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Uruguay sigue siendo país libre de dengue autóctono

El país continúa, al igual que Chile, sin la presencia de la enfermedad. Ante el avance del dengue en la región, el MSP trabaja en la vigilancia epidemiológica.


La República Argentina monitorea con preocupación la aparición de casos de dengue, luego que un avance de la enfermedad, el verano pasado, dejara varios muertos en todo el país.

Uruguay y Chile siguen siendo los únicos países libres de dengue autóctono y esta situación se podrá mantener si se continúa implementando con las intendencias un trabajo conjunto, según reveló el viceministro de salud, Miguel Fernández Galeano.

El jerarca dijo que se está trabajando intensamente por la situación regional y se implementó en el país un plan integral ante la aparición del dengue en países vecinos.

Se trabaja para hacer vigilancia epidemiológica y cuando aparecen larvas del Aedes Aegypti se actúa con un tratamiento focal y peri-focal, según expresó.

El jerarca comentó que la estrategia que se debe seguir es: "Controlar todo lo que tiene que ver con reservorios del agente vector del dengue. En cuanto aparece, cuando se detecta, se hace un tratamiento focalizado de aerolización y de control biológico".

"O sea, el mosquito es la condición imprescindible para que haya dengue, y se trata de controlar, de hacer la vigilancia del agente vector", añadió.

A todo esto, según un estudio publicado este jueves en la revista estadounidense Cell, un tipo común de bacteria podría ayudar a reducir el contagio de enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue.

Los mosquitos contaminados con una bacteria llamada Wolbachia, extraída de moscas, resultaron más resistentes al dengue y a una forma de paludismo aviar, según los autores de estos trabajos.

"Estos resultados muestran que podríamos obtener un impacto importante sobre las enfermedades", declaró el principal autor del estudio, Scott O'Neill, de la Universidad de Queensland, en Australia.

El dengue, una enfermedad contra la que no hay vacuna, mata a 40.000 personas en el mundo cada año y contamina a 50 millones de personas.
 
O'Neill y su equipo trabajan en la forma de transmitir la bacteria a mosquitos de laboratorio para soltarlos al aire libre, a fin de generalizar la infección entre la población de insectos.

Si se conducen con éxito las pruebas a puerta cerrada, "efectuaremos experimentos al aire libre de aquí a dos años", indicó el científico.

La Wolbachia es una bacteria muy extendida, presente en 60% de las especies de insectos.