Entrevistas

Luis Gallo (Junasa): los usuarios estarán más arraigados a sus mutualistas en el futuro

De las personas que tenían la posibilidad de cambiar de mutualista durante la apertura del corralito mutual en febrero, el 6% optó por hacerlo. Consultado por En Perspectiva, el presidente de la Junta Nacional de Salud (Junasa), Luis Gallo, se refirió a la situación y evaluó que es posible que "a medida que pase el tiempo, el tipo de programas y de metas asistenciales haga que el usuario se arraigue cada vez más a la mutualista de la cual es socio". Informó que el número total de personas que cambiaron de institución médica fue 51.432. De ese total, unas 39.000 son de Montevideo, 11.000 del interior y 1.500 de ASSE. Además, explicó que existen tres situaciones excepcionales por las que se puede hacer el cambio de mutualista fuera del corralito mutual: por cambio de domicilio, por disconformidad o por pasaje de mutualismo a ASSE.


(emitido a las 7.39 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Ayer dimos cuenta de que en la apertura del corralito mutual que estuvo vigente en febrero, más de 51.500 usuarios cambiaron de prestatario de salud.

Hoy se van a conocer más detalles a propósito de este tercer año de apertura, que involucraba la posibilidad de modificar de institución a más de 700.000 usuarios.

Pero ya aparecieron algunos datos. Por ejemplo, un 6% del total de los que podían cambiarse de institución finalmente optaron por hacerlo y esto generó alguna reacción positiva de parte del oficialismo. De parte del Ministerio de Salud Pública (MSP), apareció el concepto de conformidad y de fidelidad a las mutualistas de los socios.

¿Cómo deben leerse entonces los resultados de esta apertura del corralito mutual o de movilidad regulada, como le llama Salud Pública? Estamos recibiendo al doctor Luis Gallo, presidente de la Junta Nacional de Salud (Junasa). En términos absolutos hablamos de más de 51.000 usuarios que hicieron el cambio de institución médica. Esta es una cifra bastante mayor a la que se había registrado el año pasado, cuando incluso había un menor número de usuarios con oportunidades de cambiarse. Pero en términos porcentuales el número bajó. ¿Cómo califica usted este porcentaje?

LUIS GALLO:
Estamos muy contentos con los resultados. Esta cifra seguramente va a ser menor en las próximas aperturas de la movilidad regulada. Lo que usted decía está bien: en números absolutos la cifra es mayor, exactamente son 51.432 usuarios en un total de 797.750 usuarios que tenían la posibilidad de cambiar. Pero en términos relativos, en esta tercera movilidad regulada el porcentaje cayó a un 6.4% si lo comparamos con el del año pasado, que había sido de de 6.8%.

JAE - ¿Efectivamente se puede concluir que esto es producto de una conformidad que hay con el comportamiento de los afiliados?

LG – En parte sí, y en parte es a la política que está desarrollando el MSP. Esto está asociado a políticas preventivas, de promoción, de educación y a metas asistenciales donde empezamos hace un año y medio a transcurrir en lo que es el médico de cabecera. Todas estas políticas al final llevan a que el usuario se mantenga dentro de la propia institución. Por supuesto que estas políticas son de largo aliento, por eso uno decía al principio que a medida que pase el tiempo, esta fidelidad y el tipo de programas y de metas asistenciales haga que el usuario se arraigue cada vez más a la mutualista de la cual es socio.

JAE – Vamos a incorporarnos en lo que ha sido la evolución: durante mucho tiempo nadie podía cambiarse de institución. Este ya es el tercer año, y ahora Salud Pública...

EMLIIANO COTELO:
...Una precisión: los afiliados individuales a las mutualistas sí pueden cambiarse.

JAE – Claro. Estamos hablando de aportantes a Fonasa (ex Disse).

LG – Exactamente.

JAE – Quien paga la cuota y no tiene el beneficio de Fonasa puede hacer el cambio de mutualista libremente.

LG – Exacto.

JAE – Pero en este caso Salud Pública incorpora este concepto de movilidad regulada. En el primer año se exigían 10 años de antigüedad en una institución. En el segundo año se pasó a siete y ahora a tres años. ¿Cómo va a evolucionar este plan de movilidad regulada?

LG – Cuando hace 10 años se implementó el corralito a través  del decreto 2005/000, la idea [estaba basada en] esa inestabilidad económica que tenían las instituciones en el cambio de usuarios masivos a través de la intermediación lucrativa. Eso llevó a que se implantara este decreto. En el período anterior se entendió que era lógico que hubiera una apertura del mal llamado corralito mutual. Los 10 años de antigüedad eran para ver cómo se comportaba el pasaje de usuarios. Luego, en el 2010 pasó a siete años y ahora entendemos que tres años es el tiempo necesario que tiene el usuario para arraigarse a un médico de referencia, a los programas y a esa fidelidad que uno tiene. Por otro lado, tres años es el tiempo necesario que tiene una institución para consolidarse, sabiendo que una vez que el usuario ingresa lo tiene durante tres años y en función de eso la institución puede desarrollar estrategias en recursos humanos y en lo que tiene que ver con la parte de tecnología...

JAE - ...Claro, porque son dos exigencias: por un lado la antigüedad y el compromiso de permanecer en esta institución. ¿Esto va a continuar así?

LG – Va a continuar así.

JAE – O sea que en febrero del próximo año habrá una nueva apertura para los que están en estas condiciones.

LG – Exactamente. La redacción que tiene el último decreto que salió en diciembre habla de la continuidad que todos los meses de febrero va a existir siempre en relación a la apertura del corralito mutual en aquellos usuarios activos, pasivos y menores de 18 años que tengan tres años de antigüedad en la institución. No es que va a haber otro nuevo decreto.

JAE – ¿Por qué siendo tan bajo el porcentaje de afiliados que deciden cambiarse de mutualista se opta por regularlo de esa manera?

LG – Porque las políticas que estamos implementando desde el MSP en lo que tiene que ver con el médico de referencia, el pago por metas y el cumplimiento de programas hace que el usuario deba permanecer durante un tiempo. Sería muy malo que un usuario tuviera la posibilidad de optar de cambiarse de mutualista todos los años, porque eso contribuiría al mal desarrollo de lo que el Ministerio viene implementando. Por otro lado, una institución que hoy tenga una determinada cantidad de usuarios y al año siguiente tenga una cantidad menor puede influir negativamente en el desarrollo de las políticas que debe llevar adelante esa institución.

JAE – Claro, pero se puede pensar que en un escenario de libertad es una exigencia clara que se le pone a las instituciones para que mejoren sus servicios y, en definitiva, no se aprovechen de los usuarios que son rehenes de la misma.

LG – No hablo tanto de rehenes. Creo que debe existir libertad y que esta libertad de tres años es lógica. Además, uno de los temas claves es la intermediación lucrativa. Si hubiera libertad absoluta estaríamos permanentemente expuestos a altísimos costos de publicidad, que es un tema que la Junta va a analizar próximamente. Esa inversión gigantesca que se hizo en dinero durante todo este mes de campaña realmente nos ha llamado la atención. Imagínese todas las instituciones compitiendo durante todo el año en la captación de socios a través de publicidad.

JAE – Le hago un par de preguntas finales a propósito de lo que fue este período que terminó recién. ¿Ustedes van a dar a conocer los datos de cuáles instituciones captaron más y cuáles menos en términos netos?

LG – Sí, esa información va a estar disponible en la tarde de hoy. Con el ministro de Salud Pública a las 14.00 horas vamos a hacer una conferencia de prensa. Yo le puedo suministrar algunos datos globales sobre la diferencia que hubo entre Montevideo y el interior. La pérdida que tuvo ASSE del pasaje de socios Fonasa de ASSE hacia las instituciones...

JAE - ...Esa era una de las preguntas que tenía para hacerle. Entre aquellos usuarios que podían cambiarse había usuarios de ASSE y algunos habían entrado por oficio porque no habían optado en su momento. El dato que tenía es que cuando iba más o menos la mitad del período, el 60% de los que se habían cambiado habían pasado de ASSE a una mutualista. ¿Cómo quedó ese número finalmente?

LG – El número total es de unos 82.000 socios de ASSE de oficio y 89.000 de Fonasa. De ese total de 89.000, 1.615 pasaron al sistema mutual.

JAE – ¿Cuántos usuarios terminaron cambiándose en total?

LG – Se cambiaron 51.432, de los cuales 38.819 pertenecen a Montevideo. 10.918 al interior y 1.615 de ASSE.

JAE – 1.615 que se pasaron de ASSE a mutualistas.

LG – Al mutualismo. Y dentro de estas salidas de ASSE se concentró fundamentalmente en Montevideo con el 62%. O sea, de esos 1.615, 62% corresponden a Montevideo y 38% al interior.

JAE – ¿Esto está evaluado? Aquí hablamos de términos netos, pero se ha manejado insistentemente que no es despreciable el número de beneficiarios del Fonasa que se habían inscripto en su momento en una mutualista pero que al no poder hacer frente a los copagos, por ejemplo, querían cambiarse a los servicios de ASSE. ¿Ese fenómeno está cuantificado?

LG – No está cuantificado porque tenemos que precisar que el pasaje de una mutualista hacia ASSE se puede hacer durante todo el año. No hay que esperar febrero para pasarse de ASSE. Hay tres situaciones en las que durante todo el año una persona puede cambiarse de institución. Una de ellas es por cambio de domicilio. Durante 2010 hubo aproximadamente 7.000 cambios de domicilio en el cual la Junasa autorizó el cambio de mutualista. Otra de las causales para poder realizar el cambio es la disconformidad del usuario o la pérdida de confianza con la institución, y en esto hubo unos 500 cambios. Por último, también hubo poca cantidad de pasajes del mutualismo a ASSE durante el año. En este corralito no lo puedo precisar exactamente.

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