Sebastián Bauzá (AUF): "Ojalá podamos jugar la final, pero Uruguay ya logró algo histórico"
Uruguay está entre los cuatro mejores equipos del mundo, hecho que no ocurría desde el Mundial de México en 1970. El presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Sebastián Bauzá, destacó el logro y repasó las claves que posibilitaron el buen desempeño de la selección en Sudáfrica. "Es una generación espectacular, no solamente como deportistas sino como personas", expresó, destacando además el proyecto futbolístico encabezado por el técnico Óscar Tabárez así como la unión que existe en el plantel. "Si estamos entre los cuatro mejores del mundo es un mérito de los uruguayos, no es que el camino haya sido más fácil", aseguró.
(emitido a las 9.08 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Este viernes Uruguay vivió en todo el país una de las mayores alegrías de las que tengamos memoria.
(Audio relato del fin del partido con Ghana.)
EC - Apenas se supo de este desenlace, instantáneamente las calles y plazas de todo Uruguay se llenaron de gente, la mayor parte de la cual nunca había visto a la selección clasificar entre las cuatro mejores del Mundial de Fútbol.
Vamos a Sudáfrica, porque del otro lado de la línea se encuentra el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Sebastián Bauzá.
SEBASTIÁN BAUZÁ:
Ante todo tengo que agradecerle: se me puso la piel de gallina, es la primera vez que escucho el relato del gol de un uruguayo. Acá no hay radio de por medio, la prensa lo vive diferente de como vivimos los uruguayos el fútbol. Sinceramente, me emocioné escuchando el relato del penal de Abreu, me hizo revivir ese momento sublime, en el estadio estaba casi en estado de shock, recién ahora me di cuenta de cómo lo vivieron los uruguayos. En ese momento lo vi solo, porque estoy en un palco vip muy protocolar donde no puedo hacer manifestaciones que me encantaría hacer.
EC - Qué difícil debe haber sido eso... ¿En qué lo encontramos ahora? ¿Dónde está?
SB - Estoy terminando de almorzar con los jugadores. Salí a la terraza para charlar con ustedes; los jugadores están terminando de almorzar porque a las cuatro se van al entrenamiento.
EC - Como se imaginará, tengo una enorme cantidad de preguntas mías y de los oyentes. En primer lugar, la pregunta más cantada: ¿cómo explica lo que está pasando? ¿A qué atribuye este buen resultado que está obteniendo la selección uruguaya en su desempeño en el Mundial? ¿A qué atribuye además la buena sintonía que generó con la población?
SB - Hay varias explicaciones. Por un lado es un proyecto que comenzó hace unos cuantos años con el maestro Tabárez a la cabeza, no hay que olvidar que junto con tres países más Uruguay fue el único que clasificó al Mundial de la sub 17, de la sub 20 y a este Mundial de la selección mayor. Por otro lado es una generación de jugadores espectacular, no solamente como deportistas sino como personas, otro mérito del maestro Tabárez. Y acá en Sudáfrica se han hecho las cosas bien; una de las cosas bien es haber vivido en Kimberley, que es una ciudad del interior de Sudáfrica que es como una estancia turística; cuando mi familia, mis amigos me preguntan "definí Kimberley", lo defino así. Después de vivir un partido volver a Kimberley era como volver a casa, donde la tranquilidad era absoluta, no nos dábamos cuenta de que estábamos jugando un Mundial, pasábamos las horas charlando, jugando al truco, jugando al ping-pong, como en la concentración del Complejo Celeste. De esa manera se va formando el grupo, entre jugadores, técnico y dirigentes, porque jugamos al ping-pong todos, a veces de noche en los mediotanques parrillero no hay hacíamos asados sin hueso y sin grasa, volvemos todos más flacos, porque uno está acostumbrado a comer asado con hueso. Esas pequeñas cosas logran un grupo con una unidad muy importante.
EC - Después de una eliminatoria que fue tan complicada, tanto que Uruguay entró al Mundial a último momento, en el repechaje, ¿cómo se entiende que ahora, en el Mundial mismo, se hayan logrado estos resultados?
SB - Yo asumí hace un año en la AUF, justo cuando el partido con Perú, que debe de haber sido de los peores viajes, porque aparte era el primero para mí como presidente de la AUF; si ganábamos aquel partido estaba prácticamente la clasificación contra un Perú eliminado. Y le puedo asegurar que las lágrimas que vi en los vestuarios de los jugadores uruguayos en Perú las estoy viendo ahora de alegría, porque para Uruguay, por la historia de Uruguay, clasificar a un Mundial es como una obligación, pero cada vez es más difícil. Por algo de los ocho equipos cinco eran sudamericanos. La eliminatoria se sufrió, y yo decía "al Mundial hay que disfrutarlo".
Y los jugadores lo están disfrutando, se han sacado la presión de la eliminatoria. Uno lo ve en las caras, en la alegría en el vestuario. Yo viví el vestuario en la eliminatoria y ahora lo veo el Mundial. El fútbol, como todo deporte, es un deporte grupal, y la cabeza es muy importante. Los jugadores se sienten mucho más liberados; por algo el maestro no ha incorporado jugadores nuevos, se ha mantenido casi el mismo plantel de la eliminatoria. Eso se va aceitando, es una máquina que cada vez funciona más, y más cuando existe un grupo humano que está muy unido y tiene un objetivo, que era llegar lo más lejos posible, sin pensar en la copa, queriendo primero saltar la serie, que era una serie muy difícil, y después partido a partido, hasta llegar a este momento soñado. Cada vez que uno prende la televisión o ve el fixture se da cuenta de que ya estamos arriba en la pirámide de los partidos, nos parece increíble.
EC - Después de ganar el grupo, después de pasar la primera etapa, Uruguay pasó a recorrer un camino que según algunos era relativamente accesible porque quizás estaba diseñado pensando que le tocara al local, a Sudáfrica, para ayudarlo a dar algunos pasos más en dirección a las semifinales. ¿Qué dice usted a propósito de ese factor que habría estado detrás de los resultados que se han obtenido últimamente?
SB - Yo digo que podía estar Sudáfrica, o ¿por qué no Francia, que era vicecampeón del mundo?, le podía haber tocado el mismo camino. O México, que tiene 115 millones de habitantes. Si estamos entre los cuatro mejores del mundo es un mérito de los uruguayos, no es que el camino haya sido más fácil. Hoy cualquier selección es muy difícil para Uruguay, no hay que olvidar que Uruguay es el país que está viviendo el Mundial con menor cantidad de población, y hacía 40 años que no estábamos entre los cuatro. No sé si fue un camino más fácil o más difícil, Francia era muy difícil, Sudáfrica como local, yo viví tanto en el partido con Sudáfrica como en el partido con Ghana experiencias... ni en la eliminatoria me sentí tan visitante. Pero los jugadores estaban preparados para esto y los dos partidos que se ganaron; había que ver las caras, en el palco éramos cuatro personas uruguayas y el resto todo del continente africano. El partido con Ghana era muy difícil, y en el último segundo del alargue se cobra un penal, que por supuesto fue. Había que tener el temple para darlo vuelta y ganar. Entonces jamás podríamos sacarle mérito a esta campaña del fútbol uruguayo, a la selección y a este grupo.
EC - ¿Con cuánta presión se sienten los jugadores ante los partidos que se vienen, sobre todo ante el de mañana frente a Holanda, en el que está en juego la posibilidad de ser uno de los dos equipos que disputen la final?
SB - Voy a decir algo que tal vez sea difícil de explicar: el grupo está igual que cuando empezó el Mundial. En este momento yo estoy hablando con ustedes en la terraza y a cinco metros están jugando al ping-pong con la misma alegría, no pensando que si ganamos mañana quedamos entre los dos mejores del mundo. Como tampoco se vivió cuando jugamos con Francia ni con cualquiera de la serie. Los jugadores están metidos cien por ciento en esto, pero con tranquilidad, y cada festejo fue igual: cenamos todos juntos, y después los que tienen familia iban a una sala aparte a estar con los chicos, y a las once y media, doce estaban en la cama durmiendo y descansando para al otro día empezar a trabajar. Se han mantenido igual. Eso es muy bueno. El ambiente es el mismo acá, estamos en un hotel alejado en Ciudad del Cabo, por dentro por supuesto que saben lo que están viviendo, porque en Kimberley teníamos conferencias de prensa de media docena, diez periodistas uruguayos, y ayer tuvimos una conferencia de prensa que me impresionó, no había menos de 250, 300 periodistas, era hasta difícil dominarlos. Los jugadores me decían que salían mareados, porque no están acostumbrados, y ojo que tenemos jugadores de primer nivel, por algo tenemos goleadores del fútbol holandés y del fútbol español. La base de todo esto es la humildad, el trabajo y el estar todos juntos. Ojalá podamos jugar la final, pero Uruguay ya logró algo histórico para el fútbol uruguayo, porque haber logrado esto en este mundo globalizado donde las diferencias económicas son mayores, es hazañoso.
EC - ¿Va a continuar el maestro Óscar Washington Tabárez al frente de la selección como director técnico?
SB - No es el momento de plantearlo, pero yo siempre dije: "Ojalá que al maestro le vaya bien para poder seguir aprovechando su experiencia". Habrá tiempo para conversarlo con él; tal vez tengamos competencia ahora para mantener al maestro Tabárez.
EC - ¿Ya hay interesados?
SB - No, se imagina que hablamos de muchos temas pero no de esto. Pero ha demostrado ser una persona muy seria y con una experiencia muy importante. No olvide que ya estuvo en un Mundial y que esa experiencia ha servido muchísimo; por ejemplo, muchos decían "¿por qué tan pocos partidos antes del Mundial?". Hoy uno se da cuenta de que estaba en la razón, ya hace casi 40 días que estamos acá, y si hubiéramos hecho una gira de 15 o 20 días antes el desgaste psicológico habría sido muchísimo. Estamos a una semana del regreso y los jugadores están concentrados cien por ciento; en esas giras anteriores a los mundiales, de 30 días, el desgaste emocional es muy grande. Doy un ejemplo de cosas que creo que se hicieron muy bien.
EC - Y para terminar una pregunta más de fondo, que probablemente dé para charlar un rato largo en otro momento: a esta altura del campeonato y con lo que ha ocurrido, ¿los dirigentes de la AUF y de los clubes se han puesto a pensar cómo se puede capitalizar esta buena performance de la selección, esta buena imagen que tiene este grupo de jugadores?
SB - Por supuesto que lo hemos hablado, cuando lleguemos a Montevideo vamos a hacer una reunión de presidentes, tenemos que darnos cuenta de que el fútbol uruguayo tiene que valer más en todo, los cachés de los partidos, los espónsores. Los clubes y el fútbol uruguayo son muy pobres, hay que buscar nuevos ingresos, entonces tenemos que aprovechar este momento para que el fútbol uruguayo se mantenga. Porque el éxito es el trabajo que se hace en los clubes, siempre digo que aparte de los jugadores, los dirigentes, tanto a nivel de juveniles como mayores, son los que trabajan honorariamente y hacen que estos jugadores se puedan formar. Detrás de cada institución hay muchísimos jugadores a los que se les da no solo una educación en el deporte, sino como personas, se les dan alimentos, se los saca de la calle, el fútbol hace una función social que pocas actividades hacen. Entonces hay que ayudarlo, porque la alegría que está viviendo Uruguay nos hace bien a todos, sé que hay mayor consumo, hay otro ambiente para lograr cosas. El fútbol en Uruguay es una pasión muy importante y hay que ayudarla.
EC - Por un lado está el lado económico que tiene el llegar a estas instancias del Mundial. Hasta ahora la selección uruguaya de fútbol viene cobrando 19 millones de dólares; ¿puede ser?
SB - No los cobramos, los vamos a cobrar. Pero no olvide que tenemos socios que son los jugadores, y tenemos muchos gastos en la FIFA. Y cada vez que me hablan de plata yo digo: nosotros vinimos a buscar la copa; la plata va a venir después. Por lo que hablábamos antes, tenemos que valorizar lo que se logró deportivamente para que los ingresos vengan después, porque se imaginan que organizar todo este campeonato para Uruguay tiene un costo muy grande, es muy país muy chico. FIFA te obliga a un mínimo de entradas, que antes nos sobraban y ahora nos faltan pero no podemos comprar más, nos hacía reservar tantas habitaciones, que antes nos sobraban, porque Uruguay es muy chico. Mientras que las delegaciones de Argentina y Brasil tenían 260 habitaciones, nosotros éramos muy poco. Todo esto encarece, pero hay que hacerlo porque Uruguay no mueve la gente que mueven las otras potencias.
EC - Aparte de lo económico, aunque quizás relacionado con lo económico, ¿es posible pensar que este Mundial tenga un impacto positivo en el fútbol que se juega dentro del país, tanto en cuanto a la calidad del juego como a inversiones en infraestructura, pero también en cuanto al comportamiento de las hinchadas, para avanzar en el camino de desterrar la violencia de las canchas, etcétera?
SB - Eso ya es más complicado, es todo un tema social, la violencia que está en el fútbol está en la sociedad uruguaya. Lo que sí puedo decir, porque soy dirigente de fútbol y no sociólogo, es que hay que invertir en infraestructura, porque la función que hace el fútbol, que es sacar a los chicos de la calle, sacar a los chicos de la droga, y darles alimento y dieta, es fundamental. Eso sí hay que aprovecharlo. Después, la violencia en los estadios y demás va más allá de lo que puede hacer el fútbol.
Le pido disculpas, pero me están esperando, tengo gente para el tema de las entradas, me tengo que ir a FIFA a ver si puedo conseguir algún tique más.
EC - ¿Cómo es el tema de las entradas?
SB - Nosotros siempre pedíamos el mínimo de entradas porque fueron muy pocos los uruguayos que nos acompañaron en toda esta fase, pero ahora están llegando chárteres y no hay entradas, entonces hay que ver si se pueden conseguir más. Tengo que ir a las oficinas de FIFA a buscarlas.
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Transcripción: María Lila Ltaif