Entrevistas

Centinela Alerta: no pretendemos "sustituir a la autoridad policial"

Centinela Alerta: no pretendemos "sustituir a la autoridad policial"

El problema de la delincuencia ha traido como consecuencia –entre otras- la creación de grupos de vigilancia compuestos por vecinos. Arquímedes Cabrera, coordinador del grupo Centinela Alerta de Solymar, aclaró que esta agrupación no busca "sustituir la actividad de la policía", ni "tiene fines de lucro ni ningún tipo de objetivo político", sino que busca "actuar de forma más alerta, más proactiva, más solidaria" en el tema de la seguridad. Explicó que a los integrantes se les "recomiendan medidas de seguridad pasivas y medidas de seguridad activas" pero en ningún caso han "actuado en procedimientos policiales". "Hemos tratado de organizarnos de acuerdo a las propias directivas del Ministerio del Interior", afirmó.

(emitido a las 9.05 hs.)


JOSÉ IRAZÁBAL:
Un grupo de vecinos de Solymar sur decidió organizarse y trabajar conjuntamente para vigilar en esa zona.

Aseguran estar cansados de los delitos y que por eso decidieron instrumentar una serie de medidas de vigilancia y controles que tienen como objetivo mantener la seguridad en el lugar. Según publicó el diario Últimas Noticias en las últimas horas, desde el Ministerio del Interior (MI) no se ve con buenos ojos una organización de este tipo, se entiende que es la policía la que debe encargarse de la seguridad, y que en todo caso es a través de ella que se deben coordinar acciones con los vecinos.

Está previsto que el próximo fin de semana este grupo llamado Centinela Alerta convoque a un encuentro con vecinos de la zona y de otros puntos de Solymar sur para informar y coordinar acciones.

¿Qué es exactamente esta organización? ¿A quién responde? ¿Cómo se financia? ¿Cómo se organiza?

Vamos a intentar responder estas y otras preguntas en diálogo con el coronel retirado Arquímedes Cabrera, coordinador del grupo Centinela Alerta.

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JI - ¿Cómo nació la idea de Centinela Alerta?

ARQUÍMEDES CABRERA:
A principios de 2007 un grupo de vecinos que circunstancialmente nos reunimos a conversar, preocupados por la alarmante situación de seguridad de la zona decidimos empezar a trabajar sobre la base de antecedentes de otros países, de la experiencia que uno ha tenido profesionalmente en misiones en el exterior en las que nos ha tocado dirigir o comandar fuerzas policiales en países en los que hemos intervenido en misiones de paz, y fundamentalmente apelando al sentido humanitario, al sentido de compromiso y solidario de los vecinos. Hemos empezado a conversar y encontramos que hay una cantidad de puntos en común entre los habitantes de un ámbito vecinal, que pueden servir para lograr una actitud diferente, proactiva, cooperativa, y contribuir a mejorar las condiciones de seguridad del entorno.

JI - ¿Qué zona abarca exactamente?

AC - Centinela Alerta se creó en la zona de General Artigas, Márquez Castro; comprende unas cinco manzanas, está cerca del Parque Policial, entre el Parque Policial y el Club Solymar. Pero en función del conocimiento que han tomado los vecinos hemos establecido enlaces de coordinación con otros grupos vecinales que se han enterado del trabajo, del funcionamiento, e incluso tenemos versiones de que algunos funcionarios policiales han diseminado el resultado de nuestro trabajo. En este momento Centinela Alerta ocupa cinco manzanas, pero hay una serie de grupos, como Juncos, Vecinos Alerta, Apereá, Barlovento, Laureles, que se han ido nucleando alrededor y con los cuales estamos estableciendo vínculos de cooperación, de intercambio de información y de lecciones aprendidas a lo largo de estos casi dos años que llevamos funcionando para trabajar por este objetivo que es básico para cualquier ciudadano: sentirse en un entorno de tranquilidad, de intimidad y de seguridad para su familia.

JI - ¿Cómo se organizaron? ¿Cómo pasaron de aquellas conversaciones de 2007 a empezar a funcionar como un grupo organizado? ¿Qué se le plantea al vecino, qué tareas tiene que cumplir el vecino que ingresa al grupo?

AC - La primera acción fue diseñar un estatuto, un marco legal para que el grupo pudiera funcionar dentro del Estado de derecho. El estatuto está basado en directivas emanadas del MI en períodos anteriores, pero en el estatuto se deja bien claro que el grupo no tiene como finalidad sustituir a la autoridad policial, sino todo lo contrario, cooperar y tratar de establecer mejores lazos de cooperación, tanto con la autoridad policial como con cualquier otro organismo del Estado responsable de la seguridad. Porque cuando hablamos de seguridad no nos referimos solamente a la seguridad física contra la delincuencia, sino también al entorno en cuanto a la seguridad desde el punto de vista de la salud, de los incendios y cualquier otro fenómeno causado por el hombre.

El otro punto importante es que, aparte de no pretender sustituir a la autoridad, esta organización estableció desde el principio que no tiene fines de lucro ni ningún tipo de objetivo político. Se financia simplemente con la cuota colaboración del vecino.

JI - ¿De cuánto es esa cuota?

AC - Cuando se ingresa se pagan 150 pesos y se reciben un cartel, los estatutos y un protocolo de seguridad en el que se establecen algunas medidas prácticas en tres ámbitos fundamentales que hay que tener en cuenta cuando se habla de la seguridad. Uno es el tema de la información, se le explica al vecino cómo –lo decimos en términos un poco coloquiales– "chusmear" cosas útiles, porque nos dimos cuenta de que muchas veces los vecinos estamos inmersos en un territorio que desconocemos totalmente. Cuando empezamos a observar el entorno, nos dimos cuenta de que ese territorio que habitamos, en el que nos consideramos con derecho a contar con un marco de seguridad y privacidad, no tiene ninguna de las dos cosas, porque era permanentemente invadido por individuos, merodeadores y gente que después de determinadas horas de la noche, y actualmente incluso a cualquier hora del día, actuaba con total impunidad. Entonces el tema de la información es algo que se maneja con mucho cuidado, con mucha confidencialidad.

El otro punto son los protocolos de seguridad, en los que se recomiendan medidas de seguridad pasivas, medidas de seguridad activas y, en función de diferentes niveles de amenaza o de seguridad que se establecen de acuerdo a la información que se recibe, una serie de recomendaciones.

Y el tercero y fundamental es la comunicación, mantener informado al grupo, al núcleo vecinal, a las familias es importante. Se establecen determinados protocolos de alarma para comunicarse frente a alguna amenaza; se incluyen un par de celulares y medidas de alerta como el uso de silbatos particularmente durante las horas nocturnas.

JI - Usted hablaba de medidas activas y pasivas; ¿a qué se refiere?

AC - En general estos protocolos se entregan sólo a los afiliados, porque tienen información como números telefónicos y datos de vecinos que no es necesario que se difundan. Pero desde el punto de vista de la seguridad es lo que puede encontrar en cualquier página web especializada en seguridad. Cuando hablamos de aspectos de seguridad pasiva, hablamos de cómo prestarle atención a la seguridad física de nuestro domicilio...

JI - ...¿se refiere a rejas, puertas...?

AC - ...exactamente, a cómo se puede mejorar desde ese punto de vista, cómo se puede mejorar la iluminación, determinadas medidas prácticas –por ejemplo, hay casas que tienen la llave de entrada de la luz en el exterior, lo cual es una enorme vulnerabilidad–; cómo actuar en la vía pública, cómo evitar quedar vulnerable en lugares desolados, solitarios; cómo reaccionar frente a la presencia de algún individuo sospechoso.

Y las medidas activas en particular responden a cómo actuar en casos de alarma. Hay formas de hacer sonar los silbatos; junto con el cartel, el protocolo de seguridad y los estatutos se entrega un silbato que también es una medida de alerta que ha dado resultado en muchas partes del mundo en caso de amenaza. A nosotros nos ha dado muy buen resultado, incluso hemos hecho ejercicios de alarmas con silbatos.

JI - ¿Lo han utilizado en la práctica alguna vez?

AC - Sí, sí.

JI - ¿En qué caso se hace sonar el silbato? ¿Qué características tiene?

AC - Recomendamos silbatos profesionales, pero la característica es que se haga sonar de una manera determinada que sea reconocida por los demás vecinos. Por ejemplo cuando se está en peligro hacerlo sonar de determinada manera, cuando se está frente a una alarma inminente hacerlo de otra manera, para que no se lo confunda con otros sonidos ambientales como puede ser el que hacen los recolectores de residuos cuando vienen las fiestas. Nos ha dado muy buen resultado, pero es sólo una parte, hemos tomado una cantidad de medidas activas, como por ejemplo rondas de observación.

Si se miran los estatutos se verá cómo está organizado el grupo coordinador. La máxima autoridad es la asamblea de vecinos que se reúne mensualmente, pero hay un grupo coordinador encargado de articular o de poner en acción las decisiones que toma la asamblea. Ese grupo coordinador cuenta con un coordinador general con funciones generales, y después tiene coordinadores en diferentes áreas, como recursos humanos, que es el encargado de tomar las afiliaciones, tener las listas al día, los datos de los integrantes; un coordinador de información que hace una colección de todos los indicadores, los indicios y los reportes que pedimos a los vecinos de cuál es la situación en el área; un coordinador de seguridad específicamente orientado a dar las recomendaciones en los momentos oportunos, y un coordinador de finanzas. En ese entorno el grupo coordinador está permanentemente en contacto, a través de correos electrónicos, a través de los sistemas de comunicación, para alertar a los vecinos de posibles amenazas y hacer recomendaciones. A su vez, el coordinador de recursos humanos establece un sistema de rondas con vecinos voluntarios, que se manejan dentro de determinadas normas de seguridad básicas, que sirve para marcar presencia, lo cual tiene un efecto disuasivo.

JI - ¿Están identificados de alguna manera?

AC - No, no los identificamos, no creemos que sea conveniente. Se les da una charla previa a los efectos de no exponerlos a peligros innecesarios; se trata de que la presencia no sea desafiante, o que en los casos en que se encuentren frente a una situación que pueda comportar un cierto riesgo tengan la forma de actuar sin sustituir a la autoridad y sin que su presencia resulte una interferencia a la actuación de la policía.

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JI - Surgen muchas preguntas sobre el funcionamiento del grupo. Una es si no se puede caer en una tarea policial, en sustituir a la policía en la tarea de vigilancia por parte de los vecinos, y que eso lleve a discriminar a gente que no es del barrio pero que está por determinadas circunstancias en ese momento allí. ¿Cómo se maneja ese tipo de información sin caer en la discriminación?

AC - Ese es uno de los temas que tenemos mayor precaución en puntualizar. Las asambleas que se efectúan mensualmente se inician con una presentación del grupo y los objetivos, y esa es una de las principales recomendaciones. En los estatutos está muy claramente especificado que no es la función sustituir la actividad de la policía, y de hecho no lo es, nosotros cumplimos las funciones comunes y corrientes que debe cumplir cualquier vecino, con la única diferencia de que hemos tratado de crear conductas, estamos trabajando en crear hábitos y rutinas diferentes que permitan a cada uno de los integrantes de la familia ir mejorando las condiciones de seguridad, prestar atención a detalles que antes no observaban, hacer una disposición de su propio domicilio, de su hábitat, diferente, actuar de forma más alerta, más proactiva, más solidaria. Eso es lo esperable de cualquier ciudadano.

En ningún momento hemos actuado en procedimientos policiales, ni hacemos investigaciones, ni tomamos en consideración información que pueda involucrar un prejuzgamiento de actitudes de posibles vecinos. En el caso de las rondas, si se detectan merodeadores o gente extraña se trata de prestarles atención, más que nada que esa persona observe que es observada por otros vecinos, lo cual ha tenido un efecto altamente positivo, sin dejar de ser una medida pasiva, porque lo que el delincuente busca es que el vecino le deje el terreno libre para poder actuar. Eso es lo que hemos detectado a lo largo de todo este período y nos ha permitido evitar una cantidad de hechos desagradables.

JI - ¿Qué resultados han obtenido? ¿Qué pasaba antes y qué pasa desde que están actuando?

AC - Tenemos un mapita, una carta de situación de la zona, que va a ser presentada en la asamblea del 24, en la que están registrados todos los incidentes que han ocurrido a lo largo del período de Centinela Alerta. Y hemos tenido un resultado muy bueno, apuntando a excelente. Cuando empezamos a trabajar, en 2007, teníamos un promedio de un ataque por semana en el área de responsabilidad.

JI - ¿A qué llama "ataque"?

AC - Diferentes tipos de acciones delictivas, robos, rapiñas, actitudes de este tipo, el vulgar "rastrillo", eso es algo muy común en la zona; fundamentalmente por la influencia de la droga hay permanentemente gente merodeando. Y había una por semana, están registrados los lugares donde sucedieron, las personas y la intervención que hubo de la autoridad policial. En el verano anterior logramos que eso se redujera prácticamente a cero, fue irrelevante la presencia de la delincuencia en la zona, que no es lo que está sucediendo ahora.

No nos quedamos con los brazos cruzados, también hemos hecho propuestas a la autoridad, hemos escrito cartas a la ministra del Interior, presentamos un proyecto a la Intendencia de Canelones para lograr un sistema más integrado con las fuerzas vivas para la seguridad del área, y tenemos un sistema integrado de seguridad electrónica, que es un poco complejo de explicar, pero que le permite al vecino tener un sistema electrónico a un costo muy accesible y que combina la actuación de las empresas de seguridad, la policía y los vecinos. Hemos tenido un resultado muy positivo. No podemos decir lo mismo en este período, sobre fines del año pasado se empezó a percibir una actividad mucho más intensa en el área.

JI - ¿A qué se debe eso?

AC - Hay diferentes razones psicopolíticas que no vienen al caso o que no está a nuestro nivel manejar. Es un problema nacional, lo vemos todos los días. Es la realidad, son los hechos, es lo que los vecinos constatamos todos los días.

JI - ¿Ha empezado a haber más robos en la zona?

AC - Absolutamente, se han percibido no solamente hechos concretos, sino la amenaza de los hechos, que es lo que alertamos. Porque al tener indicios, al tener información, uno puede prever ciertas cosas. La actividad que hay en estos momentos en el área de merodeadores, de personas que hasta por la forma de comportarse uno puede percibir que están en una actitud sospechosa es altamente preocupante. Y ya se está materializando en hechos delictivos. Tenemos cuatro niveles de seguridad en el área, y estamos en el nivel tres, en el naranja, que es la presencia de grupos organizados. Y ya hemos tenido indicios de robos perpetrados por grupos organizados, ya no es un individuo que anda merodeando por la zona.

JI - ¿Es gente de la zona? ¿Qué datos tienen?

AC - No hacemos evaluaciones en ese sentido. Naturalmente que si algún vecino o cualquier ciudadano tienen información de que hay algún individuo que está perpetrando delitos tiene la obligación de denunciarlo, no a nosotros sino a la autoridad policial. En general hemos observado gente extraña; más allá de que en este período hay mucha gente que viene a veranear, que va a pasar enero, febrero a la zona, hay una gran presencia de gente totalmente extraña y que no podemos definir exactamente; tampoco está dentro de nuestras atribuciones marcar una zona, una procedencia.

JI - Ustedes hacen una tarea sobre todo de vigilancia, de estar alerta, de coordinar entre los vecinos, de avisarse, de intercambiar información; ¿qué pasa cuando hay que pasar a los hechos, cuando hay que dar un paso más e ir a la acción? ¿Qué respuesta tienen de la policía, qué coordinación han logrado con la policía de la zona?

AC - Tenemos un nivel de coordinación excelente –es bueno aclarar que esta no es una organización antagónica a la autoridad sino todo lo contrario–, de comprensión y de diálogo importantísimo con los efectivos que actúan en la zona. Lo que no quiere decir que nuestra tarea sea comprendida ni haya sido respondida a los más altos niveles. Repito que hemos escrito cartas a la ministra del Interior, proponiendo, por ejemplo, que un destacamento de 20 hombres como el que hay en Solymar -el destacamento de Lomas de Solymar- sea reforzado, se le den más medios, sea declarado subcomisaría, por una razón obvia: son cuatro hombres por turno para proteger una vasta zona de gran actividad. No hemos tenido hasta ahora ningún tipo de respuesta, no solo no ha habido medidas sino que no hay respuesta. Cualquier ciudadano que hace un planteo tiene derecho por lo menos a que se le dé una respuesta.

JI - Seguramente en muchos barrios en diferentes puntos del país se está pidiendo lo mismo. Los vecinos deben pedir mucha más seguridad en muchos puntos.

AC - Naturalmente, pero yo marcaría una diferencia: nosotros hemos tratado de organizarnos de acuerdo a las propias directivas del MI, hemos notificado al MI y hemos enviado notas con las firmas y el registro de los vecinos que integramos estos grupos. Lo menos que corresponde es una respuesta, no necesariamente cumplir las aspiraciones, porque no tenemos la autoridad ni el conocimiento de cómo se están manejando los recursos a nivel nacional, pero no hemos recibido una contestación ni siquiera para darnos una expectativa de que se ha tomado en cuenta la inquietud de los vecinos. Se han juntado miles de firmas y el sábado vamos a hacer una presentación de esta preocupación para sensibilizar al resto de los vecinos. Convocamos a todos los vecinos de Solymar a que nos acompañen porque entendemos que es una cuestión en la que hay que poner en juego todo el espíritu verdaderamente solidario para beneficio no solo individual sino de la familia.

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Transcripción: María Lila Ltaif