Entrevistas

Luis Martínez (ADES): "Los paros obedecen a la falta de señales claras del gobierno"

Luis Martínez (ADES): "Los paros obedecen a la falta de señales claras del gobierno"

Durante los próximos días, una nueva serie de paros afectará a la educación secundaria pública. Luis Martínez, dirigente de la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES), dijo a En Perspectiva que la medida, en reclamo de más recursos para la ANEP y la UdelaR, es "una señal ética y moral de comprometerse con las transformaciones sociales". El sindicalista consideró que los alumnos no se verán perjudicados ya que se está "luchando por su presente y futuro", y destacó que para los profesores "cada paro implica descuentos de nuestros menguados salarios". "Nuestra vocación es dar clases, amamos lo que hacemos, pero queremos hacerlo en las mejores condiciones posibles para los chiquilines", manifestó.


(emitido a las 7.47 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Los profesores de secundaria de Montevideo agrupados en el sindicato ADES (Asociación de Docentes de Educación Secundaria) inician un paro de tres días durante el cual ocuparán varios centros educativos. Los liceos que se ocupan hoy son el 11, el 24 y el 62. Mañana la medida se aplicará en el 13, el 16, el 35 y el 38. Se trata de un paro que abarca solamente a la educación secundaria pública.

Ayer, ADES difundió una carta dirigida a padres y madres de alumnos en la que se explica el porqué de esta movilización. La carta comienza diciendo: "Es con profunda preocupación que dirigimos a ustedes las siguientes líneas, a la vez que con la esperanza de hallar comprensión a nuestros planteos y el apoyo a nuestra lucha, cuyo objetivo es conseguir los recursos presupuestales necesarios para mejorar las condiciones en que se educan nuestros hijos.

Hemos oído desde la campaña electoral, y luego de la asunción del actual gobierno, que la educación es una prioridad estratégica. El mismo señor presidente, cuando aún era candidato, ha manifestado muchas veces que entendía que la verdadera riqueza de una sociedad está en la educación y en el conocimiento que poseen sus ciudadanos.

Algo antes del inicio de la actual gestión, y a principios de la misma, se realizaron acuerdos interpartidarios –que no acuerdos nacionales en tanto los sindicatos y otras organizaciones sociales fueron excluidos de esos diálogos– en los que se habló de doblar el número de escuelas de tiempo completo, construir cerca de 60 nuevos liceos y otras metas más, compatibles o no.

No obstante lo anterior, al hacer el equipo económico los primeros anuncios acerca de la elaboración de la Ley de Presupuesto, así como también en materia de salarios para el funcionamiento estatal, la población pudo enterarse de que no se superará el 4,5% del PBI para la educación pública, que el incremento presupuestal para el sector durante todo el quinquenio será algo más de 300 millones de dólares y que se aspira a mantener pero no a incrementar el salario real de los trabajadores del Estado. Y es ahí donde comenzamos a no entender", dice ADES en su carta.


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EC – Estamos con el profesor Luis Martínez, dirigente de ADES. Ese que yo estaba mencionando en la lectura de la carta es el punto principal de estas movilizaciones: lo que se va a destinar al presupuesto de la educación.

LUIS MARTÍNEZ:
Sin duda que sí. Existe gran preocupación entre los trabajadores docentes y no docentes también acerca de los anuncios gubernamentales en torno al presupuesto quinquenal 2011-2016. Vale la pena recordar siempre que somos 700.000 estudiantes y 60.000 funcionarios en toda la ANEP. Y en el período anterior no se cumplió con lo prometido porque apenas se dio el 3,9% para ANEP y UdelaR. Por ende, estos anuncios son alarmantes y por eso es que salimos a esta serie de movilizaciones, a los efectos de conmover al gobierno y sensibilizar a la opinión pública puesto que el tema de la educación es un tema de toda la sociedad.

EC – ¿Ustedes sostienen que en el período pasado no se cumplió lo que se había prometido de llegar al 4,5% del PBI?

LM – No se cumplió porque ahí se incorporaron decenas de rubros que no correspondían a ANEP y UdelaR. Nuestro reclamo histórico, el de los sindicatos de la enseñanza, siempre fue el 4,5%, o el 6% a partir de 1994, como piso para ANEP y UdelaR. Las cifras que di hace unos segundos son elocuentes: 700.000 estudiantes, 60.000 funcionarios, casi 3.000 locales de estudio en todo el país, lo que implica una dotación presupuestal muy importante.

EC – Pero en esa materia siempre ha habido una diferencia de criterios con el gobierno del Frente Amplio (FA) y con el propio FA sobre cómo hay que contar el presupuesto educativo, se sabía desde el principio cuáles eran los criterios que manejaba el gobierno.

LM – No, no se sabía, no estaba claro eso, nosotros siempre hemos reivindicado a ANEP y UdelaR, es según como lo mires y lo cuentes. Pero más allá de interpretaciones de cifras y porcentajes, existen carencias presupuestales notorias que rompen los ojos.

EC – Hay una nota que se publica esta mañana con aclaraciones que hizo la ex integrante del Codicen Lilián D’Elía, según la cual el 80% del aumento presupuestal del período pasado se destinó a incrementos de salarios: los docentes recibieron un aumento de 40%, los administrativos de 64% y el resto del personal no docente un aumento de 84%. Parecen cifras importantes incluso si dejamos a un lado la discusión sobre si se llegó o no a 4,5% del Producto para la educación o si fue 3,9%. Los salarios aumentaron de manera significativa.

LM – El aumento de salario que tú dices fue de un 33% en todo el quinquenio partiendo de la base de salarios muy sumergidos. En la actualidad, la unidad docente de un profesor con 20 horas semanales anda aproximadamente en 9.000 y pocos pesos líquidos. Eso es notoriamente insuficiente, es la cuarta parte de la canasta familiar y por ende podemos decir que puede y debe rendir más, es insuficiente, como quien califica a un alumno.

Ese 33% no es suficiente en función de donde partimos. Por eso es que seguimos reivindicando un salario de media canasta básica, a los efectos de que la profesión se dignifique y poder dedicar no solamente tiempo en horas de clase sino en la preparación de estudio y corrección, que es fundamental para elevar el nivel de la educación pública.


JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Es cierto que el gremio viene reclamando mejoras edilicias y de condiciones que hoy son inadecuadas, también achicar los grupos porque las clases están superpobladas. Pero por otra parte es cierto que los padres siguen reclamando y ven con preocupación el ausentismo docente, con algunas cifras que marcan que en este período, con el aumento salarial, también se ha incrementado el ausentismo docente. Por ejemplo, en 2008 de 4:300.000 horas previstas de clase 600.000 no se dictaron, o sea, 15%. Frente a eso, ¿qué dice el gremio? ¿Qué tiene que ver el presupuesto con la calidad educativa y ese flagelo que está afectando a los liceos?

LM – Tiene mucho que ver. En primer lugar, ese ausentismo –que a veces se magnifica a niveles que no se aclara– es fruto también del propio subsistema o de la interacción de los subsistemas. En la medida que muchos tienen que trabajar en varios subsistemas a la vez, el tema de exámenes, reuniones, boletines y otras actividades, se contraponen y un profesor no puede estar en dos lugares al mismo tiempo. Si está en primaria no puede estar en secundaria y viceversa, o en UTU.

Y obviamente también se ha incrementado la cantidad de licencias médicas por enfermedad, por las condiciones de trabajo que tenemos.

JAE – Claro, pero justo coincide que en este período aumenta el ausentismo laboral en un escenario en el que también mejoran las condiciones de trabajo.

LM – Las condiciones de trabajo no han mejorado, al contrario, se han agravado día a día. Más allá de ese menguado aumento, que es insuficiente, sobre todo a nivel de ciclo básico en todo el país las dificultades desde el punto de vista de la cantidad de grupos, la cantidad de alumnos por grupo y las condiciones edilicias han agravado la situación.

JAE – Claro, yo me refiero a que ha mejorado desde el punto de vista salarial, usted decía 33% de aumento y, visto en números globales, el 80% del incremento presupuestal estuvo destinado a una ampliación de la masa salarial.

LM – Porque partíamos de sueldos muy bajos en 2004-2005. Entonces, si bien ha habido ese aumento de 32-33% se ha revelado como insuficiente.

EC – Desde la audiencia vienen varios mensajes de este tipo. Por ejemplo, Eduardo de Palermo dice: "Yo estoy de acuerdo con que se destinen mayores recursos, como se están reclamando, pero si se comprometen a mejores resultados. Los dirigentes sindicales no hablan de compromisos, hablan sólo de lo que reclaman y no de lo que se comprometen a hacer". ¿Qué contesta usted?

LM – En primer lugar, lo hemos dicho públicamente, trabajamos en una profesión que amamos, por vocación, y los resultados en materia educativa se miden en la formación de los estudiantes no en el pasaje de grado. Nosotros no estamos dispuestos a bajar el nivel de la calidad educativa en función de que las cifras den o que los chiquilines pasen. Siempre hubo un compromiso ético.


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EC – Otra pregunta que también se reitera en los mensajes de los oyentes es: aceptando el reclamo de ADES, suponiendo que hay espacio para sostener que el presupuesto deba alcanzar el 6% del PBI, ¿por qué para reclamar hay que parar? ¿Por qué para reclamar hay que afectar la educación de los alumnos, que se supone que son la preocupación máxima de ustedes?

LM – Estos paros obedecen a que desde las filas gubernativas no hay señales claras, los anuncios son muy preocupantes en cuanto a las cifras, que son menguadas. Entonces, los movimientos sindicales muchas veces tenemos que apelar necesariamente a esos paros en función de que son las medidas de lucha que tenemos. Para nosotros, cada paro implica descuentos de nuestros menguados salarios.

También consideramos que este es un período fundamental, puesto que lo que no se resuelva ahora en agosto no se va a resolver porque el presupuesto es de 2011 a 2016.

También desde nuestro punto de vista esto es una señal ética y moral de comprometerse con las transformaciones sociales. Los profesores no sólo damos clase sino que como ciudadanos activos queremos transformar la realidad. Entonces, no hay mejor forma que hacerlo con el compromiso para que la educación pública realmente mejore.

EC – Sí, pero la pregunta que nos hacemos acá, y que se hacen varios oyentes, es si efectivamente esas son las únicas medidas de lucha que ustedes pueden utilizar...

LM – ...No depende de nosotros...

EC - ...si no hay una gimnasia rutinaria en cuanto a que el paro es la medida.

LM – No, esto se concibe como un compromiso ético y moral para defender la educación pública en función de que el gobierno de turno no atiende los reclamos. Que no son para nosotros, insisto, hay 700.000 estudiantes, tengamos claro eso. Es el organismo de Estado más grande del país, por ende es responsabilidad del gobierno de turno dotarlo el presupuesto justo. Si no lo hacen, es como dice la murga: "Nos obligan a salir".

EC – Pero el problema es que al "salir", como usted dice, los alumnos pierden horas de clase y no solamente eso sino que además se genera esa discontinuidad que altera el discurrir del programa que ustedes están dando. Es un efecto doble combinado, más todavía si encima llevan adelante medidas como las que hoy se están implementando: la ocupación. ¿Cómo se entiende esto de que reclamando por la educación de los alumnos de liceos públicos justo a los liceos de liceos públicos se los termina perjudicando?

LM – No, nosotros no compartimos esa apreciación. No los estamos perjudicando, al contrario, estamos luchando fundamentalmente por su presente y futuro. La educación pública no se resuelve con palabras y promesas, nos obliga a tomar este tipo de medidas que también entendemos como una señal clara de compromiso ético y moral, porque también el ejercicio ciudadano, el ejercicio de la militancia sindical forman parte del elemento educativo.

La responsabilidad última de parar depende de las autoridades de turno, que no nos dan los recursos necesarios. Asumimos conscientemente estos descuentos, no nos regalan nada. Todos estos días de paro se van a descontar, por supuesto, pero es el sacrificio que estamos dispuestos a hacer para que realmente esto cambie.

Creo que acá hay un doble aporte de los profesores y funcionarios de secundaria en el compromiso, que también forma parte de las clases. Y la ocupación de los liceos se hace a los efectos de que vengan padres, vecinos, a dialogar con nosotros para que podamos explicar los fundamentos de nuestra medida.

EC – Hay varios oyentes que dicen que con esta medida casualmente sufren los alumnos más desprotegidos.

LM – No, yo creo que se sufre por una política económica que está marginando gente, con falta de recursos para la educación pública. Nuestra vocación es dar clases, amamos lo que hacemos, nos formamos para ello, pero queremos hacerlo en las mejores condiciones posibles para los chiquilines.

JAE – ¿Entonces, están de acuerdo con lo que está planteando el Codicen de correr el fin de las clases para recuperar las pérdidas que se están ocasionando?

LM – Nosotros volvemos a insistir: acá no hay pérdida, lo que hay es un aporte a la lucha por el presupuesto que es fundamental.

JAE – Pero se cortan las clases porque se van a dar menos de las que estaban pactadas. Entonces, si el Codicen propone correr el calendario ¿ustedes apoyan esta medida?

LM – Eso nosotros no lo hemos discutido, veremos más adelante cómo surge todo esto.

EC – ¿Pero no es razonable correr la fecha de finalización de cursos entonces?

LM – No, lo que yo diría que es razonable es que las autoridades del gobierno le den el presupuesto justo a la educación, que siempre han prometido y no han cumplido. Eso es lo razonable y en ese sentido esto es fundamental: son cinco años en los que se define el presente y el futuro de la educación y del país.

JAE – Pero en términos prácticos hay menos horas de clase dictadas.

LM – En términos prácticos habría que ver a fin de año si hubo menos horas o más horas de clase.

EC – ¿Usted es docente de qué materia?

LM – Soy profesor de Historia.

EC – ¿Cuántas horas por semana dedica?

LM – Yo trabajo veintidós horas por semana.


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