Entrevistas

La madera pide terreno para protagonizar construcciones

Según explicó a En Perspectiva la arquitecta y contertulia Isabel Viana, Uruguay tendría que "hacer un esfuerzo" para entender que hoy en día "la madera es un material que existe en el país", con su respectiva "tecnología para tratarla". "Se puede construir (en madera) y si (la construcción) está bien hecha, es durable", afirmó. De todas maneras, aclaró que hay que cambiar los hábitos y generar una "cultura de cuidado" que permita conservar las edificaciones.


(Emitido a las 10.10 horas)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
A partir del terremoto del 27 de febrero que azota aún a Chile, ¿qué oportunidad brinda el país trasandino con respecto a sistemas de construcción? ¿Es este país un lugar apropiado para el desarrollo del ladrillo en forma masiva, dejando de lado la madera, que es un producto de creación chilena? ¿El terremoto replantea el uso de la madera para construir?
 
En países como Brasil es común ver obras de albañilería donde los ladrillos se montan en línea recta y dispuestos de canto. Como es de esperar, la resistencia de estas construcciones es muy débil. Sin embargo, ¿se puede culpar al material de un deficiente modelo constructivo a la hora de evaluar las bondades del mismo?
 
La misma analogía es válida respecto a la madera y el rechazo de la comunidad de Llico a esas construcciones que ha planteado Un Techo para Chile para el comienzo de las obras post terremoto. Más que rechazar en sí misma a la madera, un sesgo de la época colonial derivada de la falta de cultura en construcción en este material en España, lo que existe es el rechazo a una forma de soluciones temporales que siempre terminan transformándose en permanentes y donde adicionalmente el sistema constructivo es inadecuado.
 
Este es un párrafo escrito por un chileno, Aldo Cerda, gerente de Áreas, Bosques, Industria, Construcción y Servicios Sustentables de Fundación Chile, que en la nota hace mención a lo que es lo común en Estados Unidos, Canadá, Japón, Escandinavia: la construcción intensiva en madera no sólo es masiva -más del 80% del uso residencial se utiliza y nace de la madera-, sino que es un sinónimo de alta calidad, resistencia sísmica, eficiencia energética -un ahorro de más del 40% respecto a otros materiales-, resistencia al fuego -a diferencia del acero-: cuando se la combina con materiales adecuados en el sistema constructivo se carboniza superficialmente pero nunca colapsa.
 
Entonces, va la pregunta que formula Aldo: ¿es el terremoto una ocasión única para que los programas de reconstrucción sean intensivos en sistemas constructivos modernos, intensivos en madera?
 
El presidente José Mujica estuvo en Chile y al regreso manejó el concepto de "oportunidad". Dijo que la reconstrucción de Chile es una oportunidad para Uruguay, para los productores de madera y en particular para los que elaboran materiales, enchapados, tableros de MDF que se producen aquí en el país con mucha eficiencia, porque hay dos empresas muy importantes que operan en Tacuarembó.
 
El Mercurio de Chile hace referencia a que empresas están atentas a las licitaciones del gobierno y plantean que el mercado de casas prefabricadas está apostando a viviendas sociales también y se están convirtiendo en una oportunidad no solamente para chilenos, sino también para extranjeros.
 
Por ejemplo, una fábrica, Délano, que está creando un kit de viviendas sociales de 38 metros cuadrados por un costo aproximado a los 5.700 dólares. Y a esto, es larga la lista, se suman otros arquitectos y emprendimientos del exterior que ven a Chile como una oportunidad.
 
Entonces, ¿por casa cómo andamos? ¿La madera debe usarse sólo para el rancho de Cabo Polonio y Valizas? ¿Por qué no se impregna en la sociedad si es tan noble como se dice?, ¿por qué no tenemos esa tendencia a volcarnos a la madera tomando en cuenta, además, que hoy se produce en nuestro país un producto noble y de buena calidad?
 
Vamos a dialogar con la arquitecta y contertulia Isabel Viana, que ha manejado muchas veces este tema de las construcciones en madera.

***
 
JAE: Ubiquémonos en esto que tiene que ver con lo social, con las costumbres: ¿cuál es tu primera reflexión?
 
ISABEL VIANA:
Hay una primera consideración que es esta: los esquimales no usan madera, usan hielo; los pobladores del desierto usan carpa porque no hay otro material ahí; los españoles y nosotros mismos no usábamos madera simplemente porque no teníamos, o sea, porque la madera de los montes criollos es absolutamente dura pero es muy retorcida, no tenés un tablón similar a lo que es, por ejemplo, la madera de los grandes bosques del norte de Europa -en Finlandia, Suecia y Estados Unidos la madera es el elemento básico de construcción-.
 
Entonces hay dos problemas allí. Hay un problema de inexistencia del material. Cuando yo me formé, prácticamente la madera era un complemento para hacer ventanas o cosas por el estilo, no era considerada porque no había habido una ley forestal, no se estaba plantando, no había gran tratamiento de la madera y la situación hoy ha cambiado.
 
JAE – Sí, ha cambiado porque está la Ley Forestal, pero aparte ha mejorado mucho la calidad de la madera...
 
IV – ...También las procesadoras, que te aseguran una estabilidad en la madera y una capacidad de quitarle la humedad interior y de ponerles tratamientos superficiales que evitan el ataque de distintos factores que pueden comprometer su estabilidad. Hoy, la madera es como una forma de construir absolutamente válida en nuestro país.  
 
Sólo que también, como tú decías, quizá proveniente de España, tenemos una imagen de que la construcción en madera es de baja calidad, es frágil o no es duradera...
 
JAE – ...¿Es una idea eso, se condice con la realidad?
 
IV – No, en absoluto. Pero si uno habla con la gente y le ofrecés la alternativa de una casa en madera, una casa en ladrillo, una casa con techo liviano o una casa sólida, una casa hecha en albañilería dura, normalmente hay como una orientación a eso.
 
Yo quiero señalar que en nuestro país hay cantidad de formas de construir anteriores al tipo de arquitectura basada en estructuras de hormigón armado y mampostería cerámica o mampostería de hormigón, que son lo frecuente en este momento. O sea, quiero decir, estructura con pilares y vigas y los paños completados con mampuestos de hormigón o de origen cerámico, ya sean ticholos o ladrillos. Hay una cantidad, y entre otras las de madera, sin duda, en este momento debe ser motivo de una muy importante reflexión y una reconsideración.
 
Porque además hay dos factores más que inciden. Uno es el hecho de que cuando nuestros abuelos construían una casa (nuestros abuelos que bajaron de los barcos conseguían comprarse un terreno y construir una casa), era la casa para la familia, para siempre, o sea, era la casa donde vivían ellos, tenían sus hijos, pero iban a vivir también no sé si todos pero algunos de sus hijos y a veces todos porque a las casas se le agregaban partes para que vinieran los hijos generalmente...
 
JAE - ...Sí, motivo de orgullo.
 
IV – Claro, y la casa tenía que ser duradera y estable. Nosotros hemos mantenido un poco esa idea de conservar lo viejo, pero sin una adecuada cultura de conservación. Esto parece contradictorio. Nos gusta tener cosas viejas, pero no estamos bien educados para hacer el mantenimiento de las cosas viejas. O sea, cualquier cosa, requiere mantenimiento, o sea, requieren que una actividad mensual, bimensual: hay toda una cantidad de cosas que en el manejo de una casa es necesario tener en cuenta y adquirir una cultura de mantenimiento que hace que el bien sea efectivamente duradero.
 
Yo diría que la madera sin mantenimiento es, quizá, más vulnerable que la albañilería sin mantenimiento. Tenemos que adquirir una cierta cultura de cuidado.
 
JAE – Un cambio de hábito...
 
IV – Claro. Y además, hay otra cosa que vincula con lo que yo decía primero de que se construía la casa para los hijos, los nietos y generaciones subsiguientes; hoy estamos mucho más sometidos a cambios reales en la estructura familiar. O sea, por ejemplo, un matrimonio con tres hijos chicos tiene una necesidad de espacio, pero no es la misma de cuando ellos se casaron y que cuando los hijos se vayan. Yo estoy pensando en este momento en una uruguaya casada con un noruego que vive en Nueva York (yo estuve en casa de ellos), y el noruego tenía sus ideas y sus iniciativas y todas las noches se sentía un ruido como de serrucho. El señor estaba cortando un pedazo de la casa porque estaba sacándole una pared y al día siguiente llamó por teléfono y pidió que le trajeran una habitación más para agregar al lugar.

Eso queda en Nueva York, que es una zona que ha estado con temperaturas de 10, 15 ó 20 grados bajo cero. O sea que la madera puede ser una construcción muy eficaz porque hoy tenemos elementos de aislación aún en climas complejos. El nuestro no es un clima complejo y la posibilidad de construir en madera es realmente una línea de investigación tecnológica. Porque acá viene otro problema: ¿todo lo que construyamos en madera va a tener que ser importado o podemos desarrollar nuestras propias tecnologías?
 
Mi respuesta es que tenemos que desarrollar nuestras propias tecnologías, porque nuestro clima no tiene las condiciones de asoleamiento, de vientos: hay toda una cantidad de características que exigen que pensemos bien cómo tiene que ser la tecnología a usar en madera en nuestro país y con qué complementos.
 
JAE – Tengo varias consultas que van al punto del precio. Por ejemplo, Javier, de Malvín, dice: "Acá, la madera es muy cara comparativamente".
 
IV – Era, y más si podemos hacer construcción seriada. O sea, no es que cada uno se compre tres tirantes de madera y los clave como pueda en su casa, sino que haya kits o partes, como esa habitación que les cuento que vi comprar y traer dos días después y atornillar simplemente a la casa, con mucho asombro de mi parte. Esto fue hace como 15 años y me parecía como muy inconcebible.
 
En ese caso sí, sin duda, hay un abaratamiento real. En Uruguay entró bastante en los balnearios edificación prefabricada de origen brasileño. El diseño no me parecía de lo más fantástico, pero era bastante apta para usar en nuestro país; se vendían una cantidad de casas de madera ya instaladas.
 
JAE – Acá tengo otro mensaje por ejemplo de Carlos, de Lagomar, que dice: "El problema en nuestro país es que los costos se equilibran enseguida. Construir tanto con uno u otro material los costos son muy similares".
 
IV – Yo cero que no, en función de que nosotros no hemos desarrollado tecnologías y no estamos trabajando en serie. O sea, cuando hablo de esas casas de madera que se vendieron en los balnearios eran sensiblemente más baratas, alrededor de la mitad del costo, aún casas de cuatro dormitorios. Si ustedes hacen memoria, hay una casa a dos aguas, con una galería al frente, que uno la ve prácticamente por toda la Costa de Oro y más allá, también en Maldonado, y que venía hecha en kits y era simplemente para atornillar de Brasil. Ahí tenía los costos de importación y era aproximadamente la mitad.

Ahora, en la última exposición nacional de la construcción, se estaba ofreciendo una casa, si no recuerdo mal, con dos o tres dormitorios, que se fabricaba en Solymar y el costo era alrededor de 8.000 dólares: una casa terminada con instalación de cocina y baño.
 
JAE – ¿Hay que agregarle mantenimiento a eso después?
 
IV – Claro, siempre que uno trabaja con madera hay que tener en cuenta que hay mantenimiento, pero también hay que hacerle mantenimiento a las cosas que se hacen con hierro.

Ahora se está trabajando menos con hierro y más con aluminio, pero las carpinterías de hierro había que pintarlas cada tanto porque si no, se herrumbran. O sea, todo requiere mantenimiento; hay que estar atento.

La madera es flexible, es un material que en este momento tecnológicamente se está desarrollando con técnicas muy avanzadas en nuestro país. Y creo que, sin duda, son cambios en la cultura respecto a lo que nosotros esperamos y deseamos de una casa.
 
JAE – Cuando tú estudiaste arquitectura no estaba esto de la madera como posibilidad, ¿verdad?
 
IV – Pero eso fue en la época paleolítica (risas).
 
JAE – Ahora, ya que estamos hablando de una producción de madera muy reciente, desde el 90 para acá, ¿hay formación?, ¿los arquitectos uruguayos han incorporado esto como una opción interesante?
 
IV – Yo pienso que lo está imponiendo más el mercado que lo que viene de la formación. Hay dos frenos: uno es que todavía no ha entrado masivamente en las universidades, por lo menos en todas las facultades de arquitectura, el uso intensivo de la madera. Yo he visto alguna cosa en algunas entregas de facultad ya hechas en madera.
 
Pero les puedo contar que ayer estuve en un gimnasio y me encontré con toda una ampliación. Dijeron que la instalaron el día anterior y eran materiales livianos, o sea, la madera combinada con otras cosas.
 
Y esto también es algo que hay que pensar; hay que recordar que las viejas casas de campaña de Francia, por ejemplo, tenían una estructura de madera con algunas maderas formando cruces de San Andrés y se rellenaban con mampostería.
 
O sea que en realidad no hay una sola solución para las casas de madera, hay combinaciones que hacen muy posible construir con materiales nacionales, rápidamente, con extremada confortabilidad y a menor precio.
 
Sobre todo de menor precio si las hacemos seriadas, como se hicieron para venderle a Venezuela. Yo no sé en qué terminó el negocio con Venezuela porque fue un negocio que dio mucho que hablar y realmente no tengo la información, pero en Uruguay se fabrican kits de casas para vender a Venezuela que precisaba casas...
 
JAE – ...No ha sido ese un negocio muy próspero.
 
IV – No sé los términos del negocio, pero sé que los términos del negocio se basaban...
 
JAE - ...Nada que ver con lo planificado...
 
IV – Claro, pero los términos del negocio se basaban en que Uruguay puede hacerlo.

Nosotros tenemos un grave problema al tener como 600.000 personas en este momento viviendo bajo cartones, chapas o cosas por el estilo. No estoy hablando de las viviendas, que yo considero particularmente incompletas, de Un Techo para mi País; me parece que yo creo que merecen un diseño mejor...
 
JAE - ...Igual son viviendas temporarias; está claro que forma parte de una etapa y que antes de los siete años...
 
IV - ...Pero creo que aún temporaria es una inversión. Y creo que correspondería, por ejemplo, que tuviera una instalación mínima sanitaria.
 
Pero ya se está haciendo, el tema es que tenemos que hacer un esfuerzo por darnos cuenta que ahora la madera es un material que existe en el país, que hay tecnología para tratarla, que se puede construir y que si está bien hecha, es una construcción durable.
 
Yo tengo ejemplos divertidos en ese sentido. En Estados Unidos, yo ví hacer una gran casa en una zona de Long Island, una gran casa de esas que uno mira, esas que tienen cuatro columnas al frente: un modelo muy clásico americano, pero lo último que le pusieron fueron las columnas porque en realidad eran un adorno. O sea, era toda una casa de madera con terminaciones simulando ladrillos; era una placa con ladrillos dibujados -eso me pareció horrible-, pero la casa toda se construyó en menos de un mes.