(emitido a las 8.34 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Dos aviones A-37 Dragonfly de la Fuerza Aérea acompañarán al charter en que regresa la selección uruguaya ubicándose a sus lados, 80 millas antes del aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de Carrasco.

Según las fuentes que pudo consultar En Perspectiva, estas dos aeronaves se encuentran en la Brigada Aérea II, en Durazno, donde este fin de semana fueron pintadas con los colores de la bandera uruguaya.

No es algo de todos los días, por eso queremos consultar al general del aire José Bonilla, comandante en jefe de la Fuerza Aérea Uruguaya, que está en línea en este momento.

¿Cómo se tomó esta decisión?

JOSÉ BONILLA:
La decisión no debe escapar a ningún uruguayo, contagiado con todo este entusiasmo, con toda esta proyección de la selección uruguaya. Creo que lo que ellos dieron allá ha dejado más que conforme a todo el mundo. Y como parte del recibimiento qué mejor que escoltarlos con dos aviones de combate nuestros. Ya lo hemos hecho en otras oportunidades, hemos pintado los pabellones patrios con una pintura fácilmente removible. Creo que es una señal muy linda para recibirlos y escoltarlos como corresponde y como todos los uruguayos queremos recibirlos.

EC – Usted dijo que esto ya se ha hecho en ocasiones anteriores, ¿cuáles son los antecedentes?

JB – Los antecedentes son normalmente las fiestas del mismo grupo, que lo pintan con distintas escenografías de acuerdo a los años que van transcurriendo.

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Pero sobre esto de recibir a una delegación que viene de afuera, del deporte, ¿hay antecedentes?

JB – No, no hay ningún antecedente, desgraciadamente, porque qué más lindo que poder recibirlos en esta misma forma cada cuatro años.

EC – ¿Y en otro tipo de recibimientos, por ejemplo a autoridades nacionales o de otros países?

JB – Sí, en oportunidades en que el presidente ha ido de visita a Durazno. Le digo más, hoy la base aérea de Durazno está de festejo, cumple 70 años, y yo justo tenía pensado decolar para allá y a mí me iban a hacer una escolta también. Es usual cuando uno llega a una unidad de este tipo, más si es una autoridad como el presidente de la República, el ministro de Defensa o el mismo comandante, como en este caso; se le hace una escolta cuando llegan para darle la importancia debida a la visita.

A los reyes de España cuando llegaron en el avión también se les hizo una escolta.

JAE – ¿Qué características tienen estos aviones A-37?

JB – Es un avión americano bi turbina, es el avión de combate que tenemos hoy. Por suerte lo estamos abordando con mucha fuerza, con muchas ganas. Y lamentablemente tal vez no vamos a poder cumplir el sueño de custodiarlo...

EC - ...Eso nos decían fuera de micrófonos, el hecho de que se venga atrasando la hora de arribo a territorio uruguayo puede llegar a complicar este plan.

JB – Es verdad, tendría que ser en horas visuales porque el avión no cuenta con radar a bordo. Entonces, a efectos de la seguridad, no solamente para la tripulación sino también para el air bus, lo ideal sería que vengan de día, hacer una aproximación desde atrás hacia el avión, acompañarlos hasta casi el toque y luego hacer unos pasajes a lo largo del desfile o de lo que piensa hacer la caravana a partir de la llegada a Montevideo.

EC – Eso que usted dijo al pasar, de que no tienen radar a bordo, ¿es lo usual en estas naves?

JB – No hay ninguna aeronave en Uruguay que tenga a bordo un radar de las condiciones de interceptación. Tienen radar meteorológico pero no radar de interceptación. El A-37 es un avión de combate que en este caso estaba preparado para recibirlos, siempre y cuando las condiciones meteorológicas y visuales así lo pudieran hacer.

JAE – Y en función de la llegada en horas nocturnas, ¿hay algún plan B, que estén los aviones esperándolo en el aeropuerto por ejemplo?

JB – No, ya no valdría la pena porque en base a las condiciones y justamente a la hora que llegan va a ser imposible escoltarlos. Lo que sí vamos a hacer es una cobertura con helicópteros a la prensa y al Ministerio del Interior, que nos pidieron apoyo; no así ya a las cuadrillas, que queda en la intención. Dios quiera que dentro de poco tiempo podamos nuevamente recibirlos en la misma situación.


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