Entrevistas

Asesores jurídicos de las SAQ concluyen que emergencia sanitaria implica "trabajo forzado inconstitucional"

Ante la aprobación el jueves de la ley de Emergencia Sanitaria, las Sociedades Anestésico-Quirúrgicas (SAQ) solicitaron asesoramiento legal para analizar la medida impulsada por el Poder Ejecutivo. En diálogo con En Perspectiva, el doctor Alejandro Abal, que estudió el proyecto de ley para las SAQ, dijo que los "informes concluyen que estamos ante trabajo forzado inconstitucional". Sin embargo, aseguró: "No vamos a recomendar nada. Simplemente le informamos lo que pueden hacer. Lo que nos han pedido es un informe jurídico". A modo de posible salida al problema, Abal opinó que "ASSE tiene la posibilidad de adaptar su sistema de trabajo con los técnicos médicos y con el personal auxiliar a lo que ocurre en el resto del SNIS, incluyendo los hospitales públicos, que no son de ASSE".


(emitido a las 07.32 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Terminó su trámite parlamentario la ley de Emergencia Sanitaria.

En una maratónica sesión en la que el oficialismo y la oposición se tomaron todo el tiempo necesario para debatir, la Cámara de Diputados terminó de aprobar ayer de tarde el proyecto de emergencia sanitaria. Este proyecto había sido remitido al Poder Legislativo por el Poder Ejecutivo el miércoles, y ese mismo día se había aprobado en el Senado y pasado a la Cámara Baja. Ahora el proyecto se encuentra en manos del Poder Ejecutivo para su promulgación.

¿Cuál fue el resultado ayer en Diputados? Hubo 66 votos a favor en 78 legisladores presentes. Las bancadas del Frente Amplio y del Partido Colorado apoyaron sin excepciones el proyecto. Estos últimos aseguraron que lo hacían en solidaridad con los pacientes en lista de espera y no en respaldo al Gobierno.

La crónica de La República destaca que los blancos votaron divididos, al igual que en la Cámara Alta. De 17 representantes nacionalistas que había al momento de votar, seis lo hicieron a favor, entre ellos Jorge Gandini y Javier García de Alianza Nacional, el independiente Pablo Abdala y el herrerista Gustavo Borsari.

De todos modos, todos ellos argumentaron en contra del proyecto de ley. Incluso pusieron en duda la veracidad de la emergencia declarada por el Gobierno, que asegura que es el estado en que se encuentra gran parte del sistema de salud público. Esto ante la no realización de intervenciones quirúrgicas en los hospitales por medidas de las Sociedades Anestésico-Quirúrgicas (SAQ), una decisión de no concurrir a trabajar que existiría en el ámbito de ASSE.

Los dos diputados del Partido Independiente votaron en contra del proyecto.

¿De qué manera reacciona la Sociedad de Anestesistas del Uruguay? Eso se va a conocer en la noche de hoy cuando se reúna en asamblea.

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En el ínterin, sus asesores jurídicos han estado estudiando este proyecto que ya está pronto para su promulgación. ¿Cuál es la conclusión? Se apunta a la inconstitucionalidad del texto. Vamos a conversarlo con el doctor Alejandro Abal Oliú, que se encuentra en contacto con nosotros. ¿Cuál es el examen que ustedes han hecho y a qué conclusiones llegaron?

ALEJANDRO ABAL OLIÚ:
Lo que nos pidió la mesa de la SAQ fue un examen jurídico. También los dirigentes del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) se lo solicitaron al estudio del doctor Dellpiazzo. Se trata de una ley que impone trabajo forzado, lo cual no está habilitado directamente por la Constitución, que prevé la libertad de trabajo condicionada. La libertad de trabajo condicionada implica que se puede limitar la libertad para trabajar en algún lado pero no que se pueda obligar a trabajar a alguien contra su voluntad.

EC – Vamos a recordar qué es lo que dice el proyecto. El artículo 1º señala: "Declárase en estado de emergencia sanitaria la asistencia anestésico quirúrgica de la población usuaria de los servicios de salud del sector público en todo el territorio nacional". Artículo 2º: "El Ministerio de Salud Pública (MSP) queda facultado para convocar al personal integrante del cuerpo médico y auxiliares de la medicina que considere necesario para atender la emergencia sanitaria que se declara, quienes deberán cumplir funciones en los establecimientos públicos de asistencia por hasta un 20% de las horas que realizan en las instituciones de asistencia médica colectiva. Aquellos abonarán las horas efectivamente trabajadas en idénticas condiciones que a su personal del escalafón y grado que correspondiera". Artículo 3º: "El personal convocado no podrá negarse a prestar su colaboración salvo razones de fuerza mayor debidamente justificadas las que serán evaluadas por el Ministerio de Salud Pública en el término de cinco días".

AAO – El tema pasa por ver si efectivamente se trata de un trabajo forzado o no. Y luego de si eso está permitido por nuestro derecho. Lo primero que puedo decir es que sí es un trabajo forzado. Si usted tiene 100 horas en una institución privada y lo obligan a trabajar 20 en otro lugar sin tomar en cuenta su voluntad, esa es la definición que dan los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) del trabajo forzado. Ahora bien, en los mismos convenios de la OIT se dice que se proscribe el trabajo forzado con alguna excepción. Entre las excepciones está, por ejemplo, el caso de los militares cuando se trata del servicio militar obligatorio y otro tipo de excepciones que no vienen al caso, pero que son más o menos de esa naturaleza. Hay una muy especial que dice que los trabajos forzados están permitidos cuando se trata de situaciones en las cuales hay fuerza mayor.

EC – ¿Y acá no hay fuerza mayor?

AAO – Ahí se especifica que la fuerza mayor se trata de situaciones como por ejemplo un terremoto, una inundación muy grave, una epidemia o episodios del estilo. No hay duda de que es trabajo forzado. El problema es determinar si se trata o no de fuerza mayor y justifica que la ley imponga trabajo forzado a una parte de la población. La fuerza mayor requiere dos condiciones para ser legítima. La primera es la imprevisibilidad y la segunda consiste en que no haya otro medio menos gravoso para los derechos constitucionales de las personas que el trabajo forzado.

EC – Ayer el ministro de Salud Pública, Daniel Olesker, respondía a propósito de estas cuestiones y justificaba la emergencia sanitaria destacando que "en marzo de este año los anestesistas cubrían el 60% de las necesidades del sistema público. Hoy apenas se cubre el 40%. La situación más comprometida", agregó, se da en el hospital de la Mujer, donde en el turno de 14.00 a 20.00 horas debería haber tres anestesistas y no hay ninguno. Tampoco hay anestesista en el horario de 20.00 a 8.00 y en el hospital del niño del Pereira Rossell en el horario de 14.00 a 20.00 debería haber tres anestesistas y hay dos, pero entre las 20.00 y las 8.00 no hay ninguno".

AAO – Antes que nada quisiera hacerle una corrección a una información que ha sido brindada reiteradamente y consiste en decir que hay una medida gremial de los anestesistas de no concurrir a trabajar. Eso no es así. Al contrario. La Sociedad de Anestesiología del Uruguay, que forma parte de la SAQ junto con otras 13 sociedades, ha colaborado con la cátedra de la Facultad de Medicina para tratar de solucionar el problema. Eso es lo primero. Con respecto a lo que dice el ministro Olesker, yo no puedo desmentirle las cifras que maneja pero de todas maneras sí le digo lo que el mismo ministro ha dicho hace unos pocos días. Que la situación de las operaciones oncológicas en el hospital de la Mujer que es al que él principalmente se refiere estaría absolutamente controlada gracias a los esfuerzos de la cátedra de anestesiología de la Facultad de Medicina. Todos recordarán que la Facultad de Medicina, con el apoyo de la Sociedad de Anestesiología y con la colaboración de la misma, ha establecido un sistema de trabajo dentro del hospital Pereira Rossell para evitar que las operaciones oncológicas en el hospital de la Mujer se retrasaran. Ha reducido hasta límites razonables la cantidad de personas que están aún sin operarse y tienen problemas oncológicos. Para que exista una causa mayor que justifique el trabajo forzado tiene que haber imprevisibilidad. Pero es más que obvio que no hay imprevisibilidad. En la misma exposición de motivos se dice que desde hace muchísimos meses está planteada una situación de crisis anestésica. Yo diría que no son meses. Por lo menos desde el año 2008 está planteado. No es en todo el país y ni siquiera es en todo el sector público. Es en algunos hospitales de ASSE. Si usted va al hospital del BPS, al del Banco de Seguros, al hospital Policial y por supuesto a todo el sistema mutual no va a encontrar ningún problema con los anestesistas. El problema se plantea en la gestión del propio directorio de ASSE que está al frente de todos esos hospitales públicos a los cuales hacemos referencia.

EC – Está claro que el problema viene desde hace tiempo, pero da la impresión de que últimamente ha ido agravándose. ¿Por ese motivo no se justifica entonces la declaración de emergencia sanitaria? Por ejemplo, hoy Últimas Noticias informa a propósito de lo que pasó ayer en el Pereira, cuando directamente no hubo anestesistas. Convocaron a los profesionales uno por uno y ninguno del los 37 acudió al llamado.

AAO – Es muy probable que ayer hayan tenido algún problema serio a raíz de este tema pero no es una decisión gremial. Les puedo asegurar que no es así. Yo tengo conocimiento de las indicaciones que tomó la mesa de la Sociedad de Anestesiología en el sentido de no recomendar que no se cumpla con los pedidos que pudieran hacerse. Son decisiones personales...

EC – ...Pero independientemente de que haya una decisión gremial o no, la situación es muy difícil. Acá aparecen más datos: "en el Pereira" –dice– "hay 50 anestesistas, de los cuales 13 son presupuestados y ayer no les correspondía trabajar. Por eso se llamó a los 37 especialistas dependientes de la Comisión de Apoyo uno por uno y ninguno acudió. Tuvimos que dejar una ambulancia constantemente en el Pereira para hacer los traslados a medida que llegaban las urgencias", relató el profesional que consultaron.

AAO – Todo esto no es imprevisible en absoluto. Le estoy diciendo que hace mucho tiempo que está planteado en los hospitales de ASSE. En el resto del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), que comprende otros hospitales públicos no dependientes de ASSE y en todo el sistema mutual no hay problemas. Entonces, ahí hay algo raro. Vayamos a esto de vuelta: no se da la imprevisibilidad que justifica la posibilidad de trabajos forzados porque no hay fuerza mayor que requiere imprevisibilidad. Pero además, la fuerza mayor también requiere que no haya otro medio menos gravoso y el otro medio menos gravoso está a la vista que existe. No digo que sea lo mejor; digo que existe y que eso es lo que hace que no sea legítimo el trabajo forzado. ¿Cuál es el otro medio? Tiene dos vías. Primero, ASSE tiene la posibilidad de adaptar su sistema de trabajo a lo que ocurre en el resto del SNIS, incluyendo los hospitales públicos, que no son de ASSE, con los técnicos médicos y con el personal auxiliar. Hace años que se le viene diciendo "háganlo que van a tener problemas" y no lo hace. Hasta ahora no lo ha intentado. Ese es un déficit enorme de la gestión. El primer remedio lo tenían y lo siguen teniendo a mano. El segundo remedio es el de derivar los enfermos adonde los van a atender. Es decir, a los hospitales del BPS, del Banco de Seguros, el hospital Policial, a todo el sistema mutual e incluso a los hospitales del interior. Si usted me pregunta si es legítima la imposición por ley de trabajo forzado, yo le diré que no. Ahora, ¿qué es lo que yo haría si estuviera al frente de ASSE, no del Ministerio de Salud Pública...

EC – ...Sí, esa es la pregunta. Si el camino no es el de esta ley, ¿cuál es la alternativa?

AAO – Yo haría lo que hacen todos los hospitales públicos y lo que hace todo el SNIS menos ASSE: organizar el trabajo médico de forma rápida y sin problemas. Y no lo hacen. Es demasiada casualidad pensar que justo la gente no quiere ir a trabajar a algunos hospitales de ASSE. ¿De qué se trata? ¿Es una decisión gremial de sabotear a los hospitales de ASSE?

EC – Aparentemente, el motivo es que no es conveniente destinar las horas a trabajar en los hospitales de ASSE porque se les paga menos que en una institución privada.

EC – No, privada no. Se le paga menos que en el BPS; tiene condiciones de trabajo distintas al Banco de Seguros, al hospital Policial y a todo el sistema privado. Es decir, a todo el resto del SNIS. No es que ASSE tenga menos recursos que las demás mutualistas porque ASSE hoy es una mutualista. Por cada paciente tiene lo mismo que percibe el resto del sistema. Además, tiene fondos extraordinarios enormes. Pero está todo mal gestionado. Como ciudadano le diría que deberían buscar el remedio donde deben buscarlo...

EC – ...Usted está aludiendo a organización del trabajo. ¿Se refiere a temas como los que menciona el vocero de las SAQ, Hugo Burstaler, al que consulta hoy el diario El País? Él dice: "El problema es organizacional, no económico". Mencionó algunos asuntos que conspiran para que los especialistas no se vean seducidos para trabajar en el sector público: "faltan ciertas condiciones que garanticen la seguridad tanto para los profesionales como para los pacientes. No hay equipamientos, no hay material estéril, a veces falta personal que limpie los blocks quirúrgicos y esos ajustes son los que pretendemos".

AAO – Creo que es eso lo que en primer término hace que quienes son invitados a ir a trabajar y no tienen cargos en ASSE no vayan. Por la inseguridad que tienen. La responsabilidad del anestesista es enorme y ha habido médicos anestesistas que han estado trabajando 24 horas en el hospital Pereira Rossell atendiendo tres quirófanos a la vez. Eso es de locos. Hay todo un sistema de gestión en ASSE que es lo que se debería intentar arreglar. También la remuneración, porque no tiene sentido que se remunere bien en el Banco de Seguros, que se remunere bien en el hospital Policial, que se remunere bien en el hospital Canzani, que se remunere bien en el resto del SNIS y no en ASSE.

EC – Para terminar, ¿ustedes van a recomendar a la asamblea de la Sociedad de Anestesistas que interponga un recurso de inconstitucionalidad contra la ley?

AAO – No vamos a recomendar nada. Simplemente le informamos lo que pueden hacer. Lo que nos han pedido es un informe jurídico. Lo ha pedido el SMU y los dos informes concluyen que estamos ante trabajo forzado inconstitucional.

EC – Las declaraciones que hace el doctor Burstaler hoy van por este lado: "Queremos contribuir a resolver esta situación de emergencia. Hay unas cuatro o cinco ideas que se están manejando y que van a ser tema de la asamblea de hoy. Antes de eso incluso seguirán una ronda de contactos formales e informales con autoridades de ASSE. La voluntad es encontrar acuerdos".

AAO – La mesa de las SAQ y la directiva de la Sociedad de Anestesiología, que es una de las catorce sociedades que integra la mesa de las SAQ, están siempre en la idea de colaborar con ASSE para tratar de arreglar este problema en sus hospitales y que no responde a ninguna medida gremial...

EC – ...Lo que se plantea es negociar hasta que entre en vigencia esta obligación a trabajar el 20% de las horas en instituciones públicas. ¿Qué margen de tiempo? Porque acaba de ser aprobada en el Parlamento.

AAO – Se supone que el Poder Ejecutivo la puede promulgar hasta en 10 días, pero yo supongo que la va a promulgar ahora. También debo suponer que lo que pretende el Ministerio es tratar de llegar a alguna solución no tanto negociada, sino que le permita hacer que la convocatoria a trabajar en ASSE tenga una respuesta favorable.

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EC – Dos datos más que vienen en este caso de la Universidad de la República (UdelaR): "En este contexto, la Facultad de Medicina impulsa una nueva cátedra de anestesiología", según dijo el decano de Medicina, Fernando Tomasina. "Se está trabajando para que se instale en el correr del primer semestre de 2011. Se incrementaron los cargos de residentes y 30 médicos podrán ingresar a estudiar la especialidad el año próximo.

En paralelo, la Udelar proyecta un observatorio de recursos humanos que aporte información clara y precisa sobre las necesidades del personal de la salud médico y no médico, porque lo que se quiere evaluar es cuáles son las necesidades presentes y las que el país va a tener en el futuro. Según indicó el decano de Medicina no ha existido una planificación estratégica en este sentido".

Por acá viene otro de los puntos flacos de toda esta crisis de la que estamos hablando. En el 2005, el cupo para el postgrado en anestesiología era nada más que de 10 y ahora se va a llegar a 30. ¿Nadie se dio cuenta de que con eso no alcanzaba?

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