(emitido a las 9.09 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Luego de ocho años Uruguay volvió a un Mundial y los resultados alcanzados en las dos primeras fechas ilusionan.

Desde hace varias semanas en nuestro país se vive una especie de "fiebre celeste". Y la buena campaña de la celeste, entre otras cosas, ha dejado casi en el olvido la racha de incidentes violentos que castigaron al fútbol uruguayo en la primera parte del año.

En este ambiente de aire fresco, el gobierno lanzó el programa "Pelota al medio a la esperanza", una iniciativa que tiene como objetivo bajar la violencia en las canchas y facilitar la inclusión social de los jóvenes.

El puntapié inicial se dio el miércoles pasado, en un salón del liceo 61 del Cerro preparado para ver el partido Uruguay-Sudáfrica. A ese acto concurrieron autoridades del Ministerio del Interior, de la enseñanza y una figura que acaparó la atención de los alumnos: el ex jugador y ex técnico de Peñarol Diego Aguirre.

El ciclo seguirá mañana cuando Uruguay juegue con México, en el liceo Héctor Miranda. Los alumnos de ese centro verán el partido Uruguay-México junto al ex futbolista Ruben Sosa y al capitán de Los Teros, Carlos Arbolella.

¿Qué pueden hacer los deportistas más famosos para promover el fin de la violencia en las canchas? ¿Qué otros actores deberían mostrarse más activos?

Para responder a estas y otras preguntas, vamos a conversar en los próximos minutos con "la Fiera" Diego Aguirre, el primero de los deportistas en participar en el plan "Pelota al Medio a la esperanza".

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EC - El programa se conoció la semana pasada, se difundió una declaración firmada por Eduardo Bonomi, ministro del Interior, y Diego Aguirre, en la que se menciona que hay que "unir nuestras fuerzas en las respectivas áreas de competencia para promover acciones conducentes a trasmitir un mensaje positivo en el deporte", que hay que "invitar igualmente, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a conjuntar esfuerzos para revertir los valores perniciosos que promueven la violencia en el deporte" y se incita "a la imaginación colectiva, a la capacidad criolla, para desarrollar acciones en contra de la violencia".

¿Cómo llegaron a esto?

DIEGO AGUIRRE:
En conversaciones con el ministro hace un tiempo surgió esta idea a raíz de los hechos de violencia que pasaron y con la oportunidad del Mundial, con todo lo que despierta en nuestro país, la expectativa o la atención de muchísima gente. El puntapié inicial fue conmigo, pero todos los que estamos vinculados al deporte debemos intentar acercarnos a los centros educativos, charlar con los niños, generar un clima de paz o combatir los hechos que están pasando, que vinculamos al deporte porque somos deportistas, pero los está viviendo la sociedad, y nos pareció una buena iniciativa generar un clima distinto.

EC - ¿Cómo se traduce esta buena declaración de principios en hechos reales para cumplir este objetivo?

DA - Sabemos que es muy difícil, pero algo hay que hacer, y tal vez sea algo lento y no sé hasta qué punto eficaz. Pareció algo bueno ayudar a dar estos mensajes. Después hay muchísimas cosas por hacer, todos los que fuimos figuras públicas y podemos trasmitir algún mensaje o ser escuchados por diferentes cosas debemos hacerlo en los centros educativos en un primer momento. Se habló también de cárceles, hay que seguir avanzando en ese tema. Yo viví una jornada muy linda la semana pasada cuando fui a ver el partido de Uruguay, con toda la euforia que eso despierta, y claro que ayudó que hiciéramos tres goles y hubiera un clima muy lindo.

JAE - ¿El centro de atención estaba puesto en el partido o en tu figura y las de las autoridades?

DA - Se dio una fiesta, nos recibieron muy bien las autoridades y por supuesto todos los estudiantes, los gurises estaban con mucha expectativa, sumada a la del partido. Es intentar hacer algo y no quedarse pasivo mirando. Esperemos que pueda sumar algo.

JAE - ¿Pensás que el hecho de que Uruguay esté participando en un Mundial, hasta ahora con buenos resultados, es positivo para este objetivo?

DA - Por supuesto, que Uruguay esté en el Mundial y ganando, por la forma que tenemos de vivir un Mundial y también por la buena imagen que está dando Uruguay. No solo por cómo está jugando, sino que da una imagen de equipo serio, sin incidentes. También la forma de conducción de esta selección ayuda. Hay muchas cosas para hacer, pero suma mucho lo que está haciendo la selección.

EMILIANO COTELO:
Tal vez el Mundial en su conjunto también ayude. Basta con tomar el ejemplo de Sudáfrica, la forma como reaccionó Sudáfrica cuando perdió como local frente a Uruguay, la forma como reaccionó la hinchada de Sudáfrica.

DA - Un gran ejemplo a seguir. Otra cosa espectacular fue cuando en un estadio lleno tocaron el himno de Uruguay y hubo un silencio y un respeto a los que tal vez no estemos acostumbrados. Son mensajes, por todo lo que hace el fútbol hoy, por la llegada que tiene a la gente, se pueden hacer cosas para ayudar.

JAE - Con esta movida, con este arranque, con este plan que se presentó la semana pasada, se disparan algunas preguntas de la audiencia. Eduardo dice que "la obligación de los jugadores tiene que ser saludarse antes y después del partido, debería ser parte del contrato, es una señal muy fuerte". ¿Por qué eso no ocurre como vemos en el Mundial?

DA - Son iniciativas que están buenas, estoy de acuerdo. Eso se ve mucho en otros deportes o en otros lados, en los partidos de rugby se ve el típico saludo del perdedor al que gana. Cuesta un poco porque hay algo cultural muy fuerte y no son cosas que se puedan instrumentar de un día para el otro.

JAE - Incluso salir juntos, en algunos campeonatos se ha experimentado. En el Mundial salen hasta por el mismo túnel.

DA - Está muy bien. Hay que estar abiertos a todo lo que pueda dar señales de combate a la violencia. Saber que es un partido de fútbol, no tomarlo como una confrontación y generar algo en contra del otro que después trae los problemas que hemos tenido. Que no se dan solo acá, pasan en todo el mundo.

EC - Agregaría un ejemplo más, en este caso del fútbol europeo, la costumbre en algunos partidos de salir a la cancha con las mascotas cambiadas.

DA - Me gustó mucho eso.

EC - Cada equipo sale a la cancha con chicos vestidos con la camiseta del equipo contrario, del equipo al que se va a enfrentar.

DA - Es excelente, está muy bien, se da todo un mensaje con los niños, con las mascotas cambiadas, como que no hay que perder la perspectiva de la realidad, que no deja de ser un enfrentamiento deportivo, que significa mucho, en el que hay mucha pasión, pero que tiene que ser hasta ahí.

JAE - En esta instancia van a participar deportistas no solamente del fútbol, la violencia afecta a otros deportes también, pero ¿no cree que los clubes y los dirigentes deberían tener un papel más activo en programas e instancias de este tipo? Porque siempre aparece eso de que hay dirigentes de fútbol que le dan la espalda a este problema, que tiene que ver con el origen de estos episodios.

DA - Todo lo que se pueda hacer hay que hacerlo porque es un problema que va en aumento, pero también sabemos que es un problema que va mucho más allá del deporte, en el fútbol tal vez lo violento encuentra un lugar para manifestarse. Todo lo que se pueda hacer para ayudar hay que hacerlo, también los dirigentes, tendría que haber algún plan, algo más profundo, no sabría decirlo, pero estoy absolutamente de acuerdo en que tenemos que trasmitir mensajes distintos y no dejar que esto se vaya de las manos, ha empeorado en los últimos tiempos y hay que trabajar para revertir esa situación.

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JAE - Como deportista, ¿cómo influye el entorno? ¿El futbolista, el técnico es consciente del peso que tiene el ambiente que se genera en un estadio? Por ejemplo, tengo bien presente tu imagen gritando cuando Peñarol salió campeón, fue un grito lleno de rabia y muy introvertido, fue más bien un grito hacia la gente que estaba atrás en la platea América. ¿Pesa eso?

DA - Sí, se viven emociones muy grandes que a veces es difícil contener porque hay mucha pasión y mucho en juego. En mi caso en las finales del mes pasado fue algo que se fue generando en cuatro o cinco meses, con una expectativa muy grande de la gente, se vivió con mucha euforia. Pero la alegría o la manifestación de euforia tienen un límite, eso no significa después que las hinchadas tengan que pelear, hay que buscar un punto más equilibrado. Se están tomando muchas medidas en las canchas.

EC - ¿Ese puede ser un ejemplo de lo que tú tenés para decirles a los botijas con los que te reunís en esta serie de encuentros? A mí me despierta curiosidad saber de qué manera tenés pensado convencerlos, sensibilizarlos.

DA - No es convencerlos, es algo que vamos a ir haciendo con el correr de las visitas. No hay una fórmula, simplemente es dar buenos mensajes, contar historias, acercarnos para trasmitir nuestra experiencia. Pasa por ahí.

EC - Pero las formas no pueden ser demasiado genéricas, del tipo "la violencia es mala", "la amistad y la caballerosidad son buenas", hay que llevar el mensaje a algo concreto.

DA - Por supuesto, de acuerdo, pero la intención es estar, acercarnos a los niños y contar.


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JAE - ¿Con quién ves el partido mañana Uruguay-México?

DA - Mañana lo veo en mi casa.

JAE - Lo ves en tu casa con tu familia.

DA – A esa hora mis hijos van a estar estudiando. Seguramente arregle con algún amigo, todavía no tengo nada definido, hoy lo voy a saber. Voy a estar con toda la expectativa que hay en Uruguay de que la selección siga adelante y podamos hacer un Mundial como en los viejos tiempos.

JAE - La idea es que des alguna otra charla en algún otro liceo o en la cárcel.

DA - Por supuesto, estamos a las órdenes y planificando de aquí en adelante la posibilidad de sumarnos a esas charlas. Si bien la iniciativa fue conmigo, la idea es que diferentes deportistas de fútbol, de básquetbol, de rugby, de lo que sea, se sumen para colaborar.

JAE - ¿Qué está previsto hacer con los padres? La pregunta viene de la audiencia. Dice Elly: "También tendrían que educar a los padres para que no trasmitieran lo que ocurre con la violencia en el baby fútbol".

DA - Entiendo lo que dice, porque a veces en un partido de fútbol pasan cosas, situaciones violentas generadas por los padres.

EC - ¿Está previsto hablar con los padres también?

DA - No, no fue llevado tan en profundidad de si íbamos a hablar con los padres de los niños del baby fútbol. Puede ser bueno, pero no es tan fácil instrumentarlo, hay que ver el orden que se lleva. La idea en principio fue el tema de los colegios, no sé cómo va a avanzar o qué aceptación va a tener la iniciativa.

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Transcripción: María Lila Ltaif