Entrevistas

Repercusiones tras la violencia en el partido entre Danubio y Nacional

Los lamentables incidentes ocurridos en el partido entre Danubio y Nacional este domingo fueron motivo de comentario obligado. Entrevistado por En Perspectiva, Ricardo Piñeyrúa, comentarista de 13 a 0, dijo que "la Policía demoró muchísimo tiempo en salir a resolver ese tema". Además, instó a rever el sistema actual de quita de puntos, ya que "no funciona", acotó. Por su parte, el presidente de Danubio, Arturo del Campo, manifestó que "claramente" hubo una "omisión" por parte de la Policía y se quejó de "la impasividad y negligencia" con la que los agentes policiales "miraron el devenir de los acontecimientos".

(emitido a las 7.49 hs.)

EMILIANO COTELO:
Las tapas de los diarios esta mañana están cargadas de fotos de los incidentes que se dieron al final del partido Danubio-Nacional, ayer en Jardines del Hipódromo, luego de que Danubio se impusiera por 1 a 0.

Varias de esas fotos quizás corren el foco de donde tendrían que haber puesto la atención, porque muestran el momento en que ya hay enfrentamientos entre hinchas de los dos equipos, cuando hubo un largo período durante el cual quienes eran los protagonistas eran los hinchas de Nacional, que habían resuelto entrar a la cancha rompiendo el tejido de la cabecera correspondiente.

Por eso quizás la foto que a mí me parece más justa para realizar el destaque -es una foto terrible- es ésta que publica El Observador esta mañana. ¿Qué edad tiene este botija? Parece que tuviera 13 o 14 años. Con la camiseta y el gorro de Nacional, él está en primer plano, se lo ve y se lo identifica perfectamente, y está portando en sus manos un fierro que evidentemente arrancó de la tribuna, un fierro en forma de "ele", con sus bordes notoriamente irregulares, o sea que te quiero ver si alguien te pega con una punta de este fierro. Ese fue uno de los actores de los incidentes de ayer.

"Sigue la violencia: batalla de hinchas con caños y a golpes", es el título del diario El País. "Era fútbol", quiere hacer notar el diario El Observador, "Otra vez el espectáculo deportivo quedó opacado por la bochornosa intromisión de una horda".

Últimas Noticias elige este otro enfoque: "Batalla campal tras el encuentro entre Nacional y Danubio: los de la Curva pedirán reunión a Tourné por la inacción policial en la refriega". La Diaria, también con foto de hinchas agarrados de los pelos, titula: "Lucha libre" y el diario La República, por su lado: "Los violentos por goleada: o se los expulsa de por vida o se acaba el fútbol".


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EC – Volvemos con el profesor Ricardo Piñeyrúa. Ustedes tuvieron, obviamente, un panorama muy claro de lo que pasaba, ¿o estaban distraídos? ¿Dónde tenían puesta la atención en el momento en que esto se desencadena?

RICARDO PIÑEYRÚA:
En realidad Jardines del Hipódromo es hoy por hoy el estadio –yo creo que en el Uruguay- que tiene las cabinas más cómodas para trabajar. Tiene una visión impecable y nosotros estábamos ubicados en la última cabina a la derecha -o mirándolas de frente a la izquierda- que está a mitad de camino entre la mitad de la cancha y el área. Lo que vimos fue exactamente todo lo que pasó, además estábamos bastante cerca del lugar donde los hinchas de Nacional hicieron ese agujero para mandarse adentro de la cancha.

EC – Te preguntaba si podían estar distraídos porque en realidad cuando esto empieza el equipo de Danubio estaba en la otra punta de la cancha festejando, entonces capaz que ustedes estaban mirando para ese lado.

RP – Casualmente nosotros estábamos bastante más lejos de la zona donde fue Danubio a festejar y estábamos más cerca de la zona donde entró ese grupo de hinchas de Nacional, que fueron unos cuantos. Creo que algunas de las cosas que ustedes han leído los describían perfectamente, daba la sensación de que era un grupo de adolescentes -incluso con algunas muchachas muy jóvenes, yo te diría niñas de 14 o 15 años- que entraron adentro de la cancha en un acto bastante provocativo de parte de muchos de ellos, haciendo gestos obscenos, algunos ya con palos que arrancaron del alambrado, de los soportes de la publicidad estática que estaba atrás del arco, e incluso los banderines del corner.

Estuvieron un rato largo sin que pasara absolutamente nada, tiraron alguna botella desde la tribuna, ellos tiraron alguna botella hacia la tribuna, hasta que robaron la bandera de Danubio...

EC – ...te iba a contar ese detalle. Yo estaba en la tribuna muy cerca de ustedes, un hijo mío –Felipe- es muy hincha de Danubio, y fui con él a ver el partido, y estaba ahí en lo que sería la platea América en el Centenario. Unos minutos antes de que terminara el partido, yo estaba muy concentrado mirando la cancha y siento que mi hijo me pega un empujón fenomenal y por supuesto después de reaccionar le pregunto "¿Qué pasó, qué hiciste?". "Te salvé de un botellazo", me dijo. Porque unos cuantos minutos antes de que terminara el partido, desde esa cabecera de la hinchada de Nacional hacia esta tribuna donde estaban la mayoría de hinchas de Danubio, ya estaban volando las botellas cargadas de no sé qué -espero que de agua- botellas de plástico de medio litro y de un litro, y eran cantidad, decenas de botellas, y eso fue antes de que terminara el partido.

RP – Eso fue unos minutos antes de que terminara el partido, cuando desde el punto de vista futbolístico ya se percibía que terminaba con victoria de Danubio y se dio una situación de juego donde durante 3 o 4 minutos estuvieron al lado del corner en ese rincón, y ahí empiezan a tirar... debo comunicarte lamentablemente que el agua se la tomaron, lo que había adentro fue lo que quedó después...

Me parece que como descripción de la situación es eso, un grupo de hinchas de Nacional que entran, que rompen algunas cosas, que provocan y que después reciben una reacción. Una reacción que creo que primero es de funcionarios de Danubio que intentan proteger lo suyo, es decir, parte de la indumentaria, de los palos de los arcos, las redes, etcétera, y tratan de calmar la situación. Después yo creo que cuando roban la bandera sí hay una reacción del otro lado de la tribuna, de algunos hinchas de Danubio que corren para recuperar la bandera o para expulsarlos de la cancha, y bueno ahí se terminó, porque lo que en principio había sido un grupo de hinchas de Nacional se transforma en una horda de hinchas de Nacional que rompen más alambrado y ahí se da una secuencia de idas y venidas, hacia un lado y hacia el otro, de golpes, creo que lo vió todo el mundo por televisión.

La policía demoró muchísimo tiempo, como nunca, en salir a resolver ese tema, es decir, a tapar el hueco que se había abierto atrás del arco en los alambrados, para impedir que los hinchas de Nacional pudieran entrar, o por lo menos para alejarlos de los hinchas de Danubio.

Fue una guerra campal, creo que es la mejor definición porque fue en el medio del campo. Yo me imagino lo que serían los circos romanos, todo el estadio mirando a  300 personas adentro de la cancha, porque llegaron a haber entre 200 y 300 personas ahí adentro.

EC – Yo no sé qué cantidad de heridos hubo y qué gravedad tienen las heridas de esas personas, porque era estremecedor ver a algunos hinchas de Nacional revoleando esos fierros con puntas, con cruces algunos de ellos, extraídos de la tribuna y apuntándole al hincha de Danubio que tenían más cerca. No sé qué saldo dejaba un golpe de ese tipo ¿no?

RP – Yo no tengo información policial sobre ese tema pero sí me gustaría dejar claro una cosa porque me parece que esto va a tener consecuencias sin duda hacia delante en los aspectos futbolísticos. No sé cuál va a ser la opinión de los tribunales, pero hay toda una campaña que ya empezó ayer contra Jardines del Hipódromo que seguramente busca que Peñarol no juegue allí en lo que puede ser una definición del campeonato. Hay toda una campaña de que cuando juega Peñarol dicen que la culpa la tiene la hinchada de Peñarol y ahora dicen que la culpa la tiene la policía y ese tipo de cosas.

A mi me parece que debería quedar bien claro que acá existió primero que nada una provocación de un grupo de hinchas de Nacional, que son los primeros responsables de lo que pasó. Segundo, hay una respuesta de Danubio que no debería existir -porque aunque te ataquen no debería existir un contra ataque violento-, y tercero, la ausencia de policías dentro de la cancha que fue la que me parece que fue determinante, que en otros partidos no ha pasado. En Jardines en particular –y a mi me sorprendió- siempre hay un grupo de policías, incluso algunas veces han estado hasta con perros, atrás de los arcos y sobre todo del arco de la tribuna visitante, para impedir precisamente eso: que puedan romper el alambrado y que se puedan mandar para adentro de la cancha.

EC – Te cuento que a la salida del estadio lo otro que era un poco desconcertante era ver a la policía cargando a caballo contra los hinchas de Nacional que salían de esa cabecera que habían ocupado. No entiendo por qué cargaron a caballo en ese momento, capaz que hubo alguna agresión más, pero ahí eran sólo hinchas de Nacional, estaban las hinchadas separadas, había barreras, ¿Por qué la policía actuó, y de manera tan fuerte, después? Es algo que también creo que falta averiguar.

RP – Sí, también pasó dentro de la cancha, o dentro del estadio. Después que lograron sacar a la gente de la cancha fue muy agresiva la forma en que obligaron a vaciar la tribuna de Nacional, en algunos casos con golpes.

Lo que pasa es que ahí ya estaba totalmente desatada la situación y era medio incontrolable lo que había sucedido.

Mi aporte a esto es plantearse claramente que no debería ser culpable de una situación un estadio, cuando en realidad el estadio presentaba las necesarias condiciones de seguridad como cualquier otro. Nada es invulnerable cuando una horda como ésta se quiere meter adentro de una cancha, rompen un alambrado, rompen lo que sea, ha pasado en todos los estadios del fútbol uruguayo. Me acuerdo incluso aquella batalla que se dio entre hinchas de Nacional y Peñarol, en un clásico en el Campus, y también la guerra entre los chiquilines mascotas de Nacional y Peñarol que se agarraron a las piñas en el medio del estadio Centenario, que después trajo aparejado que durante un tiempo a las mascotas no las dejaron entrar.

EC – Vamos a incorporar ahora al presidente de Danubio, Arturo Del Campo, que está en línea telefónica.

JOSÉ IRAZÁBAL:
Sobre las medidas de seguridad, ¿qué era lo que se había dispuesto y por qué no se puso mayor atención por parte de la policía en justamente controlar el ingreso por la cabecera cuando se rompió el tejido?

ARTURO DEL CAMPO:
Hace muy pocas horas de esto y en el día de hoy vamos a interiorizarnos a ver qué fue lo que falló, qué fue lo que pasó. Yo hablé con la gente de seguridad de Danubio y según ellos estaban cubiertos todos estos temas y acá lo que hubo claramente fue una omisión. No había policías adentro de la cancha en el momento que termina el partido, que aparte tenían que proteger al juez y a los jugadores ¿no?

EC – De haber habido policías detrás de los arcos -que pudo haber habido- con una cantidad baja de policías alcanzaba para que no se rompiera el tejido y no entrara ese tipo de hinchada ¿no?

ADC – Por supuesto, pero aparte es un tema básico de seguridad en este tipo de espectáculos. Eso funciona como una fisura en una represa de agua, primero son gotitas que entran, ahí es cuando hay que taparla, o cuando se dan pequeños chorros, porque al poco tiempo se hace incontrolable y termina rompiendo la represa. Podían haber entrado 500 personas adentro de la cancha de cada lado, porque el tema se fue de cauce y perfectamente pudo haber habido una batalla en el medio de la cancha que tal vez hasta ahora la estemos tratando de separar. Por suerte, inmediatamente que entran muy poquitos policías –no sé si fueron 6 o 7- la hinchada de Nacional corrió despavorida para la tribuna; a la sola vista de la policía el tema se terminó enseguida.

EC – Sí, y casi de inmediato esos policías lanzaron gases lacrimógenos, unos pocos, pero utilizaron.

ADC – Yo no pude apreciar eso pero lo que sí aprecié es que durante un tiempo prolongado estuvieron observando, como meros espectadores de la batalla campal que se estaba sucediendo.

JI – ¿Cómo se hace la disposición de la seguridad en Jardines del Hipódromo cuando hay un partido de estas características? ¿Cómo se coordina con la policía por parte del club?

ADC – Tres días antes hay una reunión que se hace entre la comisión de seguridad e integrantes de la seguridad de cada uno de los clubes, donde se coordina que va a haber zona de excusión, por dónde va a entrar cada hinchada, la llegada y la evacuación del estadio, la cantidad de efectivos que la comisión cree que es la lógica -creo que en este caso fueron cerca de 200-. Incluso Danubio paga 50 policías en el sistema 222 además de lo que pone la policía ya de por sí por ser un espectáculo público.

En el primer momento, cuando empezó a ingresar uno o dos muchachitos de estos delincuentes, el tema era ir hacia el lugar. Incluso en ese momento no ví policías, pero a los pocos minutos sí hubo varios policías en la boca del túnel, y todos les decíamos que fueran al lugar a actuar y sinceramente me conmovió la impasividad y la negligencia con la que miraron el devenir de los acontecimientos.

EC – Usted tuvo algún contacto ayer mismo en el estadio con los responables del operativo policial, ¿le adelantaron qué va a decir el informe?

ADC – Yo no tuve un contacto técnico, alguien me dijo más o menos lo que decía el informe y es clarísimo, pero no lo ví oficialmente.

EC – Se lo pregunto porque el diario Últimas Noticias dice que el parte policial es lapidario para Nacional.

ADC – Sí, yo no ví el parte, pero creo que es claro, está filmado...

EC – Ahora, también hubo lamentablemente reacción de hinchas de Danubio, ¿no?

ADC – Sí, por supuesto, hubo reacción de hinchas de Danubio.

EC – ¿Y qué dice usted de esa parte del "espectáculo"?

ADC – Hubo una reacción tardía de los hinchas de Danubio, como una respuesta a una agresión salvaje, al robo. Si esto no fuese Danubio y hubiese sido con Peñarol o con otro tipo de hinchadas, las cuales quieren hacer respetar su feudo, esto era una masacre, porque acá lo que había era tierra de nadie. Personas que entran a romper y a robar, delincuencia en nuestra casa -que es el estadio de Danubio- y lo que se ve claramente es que la gente de seguridad de Danubio quiere apartar, está todo filmado, se los ve apaciguando los ánimos dos o tres veces, durante varios minutos. En determinado momento yo creo que incluso alguna gente de Danubio ingresa para tratar de defender a los jugadores, porque cuando empezó a ingresar la gente de Nacional todavía estaban los jugadores de Danubio en el campo de juego.

Yo no quiero justificar a ninguna de las partes, acá el tema es la violencia general que hay en el fútbol y veremos qué se puede hacer de acá en adelante, si es necesario que en determinados partidos cuando se juega en ciertas canchas sólo esté la hinchada del local presente...

EC – ...usted ayer llegó a manejar esa posibilidad, en el partido con Peñarol, por ejemplo, no vender entradas para la hinchada de Peñarol.

ADC – Esa sería la primera, la que se nos ocurre a todos, ahí ya no habría ningún tipo de problema, de que pueda haber violencia. Pero es la primera y capaz que no es la mejor, es simplemente la primera.

Hay una posibilidad grande de cosas para hacer. Yo lo que digo es que no tenemos que ver este hecho puntual; en el correr de la semana hubo una cantidad de hechos, uno en el interior, en partidos de básquetbol, que se nos están yendo de las manos. Si a mi me preguntan si es necesario parar para arreglar esto no lo sé, yo no soy erudito en la materia de seguridad ni mucho menos.

Lo que sí digo es que sería bueno tomar medidas hoy, o esta semana, para evitar que estos delincuentes que se mezclan en las hinchadas de fútbol terminen siendo los causantes de estos desmanes.

EC – ¿Profesor, algún comentario más para cerrar por ahora el tema?

RP – Me quedé pensando en esa propuesta, de a qué punto vamos a llegar de que terminemos con un fútbol en el cual solamente pueden ir a ver los partidos los locales, o por lo menos en algunas canchas, pero parecería ser que es una de las primeras cosas.

Y una última reflexión es que evidentemente la quita de puntos que se está practicando en el fútbol -que es como una forma de no tomar decisiones y tirarlo para adelante-, de que los puntos los pierdan en el campeonato de la próxima temporada de igual característica -o sea, el apertura del 2009-, no funciona. Me parece que el ejemplo del básquetbol, que tuvo un incidente el sábado y el lunes ya le habían quitado los puntos a Atenas y Unión Atlética, es algo que debería empezar a aplicarse como una posibilidad de intentar ayudar a resolver estos temas. Porque ahora, en definitiva, lo que puede pasar acá es que a Danubio le suspendan la cancha y que Nacional pierda puntos –que seguramente los va a perder porque ya tiene antecedentes- dentro de un año en un campeonato que en aquel momento vaya a saber qué es lo que pasa.