Entrevistas

Es "previsible" que Uruguay "comience a recibir inmigrantes"

Es "previsible" que Uruguay "comience a recibir inmigrantes"

La tasa de emigración bajó drásticamente en el segundo semestre de 2008. El demógrafo Juan José Calvo manifestó a En Perspectiva que esto se puede explicar por la "crisis económica global que afecta fuertemente a los países de recepción de emigrantes uruguayos", el "endurecimiento" en las "políticas de control a los inmigrantes" y el crecimiento económico de Uruguay. Agregó que las cifras pueden reflejar una disminución en "el volumen de personas que está saliendo del país" o "el retorno". Indicó que habrá desafíos, ya que es "previsible" que Uruguay empiece a recibir inmigrantes, incluso de lugares como Asia y África.

(emitido a las 7.50 hs.)


EMILIANO COTELO:
La tendencia emigratoria de los uruguayos, que en la última década se ubicó en el entorno de los 20.000 radicados en el exterior por año, se quebró abruptamente en este segundo semestre.

Según las cifras de la Dirección Nacional de Migraciones, los demógrafos incluso proyectan que el saldo migratorio negativo va a ser de unas 6.000 personas al cierre de diciembre, lo que implica una baja muy fuerte con respecto a estos años anteriores.

"La crisis económica mundial, el endurecimiento de las políticas migratorias en España y el resto de Europa y en menor medida el crecimiento económico acumulado por Uruguay en los últimos años, son las principales razones que a juicio de los demógrafos explican este fuerte cambio de tendencia", dice hoy el semanario Búsqueda cuando informa de este tema en su nota de contratapa.


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EC – Vale la pena profundizar en esta noticia ya que se refiere a un problema que los uruguayos arrastramos, que nos preocupa, que ha dado lugar a intensos debates académicos y políticos y que ahora por lo visto tiene un giro puntual, un giro que puede confirmarse con el tiempo. Vamos a conversar a partir de este momento con el demógrafo Juan José Calvo, que justamente es uno de los especialistas consultados en el artículo.

Dice la nota que al 30 de noviembre 10.882 uruguayos se fueron del país durante este año por el Aeropuerto Internacional de Carrasco (AIC) y no retornaron, de acuerdo con los informes mensuales de Migraciones a los que accedió el semanario Búsqueda. La cifra representa una disminución de 34% con respecto al mismo mes del año 2007, cuando habían emigrado 16.603 uruguayos. ¿Podemos recordar cómo es que a partir de estas cifras del AIC estrictamente se hacen estas consideraciones sobre la emigración?

JUAN JOSÉ CALVO:
Correcto, porque cabe en primer lugar hacer una pequeña aclaración de tipo técnico: el Uruguay carece de un mecanismo permanente de medición de la migración internacional, que es un fenómeno demográfico de muy difícil captación, no solamente en Uruguay sino en cualquier parte del mundo por sus características intrínsecas.

La doctora Adela Pellegrino desarrolló hace años un mecanismo alternativo, una variable proxy de medir la migración, a través del saldo entre entradas y salidas del AIC que concentra en gran medida las salidas y entradas de forma permanente al Uruguay. Por supuesto que no es la única, hay otras, y por supuesto que es un mecanismo imperfecto, pero empíricamente ha probado ser una variable proxy que se correlaciona en forma muy, muy fuerte con los saldos que luego efectivamente pueden ser medidos cuando se establecen conteos o censos de población.

Entonces, es importante aclarar que estas cifras que se están manejando no son estrictamente mediciones de la migración, sino que son mediciones de una variable que históricamente se ha correlacionado con las mediciones de la migración.

EC – Así que entonces si nos manejamos con los números al 30 de noviembre -los números de los primeros once meses del año- tenemos que hubo 10.882 uruguayos que se fueron del país y no regresaron, siempre considerando las cifras del AIC. Eso implica una caída importante, del 34% con respecto al mismo período del año anterior, pero incluso luego se agrega que el número de migrantes cuando se cierra el año podría llegar a ser significativamente menor porque el mes de diciembre es un mes muy particular ¿no?

JJC – Correcto, justamente porque el mismo mecanismo de medición alternativa –por decirlo de alguna forma de aproximación- ha mostrado históricamente una tendencia en el mes de diciembre donde la cantidad de ingresos supera abiertamente la cantidad de salidas. Esto es porque aquí tenemos movimientos turísticos, entradas de muchos uruguayos que vienen a pasar sus vacaciones en el país pero luego vuelven a sus países de residencia habitual. Entonces, este instrumento hay que manejarlo con mucha cautela, nunca hay que mirarlo con mediciones de tipo mensual sino tener por lo menos un año en el cual se compensen movimientos estacionales. En diciembre hay una fuerte estacionalidad que hace disminuir el saldo negativo y eso es lo que lleva a estimar que, tomando el año completo -es decir tomando enero-diciembre-, la cifra va a ser menor en términos negativos a la que estamos observando al mes de noviembre, el cambio es extremadamente significativo.

EC – Sí, porque entonces podría terminar habiendo un saldo de 6.000 emigrados en este año.

JJC – Podría ser.

EC – 6.000 y no 20.000 como venía dándose en los últimos años, lo que implicaría una caída muy fuerte, una caída del orden del 70%, aproximadamente.

JJC – Exactamente, es una caída extremadamente significativa, una caída muy importante. Más allá de que sean 6.000, o supongamos que incluso que haya una variación importante sobre esos 6.000, nunca va a dejar de ser una caída extremadamente fuerte con respecto a los guarismos que se venían registrando en los últimos años.

EC – ¿A ustedes los sorprendieron estos números?

JJC – Es muy difícil hablar de sorpresas en la migración, porque la migración siempre es sorprendente. Es un fenómeno demográfico extremadamente complejo para explicar sus causas, las causas que motivan la migración en un momento suelen independizarse de las causas de origen. Hemos hablado varias veces de este tipo de ejemplos, a veces, por ejemplo, la migración motivada por situaciones de crisis económica genera una masa de emigrantes que luego continúan motivando migración cuando las crisis económicas desaparecen. Claramente este ha sido el caso del Uruguay y particularmente de los pasados años donde ha habido un tremendo crecimiento económico y sin embargo la migración no parecía cesar.

Sin embargo, en este año creo que hemos asistido a cambios muy relevantes. En primer lugar, la omnipresente crisis económica global que afecta fuertemente a los países de recepción de emigrantes uruguayos; el fuerte endurecimiento en la práctica de políticas de control a los inmigrantes en algunos de los países a los cuales uruguayos estaban migrando en forma importante, el caso que es muy claro es de España. Creo que hay que agregar también que si uno hace una lectura a lo largo del año de lo que ha sido el tratamiento del tema en los medios de comunicación va a encontrar que hay un fuerte énfasis en las dificultades y situaciones -en algunos casos hasta violentas- que han pasado uruguayos en el exterior intentando migrar o migrando, e incluso en situaciones simplemente de viajes turísticos. Todo esto genera un cambio de expectativas, un cambio de posicionamiento de las personas sobre la facilidad o dificultad que implica el emigrar.

Y por supuesto en gran medida también esto se explica por un lado por el fuerte desempeño económico que ha tenido el país en los últimos años y aunque esto parezca un poco extraño la contrapartida, es decir, la no existencia de una fuerte crisis económica.

EC – Estas causas que usted está mencionando, ¿de dónde surgen? ¿Se ha relevado esto, se ha preguntado a los uruguayos que podrían tener intenciones de emigrar o los que han vuelto por los motivos? ¿O es esto simplemente una estimación que ustedes realizan?

JJC – En Uruguay, afortunadamente -estoy muy feliz de decirlo-, en los últimos años ha proliferado la investigación y la toma de importancia de los temas demográficos. Por lo tanto, ha habido bastante producción académica en este sentido en los pasados dos y tres años. Particularmente el grupo académico de más fuerte presencia que es el programa de población de la facultad de Ciencias Sociales ha generado permanentemente bajo la dirección de la doctora Pellegrino pero también con colaboración de otros demógrafos como Martín Koolhaas, Daniel Macadar, han formulado evidencia empírica, estudios de tipo cualitativo.

Ayer se hacía una referencia, justamente, en la tertulia que usted estaba dirigiendo, a un libro que está saliendo sobre temas migratorios en las próximas semanas, es decir, afortunadamente hay un cúmulo de estudios, de trabajos y de reflexiones.

EC – Pero yo le preguntaba por este giro concreto que se está dando y que se está percibiendo ahora en la tendencia migratoria, si ha sido examinado, analizado como para tener precisión con respecto a las cosas. Se lo pregunto porque en el resumen que aparece en Búsqueda se dice: "la crisis económica mundial, el endurecimiento de las políticas migratorias en España y el resto de Europa y en menor medida el crecimiento económico acumulado por Uruguay en los últimos años". Usted acaba de plantear los términos de una manera diferente, usted ha dicho "en medida importante, "también por el crecimiento económico de Uruguay", quiero decir ¿está evaluado cuánto pesa cada uno de esos factores, cuál es más importante, cuál es menos relevante?

JJC – No, yo no estoy en condiciones de establecer cuantitativamente cuál es el peso de cada uno. La valoración es subjetiva en este caso, yo rindo cuentas por lo que acabo de decir. Lo que aparece en la publicación probablemente sea el resultado de distintas consultas, en particular también me han consultado a mí. Desde mi punto de vista, sin establecer claramente cuál es el peso cuantitativo que tiene cada uno de estos factores, es claro que son estos los factores que están influyendo para explicar el cambio de ocurrencia del fenómeno. Personalmente yo sí creo que el fuerte crecimiento económico y además la no existencia de crisis -y yo sé que esto puede sonar un poco extraño- son dos factores que hay que considerar simultáneamente: el fuerte crecimiento pero también la no situación de crisis, porque el Uruguay ha desarrollado un comportamiento demográfico de muy veloz respuesta a situaciones de crisis, es lo que explica también en gran medida -a mi juicio- la disminución del flujo emigratorio.

EC – Estamos hablando entonces, de dos tipos de movimientos: estamos hablando de uruguayos que deciden no emigrar y estamos hablando también de uruguayos que regresan al país. ¿Ustedes esto lo tienen también evaluado?

JJC – No, francamente no, pero sería bien interesante poder establecer de alguna forma algún mecanismo de medición sobre si está existiendo en este momento algún tipo de migración de retorno.

EC – Se lo consulto porque ustedes se basan en mediciones de "saldos" ¿verdad?; saldos netos de entradas y salidas, entonces podrían estar ocurriendo las dos cosas ¿no?

JJC – Exactamente, es verdad. Esto podría estar ocurriendo tanto sea porque ha disminuido el volumen de personas que está saliendo del país o también podría ser por el retorno.

EC – Se lo pregunto porque ayer entrevistábamos a nuestra colaboradora en Madrid, Silvia Pisani, que hablaba a propósito de la crisis en España y uno de los capítulos en los que se detenía era el impacto de esto en los inmigrantes y como muchos de ellos, argentinos y latinoamericanos en general, están optando por retornar a sus países.

JJC – Correcto, sí, esto es probable que esté ocurriendo. De todas maneras, los retornos son movimientos que implican un cierto carácter más estructural, no operan a la misma velocidad ante el estímulo de la dificultad de la política migratoria, lo cual no quita que seguramente cuando uno comienza a sumar puede llegar a ser una cifra importante. No contamos en Uruguay, hasta el momento, con una fuente de datos que nos permita precisar este saldo -que está disminuyendo- si es un saldo a partir de retornos de uruguayos y uruguayas o disminución de emigrantes.

EC – Está claro entonces que este cambio en la tendencia emigratoria implica para el país a su vez un desafío, porque cuántas veces se ha dicho que la emigración es una válvula de escape para el problema del desempleo, en fin, ahí tenemos entonces un tema por delante.

JJC – Sí, francamente todo el tema migratorio, que es una parte importante -pero una parte- de todo el tema demográfico, implica desafíos bien importantes para el Uruguay. El Uruguay procesa cambios extremadamente fuertes estructurales en su demografía y el tema de la migración es uno y requiere políticas fuertes, importantes, decididas, que encaren la dimensión del fenómeno, estamos hablando de medio millón de personas. Por lo tanto hay desafíos, tendremos desafíos si hay retornos, también tendremos desafíos si la emigración comienza a disminuir, pero yo le diría que son del tipo de desafío que prefiero abiertamente a los desafíos que produce la emigración masiva de personas jóvenes y calificadas.

EC – Incluso el desafío es mayor, por lo que veo de sus declaraciones, porque usted prevé que Uruguay también va a ser destino de un empuje inmigratorio pero no de uruguayos que vivían en el exterior sino de personas provenientes de otros países. ¿Cómo es esto?

JJC – Yo quiero en primer lugar -por honestidad intelectual- aclarar que esa surge originalmente de Adela Pellegrino, con quien mantenemos permanentemente nuestras propias tertulias demográficas.

La migración internacional en el mundo entero se está intensificando, este es un cambio importante en el planeta. Esto no le pasa solamente al Uruguay, el Uruguay no está solito en lo que le ocurre a sus tendencias demográficas, simplemente refleja lo que pasa en el mundo en gran medida, y en el mundo la migración internacional se intensifica más y más y Uruguay no va a escapar de esto, tanto en la emigración, que ha sido el factor estructural que se ha instalado en el medio siglo pasado en el país, como en la inmigración.

Por lo tanto, es totalmente previsible que lentamente al inicio y luego con una cierta mayor intensidad, el Uruguay comience a recibir inmigrantes no solamente de los países que está habituado a recibir, sino fundamentalmente de los países que ahora tienen mayor peso demográfico en el planeta. Es bastante probable que en las próximas décadas comencemos a ver -en mayor y mayor medida- inmigrantes de países que no estamos habituados a ver, de países asiáticos y de países africanos, además de los países que por cercanía geográfica y por mayor afinidad cultural y facilidades de esos posibles migrantes vengan, que son los países de América Latina.