El efectivo de Policía Caminera, Richard Suárez de 30 años, estaba controlando el tráfico, el pasado sábado, en el peaje del Arroyo Solís, cuando un hombre se acercó y le advirtió sobre una persona que estaba intentando cruzar el arroyo nadando.

Suárez habló con El Espectador y explicó que con la autorización de su supervisor, se acercó al arroyo, donde vio a un niño que salía llorando del agua, pidiéndole auxilio para su padre. El efectivo se tiró inmediatamente al agua y nadó 100 metros para rescatar a Jorge Giménez, de 47 años.

"Estaba organizando el tránsito, cuando veo en el arroyo a un menor con la ropa toda mojada, que viene corriendo hacia mí y me dice llorando que por favor lo ayudara porque el papá se estaba ahogando. Y fui hasta allí", dijo Suárez.

Suárez dijo que mientras estaban en el agua, intentaba hablar con el hombre para tranquilizarlo y mantenerlo estable, con el fin de que ambos se salvaran.

"Me lancé al agua, llegué hasta donde estaba él y trate de hablarle, de que se tranquilizara y le dije que lo iba a sacar. Le expliqué qué es lo que iba a hacer, para que no lo tomara por sorpresa, le pedí que no me agarrara porque era una persona bastante robusta", agregó Suárez.

Suárez, casado y con dos hijos, dijo que está contento de haber salvado una vida y explicó que ya tuvo contacto con Giménez y que este, a pesar del impacto por lo sucedido, está muy bien anímicamente.