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Cuando la basura puede ser una solución energética

Cuando la basura puede ser una solución energética

En varios lugares del mundo ya transforman los residuos sólidos urbanos (RSU) en combustible. Esta forma de convertir los deshechos en energía con un mínimo impacto para el medio ambiente podría llegar a nuestro país.


Desde los primeros días de diciembre, y por causa de un conflicto gremial, varios barrios de Montevideo, están sufriendo la acumulación de basura en contenedores, veredas y baldíos.

Hasta este domingo por la noche, los efectivos militares que estuvieron afectados a esta tarea, habían quitado casi 400 toneladas de residuos en basurales formados en algunas zonas periféricas de la capital.

El problema de la disposición final de los residuos sólidos urbanos (RSU), principalmente los de origen domiciliario y comercial, es un motivo de preocupación que va en aumento en muchos lugares del mundo.

El ciudadano común, tiende a pensar que el tema termina cuando deposita su bolsa de basura en el contenedor o en un recipiente para que se la lleve el recolector, o en un basurero de los que a veces se forman en los barrios.

Los expertos afirman que es allí donde el gran problema realmente comienza.

La humanidad utiliza cada vez más elementos de "use y tire", los envases de cualquier material de los más variados artículos, se acumulan por toneladas todos los días en todas las ciudades del mundo.

Esto, junto con el todavía ineficiente manejo que se hace con dichos residuos (quemas a cielo abierto, disposición en vertederos ineficientes) provoca problemas que acarrean problemas de salud y daños al ambiente, además de provocar conflictos sociales y políticos.

Cuánto mayor sea el nivel de vida de un país o de una sociedad mayor será el volumen de residuos que genere.

En España por ejemplo, la cantidad de RSU generada por habitante y por día es de alrededor de 1 kilogramo en las ciudades grandes y medianas, y algo menor en ciudades pequeñas y pueblos. En EE.UU, con una población de 280 millones de personas, el promedio generado por habitantes es de algo más de dos kilos diarios.

En nuestro país, según datos del año 2008 de la Intendencia de Montevideo, sólo en barrios céntricos y zonas periféricas se producen unas 2.000 toneladas diarias de basura.

Restos de comida, yerba, papel y cartón, pañales, envases de plástico, vidrio y metal, son los componentes más habituales de una bolsa de residuos común en cualquier contenedor en Montevideo.

En Montevideo, y en casi todas las del interior, la basura es trasladada en su mayoría, a lugares ya establecidos, a cielo abierto, vertederos que muchas veces terminan contaminando la tierra, el agua y el aire.

Una tecnología que ya funciona en algunos países como China y EE.UU. convierte los residuos, -excepto el vidrio y el metal-, en gas de síntesis, diesel sintético y eventualmente, en electricidad, utilizando motores diesel que usan aquel combustible.
Luis Agosto, representante de la empresa Eurotecnologías en nuestro país, afirma que la instalación de estas plantas no tiene costo alguno para el estado, lo único que necesitan es basura para procesar. Las fuentes de energía obtenidas son luego comercializadas.

"Esta tecnología transforma los distintos residuos, ya sea domiciliarios, forestales u hospitalarios en energía. Puede ser diesel  -24 mil litros por día, 4000 litros de gas-, o cualquiera de estos combustibles hacer funcionar un motor Caterpillar, que puede dar 5 megavatios hora. Estos inversores vienen a Uruguay, ponen el dinero y además se suma que ellos van a hacer la gestión", dijo Agosto.

Esta transformación se realiza a través de un proceso conocido como disociación molecular, por el cual los deshechos pasan de su estado sólido al gaseoso, lo que se conoce como sublimación.

El separador molecular utiliza un proceso de división de las moléculas orgánicas en moléculas simples, el monóxido de carbono, el hidrógeno y el metano, que pueden ser sucesivamente oxidados para liberar energía y obtener productos estables de dióxido de carbono y agua.

Esta conversión se realiza sin incineración, y por tanto sin humo, olores, cenizas o cualquier otro residuo contaminante sólido, líquido o gaseoso.

Las plantas que realizan el proceso trabajan al vacío las 24 horas del día y consumen el 20 por ciento de los combustibles que generan, se auto-sustentan. Cada una utiliza 350 toneladas de basura diariamente.

El representante de la firma, destaca que todos los residuos orgánicos utilizados en el proceso de separación molecular no tienen ningún efecto en el aumento del dióxido de carbono a la atmósfera.

La empresa italiana tiene instalada una planta industrial piloto en Costa Rica y próximamente estará presente también en Argentina.

En Uruguay ya existen contactos con autoridades nacionales, municipales y legislativas tendientes a promover la instalación de este tipo de procesos.

"Hemos visitado a todos los actores que van a participar en esto, pero fundamentalmente hemos intentado convencer a la gente de la comuna de Montevideo. Hemos estado con el anterior director de desarrollo ambiental, hemos estado con el actual, pero tienen un concepto de que la basura es una riqueza que ellos no quieren perder. Hoy la intendencia paga 9 dólares por tonelada para depositar en Felipe Cardozo, o sea que le significa a la IM diariamente 18.000 dólares", comentó.

Agosto sostiene que este tipo de proceso tiene la ventaja de no utilizar más usinas, vertederos o enterramiento de los residuos urbanos, con el peligro de contaminación que esto conlleva, además de generar empleos directos e indirectos.

"Esto no desplaza ninguna de las otras alternativas que hay –como la eólica o la solar- ni tampoco deja afuera a los señores clasificadores que hoy andan por las calles. Lo que sí permitiría sería concentrarlos en un lugar y que no la sigamos teniendo por las calles de Montevideo en horas de la noche tirando toda la basura. Antes hurgaban dentro del contenedor. Llegan, tiran toda la basura afuera, y se la llevan a sus casas".

Resumiendo entonces, los deshechos de cualquier tipo, menos vidrio, metal, o radiactivos pueden ser tratados y utilizados como materia prima e introducidos en una planta de este tipo.

Los residuos sufren un proceso de selección y separación. Luego de esto los deshechos orgánicos tales como madera, resto de comida, textiles, papel, neumáticos y plásticos pasan por otro proceso de secado al 10 por ciento y posteriormente triturados para poder ingresarlos en el disociador molecular.

De allí saldrán transformados en energía 100% aprovechable.

Las autoridades departamentales y nacionales tendrán ahora la última palabra.