(emitido a las 7.44 hs.)

JOSÉ IRAZÁBAL:
Vamos a hablar en esta mañana del consumo de alcohol, en particular el consumo en los más jóvenes, los controles que está haciendo el INAU, los resultados que se acaban de dar a conocer. Se asegura que el año pasado se aplicaron 600 multas a locales en todo el país por vender bebidas alcohólicas a los menores y que el organismo tiene previsto aumentar los controles en los meses de verano en la zona de la costa.

Las sanciones que se aplican a los comerciantes que trasgredan la normativa oscilan en un mínimo de 50 Unidades Reajustables y un máximo de 200, pudiendo duplicarse en caso de reincidencia y llegando a tramitarse incluso la clausura si la gravedad de la falta lo justifica.

En base a la experiencia que se han hecho ya en años anteriores y datos que ha brindado el Ministerio de Turismo, el INAU intensificará la actividad inspectiva en Colonia, en Canelones, Montevideo, Maldonado y Rocha, durante este mes de enero y también en febrero.

Durante 2008 se aplicaron 600 multas en todo el país y se asegura por parte del INAU que lo que se busca es apelar a la responsabilidad de los padres y también de los comerciantes para lograr una autorregulación y evitar llegar a la aplicación de las sanciones.

En esta mañana vamos a dialogar con Alejandra Pacheco, directora de Espectáculos Públicos del INAU.


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JI – Concretamente se habla de un 2008 con 600 multas, ¿eso es mucho o poco comparado con años anteriores?

ALEJANDRA PACHECO:
Sí, estamos hablando de un número que supera las 600 infracciones a nivel nacional, lo que quiere decir que en número estamos superando años anteriores; estamos superando los números de 550 y pocas más. Si bien la intensidad de las inspecciones se focalizaron hacia la prevención y hacia un trabajo denodado por parte de los inspectores de tratar de que los jóvenes no estuvieran consumiendo bebidas alcohólicas en sus espacios de recreación, sí contamos con que hay muchas infracciones en relación a años anteriores.

JI – ¿Y eso es un dato alentador o no? Porque ¿qué es lo que está diciendo, que de repente se vende más alcohol a menores o que han sido más efectivas las inspecciones?

AP – Más allá del impacto que uno puede estar midiendo con las inspecciones, todos estamos enterados de lo que son los diferentes números que proveen las encuestas. Por las encuestas y la observación que todos los ciudadanos podemos presenciar los fines de semana, sobre todo, sabemos que los jóvenes están consumiendo más bebida alcohólica que antes.

Asimismo, sabemos por datos de diferentes centros hospitalarios que han sido atendidos reiteradamente jóvenes con situaciones de intoxicación alcohólica. Las encuestas del observatorio de la Junta Nacional de Drogas indican que la edad disminuye, el problema aumenta, que las modalidades constantemente están cambiando por lo que nosotros debemos adecuar nuestra tarea.

JI – Sé que no es su rubro directamente, pero dentro del INAU ¿se maneja alguna hipótesis de por qué se está dando ese fenómeno que ustedes perciben, de un aumento en el consumo de alcohol en los menores?

AP – Nosotros lo que estamos tratando de hacer para detener este fenómeno que cada vez está creciendo es incrementar los controles. Se ha podido ver que los lugares donde mejor se ha podido controlar este fenómeno de consumo de bebidas alcohólicas por parte de los jóvenes es en aquellos países donde se han incrementado los controles y las sanciones. Entonces, lo que estamos haciendo nosotros con otras instituciones, aunados en un trabajo cooperativo y comunitario, es tratar de focalizarnos en las inspecciones con los comerciantes, a los cuales les recomendamos que estén siempre con el control activo de la documentación de todas las personas que quieren hacer efectiva una compra de bebida alcohólica, y por supuesto recordando a nuestros jóvenes, a todos los jóvenes que vienen a hacer turismo y a los padres, que se informen sobre cuáles son las características de los locales adonde concurren a entretenerse y cuales son las normas del país en el que están disfrutando de su temporada estival.

JI – Ustedes hablan de que se van a intensificar los controles durante este mes de enero, también en febrero, en Colonia, en Canelones, en Montevideo, en Maldonado y Rocha, los departamentos con costas fuertes, con mucha presencia de turistas en estos días. ¿Con cuántos inspectores cuentan ustedes para esos controles?

AP – Nosotros mantenemos el número aproximadamente 30 inspectores a nivel nacional. Si bien la actividad inspectiva se desarrolla en todo el país -estamos hablando que hay inspectores también en Artigas, en Salto, Paysandú, Durazno, un responsable de inspección en el departamento de Lavalleja-, lo que sí intensificamos es Canelones, Colonia, Montevideo, Maldonado y Rocha. Y se sostiene la tarea que se viene realizando en coordinación con otras instituciones también en San José.

JI – ¿Son 30 para esos cinco departamentos?

AP – Son 30 a nivel nacional.

JI –  ¿Y para esos cinco departamentos en el verano cuántos son?

AP – Los mismos 30; lo que hacemos es diversificar los turnos, tratar de organizar diferentes estrategias de trabajo. Con esto podemos cubrir los dos aspectos, los dos elementos principales en los que vemos nosotros la mayor problemática de una salida masiva de alcohol. La primera tiene que ver con un horario entre las 22:00 y las 24:00 horas -como el año pasado-, donde estamos hablando de una venta en los diferentes comercios que no son del rubro discotecas y pubs puntualmente. Y lo que sí observamos es que cada vez se incrementa la llegada más tardía hacia los locales de baile, por lo tanto tenemos un horario donde deberíamos entrar a detener actividades para retomar a eso de las 3:30, 4:00 con las discotecas.

JI – ¿Hoy el INAU o algún otro organismo público tiene alguna disposición con respecto a los horarios de actividad de los boliches?

AP – Específicamente sobre los horarios tienen que ver las intendencias y las autoridades departamentales. Lo que nosotros sí hacemos es trabajar en coordinación con el Ministerio del Interior, con las intendencias, con Policía Caminera, para de alguna forma hablar no solamente del fenómeno de alcohol sino también del fenómeno de alcohol en la calle, no solamente en los locales.

JI – Usted hablaba de dos elementos a tomar en cuenta; uno es la venta en comercios entre las 22:00 y las 24:00 horas, ¿de qué tipo de comercio estamos hablando?

AP – Estamos hablando de todos aquellos comercios de venta directa al público que no tienen un consumo dentro del local; no estamos hablando ni de restoranes ni de bares sino de aquellos comercios de tipo almacén, de tipo supermercado, que suministran bebida alcohólica para la venta en la calle que es el mayor problema con que nos encontramos a nivel de inspección, por lo menos los organismos que estamos vinculados a esa tarea.

JI – El consumo de bebidas que son compradas en cualquier tipo de comercios, supermercados, pequeños comercios, y que después se toman en la calle.

AP – Claro.

JI – ¿Y ese problema dónde lo están detectando básicamente?

AP – Básicamente ese problema lo tenemos en todo el país. Tratamos que durante la temporada turística este tipo de fenómenos esté más controlado, no podemos bajo ningún concepto permitirnos disminuir las inspecciones en ese horario porque justamente es donde se ha presenciado la mayor salida de bebida alcohólica.

JI – ¿Y cómo se inspecciona? Cuéntenos cómo es un procedimiento de inspección, porque supongo que no debe ser fácil -o tal vez sí- estar en el momento exacto donde entra un menor a uno de esos comercios a comprar alcohol.

AP – Se hace una tarea previa de observación del panorama de la situación de lo que está realizando el comercio. Más allá de esa observación, lo que hacen los inspectores es presentarse con uno de los responsables del comercio e indicarle que durante nuestra presencia u observación allí se constató la venta de bebida alcohólica a una persona menor de 18 años; puede ser la venta o directamente la provisión, no es necesario que haya un intercambio de moneda. Se labra el acta de infracción con el comerciante y a la vez se le reiteran esas recomendaciones que estábamos hablando, no solamente al comerciante sino también a la persona joven que estaba realizando la adquisición.

JI – ¿Lo que se hace ahí qué es? ¿El inspector se queda afuera y va viendo las caras de los que van saliendo? ¿Cómo puede chequear la edad de esa persona a la que le acaban de vender el alcohol?

AP – Exacto, chequeamos en la puerta, chequeamos dentro del local. Muchísimas veces estamos dentro del local presentes como un simple consumidor más que está esperando que lo atiendan, solamente que nosotros estamos esperando que nos atienda el comerciante para conversar sobre el tema, más que nada de la prevención y cuáles son los instrumentos o las herramientas con que se vale. Muchísimos comerciantes tienen un control efectivo, inclusive en la puerta de los locales, para que aquellas personas que ingresan a comprar bebidas alcohólicas sean todas mayores de 18 años.

JI – ¿Tiene potestades un inspector del INAU para obligar a que una persona presente el documento de identidad para poder corroborar la edad del joven que compra el alcohol?

AP – Nosotros muchísimas veces no nos valemos solamente del documento de identidad sino que en la consulta directa con el joven ya el joven manifiesta la edad que tiene y ahí sí nos provee los datos si tenemos la necesidad de contar con estos datos: número de documentación y cuál es su nacionalidad. Y hasta ahora no nos hemos encontrado con grandes dificultades en el momento de solicitar datos a los jóvenes; a los jóvenes o a las personas que habiendo sido requerida su edad manifiestan ser mayores de 18 años y ahí sí deben comprobarlo; cuando dicen que son mayores de 18 años deben acreditar con una documentación que realmente esa sea su condición.

JI – ¿Pero están obligados? ¿Qué se hace en caso de que la persona no quiera presentar el documento de identidad?

AP – No, en general no se han presentado situaciones donde los jóvenes no quisieran presentar documentación. Igualmente estamos hablando de que el Ministerio del Interior tiene un buen dispositivo de seguridad, o sea que ahí contamos rápidamente con la posibilidad de solicitar un efectivo policial para que le sea requerido el documento.

JI – ¿Eso se aplica tanto en el caso de los almacenes, de esos pequeños supermercados o expendios de bebida, o también en la parte de boliches sobre las 3:30, 4:00 de la mañana?

AP – Sí, esa estrategia de trabajo se presenta en todos los establecimientos comerciales. En el momento en que el inspector concurre a determinado lugar y constata la infracción o directamente le va a labrar un acta de inspección como que en el local no hay observaciones a la norma, por lo menos durante el momento de la inspección, debe presentarse con el comerciante responsable.

JI – Hay muchos mensajes de los oyentes. Por ejemplo Jorge, desde La Teja, le pregunta: "¿Qué puede hacer un ciudadano cuando comprueba que en un comercio se vende alcohol a menores?".

AP – Nosotros contamos con varias líneas de teléfono para recibir todas las denuncias de los ciudadanos, y lo que hacemos puntualmente es solicitar solamente algunos datos de la persona que realiza la denuncia y dejamos abierta la posibilidad de que quien hizo esa notificación llame cuantas veces desee para ver en qué trámite está.

JI – ¿Pero usted tiene a mano ahí alguna de las líneas y el horario? Porque puede pasar que mucha gente después -y más ahora en pleno verano- llame y no lo atienda nadie y es una frustración muy grande ¿no?

AP – Sí, nosotros tenemos personal desde las 7:00 de la mañana hasta las 15:00 horas en el 908 60 89 para el caso de Montevideo y todo el país; en las jefaturas departamentales de INAU en el interior; y sino por el correo electrónico: espectaculospublicos@inau.gub.uy

JI – Reciben la denuncia ¿y qué es lo que se hace?

AP – Primero se consulta cuál es el horario donde se vio o se estaría realizando la infracción, la venta efectiva a personas menores de 18 años. Después de haber delimitado horarios, de tener bien los datos de las direcciones -que es importantísimo- varios equipos visitan ese mismo comercio en diferentes oportunidades, no solamente en el horario que fue denunciado –[aunque] se focaliza hacia el horario- y después se hacen inspecciones satelitales durante el resto del día hasta comprobar realmente que el comercio realiza una disminución -por lo menos- en el descontrol de la venta.

JI – Recordemos cómo es el procedimiento cuando se detecta una situación de estas y se corrobora: allí aparece una primera sanción que es de 50 Unidades Reajustables.

AP – Exactamente. En el momento de la constatación se labra un acta de infracción y posteriormente el comerciante es notificado de que tiene una sanción que como mínimo alcanza las 50 Unidades Reajustables pudiendo llegar hasta las 200. En aquellos casos en donde estas inspecciones que nosotros hemos realizado, o vamos realizando en diferentes días y horarios, pueden constatarse reiteraciones de violación a la norma se puede inclusive solicitar la clausura de esos locales.

JI – Algunos oyentes nos preguntaban qué pasa con los padres. Decía Pablo desde el Cerrito por ejemplo: "¿No tendrían que cuidar a sus hijos? Esos padres están dejando que el Estado haga su papel". ¿Qué pasa con el joven que compra ese alcohol, o que ustedes detectan que ha consumido alcohol excesivamente? Ayer por ejemplo escuchamos el caso de un guardavidas de la zona de Punta del Diablo que hablaba del problema que están teniendo en las playas muchas veces con...

AP - ...durante el horario de la mañana sobre todo cuando se hace...

JI - ...exactamente, con 4, 5, o 6 jóvenes por día totalmente pasados de alcohol. ¿Qué hacen ustedes en el caso puntual de esos jóvenes?

AP – En ese caso puntualmente lo que se hace es buscar una atención médica inmediata. Después de esa atención médica se trata de localizar a los padres para que asistan al lugar donde el joven está siendo atendido y se conversa brevemente. Si bien hay nuevas metas de tratar de diseñar otro tipo de atención para estas situaciones, sobre todo de intoxicaciones, nosotros conversamos en un período breve de dos a tres minutos no más -porque ese es el contacto que tenemos con los jóvenes- informándolos de que ellos en nuestro país no pueden consumir bebida alcohólica siendo personas menores de 18 años y que el comerciante está obligado a solicitarles el documento; tratar de proveerles la información. Y buscamos durante el resto del año la respuesta positiva para el mismo encuentro desde los diversos centros educativos y desde los padres.