Entrevistas

En el Casmu "hubo una serie de elementos de mala gestión"

En el Casmu "hubo una serie de elementos de mala gestión"

El doctor Enrique Soto, vicepresidente de la Junta Directiva del Casmu, manifestó a En Perspectiva que hubo un problema en la gestión de la institución debido a "una estructura muy pesada", lo que se sumó a problemas coyunturales, como la crisis de 2002. Indicó que con la implementación del Fonasa hubo un "desfasaje de ingreso de los jóvenes" y agregó que se "está empujando a que se hagan inversiones multimillonarias". Además, defendió la creación de un fideicomiso "en el cual los que aportaron no pierden y quien administra esto (el Fonasa) va a estar garantizando el cobro y la recuperación de ese dinero".

(Emitido a las 7.48 horas)

EMILIANO COTELO:
La directiva del Casmu anunció a sus funcionarios que no pagará hoy los sueldos de la primera franja -hasta 11.000 pesos- correspondientes al mes de setiembre. Los trabajadores reaccionan en esta jornada con un paro y asamblea, donde van a evaluar más medidas.

Ya mencionamos esta noticia en nuestro panorama nacional hace un rato, y es el título principal en la portada del diario El País. "El Casmu siempre pagó sus obligaciones, lo que tenemos ahora es un problema de caja por lo cual no podemos anunciar la fecha de pago, esa es la realidad", señaló el presidente de la Junta Directiva, Gerardo Eguren.

El directivo no se aventuró a estimar una fecha concreta para el pago y se limitó a decir que habrá un retraso. Lo que indicó es que ahora se aguarda cobrar la plata que mensualmente vuelca la seguridad social a las instituciones a través del Fonasa (Fondo Nacional de Salud) para recién entonces comenzar a pagar, "y tampoco está clara la fecha de cobro del Fonasa", acotó el Doctor Eguren.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Funcionarios del Casmu, Luis Laxalt, confirmó que quienes no recibirán hoy sus haberes pertenecen a la denominada primera franja, es decir, aquellos funcionarios médicos y no médicos que cobran por debajo de los 11.000 pesos por mes. Laxalt anunció que hoy habrá un paro de actividades, desde las 11 de la mañana, en todas las dependencias del Casmu. Una hora después los trabajadores se reunirán en asamblea para analizar nuevas medidas de lucha, en el marco de este conflicto que ya está instalado.

¿Dónde será el encuentro? En el Casmu 2, ubicado en 8 de Octubre y Abreu.


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EC – Estamos en diálogo con el doctor Enrique Soto, cardiólogo, vicepresidente de la Junta Directiva del Casmu.

¿Usted puede explicar cuál es el problema que está planteado en este momento y que lleva a una decisión como la que recién mencionábamos?

ENRIQUE SOTO:
La situación que está planteada al día de hoy es la que se viene planteando desde hace meses en la institución. En algún momento preveíamos que podía llegarse a una situación como la actual: un retraso en lo que no queremos, a lo que siempre tratamos de dar prioridad en los pagos, que es el salario de todos los funcionarios.

Al día de hoy estamos en una situación complicada en lo económico y financiero por una serie de causas. Desde hace meses también venimos dialogando con el Ministerio de Trabajo, con el Ministerio de Salud Pública y con el Ministerio de Economía para encontrar una salida a la situación que pensamos que no es exclusiva del Casmu, es un problema del sector, pero que hoy en su parte más dramática, afecta al Casmu.

EC – Desde hace semanas cuando se comenzó a hablar de esa fórmula de salvataje que surgió desde el Sindicato Médico del Uruguay con la creación de un fideicomiso, dio la sensación de que el Casmu se estaba acercando a momentos "dramáticos". Algo de eso es lo que usted está contando ahora también.

ES – Claro, nosotros este tema ya lo habíamos planteado en noviembre, diciembre del 2007, cuando aprobamos un plan estratégico en la institución para adaptarla a una nueva época, conservando sus principios fundacionales de solidaridad y calidad asistencial. Pero los criterios, los códigos con los cuales se manejaba el Casmu, habían perimido y hoy había que adaptarlo a una nueva realidad.

EC – ¿Por qué? ¿Qué pasó a fines del año pasado?

ES – La deuda que tiene el Casmu, su pasivo acumulado ronda los 90 millones de dólares.

EC – Es una cifra impresionante.

ES – Es una cifra impactante. En el sector es de 400 millones, es una parte considerable de la deuda de todo el pasivo que tiene el sector. Nosotros también tenemos que pensar que no es sólo encontrar la solución para el Casmu sino una solución sectorial.

Fundamentalmente si pensamos que hay que consolidar los criterios de esta reforma -universalidad, equidad, etcétera-, también tenemos que pensar que para que eso sea cierto, debemos dar la solución a este problema, un problema que arrastran las instituciones de asistencia médica colectiva, no desde este año ni del año pasado sino de décadas para atrás.

EC – Justamente hay todo un debate a propósito de las causas de esta crisis del Casmu porque desde el Sindicato Médico, y desde el propio Casmu, se esgrime que la entrada en vigencia del Sistema Nacional Integrado de Salud le ha implicado mayores costos a la institución y allí está una de las razones de este desfinanciamiento. Pero hay otros sectores, en particular el sindicato de funcionarios, Afcasmu, por citar un ejemplo, y el propio ministerio de Salud Pública, que dicen que el problema del Casmu es estructural y viene desde hace años, que los 90 millones de dólares no se generaron ahora. ¿Cómo responde usted?

ES – Lo que usted dice es cierto, el tema es multifactorial y quizás todos los actores, Afcasmu y el Ministerio, tengan parte de razón en todo esto. Lo peor que hay es transformar en mito los problemas de gestión. Acá hay un problema que surge ya desde hace varios años, no nos olvidemos que el Casmu fue intervenido por la dictadura, la única empresa intervenida por la dictadura durante 10 años. Para una empresa de 70 años, estar 10 años fuera de control de su línea empresarial, es un golpe fuerte.

EC – ¿Le vamos a echar la culpa a la dictadura por esta situación?

ES – No, ahí se origina gran parte de este problema. En el 2002 enfrentamos la crisis financiera de este país sin reducir plantilla de trabajadores, sin reducir salarios, cuando el resto de las empresas del sector y de otros sectores, redujeron funcionarios, disminuyeron salarios e implementaron una serie de recursos que se utilizaron para disminuir masa salarial en un momento de crisis del país.

Después, por distintas razones, se fueron absorbiendo los funcionarios que fueron quedando por el camino de las instituciones que fueron cerrando, en el último período de gobierno cerraron 8 instituciones.

EC – También es cierto que las otras instituciones, y en especial el Casmu, se beneficiaron recibiendo socios ¿no?

ES – Quizás el Casmu fue la que menos se benefició recibiendo socios. Entonces hay una historia, y también hay una historia de mala gestión o de otros criterios de gestión.

EC – Ese punto es importante. Ustedes están reconociendo que ha habido problemas de gestión, que ha habido mala gestión en el Casmu.

ES – Yo no sé si es mala gestión, no hubo mala intención, pero hubo sí una estructura muy pesada, organizada en base a conceptos que en Uruguay las empresas privadas ya no aplican. Cada servicio del Casmu tiene una estructura casi universitaria: grado 5, grado 4, grado 3, muy rígida; tiene una forma de administrar su personal que está muy relacionada con la administración pública, también con garantías, los funcionarios del Casmu que cometen algún error tienen sumarios con todas las garantías. También hubo mala gestión en la parte técnica, detrás de esa concepción de brindar la mejor asistencia, también fallaron los controles en lo que tiene que ver con el gasto que en salud si no está controlado puede ser desmedido.

Entonces, reconocemos que en esta historia hay una serie de elementos de mala gestión y otros, que hicieron a la situación política y económica de nuestro país, que también inciden. Y en esto somos responsables todos: quienes estuvieron al frente del Casmu, los funcionarios, las autoridades que hoy integran Salud Pública que en su momento pasaron por cargos de dirección del Casmu...

EC – Usted está aludiendo allí a la propia ministra María Julia Muñoz.

ES – No solo. Hay una serie de elementos en los cuales entre todos tenemos que sincerarnos y decir "bueno, estamos frente a una empresa que es una de las cuatro o cinco empresas privadas más grandes del país, que tiene 7.000 puestos de trabajo directos -si contamos los indirectos pueden llegar a más de 10.000-, y que da asistencia médica a 250.000 uruguayos". Tenemos que ver, sentarnos y analizar serenamente cuáles fueron las causas y sobre todo cuáles son las salidas en un Uruguay distinto.

EC – Llama la atención que ustedes mencionen al Sistema Nacional Integrado de Salud como otra causa de los problemas del Casmu, porque las autoridades de salud pública tienen otra visión. Pepe, ustedes en el servicio informativo han dialogado con autoridades del Ministerio y han tratado este tema.

JOSÉ IRAZÁBAL:
Sí, en particular con Daniel Olesker, que dijo como director general del Ministerio de Salud Pública, que el endeudamiento del Casmu viene de "mucho tiempo atrás, no es provocado. Segundo, lo que se dice en algún medio que leí, que el Fonasa ha significado pérdidas de ingreso para el Casmu, es totalmente lo contrario. En julio del año pasado el sistema Disse pagaba una cuota única por persona; se pasó a un sistema de cuota Fonasa y las viejas cuotas Disse pasaron a tributarle mucho más a la mutualista: 8 millones de pesos por mes adicionales ingresaron al Casmu", decía Olesker.

ES – Todo depende cómo se mire y desde dónde se mire. Los números del Casmu no muestran eso. Yo le puedo decir que por ejemplo en enero del 2008, la paramétrica de ajuste de cuotas fijaba un incremento de 5.5%, sin embargo fue de 1.5% para los socios individuales y 2% para las cápitas del Fonasa. Eso implicó que en el mes de enero el Casmu perdiera 8 millones y medio de pesos por mes.

Acá hay varios elementos. Uno, que no se ajustó a la paramétrica por razones inflacionarias del país, y había que hacer un ajuste de ese tipo. Pero también se incrementaron más las cápitas Fonasa que los socios individuales, entonces aquellas instituciones como el Casmu y otras, en donde más o menos el 50% de su masa social son Fonasa y el 50% son socios individuales, se vieron perjudicadas frente a aquellos en los cuales casi todos sus socios son Fonasa. Eso fue a partir de enero.

Pero también hay un motivo en el desfasaje de ingreso de los jóvenes al Fonasa; ingresaron los jóvenes menores de 18 años y los trabajadores públicos y privados, pero no ingresaron los socios mayores de 65 años, que están por encima de 2,6 bases de prestación contributivas. Ese desequilibrio en instituciones como el Casmu, que por su política solidaria frente a la sociedad no rechazaron afiliados -fue la única-, que tiene una masa de población adulta muy importante -el 25% de su masa social está por encima de los 60 años- se vió perjudicada, porque esos socios siguieron pagando lo mismo, mil y pocos pesos de cuota individual, pero los socios jóvenes, los que financiaban a esos de alguna manera, pasaron a pagar cápitas menores. Ese tema no se tuvo en cuenta y originó un desfinanciamiento.

JI – Olesker también decía que "el sistema privado creció con el Fonasa de 1.500.000 a 1.840.000 afiliados, más de 25% en un par de años, sin embargo el Casmu no creció, y eso no se le puede achacar a las políticas que se han trazado en el gobierno".

ES – Eso obedece a una discusión que también hemos tenido en distintos ámbitos. Primero, el Casmu tiene 250.000 socios, es decir, se pretendía que tuviera 300.000 socios, [pero] capaz que nosotros lo que queremos hacer es dar una buena asistencia a la masa social que tenemos y no crecer más; esa puede ser una primera conclusión de esta discusión.

Lo segundo es ver a qué está empujando la implementación de esta forma del sistema. Está empujando a que se hagan inversiones multimillonarias en dólares en marketing, que no estamos en condiciones de hacer. Aunque estuviéramos, la opción empresarial tradicional del Casmu no es hacer grandes inversiones en marketing, es invertir en salud. Entonces, si lo que se pretende es que para captar masa social se hagan inversiones millonarias en marketing, vamos a decir que no.

EC – ¿No será que los que ahora tenían la opción de ingresar al sistema descartaron el Casmu porque ven problemas en esa institución?

ES – Desde nuestra óptica, hubiera sido más justo que el Ministerio de Salud Pública, que tiene todos los elementos técnicos y todos los recursos legales para hacerlo, hubiera presentado datos oficiales de la calidad asistencial y de infraestructura y disponibilidad en cuanto a recursos que tienen los distintos prestadores; si tuviera datos oficiales como se hace en otros países. Que cada prestador tenga la posibilidad de ser presentado ante la opinión pública a través de datos serios, recogidos por el Ministerio de Salud Pública, y categorizado en ese entorno. Eso no se ha hecho, se ha dejado librado al marketing y a la compra de socios, la intermediación lucrativa ha seguido funcionando, no se ha sancionado como se debe sancionar, entonces allí podemos encontrar algunas de las explicaciones de por qué se produjeron crecimientos explosivos en unas y no en otras. No sólo fue el Casmu la que creció poco, otras no crecieron y otras disminuyeron su padrón social.


***


EC – Ustedes han venido teniendo reuniones con autoridades del Ministerio de Salud Pública en estos últimos días. ¿Qué se ha avanzado en procura de una fórmula de salida?

ES –  La salida que nosotros vemos hay que darla en tres planos simultáneos. En primer lugar, un ajuste interno en lo que tiene que ver con control de gastos y una reestructura administrativa y técnica en la cual ya estamos trabajando.

EC – ¿Incluyendo rebajas de sueldos?

ES – Ese ajuste interno, de control de gastos, también implica una reducción de la masa salarial, que no necesariamente debe implicar rebaja de salario. Acá hay componente de masa salarial que se puede disminuir, como los retiros incentivados, personal que está por jubilarse, redistribución, etcétera.

EC – Pero se ha hablado por ejemplo de llevar los sueldos a los laudos.

ES – Es algo que está sobre la mesa, sobre eso tenemos que negociar. El Casmu está un 30% por encima del laudo FUS y eso es un elemento de negociación.

EC – ¿Qué otras medidas?

ES – Estamos pensando en una salida económico-financiera para el sector y en ese sentido habíamos propuesto la realización de un fideicomiso financiero, voluntario, en el cual encontrar un recurso, una herramienta que ya utilizó Uruguay en circunstancias similares, ante situaciones complicadas desde el punto de vista económico-financiero de otros sectores del país.

Y lo tercero es que se modifiquen algunos aspectos de la reforma que vienen afectando seriamente la estabilidad de algunas instituciones, como los ajustes de cápita y de cuota. Donde se tenga en cuenta, por ejemplo, los ajustes de cápita, que hay una historia de deuda del sector que no está contemplado en el ajuste de cápita. Si no contemplamos eso, el pasivo se va a seguir incrementando.

A esta altura pensamos que esos tres planos deben ejecutarse en forma simultánea. El primero de todos es responsabilidad nuestra, interna: buscar la manera de hacer los ajustes necesarios y adaptar la empresa a una nueva situación del país.

EC – ¿Qué déficit mensual tiene el Casmu hoy?

ES – 1.500.000 dólares más o menos.

EC – ¿Y en cuánto bajaría ese déficit según las medidas que ustedes están proponiendo?

ES – Nosotros aspiramos a transformar ese déficit en superávit. Hasta diciembre del año pasado teníamos un superávit operativo, que por distintas medidas y errores en los cálculos desde el Ministerio, se ha transformado en negativo.

EC - ¿Cómo marcha la negociación con el ministerio a propósito de estas tres líneas de trabajo que ustedes están manejando?

ES – La marcha, a lo largo de este año, ha tenido oscilaciones. La semana pasada nos hemos reunido en el Ministerio de Economía, junto con el Ministerio de Salud Pública y las autoridades y asesores del Casmu, y se ha vuelto a generar un ámbito de negociación y de trabajo para encontrar una salida.

Cada vez que comienzan estos ámbitos, tenemos esperanza de que seamos entendidos y de que se apliquen las correcciones donde hay que corregirlas, en lo que tiene que ver con la reforma del sistema. Y también que se entienda que a pesar de que hagamos todos los ajustes internos que debemos y tenemos que hacer, este es un problema que a esta altura necesita apoyos de tipo político de otros sectores para poder encontrar una solución.

EC – En el tema del fideicomiso ustedes lo que están proponiendo es una emisión de deuda para pagar la deuda que hoy tienen y de hecho refinanciarla a más largo plazo y en mejores condiciones. Una deuda que le ofrecerían a las AFAP, básicamente garantizada con los ingresos que las mutualistas tienen provenientes del Fonasa. Muchos de los oyentes se han quejado de eso, han dicho "vamos a no manosear la plata de la gente, de los trabajadores, orientada a sus futuras jubilaciones. ¿Por qué hay que recurrir a ese dinero? ¿No se está otra vez ingresando en viejas prácticas que en el Uruguay ya dieron malos resultados?". ¿Qué responde usted?

ES – Sí, la inquietud de los oyentes es cierta. Vamos a precisar algunos aspectos que pueden ayudar a comprender el tema. Primero, la adhesión al fideicomiso es voluntaria y al día de hoy hay 8 instituciones médicas que se han manifestado intersadas.

Segundo, la garantía de este fideicomiso es el Fonasa, no es la institución. Si la institución cerrara, eso es cobrable por el Fonasa, la garantía pasa a ser el Fonasa. Mientras la persona esté afiliada al sistema mutual, el cobro está garantizado.

Tercero, hay una suma importante de dinero que han ahorrado las AFAP, de los cuales por ley pueden utilizar hasta el 15% -han utilizado nada más que el 3%, 117 o 118 millones de dólares en compra de bonos-. Entonces allí hay una suma de dinero considerable que puede ser utilizada para invertir en producción del país, asegurándose que ese dinero se va a recuperar. En este caso, la idea que tenemos es que el dinero está, y que se puede invertir en producción sanitaria, en salud de los uruguayos. Al mismo tiempo, el cobro de ese dinero está garantizado y no es un dinero del Estado.

JI – Usted dice que el dinero está asegurado por las cuotas Fonasa, pero si una mutualista quiebra, esos socios van a ir a otra mutualista y ese dinero de esas cuotas, esa mutualista a la que vayan lo va a reclamar. O sea que ese dinero tendría que terminar poniéndolo el Estado ¿no?

ES – No, el proyecto que nosotros presentamos es que ese dinero, de cada cuota, la cuota parte, se traslade a la nueva institución donde va a ir el afiliado.

Es decir, hay una parte muy pequeña de la cuota -quizá menor de lo que hoy pagan por el Fondo Nacional de Recursos, en una hipótesis-, que estaría ahí en el traslado a otra institución.

El Uruguay ya ha utilizado este recurso de fideicomiso. Lo utilizó recientemente con el transporte, cada usuario del transporte está contribuyendo a pagar un fideicomiso del transporte que entró en crisis y resolvió un problema estructural del sector. Este recurso nosotros lo imaginamos como una solución estructural para el sistema en el cual los que aportaron no pierden y quien administra esto, que es el Fonasa, va a estar garantizando el cobro y la recuperación de ese dinero.