Entrevistas

Audec: "Es una victimización que un niño esté sometido a interrogatorio otra vez"

Audec: "Es una victimización que un niño esté sometido a interrogatorio otra vez"

Un catequista es investigado por denuncias de abuso sexual a niños en un colegio católico. La Justicia dejó en libertad al acusado, aunque continúa la indagatoria. Entrevistado por En Perspectiva el director nacional de la Asociación Uruguaya de Educación Católica (Audec), Marcelo Fontona, dijo: "Que esta persona haya quedado en libertad nos parece que no es problema (...), lo importante es que no tenga contacto con niños hasta que la Justicia se pronuncie". El sacerdote señaló que hay que defender "el interés superior del niño". Y agregó: "La tentación que todos tenemos es defender la institucionalidad y en realidad es lo último".


(emitido a las 08.43 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Esta semana se supo que un catequista de 36 años es investigado por la Justicia por denuncias de abuso sexual de niños de tres a cinco años en el colegio Clara Jackson de Heber.

El docente, que llevaba 16 años en la institución, sigue en situación de indagado pero fue dejado en libertad el miércoles al cumplirse el plazo de 48 horas dentro del cual, según la Constitución, el magistrado actuante debe tomar resolución. Antes de expedirse, la jueza a cargo, Graciela Eustacchio, prefirió desarrollar nuevas actuaciones, entre ellas pericias psiquiátricas.

El caso se inició cuando una niña contó a sus padres que el catequista la "manoseó", lo que llevó a que la familia planteara el tema a las autoridades del colegio. A partir de esa situación, se convocó al profesor, que negó los hechos y luego renunció, con el argumento de que no había sido respaldado por el centro de enseñanza.

El viernes pasado, después de varias reuniones con padres, el colegio Clara Jackson presentó una denuncia contra el docente ante el Consejo de Educación Primaria, la Policía y la Justicia.

Una vez que la información tomó estado público, la Asociación Uruguaya de Educación Católica (AUDEC) defendió los pasos dados por el colegio y destacó que en un episodio como este la prioridad es "salvaguardar" a los niños.

***

EC - Para hablar de este tema y saber cómo se está manejando una situación tan delicada, conversamos con el sacerdote salesiano Marcelo Fontona, director nacional de la AUDEC.

Para empezar, ¿qué es AUDEC?

MARCELO FONTONA:
AUDEC es la asociación de todos los centros educativos católicos que han deseado afiliarse, es una afiliación voluntaria. Es una organización de segundo grado en la que participan 175 colegios, 120 ONGs, y últimamente, tras una reforma de estatutos, incorporamos una nueva categoría de socios a los que llamamos socios suscriptores, que son aquellos que no se definen como católicos pero comparten los lineamientos y el pensamiento de la comunidad cristiana y desean participar en la Asociación para enriquecerse y aportar.

EC - El miércoles tomó estado público el caso de este catequista, y ese mismo día AUDEC emitió un comunicado en el que defendió la forma como el colegio Clara Jackson se movió ante la situación. ¿Por qué AUDEC como tal entendió que debía salir a la opinión pública?

MF - Acompañamos al colegio en el proceso. Al poquito tiempo de que se le planteó la situación, lo compartió con nosotros, le hicimos una serie de sugerencias que fue siguiendo, y no pensamos que el hecho iba a salir a la luz pública. Pero una vez que salió a la luz pública y que ha habido intervenciones de algunas personas que no son ciertas de acuerdo con el proceder del colegio, nos pareció que era importante que nosotros como testigos y como quienes estuvimos acompañando saliéramos a decir la verdad. Nos pareció sacar un documento de acuerdo con el mismo colegio.

Por otra parte, no estamos acostumbrados a estar en los medios, entonces creímos que una colaboración que podíamos hacer al colegio era ayudarlos a comunicar lo que pasó.

EC - El colegio recibió la primera denuncia el 13 de agosto. Sin embargo, AUDEC fue informada tres semanas después, el 3 de setiembre. ¿Por qué tanto tiempo en el medio?

MF - Una vez que el colegio recibió la renuncia, la directora se reunió con el padre y la madre de la niña, que le narraron con más detalle lo que pasó; el deseo era citar al profesor, pero el profesor estaba con licencia médica, entonces hasta que no se reintegró no se pudo dar ese encuentro. Tuvieron una entrevista en conjunto la dirección del colegio y el matrimonio, después de ese momento el profesor renunció verbalmente, aunque la denuncia se operativizó por escrito unos días después. Una vez configurada la situación de la renuncia, el colegio empezó a comunicar. El Clara Jackson es una institución grande, lo hizo en primer lugar con los docentes y luego empezó a reunir a los padres de los diversos niveles para compartir lo que había pasado. Eso les llevó su tiempo, y hubo de por medio el feriado del 25 de agosto. El colegio fue con la velocidad posible, pero, por otro lado, con la prudencia de la reserva que implicaba la comunicación de esta noticia.

EC - Nos guste o no, mucha gente ha asociado este caso con los episodios de abusos sexuales de sacerdotes hacia menores que se han estado ventilando en los últimos años en varios países del mundo. Teniendo en cuenta esos antecedentes, ¿la AUDEC como tal se había tomado algún tipo de precauciones para enfrentar este tipo de situaciones en caso de que se dieran en Uruguay?

MF - No, nosotros vemos el problema del abuso y maltrato de menores. Las cifras de las instituciones que se dedican a esto dicen que son números altos, de un 10% a un 20%; lo vemos como un problema y un fenómeno principalmente en los proyectos socioeducativos en las ONGs que forman parte de AUDEC. Hace dos años hicimos jornadas de capacitación para educadores y técnicos para poder detectar casos de maltrato y abuso, asesoramiento con abogados, psicólogos y psiquiatras para detectar y saber cómo encaminar estas situaciones.

EC - Usted alude a eventuales situaciones de abuso o violencia contra menores en el seno de sus familias.

MF - Sí, en las familias.

EC - Acá estamos hablando de otro tipo de violencia, de violencia en una institución educativa, católica además.

MF - Dentro de la institución no imaginamos el escenario, sí fuera de la institución. Y se nos presentó. Tengo memoria de los 10 años que llevo en la Asociación, tres como subdirector y siete como director nacional, y es la primera situación que enfrentamos.

EC - No había existido hasta ahora ningún caso similar.

MF - Que yo tenga conocimiento o que me haga llegado, no.

EC - Usted que es sacerdote, en su condición de sacerdote, ¿cómo reacciona cuando se entera de que el denunciado es un catequista?

MF - Con mucha pena y dolor. Es como si uno se enterase de que un miembro de su familia llega a tener una situación de pedofilia; en principio no lo puede creer, lo pone en duda, ¿será cierto?, ¿no será cierto? Pero enseguida lo que a uno lo orienta es el interés superior del niño, la primacía del más débil, del más frágil, que es el lugar en el que hay que ponerse. Porque la tentación que todos tenemos es defender la institucionalidad y en realidad es lo último.

EC - La reacción lo que refleja es que el asunto no se convierta en un escándalo, que no manche el nombre de la institución, etcétera.

MF - La primera reacción es la duda, porque nos cuesta creerles a los niños, tendemos a creer más el testimonio del adulto que el de un niño.

EC - Qué curioso, ¿no?, que quienes se dedican a la educación, a la docencia, y trabajan con niños, tengan ese reflejo de no creerles o de dudar de un niño. No entiendo.

MF - No, para el mundo adulto tiene una mayor credibilidad el testimonio de un adulto que el de un niño. Cuando uno recibe una noticia de estas dice: "¿Está seguro?, ¿es cierto?". Pero uno baja el cambio, piensa la situación y dice: "Recibamos el testimonio del niño, recibamos a los padres y obremos rápidamente".

EC - Yo le preguntaba si AUDEC como tal se había preparado para casos como este, porque la forma de responder no es obvia, y los pasos que se dan son claves. Yo pensaba estos días mientras leía las noticias en cuántos frentes tiene que actuar un instituto si se da un caso como este: separación del cargo del docente, denuncia administrativa, en este caso ante el Consejo de Primaria, ante la Inspección de Instituciones Privadas, denuncia policial, denuncia judicial, apoyo psicológico y pedagógico a los alumnos afectados, abordaje del asunto con el conjunto de alumnos del colegio, diálogo con padres, diálogo con docentes y, nada menor, manejo de la información a la opinión pública. Por lo menos están todos estos capítulos a considerar y a manejar. ¿Cómo lo han charlado ustedes como Asociación con el colegio que ha sido protagonista?

MF - Fuimos acompañando el discernimiento, qué pasos dar. El colegio ya había dado varios muy importantes, porque desde el momento en que hizo las reuniones con los padres ya tenía profesionales para acompañar a los padres. Vio enseguida la necesidad también de acompañar a los docentes, que fueron los primeros en enterarse de la noticia. En lo que el colegio no tenía quizás tanta práctica era en la necesidad de comunicar a las autoridades de la Educación y a la Policía. Nosotros no estamos preparados, creo que tampoco muchas organizaciones, ni todo el sistema educativo, para cosas no esperadas. Algo similar nos hizo reflexionar, y nos está haciendo reflexionar, el caso del accidente que se dio en el colegio Pallotti.

EC - Le preguntaba por los antecedentes de pedofilia protagonizados por sacerdotes porque ayer mismo el papa Benedicto XVI dijo: "Siento una gran tristeza, tristeza también porque la autoridad de la Iglesia no ha sido lo suficientemente vigilante, ni suficientemente veloz, ni decidida para tomar las medidas necesarias". Estas son palabras de ayer dichas por el papa en su visita a Escocia, al llegar al Reino Unido, que es una de las zonas del mundo donde han estallado más de estos casos. Por eso le preguntaba si no había forma de prepararse para la eventualidad no deseada de que una situación de estas se diera, para no repetir errores que la Iglesia Católica ha cometido en otras partes.

MF - Dentro de lo triste que tiene esta situación, a mí me alegra la forma como actuó el colegio dándoles la prioridad a los niños, y la forma veloz en que actuó dentro de las posibilidades que tenía, los discernimientos y los tiempos de reflexión que se tuvo que tomar. Uno puede decir que se podría haber prevenido; ahí no llegamos. Para la Asociación hay toda una reflexión, y este caso nos moviliza, como también está movilizando a la opinión pública; nos tendremos que preparar. Algunos abordajes más preventivos los hacemos desde la educación afectivo-sexual.

EC - ¿Qué es eso?

MF - AUDEC viene trabajando casi desde que existe con la educación sexual. Antes la educación afectivo-sexual se enfocaba principalmente en los adolescentes, pero al amor y la sexualidad se educa desde que se nace. Hay una serie de intervenciones con los más pequeños, y entre los abordajes que se hacen con los niños más pequeños están la valoración del cuerpo, el cuidado del cuerpo, el aprecio del cuerpo, el reconocer que hay partes del cuerpo que requieren determinada intimidad, que no las puede tocar nadie. En eso se ha trabajado.

EC - Falta trabajar la parte institucional.

MF - Quizás.

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EC - Yo le decía fuera de micrófonos que imaginaba que AUDEC en este terreno, teniendo en cuenta toda la polémica de los últimos años a nivel mundial en la Iglesia católica, se había preparado, que por las dudas tenía un protocolo de actuación. Y usted me decía que AUDEC más bien tiene una tendencia a actuar de las instituciones hacia fuera y no tanto de las instituciones hacia dentro.

MF - Sí, AUDEC como Asociación asume como parte de sus actividades y tareas lo que los socios, que son instituciones, nos solicitan. La inquietud de los socios está en la capacitación, la formación, el asesoramiento jurídico, contable, pedagógico, de negociación salarial, que es una de las tareas de la Asociación, pero a la interna de cada organización son autónomas, y al no haber demanda estos temas primero no los visualizamos, hay que ser sinceros, y por otro lado no aparecían en nuestra agenda. Estos temas no han estado tanto en la agenda. Primaria recién durante el gobierno pasado sacó una guía sobre cómo abordar algunos tratos de abusos, que nosotros difundimos.

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EC - La situación tal cual ha quedado planteada es muy delicada. Por un lado, las acusaciones que pesan sobre el docente son muy graves. Pero al mismo tiempo, la persona ni siquiera ha sido procesada todavía. Y, en caso de que fuera procesada, en principio todavía habría que considerarla inocente hasta que existiera eventualmente una condena, que quién sabe cuánto tiempo tardará. ¿En qué situación laboral queda el profesor en todo este período?

MF - Para nosotros, desde una comprensión que tenemos del mismo Jesús, que ha sabido distinguir entre el pecado y el pecador, el problema no es la persona sino los actos que la persona hace. También es nuestra preocupación que el posible victimario se recupere y corrija, si es que estos hechos se consumaron. Entonces, que esta persona haya quedado en libertad nos parece que no es problema. Además, si llegara a ser inocente, al estar recluido se le estarían violentando derechos, para el Poder Judicial no es un problema que siga el proceso judicial.

En los colegios en un caso renunció y la renuncia fue aceptada porque se entendía que no podía seguir en la institución, y en el otro lo aislaron de la tarea.

EC - Porque este docente también se desempeñaba como catequista en el colegio Santo Domingo. En el Clara Jackson directamente renunció, no existe más relación laboral. ¿Qué pasa en el otro instituto?

MF - Por lo que tengo entendido, en el otro colegio mantiene la relación laboral pero sin ir a trabajar; también está la preocupación de que la persona tenga sus medios para vivir. Lo importante es que no tenga contacto con niños hasta que la Justicia se pronuncie.

EC - Supongamos que no sea procesado, que no hay evidencias como para procesarlo y lisa y llanamente quede liberado de responsabilidad ante la Justicia. De todos modos, pese a que su nombre no se difundió, los padres y alumnos de cada uno de los colegios saben perfectamente de qué persona se trata. ¿Qué ocurrirá en ese caso?

MF - Es una decisión que en primer lugar va a tomar el colegio. Me imagino un escenario sumamente dividido, en los colegios habrá padres que de ninguna manera quieran que esa persona esté y padres que han apoyado su inocencia y quieran que se reintegre. Supongo que los deseos de los niños también podrán estar divididos. Es una decisión muy difícil para la institución, habrá que barajar cómo salvaguardar la fuente laboral de la persona y qué es lo mejor por el bien de los niños y de las instituciones.

EC - ¿Usted escuchó a la abogada defensora del docente, la doctora Inés Massotti? Ella declaró anteayer a la salida de juzgado que cuando la jueza resolvió dejar en libertad a su defendido a la espera de nuevas actuaciones se había "ganado el primer round", porque esto le permitía presentar nuevas pruebas. Cuando le consultaron por qué entendía ella que las niñas acusaban a este profesor, la abogada respondió: "Esas niñas mienten porque probablemente tienen fantasías sexuales con él".

MF - La abogada está jugando su rol, está actuando a favor de su defendido. Justo estas dos instituciones son dominicas, cuyo distintivo es la verdad; para mí lo más importante es que se dé el proceso y que la Justicia falle. El fallo de la Justicia es lo que tenemos que aceptar como ciudadanos, como educadores. La abogada lo ve como un round, para nosotros es un proceso de discernimiento que la Justicia tiene que hacer, y esperemos que pueda llegar a la verdad.

EC - Se lo preguntaba entre otras cosas porque todo esto ahora es público, y más allá de lo que se conoce dentro del propio colegio, más allá de la experiencia de cada uno de los niños y de los otros docentes, además están recibiendo estas noticias, lo que se publica en los diarios, lo que se dice en las radios, lo que aparece en la televisión, por ejemplo las declaraciones de esta abogada. Mi consulta es: ¿qué se está haciendo?, ¿cuáles son las recomendaciones? ¿Qué han discutido ustedes con las autoridades del colegio Clara Jackson sobre cómo llevar estos días de clase, que son días muy agitados, muy tensos, muy particulares?

MF - Nosotros le recomendamos al colegio que enseguida interviniera personal técnico, que el colegio ya tenía, y algún otro personal que recomendamos para que los acompañara en esa situación. Entiendo que acá hay dos derechos o dos principios que están en juego y que son de compleja la articulación: el derecho a informar y a informarse y lo que la información puede generar en los niños. No sé qué pasa por el corazoncito y la cabecita de cada niño que escucha sobre su colegio, sobre sus docentes. Entiendo que hay un derecho que todos los medios están ejerciendo, pero eso hay que trabajarlo. A mí me preocupa que los niños sean reindagados. Que un niño de tres y cinco años esté sometido a interrogatorio otra vez más porque la pericia no fue suficiente, eso también es victimización del chiquilín.

Sin proponer ni haber ninguna voluntad, también la forma como los niños procesan la información que van viendo, si no es trabajada, es compleja. Ese es otro desafío para la institución, cómo preparar a los padres para que sepan qué comentar, qué tienen que ver los niños, por esto de que el niño es lo primero, se juegan todas esas cosas. Ahí el colegio tiene que estar, los educadores con los que están los niños también, y el personal técnico que está interviniendo. Incluso los padres, porque si un padre sale a hacer declaraciones públicamente luego los vecinos del barrio van a decir "el hijo de Fulano fue el niño o la niña que posiblemente tocaron". Hasta el niño queda identificado. Eso el padre no lo visualiza cuando sale a un medio.
    
EC - Usted decía que el caso sacude a AUDEC y la obliga a reaccionar, a prepararse. ¿De qué manera? ¿Qué lecciones deja este caso? Porque está por un lado la conveniencia de tener un protocolo de respuesta ante una situación como esta, pero antes que eso todavía, la imperiosa necesidad de prevenir. Por ejemplo, algunas versiones de prensa dicen que si bien este docente no tenía antecedentes penales, sí había en su foja denuncias laborales por problemas con compañeros o compañeras de trabajo que podían marcar alguna tendencia en esta dirección. ¿Qué se puede hacer a la hora de prevenir? ¿Qué va a manejar AUDEC en esa dirección?

MF - Un tema que trabajamos siempre y que está presente en los directores es la importancia de la selección del personal. Eso es clave. Pero es difícil indagar estos elementos en una entrevista de selección de personal, es un tema en el que no se puede indagar porque toca el fuero interno de la persona. De manera que es muy complejo. Hay que ser muy prudente, el papa decía que hay que ser muy prudente. Creo que los tenemos que ayudar, que nos tenemos que cuidar, sin generar una situación de desconfianza, porque eso sería terrible para cualquier institución, y más para una institución educativa. Pero sí ayudarlos, porque una persona que pudiera llegar a tener una conducta de estas es una persona que está enferma, es una persona que necesita atención y ayuda. No sólo, y en primer lugar, por el bien de los niños, sino también por esa persona.

EC - ¿Cuándo van a ponerse a trabajar en todo esto como Asociación?

MF - Seguramente el año próximo. Tenemos una asamblea ahora el 29, por otros motivos, en la que evidentemente esto saldrá; hemos recogido la inquietud a partir del accidente que sufrió una camioneta que transportaba niños de otro colegio, que también nos dejó en evidencia que no estamos preparados para ese tipo de situaciones inesperadas. Quizás analicemos y busquemos algunos procedimientos para recomendar a las instituciones.

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Transcripción: María Lila Ltaif