Entrevistas

Cambio climático, sociedad de consumo y negligencia estatal

Cambio climático, sociedad de consumo y negligencia estatal

Los períodos de sequía seguidos de graves inundaciones ya son moneda corriente en Uruguay. El cambio climático es una realidad y los seres humanos debemos tomar las previsiones del caso. Así opinó Isabel Viana, experta en planificación urbana y desarrollo regional, entrevistada por En Perspectiva. La arquitecta reclamó el desarrollo de una economía sustentable que modere el frenesí por el consumo y denunció cierta irresponsabilidad del Estado al permitir, y en algunos casos promover, el afincamiento de habitantes demasiado cerca de los cursos de agua. "Los que se desbordan son los hombres, no los ríos", afirmó. Con respecto a la cumbre mundial que tendrá lugar en Copenhague durante el mes de diciembre, señaló: "No es más solo investigar el cambio climático, sino generar políticas".


(emitido a las 9.07 hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Hoy en Montevideo llueve mucho, poquito o nada.

Como deshojando una margarita, el país está atento al cielo y a los pronósticos del tiempo. Y si observamos en perspectiva, casi como un juego de azar la situación cambió de una sequía histórica a inundaciones fuertes. Todo en un abrir y cerrar de ojos.

Hoy toca hablar de evacuados. Según el Sistema Nacional de Emergencias, en el país 6.000 personas fueron desplazadas de sus hogares por el desborde de ríos y arroyos.

Si se compara esta situación con los 45.000 evacuados durante la inundación de 1959 se podrá decir que esta es insignificante. Sin embargo, estimaciones oficiales indican que en los últimos 12 años los desbordes de cursos de agua obligaron a movilizar a más de 60.000 personas, un Estadio Centenario entero.

Sobre el punto habló y escribió el presidente del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, director general del Instituto de Energía y Recursos, el indio Rajendra Pachauri. Dijo: "Está habiendo cambios en los patrones de precipitaciones con una tendencia a que haya mayores niveles de lluvias en las latitudes superiores del mundo, y menores precipitaciones en regiones tropicales y subtropicales. También está aumentando la cantidad de casos de lluvias extremas y se están generalizando. Más aún, la frecuencia e intensidad de las ondas de calor, las inundaciones y las sequías van en aumento".

Esta referencia tiene que ver con el mundo en su conjunto, por eso es bueno preguntarse ahora si es el cambio climático el factor que explica la situación de estos días en Uruguay. ¿Qué rol debe asumir el Estado en la prevención de estos desastres? ¿Qué se está haciendo con las viviendas ubicadas en zonas de riesgo?

Para responder a estas y otras preguntas, recibimos en los estudios de El Espectador a la arquitecta Isabel Viana, integrante de nuestras tertulias y experta en planificación urbana y desarrollo regional. Es miembro del buró de la Asociación Internacional de Planificadores Urbanos y Regionales, docente del instituto Lincoln para Política de Tierras en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, docente de Gestión Ambiental y Urbana en la Universidad ORT.

***

JAE - Te gustó esta frase de Pachauri.

ISABEL VIANA:
Es por lo menos alarmante, y describe lo que hemos vivido en los últimos tiempos: cambios violentos de temperatura, volúmenes de lluvias que incrementan por cuatro los promedios históricos anuales. Teníamos normalmente 100 milímetros de precipitaciones mensuales durante el año y en este momento estamos hablando de 400 sobre la cuenca de Rincón del Bonete en un mes, o sea que en realidad estamos en cuatro veces más en algunos meses, porque pasamos también por procesos de sequía. Entonces, sí, nuestro clima está cambiando.

JAE - Si uno mira la historia –recién mencionábamos 1959, que es el extremo–, las inundaciones no son de ahora, son parte de la historia, sin embargo siguen ocurriendo y siguen afectando a hogares que deben ser desalojados. ¿Cómo ves esto?

IV - Primero una precisión: tú hablaste de desbordes de ríos y arroyos. Nada de eso, los ríos y arroyos corren por sus cursos, a los cuales llamamos álveos, el álveo es el área que ocupa un curso de agua en su trámite normal y en todas sus crecientes. Y las crecientes no son las crecientes anuales, bianuales, decenales, sino también las que ocurren cada 50 años o 100 años.

EMILIANO COTELO:
Es interesante esa observación, sería incorrecto decir que un río o un arroyo se desbordaron.

IV - Lo que se desborda son el hombre y las ciudades.

EC - El hombre se acercó demasiado a ese río o ese arroyo.

IV - Aterrizamos en un territorio sin conocerlo, incluso hacemos la tontera de no preguntarles a los viejos, que normalmente saben muy bien, o sus padres les dijeron, que en algún momento la creciente había llegado hasta tal lado. Vemos que hay un campo ahí, limpito, verde, al lado de un curso de agua, y sobre todo –hay que decirlo– es la ciudad informal –que es la herencia que le deja la segunda mitad del siglo XX a nuestro sistema urbano– que se afinca en esos lugares que además son lindos, que permiten disponer de espacio y tener acceso al agua. Hay una gran falta de control sobre el uso de terrenos que son de por sí riesgosos porque integran el álveo de los ríos. A lo cual se agrega que si el clima está cambiando, si las precipitaciones son más grandes, es de suponer que ni siquiera esas referencias históricas nos cubren adecuadamente.

JAE - Ni siquiera. ¿Cómo explicás ese concepto de que el hombre invade al río en lugar del río invade al hombre?

IV - Voy más atrás: el planeta se compone de tres macrosistemas, el sistema de las tierras emergidas –donde habita el hombre–, el sistema del agua –todos los lugares donde hay agua, los ríos, los arroyos, los mares, los océanos, las lagunas, etcétera– y el sistema del aire. La Tierra ha cambiado siempre, ha habido glaciaciones, los continentes se mueven; no es una cosa estática, el cambio es lo que asegura que está viva. Entonces debemos prever el cambio, los cambios ocurren y han ocurrido. Sabemos que el desierto del Sahara en algún momento tuvo vegetación, sabemos que Europa estuvo cubierta de hielos, etcétera. La Tierra se autorregula en los cambios, algo genera el cambio y hay ajustes, los animales migran para un lado, se van para otro, hay unos que no sobreviven a esos determinados cambios, y se autorregula. Ese proceso se llama homeostasis. Es importante saber que la Tierra sabe cómo arreglarse.

Ahí interviene el hombre, el hombre está sobre las tierras emergidas y apropiadas, hay propiedad en todas las tierras emergidas. Pero hay sistemas que son libres, que no son propiedad de nadie, que son los otros dos, el agua y el aire. A esos sistemas los conocemos como sistemas sumidero, porque el hombre genera en la tierra una cantidad de cosas que no sabe cómo manejar y las tira para ahí, si son humos a la atmósfera, ya se arreglará la atmósfera, tenemos una confianza infinita en la capacidad de la atmósfera y de los mares, ríos, arroyos de procesar aquello de lo que no tenemos ganas de ocuparnos. No hacemos ciclos perfectos, en un establecimiento rural cualquiera, aun en nuestros tiempos, casi no hay basura, si le dan a alguien una bolsa de papel o de plástico posiblemente la guarde porque va a tener reúso. Nosotros las tiramos, las civilizaciones urbanas –y recordemos que el mundo entero pasó el año pasado a tener más del 50% de su población urbana en crecimiento– no tienen capacidad de digerir su propio producto, su propia basura, entonces la tiramos al agua o al aire o generamos una cosa terrorífica que es ocupar con rellenos sanitarios, inmensos en algunos casos, parte de la tierra en torno a nuestras ciudades. Hay un cuento maravilloso de Ítalo Calvino que plantea que las ciudades tiran cosas hacia fuera hasta que en algún momento las montañas de basura se unen, cae una última lata arriba de todo y la basura se derrumba y tapa la ciudad. Es un cuento terrible.

JAE - Es interesantísimo, aparte Ítalo Calvino se ha metido con cuentos buenísimos sobre ciudades.

IV - Las ciudades invisibles, muy recomendable. Entonces, ¿qué pasa con esa basura? Altera más allá de la capacidad de homeostasis, de arreglarse a sí misma de la Tierra, los equilibrios de la Tierra. Seguramente si dejamos pasar un tiempo suficiente va a establecer un nuevo equilibrio, pero la compatibilidad de la vida humana tal como la conocemos con los nuevos equilibrios no es obvia.

JAE - ¿Qué quiere decir el tema de los equilibrios? ¿Dónde están las fallas en este caso, con las inundaciones?

IV - Se está generando un muy rápido cambio climático, está subiendo la temperatura en todo el mundo, eso a esta altura ya no es discutible.

JAE - ¿No encontrás una responsabilidad por ejemplo del Estado que permite la instalación de hogares, de viviendas en zonas inundables?

IV - La responsabilidad no es de un Estado, sino de un sistema económico que produce y consume –que me perdonen los economistas– como si fueran cosas intangibles, como si fuera aire, y ese consumo intangible genera burbujas, está sostenido en "crear" consumos, como por ejemplo los muñequitos PET que se usan ahora y que todos los niños están desesperados por tener, que son carísimos pero dentro de dos meses los van a tener que tirar porque no estarán más de moda y no sirven. Y otros productos fungibles, como ciertas ciudades turísticas, como por ejemplo Dubai o crecimientos especulativos como el de Punta del Este, ciudad a la que esta situación pone en riesgo. O sea, una economía que vive no de la producción y la venta de objetos necesarios, sino de crear necesidades y hacer que se pague muy caro por esas necesidades, hasta que en algún momento las burbujas estallen.

Tú preguntás quién es el responsable, el responsable de una producción que supera lo que el hombre necesita para su vida, que supera aquella cosa que aprendimos, que las cosas se hacen para guardarlas no para tirarlas. Hoy tiramos productos, el celular no funciona bien, lo tiro, pido un crédito y consigo otro. Y como eso los electrodomésticos, la ropa...

EC - ...tú ubicas allí la responsabilidad ¿de qué?, ¿del cambio climático? ¿O ubicas la responsabilidad de lo que está pasando con la cantidad de evacuados en una inundación como esta?

IV - Hay una gran pasividad de los electos, de las personas que son puestas al frente de los distintos estados en la no conducción de una economía sustentable. La que estamos viviendo no es una economía sustentable, entre otras cosas porque genera este tipo de efectos. Una economía sustentable implicaría lo que hace hoy la fábrica Gillette en Estados Unidos, que no tiene desperdicios, reprocesa el aceite quemado de sus máquinas, los restos de limaduras de hierro de las hojitas al pulirlas, prácticamente no tiene desperdicios ni al aire, ni al agua ni a la basura, se hace cargo de sus desperdicios. Esa es una industria sustentable. Nosotros transferimos los desperdicios a la ciudad, directamente al aire y a las aguas que tenemos cerca, ya sea el arroyo Cuñapirú, el Convento, el río Uruguay, sucede en todo el país. Hay un sistema de producción y un sistema de vida que generan residuos, que generan basura. Esos residuos actuando sobre la atmósfera han generado los problemas con la capa de ozono –todos sabemos los cánceres de piel a que nos hemos expuesto y estamos expuestos en este momento por esa causa–, pero también generan problemas con la acumulación de anhídrido carbónico y otros gases con efecto invernadero en la atmósfera, que hacen que se acumule calor a nivel de la corteza terrestre. Eso ya es irrefutable.

EC - Yo iba a ese punto: discutiremos el asunto de fondo y cómo modificar esa cultura del consumo que tiene esas consecuencias, entre ellas el cambio climático, pero ahora el cambio climático es un hecho y tenemos que prepararnos para enfrentar las consecuencias.

IV - Es un hecho, está demostrado por una cosa que es visible para cualquiera: la fusión de los hielos en los casquetes polares. Punto. Ya no hay dudas de que existe.

EC - El tema es cómo nos plantamos ante el cambio climático mientras la población mundial resuelve si cambia o no cambia sus patrones de consumo, etcétera.

***

JAE - Del cambio climático hablamos en instantes, porque va a haber una instancia muy importante en Copenhague en diciembre.

IV - Del 4 al 17 de diciembre.

JAE - En los últimos días Barack Obama ha confirmado su concurrencia, que era la gran duda.

IV - Curiosamente no cuando están los demás líderes, no cuando esté Hu Jintao, por ejemplo, y otros jefes, va antes. Lo rezongaron mucho por esa causa. Va y va a anunciar reducciones, pero solito.

JAE - Con respecto a la figura del hoy, de las inundaciones y de la situación actual, ¿el país tiene bien identificados los lugares más sensibles en los excesos de lluvia?

IV - No; los tenemos superidentificados, basta leer los diarios, sabemos que no son los desbordes del Cuñapirú, son los desbordes del Convento o son Artigas, Salto y Paysandú con el Cuareim y el Uruguay. Claro que sabemos, pero a nivel de gestión urbana no se tiene el alcance de las tierras que están en situación de riesgo, la demarcación del álveo, que es el lugar por donde puede correr un curso de agua.

EC - Se ha empezado a trabajar en esa dirección.

IV - Por algo tenemos una nueva ley de ordenamiento territorial, como citaba uno de los candidatos a presidente, y la ley de Centros Poblados dice que no puede construirse nada a menos de 50 centímetros por arriba de la línea de la última creciente conocida. Si usamos la ley de 1948-1949 de centros poblados estamos del otro lado.

EC - Con aquella ley habría alcanzado para prohibir buena parte de los desarrollos de viviendas y de infraestructura turística que hemos construido.

IV - Lo que pasa es que con una buena herencia normativa española pensamos que los problemas se arreglan haciendo leyes, y se arreglan gestionando y aplicando las leyes. No cumplimos haciendo una ley y guardándola en el casillero por ahí, sino que hay leyes que hay que aplicar. Y además la competencia de la gestión urbana corresponde a las intendencias. Tenemos 19 gestores con sus iniciativas y tiempos políticos muy acotados, y mucha necesidad de ser reelectos, lo que implica no ponerse demasiado de punta con la población, y estas son medidas duras que implican cosas muy simples. Yo en algún momento recomendé en un informe poner un azulejito fijo en una pared que diga "hasta aquí llegó la inundación" para que la gente al pasar vea cuáles son los lugares donde hoy puede o no instalarse.

JAE - El tema es que el Estado muchas veces instrumenta políticas de incentivo, aunque no lo quiera, permite que alguien se instale en una zona inundable y después esa persona obtiene un beneficio superior.

IV - Lo he dicho antes: los costos para la comunidad, para el pagador de impuestos que tiene que manejar a la población desplazada que vive en áreas formales e informales son mucho mayores que los que implicaría construir o adecuar viviendas para esa gente en zonas fuera de riesgo.

EC - No estamos hablando solo de viviendas precarias, de gente de bajos recursos que no tiene dónde vivir.

IV - No, la rambla de Mercedes está toda construida en área inundable y se inunda cada vez que el río crece.

EC - Estaba pensando en la rambla de Mercedes, sobre la cual hay residencias muy costosas y hasta lujosas, y en la rambla de Salto también.

IV - Ahí dos cosas. Por un lado hay un aterrizaje sobre el territorio, este no es un territorio en el que se haya vivido 500 o 1.000 años, como en los territorios europeos, sino que en algunos casos hemos sido bastante novatos, y a todos nos gusta acercarnos a una corriente de agua. La segunda es que el hombre ahí ha intervenido en un ciclo absolutamente delicado y vital para toda la Tierra –vital porque de él depende la vida– que es el ciclo del agua. Hemos hecho represas, hemos modificado los flujos de agua, y en este momento estamos obligados, por las lógicas de la represa, a dar curso de golpe a una cantidad de agua que va a aumentar la inundación en ciudades aguas abajo. Por un lado en algunos momentos la represa está cerrada por razones de producir electricidad y las deja sin agua, y en otros momentos, cuando se producen grandes lluvias, se abren esas compuertas y eso aumenta el riesgo de inundación.

Pero esas zonas que ustedes mencionan –la rambla de Mercedes, la de Salto, otro tanto con el Paysandú histórico, que estaba absolutamente al lado del río– no son las que están sufriendo en este momento las consecuencias más graves. Las más graves están en los pequeños cursos de agua, como la cañada Juan Pablo en Melo, que con una pequeña lluvia se convierte en un enorme torrente, y en las poblaciones afincadas a los lados de los cursos de agua menores, muy a menudo –esto es muy grave– informalmente o con promoción del Estado. Hay conjuntos de vivienda ubicados en lugares donde no podrían estar, porque las tierras eran baratas.

JAE - Ahí está el tema de incentivo. En materia de cambio climático te parece importante esto que ocurrirá en Copenhague, de lo que se ha estado hablando mucho, porque se ha estado preparando y todo parece indicar que no habrá buenos resultados allí. ¿Cómo vinculás una cosa con la otra? ¿Cómo vinculás el cambio climático con el fenómeno actual?

IV - Me voy a permitir citar a un personaje famoso, Albert Einstein, quien dijo alguna vez: no podemos resolver los problemas que tenemos hoy cuando pensamos de la misma manera que pensábamos cuando los provocamos. O sea, esas cumbres que parecen ineficaces, como la cumbre de Río, son sustento de que la gente empiece a pensar distinto. En el 70 y pico, cuando las primeras cumbres sobre medioambiente, éramos unas pocas personas que nos movíamos en torno a los problemas ambientales y nos decían los locos de los pajaritos, era una cosa bastante despreciativa como se miraban anuncios como los del Club de Roma anunciando el fin del crecimiento y todo lo demás.

La cumbre de Río tuvo la enorme ventaja de juntar a 180 jefes de Estado que empezaron a hablar de medioambiente.

JAE - En 1992.

IV - Simplemente se introdujo en el discurso político y parecería que ningún líder, ningún político hoy puede hacer campaña dejando de lado el medioambiente. Y acá dejo puntos suspensivos porque estamos en veda, pero en nuestras propuestas de hoy se ha notado una carencia brutal de algunos temas ambientales. Brutal por lo notorio, tendrían que estar, están en todo el mundo en el discurso político, más allá de que lo hagan después o no. Se pasó al hablar de los temas, quizás no al hacer. Parecería que la cumbre de Copenhague va a ser de la misma importancia que la cumbre de Kyoto, que fue la que inició el proceso de cambio climático, porque se ha notado que se pasa por encima de ciertos niveles de supervivencia. No hay otra cosa, las inundaciones pueden llegar a ser mucho más graves, los tornados, durante todo este año hemos visto los tsunamis, los tornados, el clima está cambiando y está muriendo una cantidad importante de gente, pero además las mayores ciudades del mundo están en las costas. La política que va a definir Copenhague –es importante señalarlo enfáticamente– no es mirar el cambio climático, aunque por supuesto que lo vamos a seguir mirando, no es más solo investigar el cambio climático, sino generar políticas.

EC - ¿Qué tipo de políticas?

IV - No son políticas solo para impedir que siga produciéndose el cambio climático, ya sabemos que recién podemos esperar resultados positivos en 2020, 2025.

EC - Sí, los compromisos son a bastante largo plazo, y muchas veces poco creíbles.

IV - Poco creíbles desde el pique. Por eso es el lío con Obama, porque va a ir a decir una cosa sin que nadie lo pueda rezongar. Pero las políticas hoy son sobre cómo adaptarse al cambio climático, es un hecho, lo tenemos encima, entonces tenemos que aprender a vivir con el cambio climático. Eso es muy nuevo, es lo que se va a discutir en Copenhague, y quisiera decir con mucho dolor que el día que hablamos de este tema en la tertulia me fui a la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), pedí para hablar con la secretaria de Alicia Torres, planteé mi pregunta y me derivaron al encargado de difusión y prensa del ministerio, quien prometió para hace dos días un informe al respecto, porque en la página web de la Dinama no figura la reunión de Copenhague, no hay un solo documento, no dice si alguien del Estado va a ir, pese a los jefes de Estado que sí están llegando a Copenhague, y yo sé que van a ir con mucho sacrificio, como lo han hecho siempre, representantes de ONG ambientalistas de Uruguay. El responsable de comunicaciones del ministerio me informó que él pensaba que alguien iba a ir y que sabían que había una cumbre.

EC - Parece elemental.

IV - Sabían que había una cumbre, pero que yo sepa no está prevista la presencia de ninguno de los personajes claves de nuestro país, cuando van a estar los líderes globales y estamos hoy sufriendo directamente, porque hablamos de las consecuencias urbanas, pero a mí me gustaría decir que hay otro tipo de consecuencias, por ejemplo hemos perdido cualquier cantidad de suelo en este momento por arrastre, que el trigo está con todo tipo de problemas por la germinación, pero también por la aparición de hongos en distintos lugares del fusario, la cebada está con problemas, el sorgo, la vid, estamos corriendo el riesgo de la expansión del dengue, y otras cosas más en nuestro país a raíz de esta situación climática. Otras cosas más además de las urbanas, además del hecho de tener gente a la cual el Estado va a hacerle una cosa muy grave que es devolverla a la misma vivienda en zona inundable, como ha hecho todos los años, alimentarla un par de meses y devolverla a la misma vivienda reparada. Vamos a gastar mucho dinero en subsanar no solo los problemas urbanos sino el conjunto de problemas generados por estas inundaciones.

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EC - Según nos acota Gonzalo Sobral, que ha estado muy cerca de estos temas porque participó en la reunión preparatoria en Barcelona, por el gobierno uruguayo va a una delegación de 10 miembros a la cumbre de Copenhague, entre ellos el ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Carlos Colacce, la directora de Medio Ambiente, Alicia Torres, y Luis Santos. Eso es lo que él ya ha podido confirmar en estos días.

IV - Me parece formidable, me alegro de saberlo, y entonces lo que puedo llegar a criticar son las políticas de comunicación del ministerio, que hacen que la comunidad entera no esté enterada –salvo Gonzalo, que lo ha trasmitido por El Espectador– de la cumbre, porque no figura en la página web, y que por otro lado no sepamos que vamos a estar tan bien representados como por un ministro y una directora nacional de Medio Ambiente. Me alegro muchísimo de la noticia.

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Transcripción: María Lila Ltaif