Según el secretario general de OSE, Daoíz Uriarte, la conexión permitirá duplicar la capacidad de llevar agua del área metropolitana hacia la Costa de Oro. De todas formas, el problema del agua potable no está solucionado.

"Si el nivel de la represa sigue bajando, la situación de crisis continúa y por lo tanto vamos a seguir insistiendo en las restricciones de uso", dijo Uriarte.

La semana que viene se va a fiscalizar el consumo para controlar que no se la esté desperdiciando. Por ejemplo, si se ve a alguien regando, la persona tendrá que comprobar que lo hace con agua de pozo y no de OSE. También se controlarán los contadores.

"En los contadores, nos vamos a fijar si hay un consumo excesivo. Nosotros tenemos el histórico, el gasto. Ahora, hay que ver si ese consumo excesivo no es producto de otras cosas, por ejemplo, una pérdida o porque en la casa hay mucha más gente de lo habitual", agregó el secretario general de OSE.

En caso de que se reitere el incumplimiento, se suspenderá el servicio por algunas horas o se podrá llegar a un corte de 24 horas.