(Emitido a las 07.37)

EMILIANO COTELO:
El consumo de pasta base de cocaína es un flagelo que se ha ido haciendo cada vez más grave y preocupante en los últimos meses. Ayer, la Brigada Nacional Antidrogas llegó ayer a una finca del barrio Flor de Maroñas justo cuando sus moradores procesaban medio kilo de pasta base en un laboratorio montado a ese efecto.

La investigación policial llegó hasta uno de los laboratorios más activos de los hasta ahora desarticulados comenzó hace un año, cuando fue detenido en el aeropuerto de Ezeiza un uruguayo que pretendía salir con seis kilos de cocaína. El nexo de este traficante se tomó unos días antes de comenzar sus actividades pero, como la Policía lo preveía, en las últimas horas llegó al país un traficante argentino; la Brigada le hizo un seguimiento que condujo a esa casa del barrio Flor de Maroñas.

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Estamos en comunicación con el director general de represión del tráfico ilícito de drogas de la Policía Nacional, comisario Julio Guarteche. ¿Qué importancia tiene esta noticia de ayer?

JULIO GUARTECHE:
Para nosotros tiene muchísima importancia, por la capacidad que tenía este grupo. A nuestro entender, este grupo tenía capacidad para ingresar 100 kg. de pasta base, así que no es sólo la droga que incautamos sino la que impedimos que ingresara al país.

EC - ¿Cuántos laboratorios de este tipo han sido localizados ya?

JG - Tres; dos en verano. Uno de ellos, ubicado en febrero, tenía relación con este grupo; este grupo decidió esperar la reacción de la Policía durante todo este tiempo, nosotros también esperamos la reacción de ellos, y cuando vimos que reiniciaban las actividades hicimos el operativo.

EC - ¿Qué antigüedad tiene este fenómeno de la pasta base en el mercado uruguayo?

JG - La actividad más fuerte comenzó hace un par de años, y se fue incrementando hasta llegar a los niveles que conocemos ahora.

EC - ¿Por qué razón ha avanzado de manera tan fuerte?

JG - Tiene un par de componentes. En unas reuniones que hacemos los jefes operativos antidrogas nos pusimos de acuerdo en tratar de impedir que los traficantes bolivianos sacaran clorhidrato de cocaína hacia nuestros países, y hacia Europa y Estados Unidos. El control que se propuso y se efectuó fue sobre los precursores químicos que necesitan para terminar de procesar el clorhidrato de cocaína. Como eso resultó positivo -hay grandes incautaciones en todos nuestros países- los traficantes bolivianos no tienen la capacidad de sacar clorhidrato de cocaína pero invadieron nuestros mercados con la pasta base, que es el estado anterior.

EC - La pasta base es un producto intermedio, digamos, antes de llegar la cocaína.

JG - Exacto. Eso, sumado a la crisis económica de la región (la pasta base se vende a un precio bastante menor que la cocaína), hizo que se difundiera rápidamente en todos nuestros países y tuviéramos los problemas que tenemos, especialmente por sus características: es una sustancia muy adictiva.

EC - La pasta base genera una adicción muy intensa.

JG - Muy intensa. La reacción es muy violenta, muy fuerte, pero muy corta; y la caída, los efectos negativos que se producen después, son verticales (lo que no sucede con otras sustancias), y para sentirse bien el individuo necesita consumir nuevamente. Eso hace que el individuo consuma muchas veces durante el día, la adicción sea mucho más fuertes y por supuesto que los daños también.

EC - Ayer hablábamos en el programa sobre los efectos que la pasta base está teniendo en materia de delincuencia.

JG - Es evidente que está influyendo sobre la violencia de los delincuentes, especialmente de los consumidores, quienes tratan de obtener algo dinero para comprar pasta base. Es notorio; lamentablemente no tengo números respecto a la incidencia (estamos haciendo unos estudios al respecto) pero es evidente que muchos hechos, incluso algunos muy graves, han ocurrido bajo la influencia de esta droga.

EC - ¿Hay un perfil de los consumidores de la pasta base?

JG - Hay de todas las clases sociales, pero especialmente baja y media, especialmente por razones de costo. La gente que tiene acceso a la cocaína, que es la de mayor pureza y mayor costo, se mantiene en eso. Pero eso en los niveles más altos de la sociedad; pero el resto, los jóvenes especialmente, son los que están consumiendo más pasta base porque tienen la posibilidad de comprarla mucho más barata.

EC - ¿A qué drogas ha sustituido la pasta base?

JG - Especialmente a la cocaína, y en algunos casos a la marihuana. Pero ahí tenemos alguna duda.

EC - Esa era una de las informaciones que había visto y sobre la cual tenía alguna duda que quería consultarle. Por un lado parecería que había consumidores de cocaína que por razones de precio ahora bajan a la pasta base, pero también por esa razón de precio gente que antes consumía marihuana ahora preferiría pasta base, como que a la pasta base se llega desde arriba y desde abajo. ¿Puede ser?

JG - Tenemos alguna duda. Se ha producido en este último mes lo que se llama una fisura entre los consumidores: es cuando se interrumpe el tráfico de una determinada droga, y eso puede suceder por muchas circunstancias. Nosotros siempre creemos que sea por la acción policial, pero eso es muy difícil. Lo que ha ocurrido con el tránsito de camiones en la frontera Brasil - Uruguay afectó mucho el tráfico de marihuana hacia Uruguay, y otra cosa que lo afectó mucho son las condiciones del tiempo, que impiden el ingreso a Uruguay de avionetas de pequeño porte que traen generalmente entre 400 y 500 kilogramos. No sabemos entonces si la falta de marihuana ha hecho que muchos traten de consumir pasta base, o si hay realmente una sustitución de una sustancia por otra. Tenemos esa duda hasta el momento.

EC - Volviendo a este laboratorio localizado ayer, ¿cuánto incautaron?

JG - Algo más de 8 kilogramos de pasta base.

EC - Eso ¿es mucho, es poco...?

JG - No: es mucho, es mucho. Fíjese que cada dosis es menos de medio gramo; es mucho para nuestro mercado. Es una organización que tenía capacidad de venir cada poco tiempo: tenían un sistema para pasar la droga por la frontera dentro del tanque de combustible, que funcionaba como tanque pero en más de sus tres cuartas partes era utilizado como depósito para transportar droga. Era un sistema totalmente seguro para ingresar a Uruguay: el año pasado lo hicieron más de 10 veces. Era un grupo muy organizado, que tenía capacidad y especialmente un hombre con conocimientos prácticamente de ingeniero químico. Eso es muy necesario, porque no hay uruguayos con esa capacitación, y deben ser individuos del altiplano, argentinos o bolivianos que son los que conocen bien los principios activos de algunos productos que pueden encontrarse en ferreterías uruguayas y que pueden ser utilizados para terminar el procesamiento de la pasta base.

EC - ¿Cuántas personas formaban parte de esta banda?

JG - Siete: un matrimonio uruguayo y los restantes son argentinos, entre ellos el líder que es natural de la provincia de Salta.

EC - ¿Desde cuándo existía el laboratorio?

JG - Era reciente. En febrero habíamos desarticulado otro que estaba en la calle Canstatt.

EC - ¿Para qué mercado producía?

JG - Tenían capacidad para producir para el mercado local y también enviar a Europa, porque las ganancias son enormes: ellos consiguen más o menos a 1.000 dólares el kilo de pasta base, y pueden llegar a venderlo en Italia a 33.000 euros. Ellos fueron los responsables de enviar a un uruguayo que fue detenido en Ezeiza con seis kilogramos. Las ganancias que iban a tener serían enormes si hubieran podido cristalizar esa acción en la que enviaban a un uruguayo hacia Italia.

Podían hacer las dos cosas. En este momento, como trataban de recuperarse económicamente, iban a vender al mercado uruguayo.

EC - ¿Vendían la pasta base o llegaban a la cocaína?

JG - Llegaban a la cocaína; les interesaba vender cocaína.

EC - Esos precios que usted daba recién sobre el precio en Europa, ¿a qué correspondían?

JG - Al clorhidrato de cocaína; en Europa no se vende pasta base. En este momento, todos los traficantes inteligentes están abandonando la pasta base porque hay demasiado ruido con ese tema, demasiada acción policial, demasiada prensa, demasiados daños evidentes... A un narcotraficante inteligente eso no le sirve, y está abandonando la pasta base y tratando de vender cocaína otra vez.

EC - Pero de este laboratorio, entonces, surgían los dos productos.

JG - Así es, los dos productos; incluso encontramos una cantidad de productos químicos (incluso herbicidas) utilizados para estirar la pasta base y después venderla.

EC - En estos días se ha informado sobre una serie de acciones que la Policía está organizando para enfrentar el fenómeno de la pasta base en nuestro país. ¿Por dónde van esas líneas de trabajo?

JG - Para nosotros, lo más importante es la capacitación. Tenemos gente afuera que se está capacitando, pero vamos a empezar a capacitar a personal de Aduanas, de la Jefatura de Montevideo y las de Montevideo, porque muchas veces los policías no conocen este fenómeno nuevo, y en un allanamiento en un laboratorio... Cuando decimos "laboratorio" no estamos hablando de un pipetas, tubos de ensayo, cosas que lo hagan fácilmente identificable como laboratorio. Entonces, queremos instruirlos para que en un allanamiento tengan la capacidad de identificar qué está pasando en determinado lugar. A eso le damos primordial importancia.

Otra cosa a la que damos importancia es a las denuncias por parte de la gente. En este momento, a partir del servicio 0800 2121, inaugurado el 9 de marzo, hemos recibido 747 denuncias de vecinos y estamos compartiendo esa información con las jefaturas, en especial con la de Montevideo, que ha dispuesto que se sume a la lucha contra las drogas algunos departamentos de Investigaciones y también el Departamento de Operaciones Especiales, que se encarga especialmente de los liceos y centros de enseñanza.

Esas son algunas de las cosas que estamos haciendo ahora. Hoy tenemos una reunión con los jueces de Montevideo a efectos de hacerles conocer nuestra visión respecto al tema, y sabemos que hay una dureza muy especial de los jueces respecto a este tema en particular, y ese es otro de los elementos que mueven a los narcotraficantes están razonando para abandonar este sector.

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Transcripción y edición: Jorge García Ramón