El ejemplo de Mevir: "Transitar juntos construyendo una nueva realidad"
En 1967, impulsado por el Dr. Alberto Gallinal, nació el Movimiento para la Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural (Mevir) con el objetivo de brindar un techo digno a los trabajadores rurales. Cuatro décadas después, sus metas se han ampliado. Actualmente también se dedica a la construcción de infraestructura productiva y ha extendido sus beneficios a pequeños productores. Su presidente, el arquitecto Francisco Beltrame, relató a En Perspectiva la historia de esta institución modelo y habló sobre sus planes para los próximos años. "Lo más importante de Mevir es que la gente descubra que sus necesidades, sus problemas no son solo suyos, que el vecino de al lado tiene las mismas preocupaciones, sueña con las mismas cosas, y que es factible poner en común los sueños y, con los apoyos indispensables, transformarlos en realidad. Eso es lo fundamental, que hay posibilidades de transitar juntos construyendo una nueva realidad", señaló.
(emitido a las 09.04 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Si uno recorre cualquier ruta del país, pero sobre todo si se mete en los caminos menos transitados, irá encontrando, cada tanto, grupos de casas, todas iguales, en general blancas, con techos a dos aguas, que forman pequeñas poblaciones rurales.
Esos pueblitos son ya una imagen habitual del paisaje del campo uruguayo. Pero son más que eso: silenciosamente, sin aspavientos, son la prueba contundente de una política de Estado eficiente y exitosa, que vale la pena conocer.
Me refiero a Mevir, el Movimiento para la Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural, una institución que desde hace más de 40 años, a lo largo de gobiernos de todos los partidos políticos, viene construyendo casas de buena calidad y a costos muy bajos con la participación de los propios beneficiarios.
Mevir nació con el objetivo de brindar un techo digno a los trabajadores rurales, pero con el tiempo ha ampliado largamente ese cometido, al punto que supera ya las 23.700 soluciones en todo el país. Y cuando digo soluciones, no hablo solo de casas.
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EC - Esta mañana les proponemos conocer qué es Mevir, cómo desarrolla su trabajo, qué se ha hecho en los últimos años y cuál es la perspectiva hacia el futuro. Para eso está con nosotros el arquitecto Francisco Beltrame, presidente de la Comisión Honoraria pro Erradicación de la Vivienda Rural Insalubre "Mevir - Dr. Alberto Gallinal Heber".
En primer lugar, una aclaración: yo comencé hablando del "Movimiento para la Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural", pero después a usted lo presenté como presidente de la "Comisión Honoraria pro Erradicación de la Vivienda Rural Insalubre Mevir - Dr. Alberto Gallinal Heber". El nombre de la institución ha cambiado en los últimos años, pese a que la sigla Mevir se mantiene.
FRANCISCO BELTRAME:
Es una marca en el orillo, como quien dice, que ha quedado y sintetiza, y de alguna forma es el reconocimiento. Desde este año, a partir de una ley votada por unanimidad en el Parlamento, se le agregó a la sigla Mevir el nombre de quien fue su fundador, el impulsor, el doctor Alberto Gallinal Heber, esto es lo que ha producido este cambio y este nombre tan largo. Esto es una figura paraestatal, se maneja en el derecho privado, maneja recursos públicos, y es dirigido por una comisión honoraria de 11 miembros que lleva adelante la conducción política de la institución.
EC - Mevir nace en 1967. No pretendo que nos traslademos con gran detalle 40 años atrás, pero ¿por qué era necesario entonces y por qué es necesario ahora una organización con este cometido, erradicar la vivienda insalubre del asalariado rural?
FB - Ahí hay dos o tres elementos, a veces no somos conscientes de lo que ha pasado en la historia. Básicamente se inicia en los años sesenta, cuando Uruguay explora y analiza mediante los estudios de la CIDE la situación del país, en particular la pobreza rural. Se le encomienda un trabajo a un joven arquitecto, que luego llegaría a ser senador, Juan Pablo Terra, que tanta incidencia tuvo en las políticas de vivienda. Ahí se hacen un relevamiento y una determinación de la situación de la pobreza en el medio rural en particular, y se genera, también a iniciativa del doctor Alberto Gallinal, un movimiento que pretende llegar a los más pobres, a los más desposeídos, para tratar de erradicar esos rancheríos rurales, los llamados "pueblos de ratas". Y esta iniciativa, que en el 67 se traduce en Mevir con el aporte de la mano de obra de los trabajadores, es simultánea con las primeras experiencias de las cooperativas de vivienda por ayuda mutua, que se desarrollan en tres puntos del interior del país.
EC - ¿Y hoy, entonces?
FB - Hoy se recoge esa tradición, se busca perfeccionar estos instrumentos, de forma tal de llegar a más gente, en menor tiempo, a menor costo.
EC - ¿Quiénes son los beneficiaros potenciales de un programa como este? ¿A quiénes apunta Mevir?
FB - Mevir apunta básicamente a la población del medio rural. Tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de esa población. Originalmente estaba destinado pura y exclusivamente a asalariados rurales o changadores, pobladores del medio rural. Con el correr de los años, a partir de la década de los noventa, se incorporó el trabajo a los pequeños productores de predios caracterizados como productores familiares, y a partir de 2005 incentivamos mucho más esta respuesta. Usted hablaba de las rutas nacionales y los agrupamientos; yendo de repente por el departamento de Canelones, donde hay una importante presencia de pequeños productores, se puede ver en forma dispersa la acción que ha venido desarrollando Mevir en este rubro.
EC - Enseguida vamos a hablar de cómo son estas casas, pero vale la pena aclarar que estamos hablando de soluciones habitacionales definitivas.
FB - Sí, son definitivas, y se busca que sea con la menor necesidad de mantenimiento, que pueda haber un mantenimiento a partir de las experiencias que los propios participantes hacen durante el proceso de obras.
EC - ¿Qué vida útil tienen estas casas?
FB - De hecho hay algunas que ya tienen 43 años, y esperamos que más.
EC - ¿Está previsto en particular el mantenimiento?
FB - En estos años hemos encarado bastante lo que tiene que ver con reparaciones, particularmente algunos temas se usan en momentos determinados de la historia y después cambian las condiciones y uno debe ser crítico con respecto a las aplicaciones que ha tenido. En particular, muchas de estas viviendas se han construido con chapas de fibrocemento, que en caso de granizadas y grandes temporales han tenido inconvenientes serios que nos llevaron a dar respuestas muy fuertes desde el punto de vista de reparaciones. En los últimos tres años debimos trabajar sobre 540 viviendas para recuperarlas.
EC - Pregunta un oyente: "¿Las casas de Mevir tienen techo de dolmenit? Si es así, ese material contiene asbesto, etcétera".
FB - Hagamos tres aclaraciones. En primer lugar, desde hace unos cuantos años, particularmente desde 2002, hay un decreto del Poder Ejecutivo que impide la venta, comercialización y fabricación de chapas con fibras de amianto. Y no todo lo que sea chapas de fibrocemento está construido con amianto; sí antes de 2002, entonces era el material constitutivo clave y común. A partir de 2002 se incorporaron chapas de marca Natura que contienen fibras plásticas que no tienen los problemas que se señalaban. Sin perjuicio de lo cual, cabe destacar que está probado que las fibras de amianto contaminan en el proceso de fabricación, en el proceso de colocación, cuando hay polvillo flotando en el aire. Luego hay otra serie de elementos, hay estar en contacto, y todas estas viviendas tienen algún tipo de cielorraso.
Decía que desde el 2006, particularmente a partir de la gran granizada en Plácido Rosas, en Cerro Largo, también conocido como Dragón, decidimos no usar más chapas de fibrocemento. Pero en 2007 no se encontraban chapas galvanizadas en el mercado, por la ausencia de metales, y debimos construir algunos conjuntos con chapas y fibrocemento, porque la otra opción era dejar las viviendas por la mitad.
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EC - Yo decía que estamos ante una verdadera política de Estado, exitosa y silenciosa. ¿Usted está de acuerdo en eso?
FB - Sí, se ha venido desarrollando fuertemente, esto ha tenido una buena aceptación por la población, hay una demanda importante; debemos perfeccionarlo. En ese sentido, hemos tratado de abordar algunas de estas situaciones que deberían desarrollarse a partir del manejo responsable de los fondos públicos. Yo le mencionaba fuera del aire que estas viviendas llegan con un subsidio que puede llegar a ser de hasta el 70% de la inversión por parte del Estado, recursos que provienen del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma), por transferencias del Fondo Nacional de Vivienda (FNV), de impuestos específicos como el Imeba destinados a este fin, más la cobranza de las cuotas de aquellos que han accedido. Ese 30%, o el porcentaje que sea, se financia a 20 años con un ajuste anual en función de la variación del salario del peón rural en el último año.
EC - ¿Por qué pone énfasis en ese punto?
FB - Porque acá hay todo un tema muy específico con respecto al subsidio, su aplicación y lo que implica en cuanto a que no tiene intereses, lo cual facilita notablemente la posibilidad de acceder a las viviendas.
EC - ¿Qué está pasando en materia de morosidad?
FB - En materia de morosidad hemos venido mejorando, es uno de los aspectos en los que hemos avanzado. Entre 2004 y 2005 nosotros asumimos en el 2005, el promedio de la morosidad sobre la recaudación esperada era del 78%. Al 2007 pudimos llevarlo a un 87%, al 2008 a 93%, en el 2009 está ubicado en un 95%, y aspiramos a más. Esto es muy importante desde el punto de vista de la aplicación y la recuperación de los valores en situaciones en las que uno ve que malversación, mal uso de las viviendas; esto ha sido una preocupación particular de esta Comisión Nacional.
EC - Usted ya habló del financiamiento de Mevir. Repasemos: la sociedad aporta a través del FNV, instrumentado por el Mvotma; también recibe aportes de los impuestos a las transacciones rurales, existen partidas del Presupuesto nacional, y por otro lado Mevir recibe donaciones y legados. De todos modos, hay otro factor a sumar a esta cuenta, que es que es un sistema de construcción por ayuda mutua, por lo tanto los beneficiarios también hacen su aporte. ¿De qué manera? ¿Cómo se da esto?
FB - Depende de las dos modalidades de que estuvimos hablando. Una es la vivienda nucleada o asociada a núcleo en terreno propio, en una localidad. En este caso el esquema de aportación por parte de la familia tiene que ver con una aportación de 96 horas de trabajo mensuales a lo largo de 18 meses. En cambio cuando hablamos de los programas de unidades productivas el compromiso de la familia es de dos personas trabajando mientras está el personal de Mevir desarrollando la obra. Para tener una idea, una vivienda de dos o tres dormitorios en promedio se realiza en 45 jornadas de trabajo, con dos funcionarios de Mevir y dos integrantes del núcleo familiar. Esta es la aportación desde el punto de vista del desarrollo de la tarea.
EC - ¿Cómo son las casas? ¿Cómo lucen? ¿De qué material están hechas?
Rosario Castellanos está visitando uno de los pueblos de Mevir. ¿Dónde, exactamente?
ROSARIO CASTELLANOS:
Estoy en la zona de Joanicó. Salí por ruta 5, y a la altura del kilómetro 37,5 nos encontramos con Joanicó. Si tomamos el camino a la derecha junto a la parroquia Santa Teresita, a los pocos metros ya encontramos el conjunto de viviendas perfectamente reconocibles. En particular porque son todas iguales, todas blancas, más allá de alguna característica o algún sello propio que luego le agrega el propietario.
Con relación a cómo es en general el desarrollo de un conjunto de estas características, esto comienza con un plano de fraccionamiento en el que se delimitan los predios individuales y se hace el trazado de las calles. Y hablo de predios individuales porque cada una de estas unidades es individual, no están apareadas, no hay medianeras entre ellas; se colocan en medio del predio, de manera que tienen espacio libre al frente, a los costados y atrás; algunos de ellos han agregado alguna cochera, algún garaje, algún tallercito, construido seguramente luego de terminada la vivienda.
Son viviendas blancas con muros de ladrillo dobles, con el exterior aplacado, blanqueado con cal, pero que permite ver perfectamente el despiezo del ladrillo. Tienen techos a dos aguas, en chapa galvanizada en este caso, y en el interior cielorrasos de tablas de madera. Los interiores también están instalados, los pisos son monolíticos, las puertas son de hierro, en algunos casos las aberturas también; las ventanas son de aluminio o de hierro. En cuanto a las comodidades al interior, los metrajes son bien aceptables, cuentan con dos o tres dormitorios, todas tienen un estar con estufa a leña y un comedor con cocina integrada, los tres o dos dormitorios y un baño y un pequeño porche al frente. (En uno de ellos esta mañana tomaba sol una de las encantadas propietarias que este año logró su casa y me decía "son tan lindas, tan sequitas"; había colaborado en la construcción, más allá de que luego resultó por sorteo la que de entrada le había gustado.) Al fondo tienen una zona como un piso, como un patio exterior que extiende el piso de la vivienda.
Esas son las características generales. Todos han agregado jardines, hay que ver en esta época del año lo que son los rosales, los setos de margaritas; en algunos casos han delimitado el predio con un seto vivo, otros han optado por un murete, cada uno ha elegido. Pocas rejas, algunos postigos. En definitiva, casas que tienen una unidad que le da al barrio esa característica de prolijo, de terminaciones cariñosas; no hay más que comparar con el pueblo que sigue, que no es de Mevir, para ver estas ventajas en cuanto a calidad.
EC - Arquitecto Beltrame, ¿algún apunte extra a propósito de cómo son estas casas y estos pueblos?
FB - No, básicamente ha hecho una descripción bastante precisa. No son idénticas, en algunos programas hemos desarrollado viviendas apareadas, particularmente en un programa que inauguramos el 30 de octubre en la capital del departamento de Durazno, para dar respuesta, por solicitud del MVOTMA, a un conjunto de familias que fueron desplazadas por las inundaciones de mayo de 2007. Pero en términos generales la descripción que hacía Rosario es correcta. Las chapas exteriores son de chapa, las aberturas hoy son todas de aluminio. Las puertas interiores por supuesto son de madera.
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EC - ¿Por qué Mevir ha pasado a facilitar también la construcción de infraestructura productiva? Porque Mevir ya no promueve solo la construcción de casas y pueblos, sino también por ejemplo de galpones. ¿Cómo es esto?
FB - Esta es una de las particularidades de estos programas de unidades productivas. Muchas veces se producen migraciones por la falta de oportunidades de tener un techo seguro o de potenciar la capacidad productiva, entonces una apuesta fuerte y grande es aportar las condiciones para que la familia no se vea obligada a emigrar. En alguna zona del país, hablando con algunos productores, nos decían "qué pena que Mevir no llegó antes, porque si no, tendríamos hoy más vecinos". Porque en algunos casos la presencia de Mevir significó la posibilidad de tener un tambo en el cual generar en mejores condiciones, posibilitó la alternativa de electrificar el tambo, con lo cual el productor podía permanecer en la industria, no estaba condenado a tener una producción marginal sin integrarse a la industria.
Esto lo consideramos clave, potenciar esa herramienta de trabajo, potenciar el saber hacer, el querer saber hacer determinadas actividades, y requiere apuestas fuertes del Estado para posibilitar ese desarrollo. En ese sentido ha habido una participación activa de Mevir con los pequeños productores en rubros importantes, dependiendo de las zonas del país. Algunos lugares se han caracterizado por lo que tiene que ver con la actividad de lechería para la remisión a industria, la actividad de los queseros artesanales, en determinadas zonas del departamento de Canelones los galpones para cría de pollo y en todo el país galpones de uso general, galpones de esquila. Pensamos que esto permite cambiar las condiciones de vida de esa población que sabe cómo hacer determinadas actividades que le gustan hacer y que deben ser apoyadas para ser potenciadas.
EC - Teniendo en cuenta la evolución que Mevir ha tenido, teniendo en cuenta que incorporó otros programas y la atención a otro tipo de necesidades, si miramos los problemas habitacionales que se dan acá en Montevideo, si nos concentramos en lo que pasa con los asentamientos de la capital, por mencionar nada más que una parte de ese déficit tan serio que arrastramos, ¿por qué no se aplica el sistema Mevir también en la capital?
FB - Hay tres aspectos que conviene ubicar como coordenadas. El primero de ellos, cuál es el cometido básico de Mevir para pensar dónde debe trabajar Mevir. Nosotros somos muy defensores del origen mismo de Mevir en la erradicación de la vivienda insalubre rural, donde aún no hemos agotado las necesidades de la población y nos proponemos hacerlo. Primer elemento.
EC - Está bien, pero más que a la institución Mevir, apunto al método. ¿Por qué no se crea un "Mevir Montevideo", aparte, pero con las mismas herramientas, con el mismo sistema?
FB - A veces se piensa que porque se tiene un martillo, el martillo sirve para clavar un tornillo, y no es así. Cada situación, cada herramienta está generada para un uso particular. En particular, Mevir tiene herramientas instrumentales, algunas de las cuales se usan en el desarrollo de otros programas. La posibilidad del desarrollo de la ayuda mutua está al alcance, y de hecho la experiencia de las cooperativas de vivienda por ayuda mutua es similar, tiene el mismo valor, si bien tiene otros componentes que tienen que ver con la autogestión. Se han desarrollado otros programas por ayuda mutua en otras localizaciones.
EC - Pero por ejemplo, este gobierno está impulsando el llamado Plan Juntos, ¿por qué el Plan Juntos no puede ir por este camino, donde hay ya una experiencia acumulada, probada, con buenos resultados?
FB - Creo que el Plan Juntos sí recoge lo que tiene que ver con la ayuda mutua y el involucramiento de los vecinos, por lo menos en la formulación teórica está dado.
EC - Algunos elementos puede ser.
FB - El tema es que no es lo mismo ofrecer una herramienta que, primero, posibilite el traslado a una ubicación dada que intervenir en otras circunstancias en el medio de una población que no necesariamente tenga la vivienda como prioridad; y segundo, que esté dispuesta a trasladarse en el territorio, cuanto mayor sea la escala de la población esto importa más. En muchas de las localidades en las que trabajamos para el vecino es indiferente que sea en una punta o en la otra de la localidad, está en el mismo lado. Las realidades en Montevideo, en lo que tiene que ver con el mercado de trabajo y las posibilidades de ubicación y radicación con respecto a la fuente de ingresos, pueden determinar la resistencia de un vecino a participar en un programa que implique trasladarse.
El instrumental está, se lo conoce, se lo puede usar, pero no son las mismas condiciones de aplicación de los programas que desarrolla Mevir, que a su vez tiene el know how de estos 43 años, del que son portadores sus 540 trabajadores, 140 técnicos y administrativos y los 410, 420 trabajadores de obra, capataces y medios oficiales. Esto requiere de continuidad para acumular.
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EC - Tengo una cantidad de preguntas de los oyentes. Está claro que en el interior del país hay mucho interés, hay mucha atención puesta en este tipo de desarrollos. Por ejemplo, dice Eduardo de El Pinar: "Los uruguayos no tenemos idea de la dimensión de la obra de Mevir. Los extranjeros la ven y no lo creen; debemos estar orgullosos".
Pero están también los que manifiestan sus críticas o sus preocupaciones. Por ejemplo, algunos se centran en casos concretos de los pueblos, y ven problemas. Dice Graciela: "¿Cuándo van a sacar en tal lugar a los que nunca pagaron? Se van en puro cuento. Hay familias que pagaríamos mes a mes".
¿Qué dice a propósito de este tipo de inquietudes?
FB - Este tipo de inquietudes es preocupación de la comisión. No siempre las cosas tienen la celeridad que uno desearía, pero hemos recuperado y readjudicado más de 260 viviendas entre vacías y alquiladas en los últimos años.
EC - ¿Se puede alquilar una vivienda de Mevir?
FB - Está prohibido, a menos que haya una solicitud fundada y autorización previa de Comisión Nacional. Esa autorización es transitoria, provisoria e implica, aparte del pago de la cuota, la devolución de la cuota parte del subsidio que correspondiese.
EC - Claro, porque puede ser un negocito alquilar, porque la cuota es muy baja. ¿De qué orden de cuota estamos hablando?
FB - La cuota anda en el entorno de los 500 o 600 pesos.
EC - Y se puede terminar alquilando esa casa ¿en cuánto?
FB - Depende de las localidades; en algunas localidades, como por ejemplo Cerro Chato en el departamento de Treinta y Tres, Florida y Durazno, se puede llegar a valores que multipliquen por 10 o por 15 la cuota.
EC - También tengo cantidad de preguntas a propósito de por dónde van los planes de Mevir, y preguntas que apuntan a lugares concretos. Por ejemplo, dice Richard: "En Colonia quisiéramos saber qué viviendas están proyectadas para este departamento".
FB - En Colonia concretamente el programa Cerro de las Armas está aprobado por Comisión Nacional y cuenta con todos los elementos para hacerlo. Estamos aprobando también algunos programas de unidades productivas del departamento de Colonia, Tres Esquinas.
EC - Pero en general, ¿cuáles son los planes?, ¿por dónde va Mevir en este quinquenio?
FB - Mevir tiene 45 equipos de trabajo. Esto significa 45 centros de obras simultáneos en todo el país, en este momento estamos con presencia en absolutamente todos los departamentos del país. Y esa es la idea, seguir teniendo obra permanente en cada lado. Algunos programas se han visto un tanto dificultados en la medida en que desde que se aprobó la ley de ordenamiento territorial no todos los gobiernos departamentales han avanzado en la categorización de los suelos de su territorio. Esto es una dificultad para el desarrollo de algunos programas. Implica reprogramar, reordenar la programación, no solo en función de nuestras prioridades teóricas, sino también ver cómo esas prioridades teóricas se articulan con la práctica para posibilitar el desarrollo del programa.
EC - En definitiva, ¿cuál es el plan para estos cinco años en números?
FB - En números la meta es construir 6.000 soluciones habitacionales a lo largo y a lo ancho de todo el país.
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EC - Termino con algunos mensajes de los oyentes.
Andrea: "Yo pasé mi adolescencia en una casa de Mevir en José Pedro Varela. Nos mudamos el 23 de diciembre del 90. Qué lindo fue ver llover por primera vez desde adentro, no tener que esquivar las gotas". El mensaje termina con un "¡gracias!".
Otros oyentes destacan que Mevir, además de construir, capacita. "Mevir capacita gente en el rubro de la albañilería, le da un nuevo oficio a mucha gente que ahora termina siendo albañil del pueblo o de la ciudad".
FB - Sin duda, siempre tenemos la deformación de ir a lo físico, a medir lo físico. Pero lo más importante de Mevir es eso de poner en contacto a la gente, que la gente descubra que sus necesidades, sus problemas no son solo suyos, que el vecino de al lado tiene las mismas preocupaciones, sueña con las mismas cosas, y que es factible poner en común los sueños y, con los apoyos indispensables, transformarlos en realidad. Eso es lo fundamental, que hay posibilidades de transitar juntos construyendo una nueva realidad.
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Transcripción: María Lila Ltaif