Jorge Larrionda: "El árbitro, para sancionar lo que sea, debe estar absolutamente convencido"
Representante de un oficio ingrato si los hay, el juez de fútbol deberá soportar, inevitablemente, las protestas generadas a raíz de sus decisiones. Asimismo, rara vez escuchará elogios tras una buena actuación. Esta realidad no es extraña para el experiente árbitro internacional uruguayo Jorge Larrionda, quien fue protagonista de una polémica jugada durante el choque entre Inglaterra y Alemania en el Mundial de Sudáfrica. Entrevistado por En Perspectiva, compartió sus sensaciones durante y después del comentado partido y opinó sobre el uso de la tecnología para apoyar las decisiones arbitrales, entre otros temas. "La tecnología puede ayudar, pero me da la sensación de que no va a poder cubrir todos los ángulos y posibilidades que ofrece este deporte", expresó.
(emitido a las 9.02 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Fue una de las imágenes más repetidas de este Mundial de fútbol: la pelota picando adentro del arco del golero alemán Manuel Neuer luego de un disparo del inglés Frank Lampard.
Ocurrió el 27 de junio, cuando habían pasado 38 minutos del partido entre Alemania e Inglaterra. Los alemanes ganaban 2 a 1, y ese gol habría significado el empate para Inglaterra. Sin embargo, pese a que los ingleses protestaron, ese tanto no fue validado. Después, en el segundo tiempo Alemania hizo dos goles más y el encuentro terminó 4 a 1, lo que dejó a la selección inglesa fuera de la copa del mundo.
El episodio reabrió con fuerza el debate sobre el uso de la tecnología en el fútbol, una posibilidad que la FIFA va a analizar luego del Mundial, según anunció su presidente, Joseph Blatter.
Pero para nosotros los uruguayos aquel el arbitraje tuvo un impacto aparte, porque el juez era nuestro compatriota Jorge Larrionda, uno de nuestros árbitros internacionales más prestigiosos.
Larrionda tiene 42 años, es árbitro internacional desde 1998, y el de Sudáfrica es el segundo Mundial en el que participó; también había estado en Alemania 2006.
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EC - Vamos a conversar con el juez Jorge Larrionda.
¿Cómo se siente ahora que pasaron varios días desde aquel partido?
JORGE LARRIONDA:
Un poco más relajado. Ya hemos llegado a casa, hemos recibido el afecto de nuestros seres queridos, he compartido con amigos también, y de alguna manera la selección nos ha devuelto la alegría a todos. Mezclando todas esas sensaciones y evidentemente con el tiempo que va pasando uno va superando este momento.
EC - Fue duro.
JL - Sí, sin duda.
EC - ¿Cuándo tuvo plena conciencia de que se había equivocado? ¿Fue en la cancha, en el vestuario? ¿Cómo fue?
JL - La sensación, percibiendo lo que pasaba en el banco de suplentes sobre el final del primer tiempo y cuando fuimos camino a vestuarios, era que era posible que hubiera habido un problema en esa jugada y que no hubiéramos podido apreciar lo que realmente había sucedido.
EC - En las pantallas del estadio no se pasó el replay.
JL - No, afortunadamente no; ese fue uno de los problemas en este torneo, que algunas incidencias de juego de las polémicas, de las que pueden encender la mecha de la discusión o de las protestas hacia los árbitros, están prohibidas en las pantallas gigantes de los estadios, y en algún cotejo, incluso en el que pasó después del nuestro, el de México y Argentina, se mostraron esas incidencias en la pantalla gigante, lo que genera siempre un problema extra.
EC - Yo tenía esa confusión, no me daba cuenta cuál era la regla. En algunos partidos se pasan los replays en la propia cancha y en otros no.
JL - Depende del técnico que está a cargo de las imágenes, si las habilita o no, porque las corta para la trasmisión que se hace en la pantalla gigante del estadio, pero esos replays salen para la trasmisión internacional. A veces se le escapan algunos detalles a esa persona que está controlando y por error se emiten imágenes que no deben emitirse. Todas las imágenes que pueden ser controversiales, polémicas, están prohibidas en las pantallas de televisión de los estadios.
EC - Y cuando llegaron al vestuario en el entretiempo, ¿ahí sí tuvieron oportunidad de ver el replay?
JL - No, de ver no.
EC - ¿No se hace eso?
JL - No, no; nosotros tratamos de no hacerlo, no es aconsejado por nuestros superiores. Uno tiene que aprender a desprenderse de las decisiones que ha tomado en el partido, eso es algo importante para nosotros los árbitros, no quedar atado a la decisión, sea acertada o errónea.
EC - ¿Cómo lo charlaron en el vestuario con los otros dos integrantes uruguayos de la terna?
JL - Siempre hay algunos minutos para el descanso, para respirar; después se evaluó la situación, era absolutamente obvio para nosotros, éramos absolutamente conscientes de que no habíamos podido observar la situación, no teníamos la certeza de lo que había ocurrido. Esa es una de las claves, regla básica, el árbitro para sancionar sea lo que fuere debe estar absolutamente convencido, de lo contrario debe abstenerse. Eso fue lo que sucedió. Debido a los diálogos que tuvimos a nuestra salida, teníamos la percepción de que podía haber ocurrido algo. Pero también es frecuente en el fútbol encontrarse con personas que dicen "mirá que en tal jugada tuviste una decisión errónea", buscando presionar al árbitro. Uno se acostumbra a manejar ese tipo de conversaciones o diálogos y trata de pasarlos por encima, sin embargo yo tenía la percepción de que los diálogos eran sinceros; uno aprende a conocer a la gente, la forma en que le dice las cosas.
EC - ¿De quién venían esos comentarios?
JL - Cuando salíamos de la cancha tuvimos una conversación con David Beckam, que se apersonó a nosotros muy amablemente, la conversación fue en tono muy amigable, planteando el dolor que sentía y preguntando qué había pasado. Son pequeñas sensaciones, es difícil explicarlo; cuando uno habla con alguien que no conoce tiene un feeling especial, cree o no lo que le dice. A nosotros nos parecieron palabras sinceras, al menos a mí en lo personal; y luego se comprobó.
EC - ¿Cómo se distribuye la responsabilidad dentro de una terna arbitral? En un caso como este el línea tenía que tener claro qué había pasado con esa pelota, o en principio usted se dirigió a él, lo consultó a él.
JL - Obviamente. Si analizamos la situación puntual, deberíamos llegar a la conclusión de que fue muy difícil la apreciación de la situación, como le dije.
EC - ¿Qué pasó? ¿El cuerpo del arquero les tapó a ustedes el pique de la pelota? Eso fue algo de lo que se comentó.
JL - Hacer especulaciones sobre lo que puede haber pasado no ayuda. La realidad es que los árbitros, como tenemos atención dividida, focalizamos en la jugada sin saber cuál va a ser la jugada posterior. El árbitro asistente debe estar siempre con el penúltimo defensa, entonces aquellas versiones que aparecieron por allí hostigando al árbitro asistente por no estar en una buena ubicación refieren a algo absolutamente falso, el árbitro asistente estaba donde debía estar. El árbitro central también estaba donde debía estar en una jugada que estaba a la entrada del área y con una situación difícil de prever: el futbolista podía rematar, podía iniciar una situación de tratar de engañar a los rivales, un dribbling y una pared dentro del área, lo que podía provocar una situación dentro del área, y el árbitro debía estar atendiendo eso.
Lo que sucedió fue un remate al arco desde aproximadamente 20 metros; y por otra parte las particularidades del balón de este torneo hacen absolutamente imposible que el ser humano llegue desde los 20 metros más o menos que tiene de distancia sobre la línea de meta antes que el balón, antes que el recorrido del balón. Es humanamente imposible estar en el lugar donde debía estar el árbitro asistente, en el banderín del córner, que es el lugar aconsejado para observar si este tipo de balones entra o no al arco. Por lo tanto el árbitro asistente tenía que decidir la situación en movimiento, con la diagonal a poco más de 20 metros y con muchos jugadores dentro del área, una pelota que pica detrás del golero... No se pudo ver dónde picó el balón, eso resulta obvio.
EC - ¿Cómo se hace para encarar el resto del partido, en este caso el segundo tiempo en especial, cuando se es consciente de que se cometió un error serio?
JL - Esa es una de las mayores lecciones y también satisfacciones que nos dejó este partido. Porque sin duda que mantener el nivel, mantener la autonomía, mantener la autoridad, no desequilibrarse ante una situación de este tipo no es fácil, y creo que el equipo de árbitros uruguayo demostró que tuvo absoluta independencia de lo que había ocurrido con esa jugada, que no lo afectó para nada en el transcurso del segundo tiempo.
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EC - Pocas horas después de ese partido Alemania-Inglaterra, en una conferencia de prensa el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, habló del gol no validado por los jueces uruguayos.
(Audio Joseph Blatter.)
"Personally I deplore it when you see evident referee mistakes but it's not the end of a competition or the end of football. This can happen. Yesterday I spoke to the two federations (England and Mexico) directly concerned by referees mistakes. I have expressed to them apologies and I understand they are not happy and that people are criticizing".
"Naturalmente, deploro cuando se ven errores arbitrales evidentes, pero esto no es el final de la competición ni el final del fútbol, son cosas que pueden ocurrir. He expresado mis excusas a las dos delegaciones afectadas. Hablé con las dos federaciones (inglesa y mexicana [porque se refería a otro error arbitral también]) directamente implicadas en estos errores. Les transmití mis disculpas y comprendo su descontento y las críticas".
(Fin.)
EC - ¿Usted esperaba que el error en el partido Alemania-Inglaterra los dejara fuera de las etapas finales del Mundial?
JL - Nosotros sabemos que las reglas del juego en el fútbol son así. Los árbitros en líneas generales, y sobre todo cuando se llega a una competencia de estas características, están preparados para esto.
EC - ¿La declaración de Blatter fue el anticipo?
JL - No, nosotros tomamos absoluta conciencia después del partido.
EC - Usted ya sabía que esto iba a pasar.
JL - Sí, sí, porque lo hemos visto en reiteradas ocasiones. Y tiene su lógica, para este torneo fuimos designadas 30 ternas, y en función de su actividad, de sus calificaciones van quedando las que han tenido menos problemas, las que tienen mayor capacidad, las que han tenido mejor rendimiento en el torneo. Me atrevo a decir que esta jugada muy puntual no ha tenido mayor repercusión en la valoración de nuestro rendimiento, de nuestro trabajo global dentro del torneo, pero por su repercusión, por todo lo que significa una situación de estas características, nosotros éramos absolutamente conscientes de que esto iba a pasar, como pasó con otros compañeros. Hoy quedan solo seis ternas en el campeonato del mundo, también porque los partidos que quedan son menos y siempre, más allá de que haya errores o no, de que haya buenas o malas actuaciones, la reducción del plantel arbitral se hace sí o sí.
EC - ¿Cómo hay que leer la medida que se tomó con ustedes? ¿Es un castigo por el error o es un mecanismo de protección para el árbitro, al que le resultaría muy difícil dirigir otros partidos de inmediato, tan cerca de lo que ocurrió y que lo dejó tan expuesto?
JL - Se nos dijo justamente eso, cuando tuvimos el meeting con la gente de la Comisión de Árbitros, que era muy difícil designar a la terna uruguaya nuevamente después de todo esto; la protección al árbitro, la protección al torneo hace que eso no sea posible. Quienes toman las decisiones son quienes deben decir qué tenor ha tenido esto; nosotros estamos muy tranquilos con lo que ha ocurrido, ha excedido nuestras posibilidades. Más allá de ello no tengo nada que agregar.
EC - Desde la audiencia llegan varios mensajes, y uno de ellos dice: "Qué ironía: la tecnología no se usa para asistir a los jueces, no se usa para ayudarlos, y sí para condenarlos". ¿Acepta que hay allí una paradoja?
JL - Hay una gran contradicción, sí. Eso no es nuevo, nosotros lo vivimos día a día en nuestra profesión, no solo en este tipo de eventos sino también en el torneo local y en cualquier otro tipo de torneo de este nivel.
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EC - Me gustaría charlar con usted acerca de tecnología sí o no. ¿Cuál es su opinión?, ¿deben incorporarse en el fútbol métodos de prueba apoyados en la tecnología?
JL - La discusión no es nueva. Nosotros hemos aprendido a querer este deporte de esta forma desde hace ya más de 20 años, todo pasa por la concepción que tenemos del deporte. La tecnología puede ayudar, pero me da la sensación de que no va a poder cubrir todos los ángulos y todas las posibilidades que ofrece este deporte. Es un deporte que al árbitro le exige mucho de interpretación, si bien hay situaciones muy particulares como estas que son objetivas, como la del fuera de lugar, como si la pelota entra o no en el arco, pero le cuento una pequeña anécdota: en esta misma copa del mundo hubo una incidencia muy particular, mucho más ajustada que la que nos tocó a nosotros, en el partido Italia-Eslovaquia que definía el pasaje a la segunda fase; un jugador eslovaco quita el balón en el aire el balón nunca llegó a tocar el piso cuando estaba a punto de ingresar al arco.
EC - Esa es mucho más complicada.
JL - Y ninguna de las cámaras que se utilizaron ni ninguno de los replays que tiraron ofreció un cien por ciento de seguridad de lo que había pasado con ese balón, sin embargo había la sensación de que no había ingresado. Muchas veces las cámaras no logran arrojar la luz que se pretende sobre la incidencia.
EC - Está también la posibilidad de ponerle un dispositivo electrónico a la pelota.
JL - En los años 2005 y 2007 trabajamos con un chip en el balón; eso también ofreció muchos contratiempos, demasiados, perturbó bastante la tarea del árbitro. Entonces es una situación compleja. De repente aparecen situaciones en la que usted dice: ¿esto no se puede solucionar con la tecnología? Nosotros tuvimos una charla con el presidente Blatter antes del torneo, hace poco tiempo el International Board volvió a dar una opinión definitiva, le dijo no a la tecnología, sí al arbitraje humano. Pero cuando aparecen los errores, cuando aparecen las dificultades, las personas que están a favor de este sistema deberían hacerse cargo de la situación.
EC - Claro, porque el que queda cuestionado es el juez. O la justicia.
JL - Por supuesto.
EC - No sé si leyó la columna que escribió el doctor Carlos Maggi el domingo en el diario El País.
JL - No tuve oportunidad.
EC - Se la recomiendo. Fíjese en el título: "Jaccuse. Larrionda es inocente". Está muy buena, por todo el desarrollo que hace. Le voy a leer varios párrafos, es un poco largo pero es interesante.
"Todo en el deporte es esencialmente fáctico: se triunfa o se pierde, según lo acaecido. En consecuencia, resulta obsceno que un juez niegue un gol cuando aparece fotografiada la pelota dentro de la valla.
En el tenis los tantos se definen de acuerdo con un control electrónico con un margen de error de un milímetro. Y a todo el mundo le parece bien.
Si cambia la forma de documentar, cambia la memoria.
Y este vuelco histórico es inevitable porque la tecnología actual superó largamente a la naturaleza. La percepción del ojo humano no alcanza la precisión y la ubicuidad del lente fotográfico.
Kant explica la diferencia entre la cosa en sí y la cosa como objeto de nuestro conocimiento. Conocemos a través de nuestros sentidos que cambian lo real.
Larrionda es víctima de esta imprecisión congénita... epistemológica, un clásico en la teoría del conocimiento.
Las cámaras de televisión, que son varias al mismo tiempo y que están más dotadas para registrar y memorizar lo que sucede, superan en mucho a los cinco sentidos humanos.
Si no hubiera televisión, la decisión del árbitro hubiera sido una pecata minuta nunca aclarada.
Lo grave es que está perfectamente aclarada; la situación actual es el sarcasmo que crea la TV. El mundo entero supo qué pasó y el juez que decide era el único que no lo sabía.
Hubo un desmentido a cargo de un lente (cien veces más fiel que el cristalino) que viaja a muchos metros de altura llevado por el brazo larguísimo de una grúa. Por consiguiente, los baches en la visión de un árbitro se transforman en irrisión. Y cuanto más y mejor sea la técnica, más hará que la contienda deportiva sea motivo de burla y de rencor.
El deporte pasa a ser un multiplicador de la injusticia; difunde ad nauseam un hecho irregular, inapelable; sin arreglo posible.
El bochorno no es para el juez (un hombre honrado y muy eficiente en su oficio), el bochorno (si es que existe) sería para la especie humana que se ve superada por sus propias creaciones.
Pero exculpar a Larrionda no significa exculpar al sistema.
Al revés, es la organización la que está en falta. ¿Qué se hizo para prevenir estas situaciones calamitosas?
No hay deporte más tradicional que la esgrima. Pero el mínimo toque se registra electrónicamente, porque la vista no da para ver la punta de una espada en duelo.
¿Alguien se opuso al control electrónico?".
¿Qué dice, Larrionda?
JL - Sobran las palabras. Una visión muy realista de lo que sucede con los árbitros y con la justicia en el fútbol.
EC - Me pareció interesante eso, que queda en tela de juicio permanentemente y hasta en el borde del ridículo una gestión como la del juez o la de los jueces en la medida en que la televisión y la tecnología han avanzado lo que han avanzado y todo eso se conoce y se difunde paralelamente a que se ve lo que el juez resuelve.
JL - Absolutamente. Pero también está la concepción que nosotros tenemos de este deporte, como le decía, se nos ha educado, se nos ha formado de una manera, en que es un deporte cien por ciento humano y los errores forman parte del juego, así como se equivocan los futbolistas, los entrenadores, se equivocan los árbitros. El tema está cuando aparecen esos errores y no somos capaces de comprenderlos, de verlos como parte de este juego, por más burdos que sean y lesionen a veces los intereses de quienes están en la disputa deportiva. Yo en particular me formé de esa manera y esa es la concepción que tengo de este deporte.
EC - O sea que usted está dispuesto a aguantar, eso es lo que quiere decir.
JL - No, no estoy dispuesto a aguantar, absolutamente no.
EC - Está dispuesto a pasar por este tipo de situaciones, a que se lo cuestione cuando al mismo tiempo no se le da una herramienta que podría dársele para mejorar la observación de una situación.
JL - Obviamente no, desde el momento que no se respeta ese acuerdo tácito de que los errores forman parte del juego y que si aparecen solo hay que mirar para adelante y tratar de corregir, que no vuelvan a ocurrir, dentro de las posibilidades que cada uno tiene, ahí estamos bien. Pero cuando aparece esta situación en que como bien planteaba el oyente la tecnología que no está permitida se utiliza para señalar como culpables a los árbitros, es una gran injusticia y debería ser revisada.
EC - Entonces usted entiende que en algunas situaciones, en algún tipo de jugadas debería poder utilizarse la tecnología, por ejemplo en la definición de goles dudosos, como decía el maestro Tabárez.
JL - Es lo que yo le decía con respecto al reglamento del fútbol, que tiene mucho de interpretación. Por más que usted aplique tecnología en una situación por ejemplo de mano dentro del área, siempre va a decidir la percepción del árbitro, que es el que debe decidir si hubo una deliberada intención de jugar el balón con la mano o simplemente el balón rebotó en la mano, que es lo que hace la diferencia. Pero hay hechos objetivos como este, si un balón entró a la meta o un fuera de lugar, en que aportan luz y dan una clara sensación de lo que ocurrió, de la verdad.
EC - Puede ocurrir que en una circunstancia de estas jugadas complicadas el replay no resuelva, pero en muchas sí puede resolver, entonces consultar el replay le permitiría al juez tener un elemento más, y un elemento muy poderoso en general, porque la capacidad de captación que tienen hoy las cámaras de televisión, como decía Maggi, es altamente superior a la del ojo humano. Si no alcanza, entonces sí resolverá el juez con su criterio, pero que se pueda utilizar esa arma como un elemento más.
JL - Absolutamente, pero todo tiene que ver con cómo pretendemos este fútbol y este deporte. El error se ve muy repetido en todos los participantes en este juego y a ninguno se lo señala de una manera tan grosera como ocurre a veces con los árbitros, en el sentido de que se les atribuye intencionalidad a los errores. Lo bueno de esta discusión es que no apunta a la capacidad del árbitro puntual sino al uso o no de la tecnología. Esto está generando la conciencia, como decía Maggi en su artículo, de que hay cosas que exceden a la genética humana, la tecnología nos ha superado absolutamente. Pero bien, nosotros los árbitros estamos abiertos a lo que decidan quienes gobiernan este sistema y el fútbol; si tras cada decisión de este tipo van a colgar la cabeza del árbitro nuestra posición va a estar más que clara.
EC - ¿Cómo se imagina el resto de su carrera?
JL - Lo dije antes del torneo, en lo personal estoy en el cierre de mi carrera. Sabido es que los árbitros nos retiramos a los 45 años, por lo tanto tomaremos un tiempo de relax y veremos de qué manera cumplimos el ciclo final. En teoría tenemos tres años por delante, pero veremos.
EC - ¿Todavía no lo tiene resuelto?
JL - No.
EC - ¿Piensa volver a arbitrar en Uruguay?
JL - Hoy por hoy soy árbitro, ¿por qué no? Absolutamente, sí. Pero son situaciones que todavía no he terminado de definir, hay que tomarse un poquito de tiempo para razonar todo esto, ver los objetivos por delante, las motivaciones. Esta es una carrera que me ha dado mucho, y de ninguna manera, al menos en lo personal, se va a empañar por una pelota.
EC - ¿Qué tipo de mensajes de apoyo recibió?
JL - Muchísimos, si algo tienen de gratificante los momentos duros en la vida es que aparecen los verdaderos amigos y la gente de bien que ha sido mucha. La tecnología nos brinda muchas formas de comunicarnos entre los seres humanos, y eso ha hecho que a pesar de la distancia, de estar muy lejos de casa y de los amigos, mucha, muchísima gente haya estado cerca, eso va a ser inolvidable.
EC - Entre la audiencia las manifestaciones de respaldo son la amplia mayoría, diría que son las únicas que hay, porque hay muchas preguntas, pero en cuanto a opiniones todas vienen por ese lado. Por ejemplo:
Héctor de Malvín Norte: "Si algo le faltaba, este reportaje demuestra la calidad humana y técnica de Larrionda. Lo felicito, y sigue siendo un gran juez, uno de los mejores del mundo".
"Un caballero el señor Larrionda".
"Nuestra absoluta solidaridad con tan excelentes profesionales, son también parte de los uruguayos que se destacan en el mundo por su competencia. El error en aquellas circunstancias no es relevante".
"Jorge, sin dudas, es el mejor juez uruguayo. Arriba, y no te preocupes, igual la final no la ibas a poder dirigir".
Alejandro: "Saludos al señor Larrionda, fue nuestro representante en el año 2006".
Le preguntan si esto lo afecta para ir a otro Mundial, o en su plan no figura otro Mundial.
JL - No, ya estoy fuera, porque con 42 años como máximo en 2013 me estaría retirando.
EC - Rafa del Cordón: "Un grande Larrionda, hubo un error y siguió arbitrado de la manera más eficiente y profesional que solo él sabe hacerlo".
Y siguen los mensajes.
El más breve y contundente: "Aguante Larrionda".
Supongo que esto a usted le sirve, por eso me parecía bueno contárselo.
JL - Sí, le agradezco mucho. Además estamos en un día muy particular, todo el mundo tiene la celeste en el pecho, y creo que está todo el mundo contento. Eso también ayuda a que la gente tenga una visión positiva de todo lo que está pasando.
EC - Ya que estamos, le pregunto: ¿cómo la ve para hoy? ¿Qué impresión tiene?
JL - Difícil pronóstico, pero lo que han demostrado estos muchachos ha sido maravilloso, pase lo que pase tenemos que sentirnos orgullosos de ellos.
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Transcripción: María Lila Ltaif