Entrevistas

Organización civil reclama divulgación de números reales sobre comercio de armas en Uruguay

Organización civil reclama divulgación de números reales sobre comercio de armas en Uruguay

Gustavo Guidobono, titular de la Asociación de Lucha por el Desarme Civil, manifestó que los datos correspondientes a la importación y exportación de armamento en Uruguay no son exactos ya que el Estado se reserva la información de sus compras por motivos de seguridad nacional. "Eso es parte del problema que tenemos cuando decimos qué cantidad de armas trafica y exporta Uruguay", indicó a En Perspectiva. Guidobono también advirtió con respecto a la permeabilidad de las fronteras con Argentina y Brasil, los dos mayores productores de armas en América del Sur, y sobre cierta laxitud legal en cuanto al tráfico de armamento. "Estamos tratando de que se actualice la legislación vinculada con el problema de las armas en el país", manifestó.


(emitido a las 7.40 hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Se le conoce como "Caso Feldman". Hablamos del contador Saúl Feldman, quien registró 60 armas en el Servicio de Material y Armamento perteneciente al Ejército, según publica hoy el diario Últimas Noticias.

Se informó que no tenía licencia de coleccionista pero sí armas registradas, entre las que figuran pistolas aunque en su mayoría son escopetas. También se indicó que el contador realizaba prácticas de tiro en un club deportivo y que exhibía excelente puntería.

"Lo que es extraño –publica Últimas Noticias– es que no llamara la atención que tuviera en su poder ese número de armas que aparecían como legales".

EMILIANO COTELO:
Lo cierto es que el caso del contador Saúl Feldman y sus 700 armas tiene hoy a cinco unidades especializadas de la Policía tratando de desentrañar cuál era la operativa de esta persona que el pasado fin de semana mató a un policía e hirió a otros dos antes de ser finalmente abatido.

JAE – Los investigadores de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia manejan como la hipótesis más firme que Feldman preparaba un envío de armas al exterior, quizás con destino a narcotraficantes brasileños.


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JAE – Estamos recibiendo a Gustavo Guidobono, titular de la Asociación de Lucha por el Desarme Civil, una organización sin fines de lucro que procura reducir la cantidad de armas en manos de la sociedad y la violencia ejercida por la misma. ¿Algún otro detalle para presentar a lo que se conoce como ALUDEC?

GUSTAVO GUIDOBONO:
No, el cometido de ALUDEC fundamentalmente es la toma de conciencia de la problemática de la tenencia de armas en manos de civiles; ese es el objetivo fundamental.

JAE – Y aparte forma parte de una organización internacional...

GG – Sí, formamos parte de dos: de IANSA, que es una red inglesa que nuclea 1.200 organizaciones en todos los países del mundo que atiende exclusivamente el tema de las armas en manos de civiles; y desde hace un año y medio aproximadamente de otra red fundamentalmente latinoamericana, más vinculada a todo el tema que a nosotros no nos atañe directamente, que son armamentos fundamentalmente de guerra, prohibidos, como municiones de racimos, minas antipersonales, etc.

JAE – Dejando de lado este caso particular sobre lo que está investigando la Policía, ¿cómo se considera a nivel internacional a Uruguay como proveedor de armas?

GG – Nosotros no producimos armas, en el mundo se reconoce que Uruguay no produce, pero estamos en una cierta zona gris puesto que si bien no producimos somos conscientes, todos los que estamos más o menos involucrados en el tema y los jueces que están en el tema, de que hay una cierta no actualización de la legislación que permitiría que a través de Uruguay pasasen en tránsito armas hacia otros destinos.

Tengamos en cuenta que estamos en medio de los dos grandes productores de América, tenemos a Argentina y Brasil que producen y exportan casi el 90% del armamento que se produce en América y sabemos muy bien de la frontera gris que tenemos con Brasil.

JAE – ¿Pero hay un problema normativo allí decía usted?

GG – Ahí preferiría que ustedes consulten a alguno de los jueces, especialmente a la doctora Gabriela Merialdo que está muy involucrada con el tema, y nos vamos a dar cuenta de que hay una zona gris en algunos aspectos donde la penalización del tráfico de armas, del tránsito de armas y la tenencia en forma irresponsable de algunas, no pasa de ser una pena muy simple, que no tiene cárcel, que no tiene mayores cuestiones y que se arregla con dinero. Eso es en lo que estamos trabajando, desde hace dos años estamos tratando de que se actualice la legislación vinculada con el problema de las armas en el país. No es tanto para las armas pequeñas y ligeras que están más o menos ordenados sino para las armas que transitan por el Uruguay y que en algunos casos debería ser bastante más estricto el control.

Y aquí lo tenemos en un caso concreto. Todavía nos queda la duda de si este señor estaba incumpliendo demasiado [la ley] puesto que todavía hay información contradictoria, ahora dicen que tenía 60 armas registradas y no era coleccionista y ayer en uno de los informativos de televisión decían que era coleccionista, o sea todavía está faltando información. Pero si el señor era coleccionista tenía blanqueada mucha cosa de esta.

JAE – Sí, la versión del coleccionista fue descartada al comienzo de la semana aquí, hablando con Julio César Lestido quien decía justamente que no estaba registrado por lo menos en ese carácter. Y ahora aparece la información de Últimas Noticias con esa afirmación: "Lo que es extraño es que no llamara la atención que tuviera en su poder ese número de armas que aparecían como legales".

¿El hecho de contar con 60 armas registradas debería generar un disparador a nivel de las autoridades?

GG – Definitivamente, y debería generar un disparador para controlar en qué estado y cómo están cuidadas esas armas. No es lógico que alguien tenga 60 armas de este calibre y no esté [controlado]. Por eso me sorprende mucho esta situación, porque si fuera coleccionista y si las 60 armas estuvieran registradas, debería haber tenido ciertos controles de la autoridad que habrían impedido que llegáramos a esta situación, con lo cual deberíamos saber qué dice el Servicio de Registro de Armas del Ejército, vinculado con este tema también.

Pero no deja de preocupar, porque tampoco podemos ser tan cándidos de decir que este señor es el único que había; puede ser o no, no lo sabemos y ojalá no lo haya, pero todos los indicios indican que si nosotros tenemos informaciones que ya vienen de hace años, especialmente de las autoridades de Porto Alegre y de la zona de Río Grande, que dicen que están encontrando armamento que ha pasado por Uruguay y que no ha llegado a destino, si tenemos una frontera seca enorme, si estamos encontrando armas que son las típicas que se usan en las favelas de Río, si encontramos oro que es una de las formas en las cuales se pagan las armas, es natural pensar que existiría la posibilidad de que esas armas fueran para otro lado.

JAE – Esa es una de las líneas de investigación que efectivamente la Policía dice que está desarrollando, y a la luz de los datos por lo menos aparece claro que hay algo que llama la atención. Usted hacía referencia a denuncias que han surgido de Brasil, el propio Congreso brasileño a través de una comisión investigadora en 2006 ha advertido que Uruguay junto con Argentina y Paraguay son proveedores de armas en forma ilegal. ¿Qué consideraciones hace usted a partir de los datos que maneja de organismos internacionales?

GG – A raíz de eso estamos motivando la revisación de la situación que existe, especialmente en la triple frontera. Todo está indicando que existiría un tránsito de armas por estos lados que muchas veces no va a destino. Ha pasado que importaciones que salen de Argentina en contenedores llegan a Brasil y no llegan completas, ¿dónde se cayeron algunas armas? No lo terminamos de saber todavía.

Y aparte tenemos otro problema: para poder medir la cantidad de armas que pasan en las importaciones y exportaciones del país existen las declaraciones que tienen que hacer los privados, que están todas hechas, y las que debería hacer el Estado. El Estado tiene la potestad de no declararlas en muchos casos, con lo cual queda un vacío de números. Y si nosotros nos ponemos a ver las exportaciones e importaciones con información de espejo –por ejemplo, si yo le exporto a Hong Kong 100 armas, teóricamente en Hong Kong debería decirse que hay 100 armas que están siendo importadas desde el Uruguay–tenemos el problema de que los números del Estado no existen, porque por seguridad nacional no son públicos, entonces es muy difícil comprobar las importaciones y exportaciones reales del Uruguay porque hay un dato que falta. Los números de los países que reciben nuestras armas o que nos las venden no coinciden con la información que tenemos acá. Y eso es parte del problema que tenemos cuando decimos qué cantidad de armas trafica y exporta Uruguay. Uruguay no produce armas y sin embargo figura como exportador.

JAE – Claro, a eso me refería con la pregunta inicial, efectivamente aparecen datos de exportación, Uruguay no produce, y esto ha motivado que se haya advertido sobre la situación del país por ejemplo en un documento que se presentó el año pasado sobre el tráfico de armas en Latinoamérica.

GG – Definitivamente. Pero incluso ahí yo creo que debemos pedir mucha más información y precisión a la Aduana en muchas de estas cosas. Y yendo no solamente a esto, a las armas de guerra que nos alejan un poco de la problemática, deberíamos seguir estudiando con más detalle la problemática de las armas pequeñas y ligeras, las de puño, que son las que en este país tenemos en demasía. Si nosotros agarramos los números del Ejército y vemos que redondeando cifras hay 600.000 armas registradas, si agarramos los números de la Presidencia de la República, que dice que debe haber más o menos el doble, ¿por dónde ingresan esas otras 600.000 armas? Tengamos siempre en cuenta que estamos en medio de Argentina y Brasil y en la interna de cada uno de nosotros recordemos nuestros pasajes por las aduanas de Argentina al Uruguay o del Uruguay al Brasil, ¿cuántas veces le hicieron una revisación como corresponde? Y en todas esas pasadas que cada uno de los oyentes tiene como experiencia, ¿cuántas armas pudo pasar si quiso?

La problemática no es sencilla si no tomamos en cuenta que estamos en medio de dos grandes productores.

JAE – Por la información que ha circulado hay otro elemento que se agrega: en nuestro país hay siete robos de armas por día, 50.000 en 20 años. No está claro cuál es el destino de estas armas, se señala que en muchos casos se roba para cometer delitos pero puede existir también la posibilidad de que estos robos estén vinculados al tráfico de armas hacia el exterior. ¿Ustedes cómo ven el tema?

GG – Podría llegar a ser, pero si nosotros hacemos un inventario de las armas que normalmente se roban y que están legalmente en manos de civiles, vamos a darnos cuenta de que no son armas que normalmente encontemos en los países o en las ciudades de conflicto. No sería muy lógico pensar que el arma que yo pueda tener en mi casa vaya a terminar en una favela de Río, ellos utilizan armamento mucho mayor. Lo normal es que esas armas vayan al mercado clandestino de otros delincuentes menores que utilizan las armas para robar. No tenemos ningún tipo de información sobre que esas armas pequeñas sean parte del problema de la exportación.

Pero lamentablemente no hemos podido lograr sentarnos en una mesa con el Servicio de Armamento del Ejército, con la prensa, con los ministerios que corresponden y la sociedad civil para analizar los números, porque si bien es cierto que el Ministerio de Defensa los tiene informatizados -y el sistema que tiene es casi perfecto-, son reservados, por lo cual no estamos pudiendo tener acceso al manejo de la información, por lo menos al conocimiento.


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JAE – Algo más de información. Tú decías al principio la sorpresa que significó esto, recordemos que la investigación se inicia con un incendio.

EC – Sí, fue una causalidad total, un incendio que se produjo en la madrugada del sábado, en una casa en Aires Puros, y cuando se va a apagar ese siniestro los bomberos se encuentran con un arsenal.

JAE – Hay alguna versión que indica que el incendio se podría haber generado en forma intencional, pero eso es harina de otro costal. Lo cierto es que El Observador hoy por ejemplo informa que "en filas de la Policía también primaba la sorpresa y el temor de que armas como estas pudieran caer en manos de la delincuencia. Lo insólito de la situación –algo que aumenta el misterio en torno a cómo se dirimió este asunto– es que en Uruguay el tráfico de armas no está penado. Feldman, quien debía saberlo si dedicaba a este negocio, no tenía motivos para enfrentar un final de película de acción muriendo a plomo y fuego. Hasta ayer su cuerpo, con más de 10 impactos de bala, no había sido reclamado por nadie".

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(Foto: flickr.com)