñarol se autofinancie como debe pasar. No se puede gastar más de lo que entre y a eso es a lo que tiene que apuntar Peñarol, a gestionar mejor y que en el corto plazo el dinero que entre sea mayor al que salga.

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EC – ¿Pueden llegar a poner a Peñarol en la Bolsa de Valores efectivamente?

EN – Lo primero que nosotros decimos es que esta directiva debería hacer una auditoría interna para que todos los socios, cuando vayan a votar, sepan en qué condiciones económicas y financieras está el club.

EC – ¿Usted está hablando de una auditoría ahora?

EN – Ahora. Es lógico, porque sería la mejor forma de que el socio, cuando vaya a votar, sepa en qué situación se encuentra el club. Debe haber mucha más claridad y mucha más transparencia en el manejo de los clubes.

EC - ¿Qué le preocupa de la situación actual de Peñarol? ¿Qué espera que aparezca en esa auditoría?

EN – Yo no espero nada, pero es una situación contable que hace 17 años o 18 que está manejada por una familia. Peñarol es de todos los socios y los socios tienen derecho a saber cómo está; lo mejor, lo más limpio y lo más transparente es que se haga una auditoría para decirle al socio "mire, esta es la situación de Peñarol, esto es lo que se debe, esto es lo que no se debe".

EC – ¿Usted sospecha algo en especial?

EN – No, no sospecho, pero la verdad es que no se da la transparencia que todos los socios quisieran.

EC – ¿Y si la auditoría no se hace con esta directiva?

EN – Si la auditoría no se hace, yo aconsejo a la próxima conducción que lo primero que haga al llegar sea una auditoría y le presente a los socios de qué forma tomó el club.

EC – ¿Ese es su compromiso?

EN – Por supuesto, al otro día.

EC – Y después de la auditoría, ¿qué?

EN – Después de la auditoría, una vez mostrado a los socios en qué situación se tomó el club, empezar a trabajar para que Peñarol se autofinancie y que hay muchas ideas para eso: puede ser a través de un fondo de inversión, puede ser a través de la bolsa, consultaremos con los socios, consultaremos con la gente especializada en eso.

EC – Desde la audiencia, Rolo dice: "Pero este hombre se olvida que los peñarolenses no tienen un mango".

EN – No sé a qué se refiere Rolo... que no tienen un mango, por supuesto, no solo no tienen un mango, sino que deben 10 millones al 2007 y en este diciembre van a deber 12 o 13 millones.

EC – Puede estar refiriéndose a los hinchas, a los socios de Peñarol. ¿A quiénes recurrir para captar esos fondos?

EN – Hay mucha gente que está dispuesta y yo creo que cuando se les dé un buen espectáculo, se les haga un buen equipo y se adorne el espectáculo como nosotros tenemos pensado, los socios y los hinchas de Peñarol van a empezar a ir al estadio. Y para eso no hay que tener mucho dinero, hay que tener el dinero disponible y volcarlo si uno quiere al club.

Siempre ponemos este ejemplo: fuimos a Alemania, vimos el gran espectáculo futbolístico, nadie puede negar lo que es un mundial. Pero ahí había música, había show, había diversión; tenemos que lograr que acá en Uruguay además de formar un buen equipo se dé un show, un espectáculo atractivo antes del partido, en el entretiempo. Tenemos que hacer volver a la familia y a los niños a las canchas, que toda la familia esté deseando que llegue ese domingo para ir a la cancha y divertirse. Y además brindarle máxima seguridad, otro tema importante.

Con todo eso vamos a lograr que la gente vuelva a las canchas, lo cual es un logro importante y eso de por sí va a financiar bastante al club.

EC – Ustedes han pensado también en desarrollar el marketing con los hinchas, los simpatizantes, eventualmente los socios de Peñarol que viven en el exterior. ¿De qué manera?

EN – Otra de las cosas que decimos, además de crear un buen espectáculo y que la gente vuelva a las canchas, es que tenemos que agrandar muchísimo el padrón social. Peñarol es, en proporción, una de las hinchadas más grandes del mundo (más de la mitad de los uruguayos son hinchas de Peñarol y eso no pasa en cualquier parte), pero debe ser de las que menos pagan: menos de dos cada 1.000 hinchas de Peñarol pagan. Seis mil son los socios, pero tres mil son los que pagan, el resto son vitalicios.

O sea que nosotros tenemos que hacer una gran campaña de socios. Pero al socio le tenemos que dar algo: información, posibilidades, una butaca en el estadio... porque queremos transformar al Centenario en el estadio de Peñarol, como hacen en Milán (cuando juega el Inter, es el estadio del Inter, y cuando el Milan es el estadio del Milan).

También queremos ir al interior, donde están abandonados totalmente los clubes de Peñarol; salir a hacer socios. Estuvimos ahora en Florida, en Maldonado, en Colonia y allí todos están deseando arrimarse al club, ponerles ómnibus para que vengan, hacerlos socios, integrarlos y de eso también queremos hablar.

Además, hay decenas de miles de peñarolenses en el exterior que quieren colaborar con el club, pero hay que contactarlos. Hoy la tecnología nos permite hacerlo, nos permite mandarle información, goles, espectáculos, camisetas, todo aquello que quieran. También una de nuestras ideas era, por ejemplo, hacer un convenio con una aerolínea y rifar dos pasajes (tal vez) por mes, para que ellos puedan venir a ver a su cuadro con un amigo, con su compañera, y disfrutar el espectáculo desde el palco, desde la Olímpica o saltando con sus amigos en la Ámsterdam. ¿Y qué hincha de Peñarol en el exterior no esperaría salir sorteado para venir a ver al equipo?

Hay que tener ideas, hay que brindar ideas, movilizarse, trabajar... es como cualquier empresa, no se puede manejar un club tres horas, yendo un día a una reunión y después ir el domingo. Hay que estar ahí, hay que dedicarle tiempo, tener ideas, contactarse con el mundo. En eso estamos preparados.

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EC – Los oyentes siguen con sus preguntas y sus dudas, por ejemplo, éste consulta: "¿El señor Novick no tenía Little Stone antes?

Sí, efectivamente ese fue uno de sus capítulos en materia comercial.

EN – Exacto. Cuando dejamos la feria, en la que trabajábamos con mi padre, enseguida comenzamos la parte de moda, que era lo que nos fascinaba. Ahí tomamos la marca Little Stone, llegamos a tener catorce locales en diferentes partes de Montevideo, vendíamos a todo el interior y viajábamos por el mundo buscando moda y creando. Little Stone era una marca de jeans y ropa unisex importante.

EC – Lilián del Cerrito quiere saber si es algo de Aldo Novick.

EN – Primo.

EC – Usted decía recién, entre las propuestas que está presentando esta lista en la campaña electoral de Peñarol, que pretende que la familia vuelva al fútbol. ¿Cómo piensa lograrlo?

Algunas pistas ya tiró en alguna respuesta, pero me interesaría profundizar en ese punto, en particular en lo que tiene que ver con la seguridad, que es un factor crítico.

EN – Exactamente. Cuando yo les contaba a mis hijos que nosotros íbamos solos al estadio –a veces íbamos con mi padre, pero muchas veces íbamos solos–, con amigos, a los 10 o 12 años, no pueden creer. Si les cuento que gritábamos un gol al lado de un hincha de un cuadro contrario, menos. Y hoy la situación de inseguridad no es solo en Uruguay, es en la región, es en el mundo. Pero ante esa situación, ¿qué hacemos en nuestras casas? nos preocupamos, ponemos rejas, alarma, un guardia. Y en el fútbol es lo mismo, hay que preocuparse.

Nosotros tenemos un grupo de gente que está haciendo un proyecto para la seguridad, que pronto lo vamos a presentar. Estamos hablando con el comandante Castiglioni, especializado en seguridad de espectáculos públicos, y armando un tema para poder dar máxima seguridad. Esa es la forma en que se puede lograr que la gente empiece a tener confianza para volver a la cancha.

EC – Pero hay un factor también crítico dentro del capítulo seguridad, que es la barra brava o algunos integrantes de la barra brava. ¿Cómo se plantea la relación de la barra brava de Peñarol?

EN – La barra brava es un capítulo interesante y hemos estudiado el tema. La gente de Boca nos dio un curso intensivo de cómo manejan ellos a la barra brava...

EC – ...Andrés de Trinidad, dice: "¿Cómo va a manejar a la barra brava? Ellos han sido los que nos han corrido a los verdaderos hinchas de Peñarol".

EN – Exacto, tiene razón Andrés, pero de los temas hay que ocuparse, hay que tener gente especializada en el tema, trabajar con la barra brava. Creo que hay un mito mucho más grande del que es; hay que conocerlos, encaminarlos, darles cosas, y cuando se les dan cosas, hay que hacer que tengan obligaciones que cumplir.

Pero además, se puede poner un montón de tecnología para saber quién es el que hace problema y quién no. Poner cámaras, videos, gente controlando, todas esas cosas se pueden hacer, pero como siempre hay que ocuparse de esos temas.

EC – Por ejemplo, la directiva que usted encabezaría si es electo presidente ¿les dará entradas a estas personas integrantes de la barra brava?

EN – Nosotros vamos a poner gente que tenga el contacto con las barras, no creemos que es a nivel de entradas que se soluciona el problema de seguridad.

EC – Porque usted, al pasar, dijo que si se les dan cosas también hay que exigirles. ¿Estaba aludiendo a darles entradas?

EN – Yo creo que se les puede facilitar cosas y no siempre son entradas. Por ejemplo, hay gente de la brava brava que tiene un diario de Peñarol, se les puede dar información, dejarlos que tengan un diario, que trabajen, y si eso les brinda beneficios, bienvenido sea. Eso es una obligación que tienen que tener. El tema no debe correr por dinero, ni por entradas, pero sí se les puede facilitar cosas y que ellos tengan la obligación de ordenar a la hinchada.

Pero también tiene que haber máxima seguridad dentro de la Ámsterdam y que todo el mundo pueda ir y saltar; ir a esa tribuna tan espectacular pero con una seguridad.

Y también podemos crear en la Olímpica una tribuna para la familia, porque el que no quiere saltar y gritar, sino que quiere ir con su mujer y con sus hijos, puede ir a la Olímpica y disfrutar de un día de sol también con gran tranquilidad, con comodidad, con buena llegada. Tenemos que hacer volver a la familia a la cancha y para eso es importantísimo que la seguridad sea 100%.

EC – Usted habla con frecuencia del estadio Centenario, ¿no está en sus planes que Peñarol tenga su propio estadio?

EN – Que Peñarol tenga su propio estadio está muy lejos. Primero hay que arreglar toda la parte económica, hoy no está en los planes. Y además, tenemos un estadio en el que Peñarol siempre juega de locatario –gran ventaja-, es un estadio para 80.000 personas, ubicado en la mejor parte de Montevideo, la más cómoda, donde hay llegada de ómnibus de todos lados, estacionamiento.

Creo que hay que transformar el estadio cuando juega Peñarol, vestirlo de amarillo y negro, dar las condiciones para que uno se sienta locatario. Peñarol tiene que jugar en un estadio de esa magnitud, no puede jugar en una cancha de 15.000 o 20.000 personas...

EC – Esa es su respuesta a planes que se lanzan...

EN – No, es una respuesta a lo que no tiene nuestro tradicional adversario, que se jacta con un estadio donde la hinchada de Peñarol no entra.

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EC – Desde la audiencia siguen llegando preguntas. Por ejemplo ésta que firma el carbonero: "¿Dónde estaba Novick? ¿Se hizo simpatizante de Peñarol ayer? ¿Por qué nunca se lo vio aportando ni ideas ni plata en el club?".

EN – Como mucha gente, estábamos en la hinchada desde siempre, tratando que el club gane. Y si el club ganara y anduviera bien, ni yo ni muchos hubiéramos intentado cambiar. Uno quiere cambiar cuando entiende que las cosas no van bien.

EC – ¿Usted no tiene experiencia como dirigente?

EN – En Peñarol nunca fui dirigente y en muchos grupos en que estoy no era dirigente.

EC – ¿Y desde cuándo es socio?

EN – Hace seis o siete años que somos socios.

EC – ¿Eso no es un handicap frente a otros en esta carrera?

EN – Puede ser. Sería handicap si hay gente que hace veinte años que es socio o cincuenta años e hizo cosas por Peñarol. Ahí, bienvenido sea, que se presente, que diga todo lo que hizo y lo que quiere hacer. Lo más democrático es decir "los que están hace veinte años en Peñarol, cuenten a los socios qué fue lo que hicieron mientras estuvieron y cuál es el proyecto para el futuro y que los socios decidan".

Acá nadie tiene que sentir que está usurpando nada, Peñarol es de los socios, es de la hinchada y lo más democrático es que los socios, a fin de año, digan quién quiere que conduzca a Peñarol.

EC – Para terminar, un capítulo clave en el futuro de Peñarol: la relación con Paco Casal. Este año se recompuso ese vínculo, varios jugadores estrella aparecieron en Peñarol y eso le permitió ganar el Campeonato Clausura después de cinco años sin obtener ningún torneo,  e incluso pelear por el Campeonato Uruguayo.

¿Qué va a ocurrir en la relación con los contratistas y en especial con Paco Casal si usted es presidente?

EN – Yo digo: bienvenidas sean las elecciones si es para arreglarse con los contratistas. Acá hay que separar las cosas: en Uruguay hay muy buenos contratistas de fútbol, hay contratistas que tienen contactos con los mejores dirigentes del fútbol europeo, con los técnicos de todo el mundo, con administradores de clubes de todo el mundo y eso es muy importante, es gente muy trabajadora, muy habilidosa.

Por supuesto, lo que nosotros tenemos que hacer es que ganen lo que tienen que ganar y lo que está establecido. Ellos son comerciantes, están en su negocio y ven clubes débiles o dirigentes que no saben negociar como deberían, o que no pueden negociar porque la situación no les permite (...). Lo más importante acá es crear un club fuerte y tener un buen relacionamiento con los empresarios –darles el lugar que les corresponde–, con los otros dirigentes, con los directivos de la AUF, con el gobierno, con todos. No hay que pelearse un día y arrodillarse al otro.

EC – ¿Eso es una alusión? Si usted fuera diputado le preguntaría si está aludiendo a alguien.

EN – Sí, por supuesto, uno no puede estar muy mal un día y después, porque le conviene para ganar elecciones, estar bien. Hay que estar bien siempre y negociar bien siempre; los empresarios tienen que negociar con Peñarol, los empresarios son los que tienen que venir al Palacio Peñarol a negociar y a proponer los mejores jugadores y los mejores negocios.

EC – ¿Usted tiene una buena relación con Paco Casal? ¿Lo conoce, lo trata?

EN – Nosotros tenemos buenas relaciones con todos los contratistas.

EC – Por ejemplo, ¿a Paco Casal le sirve que usted sea presidente de Peñarol?

EN – Eso habría que preguntárselo a él.

EC – Hablando de respaldos, en el acto de lanzamiento de su lista la semana pasada se vio en la sala el respaldo de figuras de distintos ámbitos, algunos de cuyos nombres yo mencioné en el arranque, gente de la política, del espectáculo, de otros deportes, del fútbol. ¿Qué es lo que implica esa movilización que se ha generado entorno a esta candidatura?

EN – Implica que Peñarol es mucho más grande que la política en Uruguay; implica que toda esa gente, políticos, empresarios, que tienen sus diferencias o su manera diferente de ver la vida económica y social en Uruguay, en materia de fútbol piensan igual y todos quieren a su Peñarol. Ahí no hay diferencias y nosotros nos hemos propuesto tratar de unir a la mayor cantidad de gente importante que nos pueda brindar ideas y apoyo, porque ésta es una gestión en la que necesitamos ir con el apoyo de mucha gente. Somos muchos los que queremos cambiar a Peñarol.

EC – La campaña, antes de empezar, tuvo este episodio extraño en la sede de la lista que ustedes armaron. Antes del acto de lanzamiento hubo una especie de atentado, raro además: una persona a cara descubierta ingresó a romper vidrios, dejó planteados unos mensajes y hay quienes han llegado a sostener que fue un auto-atentado fraguado para crear expectativa en torno al comienzo de la campaña. ¿Qué interpretación tienen ustedes de eso?

EN – Lo que puedo dar es la información de cómo fue, con lo que hicimos la denuncia. Fueron dos actos diferentes: uno de tarde, que fue un atentado muy profesional y otro de noche, con una rotura de vidrios. Pero creo que, más allá de ver qué pasó o quién fue –que no nos corresponde-, nosotros le decimos a esa gente que acá comenzó la guerra... ese es el mensaje que quisieron trasmitir.

EC – ¿Ustedes creen que va a haber una guerra en esta campaña electoral?

EN – Sí, va a haber una guerra de ideas.

EC – ¿Pero va a haber algo más que una guerra de ideas?

EN – No, no creemos que sea así. Creemos que todos los que quieran ser candidatos van a hacer su proyecto, van a dar ideas y van a hacer que el socio tenga claro quiénes son los que están mejor preparados para tener la nueva conducción del futuro de Peñarol.