Un Techo Para Mi País: "El problema del asentamiento es mucho más que la vivienda"
A pesar del crecimiento económico registrado en los últimos años, entre 2008 y 2010 el número de viviendas ubicadas en asentamientos aumentó, según un relevamiento realizado por la ONG Un Techo Para mi País. Cynthia Pérez, directora social de la organización en Uruguay, dijo a En Perspectiva que esta investigación pretende ajustar algunos de los datos recabados hace dos años. Entre las posibles causas de este fenómeno subrayó la poca capacidad del Estado y del mercado para integrar a las clases menos favorecidas, la suba de los alquileres y diversos factores institucionales. "Creo que falta una política habitacional global", manifestó. El próximo fin de semana, la agrupación realizará una campaña apelando a la solidaridad de la gente. "El objetivo es mostrar la realidad a través del trabajo codo a codo", indicó.
(emitido a las 8.59 Hs.)
EMILIANO COTELO:
La cantidad de viviendas en asentamientos irregulares aumentó a un ritmo de cuatro por día en los últimos dos años. Entre 2008 y 2010 la cifra se incrementó de 58.695 a 61.525 casas precarias ubicadas en ese tipo de barrios.
Los datos surgen de un relevamiento realizado entre el 17 de abril y el 11 de julio de este año por la ONG Un Techo Para Mi País. Del informe, que se dio a conocer ayer, surge que entre el año 2008, fecha en la que la ONG realizó el primer catastro, y lo que va de este año surgieron 26 nuevos asentamientos en distintos departamentos, y paralelamente 30 que hace dos años figuraban en la nómina dejaron de ser considerados como tales. A pesar de que en el total hay cuatro asentamientos menos que en 2008, la población de estos barrios se incrementó: a los 251.884 uruguayos que fueron registrados hace dos años, se sumaron 5.074, con lo cual el total hoy es de 256.958 personas.
¿Cómo se entienden estos números cuando, por otra parte, la economía crece de manera sostenida desde hace seis años?
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EC - Vamos a conversar de este y otros temas con Cynthia Pérez, directora social de Un Techo Para Mi País en Uruguay.
Ustedes incluyen en el informe una definición de lo que consideran asentamiento. Sobre esto se podría discutir un buen rato. Ustedes dicen que "asentamiento es una agrupación de seis o más viviendas en las que habitan ocho o más núcleos familiares, instalados en terrenos de terceros, con o sin autorización, y sin título de dominio, que presentan además carencia de alguno o todos los servicios básicos regularizados".
¿Es la misma definición que utiliza el gobierno?
CYNTHIA PÉREZ:
No, el gobierno utiliza la definición de una agrupación de 10 o más viviendas instaladas en terrenos sin autorización. A nosotros nos pareció importante en principio disminuir la cantidad de viviendas para llegar a más barrios. Pensamos que seis viviendas ya es un número significativo para conformar esto, y generalmente tiende a crecer cuando hay ese número de viviendas. Además vimos muy necesario para nuestro trabajo incorporar la variable de los servicios básicos, porque un asentamiento que pertenezca al terreno, si no tiene agua, luz y saneamiento de manera legal, continúa estando excluido de las redes formales de la ciudad, entonces lo seguimos considerando como asentamiento. Tenemos una variación en la definición que utiliza el Instituto Nacional de Estadística (INE) en Uruguay en cuanto a asentamiento.
EC - ¿Cómo es la relación con el gobierno cuando ustedes dan a conocer un informe como este? ¿Los números son parecidos a los que maneja el Poder Ejecutivo?
CP - Los números son parecidos, las diferencias responden a que el último relevamiento INE-PIAI se realizó en 2005 y además a esta definición distinta que utilizamos. En el momento del diseño del instrumento de recolección de datos, que es nuestra encuesta, pusimos este catastro a disposición y enviamos un mail al INE y al Ministerio de Vivienda y conversamos con la gente que está trabajando en el diseño del Plan de Impacto Habitacional, por si tenían interés en agregar algo, algún insumo que quisieran relevar, que necesitaran. Pero algunos nos dijeron que no y de otros no tuvimos respuesta, así que partimos a hacer el estudio con las adaptaciones y los perfeccionamientos que habíamos hecho al instrumento de medida.
EC - Si vamos a los números de ustedes y teniendo en cuenta que han realizado dos catastros, ¿esos números son indiscutibles? Lo digo sobre todo pensando en ese elemento que surge, que aumentó la cantidad de habitantes de los asentamientos. ¿Cómo hacen el catastro?, ¿los habitantes se relevan persona por persona?
CP - Te explico la metodología y después te paso a justificar las diferencias con 2008. Este catastro es un estudio censal de carácter cuantitativo que se realiza encuestando el 100% del universo, que son los asentamientos irregulares. Es 100% presencial, se recorren todos los asentamientos de los 19 departamentos, se va con una encuesta y se entrevista a un informante calificado por asentamiento, que puede ser un referente barrial, el presidente de la comisión del barrio o el fundador del asentamiento, la primera persona que se mudó allí. A veces los barrios tienen un grado tal de desorganización que no identifican a estos referentes, entonces se recurre a personas de organizaciones sociales o del gobierno local que trabajen con el asentamiento y puedan responder por todo.
EC - ¿Y ese informante conoce realmente la cantidad de personas que viven en un asentamiento?
CP - Sí, no en todos, pero en muchos se hacen censos intraasentamientos. El número suele ser bastante certero.
EC - Un Techo Para Mi País es una ONG que nació en Chile...
CP - ...Nació en Chile en 1997, y desde 2003 está trabajando en Uruguay.
EC - Es una institución que con trabajo voluntario, con recolección de fondos incluso en la vía pública, provee viviendas de emergencia para aquellas familias que se encuentran en las situaciones más comprometidas. ¿Por qué además hacen este tipo de estudios?
CP - Un Techo Para Mi País tiene un modelo de intervención de tres etapas. La más conocida es la construcción de viviendas de emergencia, es de las actividades más masivas, y eso junto con la colecta que realizamos, que vamos a realizar este fin de semana también, es lo que ha convocado más voluntarios, hemos movilizado a más de 11.000 voluntarios en Uruguay. Por ende, la trasmisión y el impacto que tiene esa primera etapa en la que hemos construido más de 1.700 viviendas de emergencia es lo que pasa a definir el proyecto por su nombre.
Pero además Techo trabaja y está presente hoy en 17 asentamientos en su etapa de desarrollo comunitario, a la que llamamos de habilitación social, en la que se promueven las habilidades de las comunidades, de los vecinos, de las familias, de los individuos, mediante planes más que nada educativos, de capacitación en oficios, microcréditos, huertas, un plan que se llama Mesa de Trabajo que nuclea a los vecinos del barrio para tomar decisiones, para hacer gestiones sobre el asentamiento y trabajar en la organización y el fortalecimiento comunitario. Eso se viene desarrollando desde el año 2006 y ya estamos presentes en 17 asentamientos con esa etapa, que es más difícil de trasmitir, no es tan visual y no genera cambios a tan corto plazo, por lo cual pasa a un segundo plano en la comunicación del proyecto.
Este proyecto pretende que el asentamiento se transforme en un barrio y que ese proceso de habilitación social, de desarrollo comunitario sea lo que sustente que ese barrio formal en el que se transformó el asentamiento pueda seguir desarrollándose y no sea una política de regularización o de vivienda fallida.
EC - ¿Cómo entra en ese cuadro la información que recogen en un catastro?
CP - Porque necesitamos incorporar variables que el INE no mide, como el acceso a servicios básicos, la calidad del acceso a servicios básicos, variables medioambientales, años de formación, cosas del asentamiento que nos interesan para desarrollar estrategias enfocadas en la heterogeneidad de las realidades de los asentamientos y que estas estrategias para intervenir sean particularizadas y sean más efectivas en cada uno de ellos.
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EC - Una de las tantas preguntas que surgen del informe que ustedes dieron a conocer ayer es: ¿cómo se entiende que entre 2008, cuando hicieron el catastro anterior, y ahora en 2010 haya aumentado la población de los asentamientos hay 5.000 personas más, y también haya aumentado la cantidad de casas en los asentamientos, cuando, por otra parte, la economía viene creciendo de manera permanente desde 2004 y han bajado la pobreza y la indigencia? ¿Ustedes han interpretado este resultado? ¿Tienen una hipótesis?
CP - En principio cabe aclarar que la diferencia numérica entre 2008 y 2010, entre estos dos estudios hechos por Un Techo Para Mi País en los que se utilizaron la misma definición y el mismo instrumento de recolección de datos, la misma encuesta, con algunos perfeccionamientos, tiene que ver con que en 2008 este catastro, este estudio de carácter 100% presencial en su metodología, era la primera vez que era aplicado, y por ende este catastro 2010, que es una fotografía actual de la situación de los asentamientos, pretende ser también un ajuste de los datos tomados en 2008.
EC - ¿Qué hay que entender entonces? ¿Que no necesariamente creció la población de los asentamientos?
CP - Puede ser que el asentamiento deje de reunir algunas de las condiciones que lo ubican dentro de nuestra definición de asentamiento, pero no quiere decir que las familias dejen de vivir en esas condiciones de precariedad. Por ejemplo, en el mismo asentamiento el terreno pasó a pertenecer a la familia, entonces en nuestra definición ya no cuenta como asentamiento, pero las condiciones de vida siguen siendo prácticamente iguales. Otra razón puede ser que los límites que circunscriben el asentamiento sean de carácter difuso, ya que responden a factores de carácter subjetivo puestos por el informante calificado. Esto se traduce en una dificultad al momento de individualizar la unidades de análisis, los asentamientos, en asentamientos contiguos, que están pegados. De ahí pueden venir algunas variaciones en el número de asentamientos.
EC - Del informe surge que hay 26 nuevos asentamientos. Ese es el punto que despierta la pregunta: ¿por qué sigue extendiéndose el fenómeno de los asentamientos? Por otro lado, ustedes dicen que aumentó la población de los asentamientos y que aumentó la cantidad de casas. Mi pregunta apuntaba a eso, ¿qué explicación tienen para ese fenómeno?
CP - Utilizando esta definición sí aumentó, sí constatamos el aumento de personas y viviendas en los asentamientos, pero estos 26 nuevos asentamientos más que se hayan formado es que pasan a formar parte de nuestra definición. Esa es la diferencia en el concepto. Por ejemplo, de repente en 2008 tenía cinco familias y no contaba como asentamiento, y en 2010 tiene seis familias y pasó a contar como asentamiento. O viceversa, se le fue una familia y dejó de contar como asentamiento. Esa era la salvedad en la cifra de 26. Sí constatamos que cinco asentamientos tienen como años de formación 2008, 2009 y 2010, o sea que cinco asentamientos surgieron en estos dos últimos años.
EC - Por lo tanto el fenómeno de los asentamientos está vivo.
CP - Sí, y más allá de estas consideraciones metodológicas, más importante que los números, son las personas que viven en los asentamientos. Este fenómeno no ha tendido a revertirse sino más que nada a consolidarse, consolidando también la exclusión social y la pobreza. Tú decías por qué si crece la economía, si en teoría está creciendo sostenidamente la economía del país, se da este fenómeno. Esto no es analizado por nuestro estudio, pero varios expertos han expresado que el fenómeno de los asentamientos no responde solo a razones económicas.
EC - ¿A qué otras razones podría responder?
CP - En principio, responde a la capacidad que tengan el Estado y el mercado de integrar a las clases más bajas, más allá de crecer integrar a las personas con menor calificación y más excluidas. Y también depende de muchos factores institucionales, nosotros observamos que el 32% de los asentamientos se formó en la década de los noventa, se formaron casi todos posdictadura y con una economía y una institucionalidad muy débiles a las que les costaba proteger la propiedad privada, no había un buen manejo de las carteras de tierra estatales, por lo cual la gente se asentaba en un lugar sabiendo que no iba a ser sacada. Entonces más allá de los factores relacionados con el trabajo, la vivienda y los económicos, tienen mucho que ver factores institucionales y la relación de las familias y de estas personas ocupantes con el Estado y la institucionalidad.
EC - A ver si eso de la institucionalidad se traduce en algo como esto que señalan algunos oyentes: se percibe tolerancia en el gobierno al surgimiento de asentamientos irregulares, porque se percibe que de una u otra forma después esa operación ilegal se va a terminar regularizando. ¿A eso se refiere?
CP - Como te decía, en la década de los noventa se formó el 32% de los asentamientos, y entre 2001 y 2010 se formó el 9,2, bastante menos porcentaje de formación, incluso teniendo la crisis de 2002. Tal vez en la década de los noventa podíamos hablar de una institucionalidad más deteriorada, pero hoy creo que responde a otros factores como la falta de política inclusiva de estas personas en el tejido formal y en políticas habitacionales que les permitan salir de la condición de informalidad y de vivienda precaria.
EC - ¿Qué tipo de políticas estarían faltando? Otro oyente señala que una explicación posible es la dificultad de acceso al alquiler.
CP - También. En muchas gráficas está representada una relación directa entre la suba de los alquileres y de las exigencias para alquilar con la formación de asentamientos. Creo que falta una política habitacional global, porque no es solamente tratar de regularizar, instalar servicios y urbanizar asentamientos, sino también atender la heterogeneidad de las realidades dentro del asentamiento y promover oportunidades como que una familia salga a alquilar una vivienda en el tejido formal. Y a la vez políticas de contención para que las clases bajas que están en el tejido formal y no tienen facilidades de acceso a la vivienda no se comiencen a mudar a un asentamiento. Contener esto con políticas globales que faciliten la compra, que faciliten el acceso al mercado de alquileres, lo que tiene que ver con garantías, con precios.
EC - Y en cuanto a la relación de la evolución de la economía y los sectores de la economía con determinados impactos en el mercado laboral, ¿cuál es la lectura?
CP - Me detengo nuevamente en la capacidad que tenga ese mercado de integrar.
EC - ¿Qué quiere decir eso en términos más sencillos?
CP - Hoy el problema de la vulnerabilidad social de la pobreza no pasa solamente por las oportunidades existentes en el Estado, en el mercado, en la sociedad, sino que pasa por las habilidades debilitadas que tienen las familias, sobre todo las personas que han nacido en familias con varias generaciones en asentamientos. Esas personas tienen las habilidades muy poco fortalecidas como para integrarse y aprovechar la estructura de oportunidades existente, así que se tienen que hacer además de todo lo que sean políticas para urbanización, integración urbana, la vivienda en sí, cosas para que estas personas puedan sostener estos procesos, de manera que lleguen a su casa y puedan pagar un alquiler, y no tengan que vender una puerta, un water para subsistir, sino que sus habilidades sean fortalecidas para poder integrarse al mercado laboral.
EC - En cuanto a la distribución territorial de los asentamientos, ¿se mantiene la tendencia de los últimos años?
CP - El 59,6% de los asentamientos está en Montevideo. En cuanto a la propiedad de los terrenos, el 63,4% está en terrenos públicos, el 9,3 en terrenos fiscales (debajo de un puente, en la ribera de un río, en la vía de un tren, en una zona de bañados) y el 27,2 en terrenos privados de terceros.
EC - ¿Qué quiere decir esa distribución en cuanto a la propiedad de la tierra?
CP - El 63,4%, mucho más de la mitad, está en terrenos públicos. Eso responde a lo que te decía, "del público no me van a sacar, del privado tal vez tengo más chance de que el dueño me eche".
EC - ¿Qué sale del informe en cuanto al tipo de viviendas en los asentamientos?
CP - El 76% de nuestros asentamientos tiene predominio de viviendas de materiales durables, lo que no implica que esos materiales durables estén en buenas condiciones o que la calidad de la vivienda sea buena, o que no exista hacinamiento. En este 76% de asentamientos en los que predominan las viviendas construidas en materiales durables, muchas veces hay filtraciones en las paredes, los techos se llueven, son ocho personas viviendo en una pieza de tres por cuatro metros. Y solo en el 19% de los asentamientos predominan las construcciones mayoritariamente hechas de costanera, maderas, chapas, donde tenemos unas 12.043 viviendas en estado de emergencia habitacional.
EC - Ustedes destacan que por más que la mayoría de las viviendas están hechas con materiales sólidos, eso no quiere decir que sean buenas viviendas.
CP - Exacto, que sean buenas viviendas y que tengan los espacios adecuados para el desarrollo de una familia.
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EC - Una pregunta que se reitera de parte de los oyentes a propósito del tipo de casas que arma Un Techo Para Mi País con el trabajo voluntario de muchos jóvenes es la siguiente: ¿ese tipo de vivienda de madera no perpetúa la condición irregular, deficitaria de vida de un asentamiento?
Algo por el estilo también comenta la arquitecta Isabel Viana, colaboradora de En Perspectiva en estos asuntos:
(Audio Isabel Viana.)
"Valoro muchos aspectos de la campaña de Un Techo Para Mi País. Diría que quizás lo más importante es la mirada y el compromiso de la gente joven con la situación de aquellos que se encuentran viviendo con una tremenda dificultad en este momento. Quizás no miramos mucho a esa gente con un carrito, no paseamos por los barrios montevideanos.
Creo que movilizados esos esfuerzos para conseguir dinero sería extremadamente oportuno que se revisara el tipo de construcción que se está ofreciendo, que es un tipo de construcción muy básica, perecible. Creo que afinando la punta del lápiz en el diseño con recursos bastante similares se podría hacer una construcción más duradera y más capaz de ofrecer mejor calidad de vida, sobre todo más prolongada en el tiempo, menos frágil. Por supuesto que son mucho mejores quizás que las casas donde ellos viven, pero yo centraría mi esfuerzo en una especie de segunda etapa de este movimiento que realmente contacta dos extremos de la sociedad y da una cosa muy generosa hacia la gente con la que está comprometida, agregándole un esfuerzo de rediseño".
(Fin.)
EC - ¿Qué dice a propósito de esta opinión con sugerencia incluida?
CP - Cuando al principio tú contabas lo que hacía Un Techo Para Mi País yo te aclaraba que eso es sólo lo que más se conoce. Hay otra etapa del proyecto muy importante, habría que interiorizarse más en lo que significa el proyecto en su globalidad. Esta vivienda, con las características que posee, que es una vivienda de 18 metros cuadrados, que es una sola habitación y que se hace arriba de 18 pilotes de madera para aislar del barro, de la humedad, tiene el cometido de permitir a la persona y a la familia proyectarse a un trabajo en el mediano y largo plazo y también proyectarse a nivel comunitario y hacer un trabajo por todo el barrio.
El problema del asentamiento no es la vivienda, es mucho más, y sería para nosotros tapar una parte del problema hacer solamente buenas viviendas o paredes de materiales duraderos en un lugar donde la problemática es muchísimo más compleja que la vivienda. Además consideramos que este núcleo básico que se le da a la familia, esta solución mínima, es un paliativo a la situación de emergencia habitacional. No podemos pretender que una familia se ponga a pensar en un proceso de regularización comunitaria, de educación, de insertarse en el mercado laboral si llega a su casa y pisa el barro, si cuando está durmiendo le caen gotas sobre la cabeza y los hijos no tienen ni siquiera un mínimo espacio para sentarse a hacer los deberes. Esto condiciona enormemente el desarrollo del individuo y de la familia como tal.
EC - Esta casa de madera que se entrega está pensada para aquellos que hoy viven en la situación más extrema de todas, los que viven en un rancho de lata o de nailon y sobre la tierra misma. Está claro que con la casa de Un Techo Para Mi País esto cambia. Pero la pregunta que se hace la arquitecta Isabel Viana, que también ha planteado en más de una ocasión Rosario Castellanos, es si la etapa siguiente del proceso, que ustedes tienen prevista, no demora demasiado, pasar a un escalón en que la casa resulte más sólida, tenga mejores servicios.
CP - El ideal de nuestro trabajo es entrar inmediatamente a esta segunda etapa, enseguida que se construye en un asentamiento para las familias que están en las peores condiciones, entrar a trabajar en el proceso de desarrollo comunitario. Eso se intenta hacer al ritmo que la organización tiene de captar los recursos humanos (los voluntarios para hacerlo) y los recursos económicos. Pero esto también exige algo muy importante, y es que este proceso es muy desgastante, esto de reunirse semanalmente, hacer trámites, hacer un espacio educativo con los niños, hacer una huerta, de estas cosas no salen logros tan tangibles y tan a corto plazo como es la vivienda. Todo esto sería mucho más fructífero si se planificaran políticas públicas, políticas habitacionales que hicieran que estas familias vieran que todo su trabajo se va a materializar en un logro concreto que es la salida de la extrema pobreza y de las condiciones más insalubres de hábitat.
EC - En la experiencia de siete años que ya tiene desarrollada Un Techo Para Mi País en Uruguay, ¿cuántas de estas casas básicas de madera que han instalado luego han mejorado efectivamente, ya sea por la acción de los propietarios, ya sea por nuevos aportes voluntarios de trabajo y donaciones?
CP - La gran mayoría de la gente mejora su vivienda. No hemos hecho un estudio aún, se está realizando un estudio del impacto de la vivienda que se va a publicar en el primer semestre de 2011. No lo tenemos cuantitativamente, pero por la experiencia que tenemos de visitar día a día y semana a semana los asentamientos, vemos que mucha gente a la misma casa le agrega una pieza de material, otros la utilizan como dormitorio y dejan el rancho que tenían antes para cocina o baño. Esas soluciones se dan. Las familias no quieren invertir, eso se ve en los asentamientos que tienen las viviendas más consolidadas; tiene que ver con la propia consolidación del asentamiento, y con la proyección que hagan las familias de que eso se va a regularizar. Las familias no invierten dinero en un lugar del que no saben cuándo las van a sacar.
EC - ¿Qué objetivos se ha planteado la campaña del próximo fin de semana, en la que ustedes van a convocar nuevamente a la solidaridad de la gente, con los voluntarios recolectando dinero en las esquinas?
CP - El objetivo es en primer lugar denunciar esta realidad, mostrarla, y mostrarla a través de vecinos y voluntarios con un trabajo que Techo promueve, que es el de codo a codo. Esto que la arquitecta destacaba, que cuando vamos a construir una casa no va la ONG a construirle la casa al vecino, sino que agarra una pala junto con el vecino. Y esto de acercarse, sobre todo las personas que están estudiando en la universidad, que muchas veces se reciben sin pisar un asentamiento, sin vivir esta realidad de trabajar codo a codo con los vecinos, también se va a hacer en la colecta. Muchos vecinos tienen puntos cercanos a sus barrios y en otros lugares, entonces [hay que] mostrar esa realidad y mostrar a los jóvenes actuando por esto. Además, la cifra a recaudar son 2.010.000 pesos, lo que significa 66 viviendas de emergencia.
Las empresas que quieran participar pueden hacerse empresas amigas y donar una vivienda por año; en nuestra página web está toda la información.
Todos estos datos están en una base de datos al servicio de todas aquellas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que deseen verlas y que estén trabajando por la mejora del hábitat en los asentamientos.
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Transcripción: María Lila Ltaif