Entrevistas

Coleccionistas de armas consideran que hallazgo de arsenal fue un hecho aislado

La noticia ocupó los primeros lugares en la prensa uruguaya e incluso fue mencionada en medios extranjeros. Un contador de 64 años, poseedor de un arsenal de guerra tan impactante como ilegal, se enfrentó a tiros con la Policía durante 16 horas hasta caer bajo las balas de los agentes en su casa de Shangrilá. El secretario de la Asociación Uruguaya de Coleccionistas de Armas y Municiones, Julio César Lestido, se mostró sorprendido por el tipo de armamento que el delincuente había conseguido –el cual no despierta interés para fines de colección– ya que no se adquiere legalmente en el mercado uruguayo. Además, dijo no poseer información sobre que Uruguay sea una escala importante para el tráfico de armas en la región. "Creo que es un hecho puntual, que pasó algo que hay que investigar, y en eso está trabajando la Justicia", indicó a En Perspectiva.


(emitido a las 7.42 hs.)

EMILIANO COTELO:
"Enigma en el sangriento caso del arsenal: hallan 350 armas", ese es el título de El País esta mañana.

El Observador también hace de este su tema principal en tapa y lo plantea de esta manera: "Indagan posible tráfico de armas detrás del episodio de Shangrilá". Últimas Noticias va por ese lado también pero con un elemento adicional: "Presumen que arsenal iba a favelas de Brasil".

El asunto aparece también en la portada de La República pero como un tema de menor destaque: "Fueron halladas más de 400 armas y 300 granadas, el contador fue muerto tras varias horas de tiroteo". En el matutino La Diaria el caso no figura en tapa.

"Dos estruendosas explosiones retumbaron muy fuerte en los oídos. Un espeso humo gris flotó encima de las copas de los árboles. Era el momento en el que ayer el Grupo GEO logró derribar la puerta de la casa de Shangrilá donde desde la tarde del sábado se había atrincherado Saúl Feldman, un economista de 64 años, aparentemente responsable de un arsenal de armas hallado el sábado en una casa deshabitada del barrio Aires Puros. Faltaban pocos minutos para las 9 de la mañana, el cielo seguía amenazante y plomizo pero no llovía. El ambiente estaba muy húmedo, pesado, y esa calma mentirosa hizo que los minutos que se vivieron después fueran más tensos. Durante 50 minutos, el apacible balneario de Ciudad de la Costa quedó metido en una película policial", dice esta mañana la crónica del diario El Observador.

"Se escuchaban incesantes disparos y gritos interrumpidos por cortos silencios cargados de nerviosismo. Apenas los policías de la Guardia Metropolitana entraron a la vivienda comenzó el griterío. El profesional atrincherado estaba dentro de una habitación blindada, por lo que debieron volarse primero la puerta de la casa y luego la puerta de su búnker. Feldman estaba armado con escopetas de caño recortado, pistolas 9 mm. y un revólver con los que hirió primero a un policía y segundos después a otro. Ambos recibieron balazos en las piernas.

El jefe del operativo llamó a una ambulancia que estaba allí por prevención. El patrullero que cortaba paso se movió a toda velocidad y la ambulancia partió con las sirenas encendidas. La radio policial de un vehículo que se encontraba allí, un vehículo de la Policía Montada de Canelones que había quedado estacionado con la ventanilla baja, permitía hacerse una idea de lo que sucedía. Una voz desde la radio decía: ‘Otro policía herido. Repito: hay otro policía herido, que vengan más ambulancias’. Otro efectivo preguntaba: ‘¿Cuántos policías heridos hay?’ y luego daba indicaciones para el traslado de los heridos al Hospital Policial. ‘Que patrulleros abran el paso en el puente de las Américas, que vengan dos unidades de Pando por si hay más heridos y dos ambulancias más en el puesto’, era otro de los llamados que se escuchaban.

Camarógrafos y fotógrafos corrían de un lado a otro de la calle tratando de buscar el mejor ángulo. Los curiosos se escondían detrás de los vehículos y los policías de apoyo se acercaban más al tiroteo por si los requerían.

Dentro de la casa continuaba el intercambio de balas. El ataque a los policías obligó a los efectivos a replegarse para volver a atacar. La radio policial informó que los policías heridos no tenían riesgo de vida pero la lluvia de balas continuaba.

‘Todos los cartuchos que andan en la vuelta clave 3’, es decir urgente, pedía el coordinador del operativo. Un policía vació alguna de las escopetas que tenían y corrió a llevar esas armas a sus compañeros.

Se siguieron escuchando disparos hasta que de pronto se hizo el silencio. Al instante, un policía del GEO salió e hizo una señal. Todos entendieron que el hombre había sido abatido. A pesar de la muerte de Feldman hubo un respiro de alivio. El hombre quedó tirado en el piso con dos disparos en la cabeza, todavía tenía puesta la máscara antigás que le permitió resistir a los gases lacrimógenos que le habían tirado el sábado".

¿Cómo se habían iniciado estos hechos? Los hechos tuvieron su disparador en la madrugada del sábado. En esas horas del sábado vecinos escucharon una explosión que partió de una vivienda emplazada en la calle Elba 4210 e Ibirocahy. Observaron que salían llamas de una de las ventanas y de inmediato se comunicaron con Bomberos. Una dotación de bomberos arribó a esa zona del barrio Aires Puros y rápidamente controló la situación extinguiendo el siniestro. Pero cuando se despejó el humo del interior de la finca los funcionarios se enfrentaron a un espectáculo que los dejó paralizados por las consecuencias que pudo haber tenido el incendio. Dos amplias habitaciones estaban repletas de armas cortas y largas de todo tipo, además de minas anti tanques y lanza cohetes. También encontraron miles de proyectiles y decenas de granadas de mano y de fusil. Pero lo que más llamó la atención fue hallar semi enterrados tres lingotes de oro.

Dice hoy Últimas Noticias que "se sabe que en las favelas de Río de Janeiro las armas se pagan con lingotes y eso fue lo que permitió asociar que el cargamento pudiera tener como destino su comercialización en el país norteño".

Los vecinos de esta casa de Aires Puros indicaron que la vivienda estaba alquilada y que era propiedad de una mujer no vidente. Agregaron que actualmente sólo se encontraban allí dos perros que eran alimentados cuando, día por medio, el inquilino visitaba la casa. Nadie supo decir ni el nombre ni el paradero de esa persona.

De inmediato en el lugar se hizo presente en primera instancia personal de la Comisaría 12, luego efectivos de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia y finalmente equipos especializados del Ejército Nacional que se dedican al manejo de armas. En la inspección de la casa se ubicó la boleta de una veterinaria de Shangrilá donde figuraba la compra de alimentos para perros. Era la única pista en todo el inmueble para llegar al presunto dueño del armamento. En el documento figuraba un número de celular al que un policía llamó. Del otro lado contestó un hombre que dijo ser el contador Feldman. El policía se identificó y le manifestó que debía presentarse en la Comisaría 12 para tratar un asunto de urgencia. Feldman manifestó que iba a concurrir y cortó la comunicación. Por lo visto la llamada lo había alertado. Se estima que en la mañana del sábado Feldman fue hasta Aires Puros y vio cuál era el movimiento policial que estaba desarrollándose por lo que retornó a Shangrilá para preparar su huída.

En esas horas, un efectivo de la Comisaría 12 junto a otros dos de Inteligencia se dirigían a la veterinaria que había emitido la boleta a los efectos de obtener la dirección del sospechoso. Fueron informados de que el hombre a esa altura ya identificado como el contador Saúl Feldman, de unos 70 años, se domiciliaba en un chalet ubicado en la calle Del Lucero, manzana 31, solar 10, y los efectivos resolvieron dirigirse hacia ese lugar. Cuando los tres policías arribaron a esa dirección observaron que un hombre salió de la vivienda dirigiéndose hacia su auto. Los funcionarios tenían que identificar la casa en cuestión para luego solicitar apoyo y así iniciar el procedimiento, por eso –agrega la crónica– no llevaban chalecos antibalas ya que no esperaban un tiroteo.

Sin embargo, al ver al hombre se acercaron y le preguntaron si él era el contador Feldman, a lo que aquel respondió afirmativamente y acto seguido les dijo: "¿Ustedes son de la Comisaría 12? Bueno, justo me dirigía para allí en este instante". Agregó que tenía que ingresar a buscar un saco. "Ya vuelvo", manifestó, pero transcurrieron unos 15 minutos y los tres agentes que se encontraban en el frente de la casa comenzaron a impacientarse. Uno de los funcionarios de Inteligencia, Mario Pascual Morena Greco, de 32 años, observó que una ventana se encontraba entreabierta y decidió mirar hacia el interior para ver qué estaba haciendo Feldman. Entonces se escuchó una potente detonación y el agente cayó alcanzado en el tórax por un proyectil de grueso calibre que salió por su espalda.

Mientras uno de los efectivos lo auxiliaba, el otro abrió fuego contra el interior de la casa. Se retiraron hacia un lugar seguro y mientras uno de ellos trasladaba en una camioneta al herido hacia una policlínica de la zona su compañero se quedó vigilando para que Feldman no escapara a la vez que solicitó apoyo. El otro agente, Morena, llegó al centro asistencial pero allí se constató que había dejado de existir.

Poco después arribaron autoridades policiales de Montevideo y Canelones, el grupo GEO de Montevideo y el juez contra el crimen organizado, Jorge Díaz, junto a la jueza de Ciudad de la Costa. Inmediatamente se produjo un intenso enfrentamiento que se prolongó incluso en horas de la madrugada.


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EC – Le damos los buenos días al señor Julio César Lestido, secretario de la Asociación Uruguaya de Coleccionistas de Armas y Municiones (AUCAM). ¿Qué razonamientos ha estado haciendo usted durante el fin de semana al ir enterándose de estas noticias?

JULIO CÉSAR LESTIDO:
Evidentemente nos causó el mismo asombro que creo le ha causado a toda la población. Estamos evidentemente frente a un hecho de características muy especiales. Realmente nos llama la atención todo lo que ocurrió el fin de semana, la actitud que tomó este hombre y por supuesto lamentamos profundamente el fallecimiento de este señor funcionario policial, evidentemente algo lamentable.

EC – A propósito de las armas que se encontraron, ¿qué dice usted, que conoce mucho del tema?

JCL – En primer lugar no tenemos un detalle -o no ha salido a la prensa- de las armas como para poder evaluar algo. Simplemente por lo que nosotros estamos viendo y lo que hemos leído en la prensa se habla de material de guerra. Evidentemente llama la atención la tenencia de granadas, las minas anti tanque, granadas para ser lanzadas por fusiles, esas no son armas de colección. Una cosa que es muy importante: el señor Feldman no era coleccionista o por lo menos no pertenecía a la AUCAM, no lo conocíamos en el ambiente, y es un tipo de material que no llama mucho la atención a un coleccionista.

EC – ¿Por qué? Para los que no conocemos del asunto, para los que no somos especialistas, ¿cómo distingue usted un tipo de armas del otro.

JCL – No es atractivo tener granadas anti tanque. Primero que no se consiguen, no es material de colección, no le interesa a nadie tenerlo, no tiene un valor, una granada no es una pieza que tenga una mecánica especial, no fue forjada con distintos materiales de distinta calidad, no despierta la atención de ningún coleccionista. No sabemos el otro tipo de armamento que tiene.

Tampoco es el perfil. Yo soy coleccionista desde el año 1980 e integro la AUCAM desde prácticamente esa fecha. No conozco ningún caso de un coleccionista que haya tenido un enfrentamiento con la ley por defender sus armas. Nosotros estamos controlados por el Servicio de Material y Armamento del Ejército y no hay ninguna explicación de la actitud, salvo lo que vaya arrojando la investigación en las próximas horas, sobre por qué este individuo actuó de esta forma.

Tener un arma no registrada tiene una pena leve, en realidad es una falta, salvo que se compruebe que esa arma haya sido robada. Pero si yo tengo un arma sin registrar, voy al servicio de armamento y la registro, pago una multa. Lo que sí llama la atención es el volumen de armas que tenía, y por lo que ustedes están diciendo es un tema que escapa totalmente a lo que tiene que ver con el coleccionismo, con la tenencia de armas.

EC – Eso me queda claro, pero por ejemplo ¿este tipo de armas se puede comprar en el mercado?, ¿se puede comprar legalmente en Uruguay?

JCL – No conozco todas las armas que él tenía pero nadie puede comprar una granada.

EC – Acá tengo un detalle de lo que tenía en la casa en Shangrilá: pistola HK de calibre 9 mm., revólver Mágnum 357, una escopeta calibre 12, otras armas cortas, numerosos proyectiles. Pero también se habla de decenas de armas largas, cortas, explosivos, granadas, munición, munición para ametralladora, lanza granadas, fusiles FAL de origen argentino, metralletas, etcétera.

JCL – No, eso no se puede comprar, puede haber algún coleccionista que lo tenga registrado pero eso no se puede comprar. Los fusiles FAL son de origen argentino, incluso en Argentina se vendían los FAL, el mismo fusil que usa reglamentariamente el ejército uruguayo, pero comercialmente se puede vender semi automático, no automático. El automático permite tirar tiros en ráfaga y el semi automático es como si fuera un rifle 22, tiro a tiro, a medida que se va apretando el gatillo va saliendo el tiro. El FAL semi automático incluso ha aparecido en algunos avisos de revistas de armas pero no es fácil transferirlo a automático.

EC – ¿Y qué sabe usted a propósito de la posibilidad de que Uruguay sea efectivamente un nudo en el tráfico de armas en la región? Porque distintas versiones de prensa, por ejemplo la de Últimas Noticias esta mañana, señalan que según datos que posee Inteligencia una parte de este arsenal estaba destinado a ser comercializado en Brasil pero el resto quedaría en nuestro país con fines que aún no están del todo claros.

JCL – La verdad es que no tengo idea. Nosotros, a nivel de la asociación de coleccionistas, y el propio ejército mediante el servicio de material y armamento hemos participado en distintos seminarios; los controles se llevan cada vez más adelante y todos los países de la región están involucrados en el tema. No tenemos información de que Uruguay pueda ser puente, además nosotros tenemos una actividad de coleccionismo y no tenemos información de que acá se esté traficando con armas o algo por el estilo, no existe.

Realmente esto llama la atención, lo tildo de especial, incluso la forma en que el individuo se defiende, o trata de defenderse, es insólita.

Es un tema que sobrepasa todo lo que es la tenencia regular de armas en el Uruguay por parte de los civiles, lo que tiene que ver con el coleccionismo. Mencionan que aparecieron lingotes de oro, evidentemente algo tiene que haber vinculado pero para mí es un hecho aislado...

EC – Sí, pero el otro detalle inquietante –suponiendo que es un hecho aislado– es que esto se descubrió por casualidad, fue un hecho casual, un incendio, lo que permitió descubrir el arsenal en Aires Puros. Por ejemplo hoy Últimas Noticias dice: "Genera preocupación ya que no se descarta que en otras zonas de la ciudad o incluso en otras zonas del país se encuentren otros depósitos parecidos".

JCL – Sí, eso hasta que no esté [...] no lo podemos decir, también fue un hecho casual las dos toneladas de cocaína que se encontraron en el país.

Cuando uno trabaja en la clandestinidad, como trabaja este individuo, pueden haber muchas suposiciones: que este sea un hecho casual, aislado, o que puedan haber 20, depende.

Yo creo que las autoridades están trabajando mucho, muy firmemente, y creo que no hay una línea como para que estos hechos se repitan, creo que es un hecho puntual, que pasó algo que hay que investigar, y en eso está trabajando la Justicia.

Yo no estoy en condiciones de poder confirmar o no confirmar que esto pueda ser un hecho [que dé lugar] a una cantidad de cosas, por supuesto.


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EC – Según Últimas Noticias, desde hace años se sigue el rastro de las armas militares que los narcotraficantes y delincuentes comunes utilizan en las favelas de Río de Janeiro y se sabe –según investigaciones realizadas en Brasil– que Uruguay es uno de los proveedores. Por eso, la Dirección Nacional de Información e Inteligencia se había puesto en campaña para determinar la veracidad de esa afirmación y se habían recopilado algunos elementos que indicaban claramente la existencia de varios depósitos que podrían contener numerosas armas de guerra, aunque no se había logrado todavía dar con ellos.