Entrevistas

Caetano: Uruguay puede ser un legítimo promotor del día mundial de condena a todo genocidio

Caetano: Uruguay puede ser un legítimo promotor del día mundial de condena a todo genocidio

El historiador e investigador Gerardo Caetano integra la comisión que solicitó al gobierno uruguayo que reconozca oficialmente el genocidio armenio y que promueva ante Naciones Unidas la declaración del 24 de abril como el "día mundial de condena a todo genocidio". "Es un tema que como seres humanos debemos sentir como nuestro; no puede ser una causa de partidos ni un tema ideológico", sostuvo En Perspectiva Caetano. Para alcanzar ese objetivo, el historiador dijo que Uruguay juega un rol importante "por el prestigio que ha tenido su acción internacional". Además, señaló que desde el actual gobierno "existe la mejor predisposición y voluntad" para afirmar la radicalización y profundización del derecho internacional".

(Emitido a las 9.07 horas)


EMILIANO COTELO:
El 24 de abril es la fecha en que cada año se recuerda el genocidio armenio: cuando un millón y medio de armenios fueron masacrados por la Turquía otomana durante la Primera Guerra Mundial.

Por estos días, hace 94 años, cientos de intelectuales, religiosos, profesionales y ciudadanos destacados de origen armenio resultaron despojados de sus hogares bajo arresto y deportados hacia el interior del imperio para luego ser asesinados en el primer genocidio contemporáneo.

En Uruguay, en el año 2004, la Ley 17.752 declaró al 24 de abril "Día de recordación de los mártires armenios". Más cerca en el tiempo, desde el año pasado, una comisión formada por personalidades de distintas áreas viene solicitando que el gobierno uruguayo reconozca oficialmente el genocidio y que promueva ante Naciones Unidas que el 24 de abril sea declarado como el día mundial de condena a todo genocidio.

Hasta ahora el Poder Ejecutivo no ha respondido a este planteo y por eso la comisión ha vuelto a presentarse ante el Ministerio de Relaciones Exteriores reiterando su gestión.

¿Por qué es que se insiste con este reclamo? ¿Qué importancia tiene esto del reconocimiento del genocidio? Vamos a conversarlo con el doctor Gerardo Caetano.

***

EC – El profesor Caetano es historiador, docente de la Universidad de la República, investigador en el Claeh.

¿Cómo se conformó esta comisión para el reconocimiento pleno del genocidio armenio?

GERARDO CAETANO:
Entre nosotros hay una comunidad armenia muy importante, con la que nos unen mucha historia, muchos vínculos de muy diversa naturaleza.

Una de las organizaciones de la colectividad armenia, concretamente Ascua, viene realizando desde hace muchos años una activa militancia en torno a esta causa, a la que han adherido en forma natural muchos ciudadanos uruguayos.

El año pasado esta asociación nos solicitó a un grupo de ciudadanos entre los que se encuentran el doctor Sergio Abreu, Tomás De Matos, Leonardo Guzmán, Javier Miranda, Alberto Pérez Pérez y yo, para conformar una comisión cuyo objetivo fuera precisamente el que tú has señalado: que el país consolide -porque no sería que iniciara- este proceso de reconocimiento del genocidio armenio; es un proceso que Uruguay viene tramitando e impulsando desde el año 65, es decir, hace más de 40 años, a nivel de declaraciones de autoridades nacionales y departamentales.

La ley de marzo de 2004, declarando el 24 de abril el "Día de recordación de los mártires armenios", es un hito en ese proceso, que esta comisión pretende que de alguna manera culmine con un reconocimiento pleno del genocidio armenio.

EC – ¿Por qué usted aceptó formar parte de esta comisión? Ninguno de los nombres que aparecen al frente tiene origen armenio.

GC – Precisamente por eso, porque no creo que esta sea una causa de los armenios. Creo que es una causa de la humanidad toda.

Me siento absolutamente obligado con esta causa porque, en primer lugar, el genocidio armenio, primer genocidio del Siglo XX, genocidio emblemático que entre otras cosas sirvió de paradigma para el Holocausto, para la Shoá -esto fue sincerado por criminales nazis que así lo señalaron-; tiene un rasgo que define a todo genocidio: hablar de genocidio es hablar del "negacionismo" sobre el genocidio. Los perpetradores de un genocidio se han caracterizado a lo largo de la historia por negarlo de manera insistente.

Y este es un caso emblemático porque aún hoy no son muchos los estados nacionales que han hecho un reconocimiento pleno del genocidio.

EC – Esa era una de mis preguntas justamente: ¿qué pasa a nivel internacional con este tipo de pronunciamientos?

GC – Lo que ocurre es que Turquía es un país muy importante. Turquía tiene un rol estratégico en un lugar muy particular, está en una encrucijada geopolítica decisiva: tiene fronteras con Georgia, con Armenia, que era, recordemos, una de las repúblicas de la ex Unión Soviética, tiene el control del ingreso al Mar Negro, tiene fronteras con Irán, con Irak, con Siria; tiene a su interior curdos, es decir, parte de su territorio es componente de ese territorio étnico nacional que es el Curdistán. Ha cumplido históricamente la condición de una población con predominio árabe, pero que tiene un talante pro occidental. Hay bases norteamericanas en Turquía. Tiene un poderío económico. Hay millones de turcos emigrantes en Europa.

Todo esto hace de Turquía un país y una zona absolutamente estratégica y esto es, por ejemplo, lo que ha evitado que muchos países que están involucrados en todo lo que se define en esa zona hayan rehuido un reconocimiento pleno de esta matanza.

EC – El tema tiene mucha actualidad, sobre todo a partir de la asunción de un nuevo presidente en Estados Unidos, Barack Obama. Obama durante su campaña electoral se pronunció muy claramente en pos de ese reconocimiento del genocidio y le reclamó a Turquía que lo emitiera. Sin embargo, ahora, a comienzos de este mes, cuando visitó por primera vez Europa y estuvo en Turquía, no reiteró el reclamo de reconocimiento.

Paralelamente, lo que sí hizo fue remarcar que su país entiende que la Unión Europea debe aprobar el ingreso de Turquía. ¿Y qué es lo que está de por medio según lo que todos han señalado en la prensa especializada? Que después del enfriamiento que tuvo la relación Estados Unidos-Turquía a raíz de la invasión de Irak, ahora Estados Unidos quiere relanzar su vínculo con Turquía, a quien considera un aliado estratégico para ese relacionamiento con el mundo musulmán, se entiende que puede jugar como puente entre occidente y el mundo islámico, pero sobre todo para enfrentar algunos asuntos delicados como la situación de Irak, la relación con Irán, Afganistán o el propio conflicto palestino israelí.

GC – Exactamente. A mí me parece muy razonable que el presidente Obama, que ha tenido un posicionamiento ejemplar y ha sido muy claro respecto a este asunto, en esta nueva situación que tiene como presidente nada menos que de Estados Unidos, juegue un rol en el marco de una estrategia diplomática, que, sin embargo, tiene como objetivo que además de que Turquía cumpla con ese rol estratégico en muchas causas muy contemporáneas, también cumpla un rol estratégico, porque esto también tiene una vigencia no solamente sobre nuestro presente, sino sobre nuestro futuro, en el reconocimiento definitivo de un hecho terrible, cuyo reconocimiento en términos de verdad y de justicia es estratégico para el futuro de la humanidad.

EC – ¿Qué significado y qué consecuencias tendría? ¿Por qué se le reclama a Turquía que admita el genocidio?

GC – Primero vayamos a lo que configura un genocidio. Un genocidio implica la criminalidad de un Estado genocida. Es el sustento de que un Estado se convierte en sujeto de infracción. Hay convenciones internacionales que han avanzado en términos de derecho internacional en la definición del concepto de genocidio...

EC – ...Claro, pero creo que uno de los detalles relevantes es que esa definición de genocidio es posterior a los hechos de 1915, ¿no?

GC – Por supuesto, la primera convención para la prevención y sanción del delito de genocidio es del 9 de diciembre del año 48; forma parte de todo ese conjunto de pronunciamientos que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, con un objetivo muy claro: que la barbarie no volviera a repetirse.

Naciones Unidas, históricamente, ha estado muy comprometida y está comprometida en esa causa de la humanidad, que es imprescriptible, no terminará jamás, y que es la causa de prevenir la reiteración de genocidios.

Con posterioridad a esa declaración hemos tenido genocidios y lamentablemente seguimos teniendo genocidios; lo que pasa en Sudán actualmente entra en la configuración de genocidio.

Entonces, que un Estado como Turquía, que de manera persistente ha negado un hecho tan atroz como es la eliminación de un millón y medio de personas, que incluso actualmente el Estado de Turquía tenga en su código penal un artículo por el que se castiga toda declaración sobre la necesidad de un turco que asuma la realización de este genocidio...

EC – ...En Turquía, para un ciudadano de ese país, es delito admitir, reconocer, el genocidio.

GC – Exactamente. E incluso el fundamento de este artículo punitivo del código penal turco es que eso no puede realizarse, y cito textualmente, "por la defensa de los intereses nacionales".

Y aquí está un principio crucial de la lucha por los Derechos Humanos, en cualquier tiempo y en cualquier lugar, venga de donde venga la violación de los mismos: no hay intereses nacionales que puedan validar la violación flagrante de los Derechos Humanos, no hay intereses que puedan justificar el negacionismo de una verdad manifiesta.

Es absolutamente estratégico que los estados criminales que han cometido delitos de genocidio procesen, tramiten, un reconocimiento público no solamente interior, sino internacional, porque ello tiene una fuerza emblemática extraordinaria en la prevención de que esa barbarie -que es un genocidio- vuelva a cometerse.

Es una causa que todos los luchadores por los Derechos Humanos del mundo deben sentir como propia. No es un tema de las relaciones bilaterales entre Armenia y Turquía, no es un tema que solamente competa a la diáspora armenia. Es un tema que como seres humanos debemos sentir como nuestro. Y es en ese espíritu que nosotros, junto con otro grupo de uruguayos que también siente como propia esta causa, hemos apoyado a la asociación armenia Ascua y a la colectividad armenia en el marco de un proceso que se está moviendo, porque hay un acercamiento entre Turquía y Armenia.  

EC – Sí, los cables del día de ayer dicen por ejemplo: "Armenia y Turquía dieron un paso importante para normalizar sus relaciones con la firma de una hoja de ruta, pero subsisten dos grandes obstáculos: la cuestión del genocidio armenio y la suerte del enclave azerbayano de Nagornia y Karabaj ocupado por Armenia"...

GC – Absolutamente. Es decir, sabedores de esto es que nos parece muy importante que en este proceso bienvenido de normalización de los dos estados, este tema que está más allá de la relación bilateral de los estados, que es un tema de humanidad, que es un tema que nos involucra a todos, que además también tiene que ver con otros procesos internacionales: tú lo señalabas, está en discusión la eventualidad del ingreso de Turquía a la Unión Europea. Este es un tema extraordinariamente sensible para Europa. En Alemania se considera que hay más de dos millones de emigrantes turcos y hay colonias de emigrantes turcos muy importantes en toda Europa. Sin embargo, y en esto Francia ha llevado adelante una posición muy principista más allá del signo de sus gobiernos coyunturales, Francia ha exigido que uno de los requerimientos más importantes es que Turquía haga un reconocimiento público internacional de la comisión de este delito de lesa humanidad, este genocidio, que fue el primer genocidio del Siglo XX, un siglo lamentablemente signado por la sucesión de hechos que podemos efectivamente calificar de genocidios, el más emblemático de los cuales fue la Shoá, nada menos que la eliminación de seis millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

***

EC – La comisión se presentó el año pasado ante el Poder Ejecutivo solicitando que el gobierno uruguayo reconozca oficialmente el genocidio, pero que además promueva ante Naciones Unidas que el 24 de abril sea declarado como el día mundial de condena a todo genocidio.

En ese contexto que usted describía, ¿de qué serviría una resolución de un gobierno, de un país pequeño como Uruguay?

GC – Aunque parezca mentira de mucho. Y nos consta -porque hemos hablado de esto con el canciller, con el doctor Gonzalo Fernández- que por parte del actual gobierno uruguayo, y en una causa que es nacional, existe la mejor predisposición y existe la voluntad manifiesta de que Uruguay, como en otras oportunidades lo ha hecho, juegue un rol en la perspectiva de afirmar los principios de la comunidad internacional, de afirmar la radicalización y profundización del derecho internacional; y de hacerlo de una forma efectiva.

Uruguay, por su pequeñez, pero también por su prestigio e historia, es un país que está unido indisolublemente con las causas internacionales. Uruguay es un país internacional. Uruguay, antes que nada, su soberanía, su razón de existir, su identidad, está vinculado intrínsecamente, ya desde el Siglo XIX, con la causa del derecho internacional, con la causa de la comunidad internacional. Es un país que, precisamente por el prestigio que ha tenido su acción internacional, puede ser un legítimo promotor -reconocido por otros países- para que causas que tienen esta visión de humanidad puedan prosperar en una clave de negociación, en una clave de diplomacia, pero en una clave en donde los puntos centrales sean afirmados.

EC – El año pasado, cuando esta comisión presentó su carta, ustedes tuvieron una reunión con el canciller Gonzalo Fernández y por lo que ustedes mismos han relatado el ambiente en esa audiencia era un ambiente auspicioso.

GC – Muy auspicioso.

EC – ¿Qué pasó? Porque tengo entendido que un año después no hubo respuesta ni resoluciones.

GC – Lo que sabemos, y es lógico que así ocurra, es que el gobierno y este canciller uno de los primeros actos a los que asistió fue precisamente el año pasado en conmemoración del genocidio armenio; es decir, el acto en el que obviamente su presencia significaba un reconocimiento tácito.

Obviamente Uruguay tiene que hacer esto de una manera eficaz...

EC – ...Pero ¿en Uruguay hay sectores que se oponen, hay sectores que hagan lobby en contra de un reconocimiento oficial del genocidio armenio?

GC – Hay sectores que pueden decir que a Uruguay no le conviene, en términos comerciales, una declaración en este sentido, ya que esto lo indispondría respecto a eventuales negociaciones comerciales con Turquía.

Al respecto podemos decir que Uruguay mantiene relaciones importantes con Turquía y precisamente en los próximos días, más concretamente el 30 de abril, en Montevideo se va a realizar una ronda de negocios con empresarios turcos.

Entonces, pueden existir aquellos que digan que una declaración en este sentido sería inconveniente porque afectaría la posibilidad de concreción de negocios con empresarios turcos.

EC – Qué casualidad que hay fijado una ronda de negocios para el 30 de este mes, ¿no? No es una fecha muy oportuna.

GC – Efectivamente.

EC – Porque quizá está allí el freno para que se emita un documento en ocasión de este aniversario...

GC – Efectivamente. Nosotros no estamos en una posición idealista en el mal sentido, no estamos en una posición en donde Uruguay debe actuar con ingenuidad, pero no estamos en la posición respecto a que asuntos que hacen a la identidad espiritual, a esto que, por ejemplo, Wilson Ferreira decía: "El Uruguay es una comunidad espiritual, el Uruguay se define en la adhesión a sus valores". Nosotros creemos que no hay nada que pueda justificar que Uruguay no esté afirmando una causa en la que estén en juego valores espirituales como los que involucran el reconocimiento del primer genocidio del Siglo XX.

Por eso, porque no creemos que se pueda intercambiar principios por comercio, porque no creemos que eso realmente sea una política pragmática, porque no creemos que el pragmatismo necesario de la política exterior tenga que hacerse abandonando principios absolutamente centrales. Porque creemos en la negociación diplomática y en el rol que Uruguay desde el prestigio de su historia diplomática puede jugar. Por eso creemos que este nuevo paso -que no sería el primer paso, Uruguay ya ha dado pasos muy importantes en esta dirección-, con un reconocimiento pleno, se de en un contexto en donde las relaciones bilaterales entre Armenia y Turquía se están moviendo para bien.

Y hay movimientos. El año pasado conmemoramos los 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de los derechos del hombre. Hay un movimiento a nivel de Naciones Unidas que está tratando de bregar por afirmar de una vez y en forma categórica, no será de una vez y para siempre porque esta es una lucha de esas luchas tan fundamentales que no acabarán nunca, para prevenir los genocidios.

Y creo que en este contexto toda acción que podamos llevar adelante en perspectiva internacional para afirmar el reconocimiento del genocidio armenio está del lado de la comunidad internacional, está del lado del derecho internacional, está del lado de la verdad y la verdad contra algunos pragmáticos siempre es estratégica sobre todo a nivel internacional.

Por eso creemos que nuestro planteo, que ha tenido una muy buena acogida en el gobierno, que tiene una resonancia favorable en todos los partidos, hemos querido que esta comisión sea absolutamente pluralista. En esta comisión hay ciudadanos de todos los partidos, de todas las áreas de actividad, hay sensibilidades convergentes. Esto no puede ser una causa de partidos, no es un tema ideológico, es un tema que hace referencia a ese campo de convicciones que nos acomuna a todos, que es el campo del humanismo, el campo del compromiso por los Derechos Humanos en clave internacional.

Por eso creemos que es oportuno este movimiento y estamos muy esperanzados en que Uruguay, fiel a su rica tradición, responda a este requerimiento y juegue un rol, más allá de su pequeñez y en función de su prestigio, muy importante en un escenario que es móvil y auspicioso.