Carlos Cairo (expresidente de Cerro): "Creímos que habíamos erradicado la violencia y no era así"
Un herido de bala, varios lesionados y 16 personas detenidas fue el lamentable saldo registrado tras el partido entre Cerro y Peñarol, disputado el fin de semana pasado en el estadio Luis Tróccoli, escenario del equipo albiceleste. Ante estos hechos, que ya no son novedad en el fútbol uruguayo, quien hasta ese momento era presidente de la institución cerrense, Carlos Cairo, decidió renunciar a su cargo. Entrevistado por En Perspectiva, explicó las razones de su decisión: "Fui el responsable de este espectáculo que terminó en un bochorno [...] Lo que presencié me dejó perplejo, alelado, me sentí como en Bosnia en plena guerra de los Balcanes", expresó. Cairo sostuvo que los hinchas violentos deben ser "erradicados" del fútbol, prohibiéndoseles el ingreso a las canchas. "Creo que hay que tomar decisiones extremas porque estamos ante situaciones extremas", manifestó.
(emitido a las 10.06 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Este fin de semana, la violencia volvió al fútbol uruguayo.
(Audio trasmisión 13 a 0.)
MARCOS SILVA: "Nos pegaron dos piedras, está complicado. Hay algunos incidentes en la tribuna Brasil, se vencieron los alambrados, entonces están los hinchas queriendo ingresar. En resumen, se está complicando todo, ahora está bajando la custodia policial, yo estoy acá por la mitad de la cancha".
GONZALO DELGADO: "Lo que está intentando hacer la policía es que los hinchas de Peñarol no entren a la cancha, porque ahora tiraron el alambrado de la tribuna Brasil. Todo empezó cuando los hinchas de Cerro empezaron a tirar piedras a los jugadores de Peñarol y no los dejaron entrar al vestuario. Los jugadores de Peñarol tuvieron que recular, volver a la mitad de la cancha, donde están ahora, te diría más bien ahora pegados contra la tribuna de Peñarol. Por ahora no entró nadie de Peñarol a la cancha, pero sí está vencido el alambrado...".
(Fin.)
EC - Así relataba el equipo de 13 a 0 cómo comenzaban los enfrentamientos que ocurrieron al final del partido del domingo entre Cerro y Peñarol, y que dejaron una persona herida de bala en un tobillo, varios hinchas de Peñarol con fracturas, algunos policías con lesiones leves, destrozos en el estadio Luis Tróccoli provocados por hinchas de Peñarol y 16 personas detenidas, aunque luego serían liberadas por la justicia.
A diferencia de lo que sucede en este tipo de situaciones, a diferencia de lo que hemos visto en otras ocasiones, cuando los protagonistas intercambian acusaciones y no termina pasando nada, esta vez un dirigente tomó una medida drástica: el presidente del Club Atlético Cerro, Carlos Cairo, renunció a su cargo.
(Audio Carlos Cairo.)
"Hay frustración, hay dolor, hay bronca. Y hay necesidad de decir que nosotros somos deportistas, apostamos al deporte, los violentos no pueden ser más que los que no lo somos. Esta es una sociedad que está enferma. Sin duda. Y nosotros creemos que no tenemos por el momento herramientas para curarla".
(Fin.)
EC - ¿Por qué se alejó de la directiva de Cerro? ¿Cómo se pueden atacar los problemas que genera la violencia en el fútbol uruguayo?
Vamos a charlarlo con Carlos Cairo. Tiene 66 años y está jubilado. Tuvo actividad como empresario en el sector servicios y fue gerente de recursos humanos en varias empresas. Fue dirigente de Cerro en distintos períodos desde 1970. En 2006 asumió como secretario, en 2008 como vicepresidente y en 2010 como presidente del club, puesto en el que se mantuvo hasta este lunes cuando presentó su dimisión indeclinable.
Empecemos hablando de cómo se llegó a este partido. El estadio Luis Tróccoli tiene fama de peligroso. En general, los clubes y los hinchas visitantes prefieren no ir. Entonces, ¿cómo se logró que para este partido de "alto riesgo" se optara por la cancha de Cerro?
CARLOS CAIRO:
En principio, el estadio Luis Tróccoli, al igual que el de Danubio, está habilitado por la autoridad del Ministerio del Interior (MI) para recibir a los equipos grandes. Cumple con todo lo que establece el protocolo, fue inspeccionado debidamente, se proveyó de las cuatro cámaras que nos requirió el MI, y se destinaron, a costo de Cerro, 200 efectivos policiales más algunos que vinieron en nombre del MI.
EC - Usted ha dicho que esa presencia policial cuesta en el orden de los 10.000 dólares.
CC - Sí, incluyendo el alquiler de las cámaras debe de andar en ese entorno.
EC - ¿Con esos requisitos cumplidos no había inconveniente para que el partido se jugara en el estadio Tróccoli?
CC - Exactamente.
EC - Usted no era partidario de que el partido fuera allí. ¿Por qué entonces Cerro terminó solicitando la localía?
CC - No; yo sí era partidario. Habíamos jugado con Nacional en el campeonato anterior como locales en ese estadio, y correspondía, por ser nuestro estadio y estar habilitado, recibir a Peñarol allí. Lo que había era una situación especial en cuanto a los éxitos deportivos de Peñarol que financieramente podía haber cambiado el eje de la situación, puesto que jugar en el Estadio Centenario seguramente nos habría generado una recaudación muy importante.
EC - ¿Se discutió esto?
CC - Se conversó.
EC - ¿Qué posición tenía usted?
CC - Yo quería jugar en el Tróccoli, quería llevar la fiesta al barrio.
EC - ¿Qué diferencia había desde el punto de vista de la recaudación, o de las ganancias para Cerro?
CC - Eran 150.000 dólares de diferencia.
EC - Además de cumplir con los requisitos que solicitaban las autoridades correspondientes, de la presencia policial, de la coordinación entre los sistemas de seguridad de cada uno de los clubes, ustedes en particular los de Peñarol también, los dirigentes, ¿hablaron con sus hinchadas sobre este partido?
CC - Sí, cada uno de los equipos tiene su aparato de seguridad, que en general son personas que tienen llegada sobre quienes pueden ser generadores de problemas. Nuestro equipo de seguridad trabajó, coordinó, incluso el estadio fue visitado por el equipo de seguridad de Peñarol; se coordinó hasta la venta de bebidas refrescantes, por si era un día caluroso, en la tribuna visitante; se estableció la consecución, por ser trasmitido el partido, de las dos mangas; se colocaron algunos chapones sobre la tribuna Argentina a efectos de evitar algún tipo de situación frente a la salida o entrada de los jugadores. Y el espectáculo en general, salvo alguna pequeña pedrea que se dio porque por haber llovido el día anterior no hubo espectáculo preliminar y el ocio genera algunas situaciones, se desarrolló con total normalidad, no hubo ni siquiera situaciones discutibles dentro de la cancha, ni violentas, ni expulsiones.
EC - Pero veía una crónica de El Observador que decía que "el caos había comenzado ya antes del encuentro y a los 10 minutos del partido tuvieron que cortar el agua porque los hinchas de Peñarol destrozaron los baños de la tribuna Brasil. Luego, hurtaron refrescos y lo recaudado por una mujer que era la encargada de un puesto de bebidas".
CC - Eso es cierto, pero fue luego de comenzado el partido y fueron hechos accesorios que no fueron públicos. Nos avisaron para cortar el agua en la tribuna Brasil porque los baños se estaban inundando producto de la rotura de los caños. En una de las dos cantinas que se instalaron sobre la Brasil golpearon a una de las chicas y le hurtaron la recaudación.
EC - El ambiente estaba pesado.
CC - Pero eso no tuvo publicidad, es gente que viene al fútbol no a ver el espectáculo sino a ver qué puede hacer.
EC - Mi pregunta era si había hablado con las hinchadas, si en la previa del partido se conversó con la hinchada de Cerro, en este caso.
CC - Sí, ese es nuestro trabajo normal, prever las eventualidades, revisar el exterior, que no hubiera elementos contundentes; dentro del estadio no había elementos contundentes.
EC - Pero ¿hay referentes de la hinchada, y quizás de la barra más brava de la hinchada, con los cuales se pueda conversar para organizar, para ponerse de acuerdo?
CC - Cada club tiene una comisión de seguridad, que en general está conformada por personas que tienen acceso a quienes están vinculados a este tipo de barras. En el caso de Cerro en particular, con el concurso de hinchas trabajamos sobre la tribuna Chile, que es la que da sobre Santín Carlos Rossi, atrás del arco. Ellos hicieron un trabajo importante en cuanto a desmontar montículos de tierra y hacer algunos arreglos, y habilitamos la tribuna Chile, adonde va la parcialidad de Cerro más bullanguera, la que salta todo el partido, la que despliega banderas.
EC - ¿Cuándo hicieron eso?
CC - Ya hace más de un año.
EC - Usted lo menciona como una acción impulsada por la directiva ¿para qué?
CC - Para permitir que quienes tienen un sistema de ver el partido distinto del resto desarrollen su manera de ver, de sentir el fútbol, y que el resto de las familias o de los hinchas disfrute de una manera de repente más analítica, más reflexiva, más tranquila, sentada, de ver el partido.
EC - Usted menciona ese ejemplo de diálogo, de cooperación con lo que definía con la parte ¿más qué de la hinchada?
CC - La parte más bullanguera, la que despliega banderas, canta, salta. Que es la parte que normalmente está compuesta por espectadores más jóvenes.
EC - En ese grupo es que terminan colándose los violentos. ¿Ustedes tienen identificados a los violentos de la hinchada de Cerro?
CC - Identificados con precisión no, conocemos a algunos, como todos.
EC - ¿Qué tipo de vínculo hay con ellos?
CC - Ninguno, el vínculo normal con cualquier simpatizante del club. Cerro no da entradas, no traslada a su hinchada, no facilita el ingreso, cobra entrada como a cualquiera. Nuestra relación es la normal y lo fue desde que ingresamos en el año 2006.
EC - ¿Allí hubo un cambio de criterios en el vínculo con la hinchada y sobre todo con la llamada barra brava?
CC - Fue imprescindible, porque Cerro había descendido luego del luctuoso hecho del asesinato de Héctor da Cunha, descendió por quita de puntos a la divisional B. Cuando nosotros tomamos el club fue producto de esa situación, de que habían apuñalado a un hincha de Peñarol atrás del Clínicas.
EC - Usted dice que conocen a algunos de los hinchas violentos. ¿Qué han hecho a partir de ese conocimiento?
CC - Hemos buscado la manera de que se expresen sin llegar a tener conflicto con ninguno, ni con los parciales rivales ni con los propios. Porque esa manera de ver el fútbol o de manejarse frente al deporte no es recibida de buen grado por todo el mundo, a algunos no les gusta estar cerca de esa gente. Y en los hechos, con la habilitación de la tribuna Chile conseguimos que desde hace más de dos años no haya habido un solo hecho de riña o de violencia en el que la parcialidad de Cerro estuviera involucrada.
EC - Pero igual, el ingreso y la salida del estadio para los hinchas del equipo visitante siempre están pautados por tensión, por riesgos. Eso sigue pasando en el Tróccoli.
CC - Eso también es producto de lo que tiene el estadio por cercanía, Cerro Norte y barrios que están nominados como zonas rojas. No es algo que pueda evitar Cerro, hemos tratado de habilitar en la parte frontal del estadio algunas canchas para el desarrollo de deportes en la zona y todavía tenemos en trámite una solicitud para destinar esos terrenos, que son de la Intendencia. Porque el Tróccoli es un estadio privado, está en un predio privado, creo que es el estadio privado más importante del Uruguay.
EC - ¿Qué permitiría esa decisión?
CC - Permitiría que los jóvenes en sus momentos de ocio quizás tuvieran actividades recreativas distintas, acercarlos a alguna forma de escolaridad o de desarrollo de habilidades en lugares que el propio estadio tiene. Es un proyecto que han desarrollado socios de Cerro, que está en conocimiento de las autoridades; nosotros tenemos mucha fe en que logre darle al barrio actividades que hoy no tiene. Tenemos una pista de atletismo en el estadio que tampoco es utilizada, y es la única en la zona oeste. Tenemos barrios cercanos que tienen una población muy importante. Creo que el hecho de entrar y salir del Tróccoli sería lo más sencillo porque está sobre la ruta, no son muy difíciles la salida y la entrada. Habría que buscar la manera de dar garantías cuando llega la gente de que puede dejar su vehículo y retirarse. Problemas con vehículos en los últimos tiempos no ha habido, y problemas con otras parcialidades tampoco.
EC - ¿Usted dice que hasta el partido de este domingo ustedes como dirigentes de Cerro estaban conformes con la conducta de la hinchada, sobre todo de la más agresiva?
CC - Sí; no digo plenamente conformes, pero al menos estaban contenidos, sin duda.
***
EC - Por el relato que usted hacía de cómo venían trabajando en la directiva de Cerro el tema de los hinchas violentos, da la impresión de que estaban satisfechos, de que los resultados eran medianamente buenos hasta ahora. ¿Cómo se entiende entonces lo que ocurrió el domingo, y cómo se entiende que al día siguiente, así nomás, usted renunciara? Me da la impresión de que hay algo que no cierra ahí, de que todo es muy abrupto, este desenlace es muy abruto.
CC - No, el propio MI ha destacado en cada oportunidad la colaboración y el trabajo fuera de las reuniones específicas que ha hecho Cerro en el tema seguridad. Lo ha destacado el propio Mendoza, lo han destacado todas las autoridades. Y lo hemos hecho, hicimos talleres en el Cerro, trabajamos con divisiones juveniles. Vivimos en un barrio complicado, sin duda, como todos los barrios de Montevideo, pero trabajamos sobre el tema.
El hecho en sí es: cuando hablamos de un espectáculo deportivo el MI nos dice qué riesgo tiene, si alto, bajo o ninguno. Luego de eso nos dice que se encarga de toda la seguridad externa, de darles seguridad a los jueces y de proteger en principio ante situaciones que se generen, pero que la responsabilidad de la organización y el resultado del espectáculo son nuestras, del club organizador.
Cuando se produce la situación que se genera terminado el partido, cuando se retiran los jugadores de Peñarol después de haberse saludado con los de Cerro e intercambiado casacas en un clima de total distensión, al llegar a la manga, no habiendo ningún policía dentro de la cancha, salvo los que estaban custodiando al juez [Jorge] Larrionda, parten algunas piedras de la tribuna Chile, los jugadores retroceden y se produce la reacción de la parcialidad de Peñarol, que tira 70 metros de muro de 1,50 metros de alto más 2,30 de alambrado por encima.
EC - Pero si las cosas iban tan bien en el manejo del problema de los hinchas violentos de Cerro, ¿cómo se entiende que hayan salido esas piedras y esos ladrillos que fueron lanzados contra jugadores?
CC - Es lo que no entendemos, porque incluso el escenario se inspecciona antes de comenzar el partido y no se encuentra ningún tipo de elemento de esa característica. En segundo lugar, la policía estuvo hasta cinco minutos antes, y creo que dio por finalizado el operativo, que pensó que dentro de la cancha el tema estaba liquidado. Se retiran para asegurar la salida, para verificar que salga primero la parcialidad de Peñarol, por dónde sale y demás, pero no prevé lo que nos había dicho, evitar que en la entrada y salida de jugadores hubiera algún tipo de situación desde la tribuna Chile. Eso no lo previeron, para mí fue una imprevisión total. Como consecuencia, cuando se produce el lanzamiento de piedras, que existe, y de algunos palos, fueron ladrillos que no sabemos de dónde salieron porque Cerro en este momento no tiene obras en el Tróccoli.
EC - Hubo otros hechos raros, el propio ministro [Eduardo] Bonomi ha destacado que había motos que entraban y salían del barrio Cerro Norte disparando sobre la policía e hinchas de Peñarol.
CC - Eso no me consta, no dejo de creer lo que dice Bonomi, digo que no lo presencié. Sí presencié corridas hacia la entrada del barrio La Paloma, disparos de balas de goma y de otras armas. Eso sí lo escuché, porque además tenía una ubicación privilegiada, estaba sobre las cabinas en el lado exterior, y tenía una visión perfecta de esa zona. Para el otro lado no veía.
EC - Como que los hinchas violentos habrían contado con algún tipo de apoyo externo muy ágil por otro lado, porque se trataba de gente en motos que entraba y salía.
CC - En Cerro Norte vive mucha gente hincha de Cerro y muchísima gente hincha de Peñarol. No sé cuantificar cuáles son más o menos; es probable que sean más los de Peñarol. En definitiva creo que fue un tema entre la policía y los habitantes de esa zona, no fue un tema deportivo. Es más, el hincha de Peñarol herido de bala declaró que había sido herido por un policía y por una bala 9 milímetros.
EC - ¿Por qué usted decide renunciar después de estos hechos?
CC - Yo decido renunciar porque lo que presencié me dejó perplejo, alelado, me sentí como en Bosnia en plena guerra de los Balcanes. Y en los hechos no hubo situaciones de desgracias mayores, aparte de las fracturas de los chicos a los que les cayó el muro encima cuando lo tiraron. Y a su vez pensé: estábamos en el aniversario prácticamente de la muerte de Héctor [Da Cunha], ¿cargar con un muerto más en el fútbol y en particular en nuestro club? Le cuento algo que también dice la crónica de El Observador. A los chicos de Peñarol los dejaron en el medio de la cancha, los que los fueron a auxiliar fueron gente de Cerro, fueron el prosecretario, el vicepresidente y el tesorero. Hubo gente de Cerro que fue a golpearlos en el suelo, gente incluso que era cercana a nosotros porque tenía acceso a la cancha. Ellos los protegieron, los llevaron, los cargaron en la camioneta del vicepresidente y los llevaron al Casmu para evitar cualquier situación de riesgo.
EC - No les resultó fácil sacarlos en esa camioneta.
CC - La camioneta fue pateada, apedreada. Entonces, ¿dónde estamos?
EC - Usted renuncia porque entiende que su política en esta materia fracasó, ¿es eso?
CC - Es eso. Creo que fui el responsable de este espectáculo que terminó en un bochorno. Ya he pedido disculpas públicamente al cuerpo técnico, a los jugadores y a la gente de Peñarol, porque si le hubiera pasado a mi club habría reaccionado de la misma manera.
EC - Usted está hablando solamente de que fracasó lo previsto para este partido, pero de algún modo está reconociendo que fracasó todo lo que se ha hecho en Cerro en estos años en materia de prevención de la violencia.
CC - Sin duda alguna. Estos rebrotes demuestran que en definitiva lo que hicimos fue taparla, pero no la destruimos ni la erradicamos, la tenemos latente.
***
EC - Yo le preguntaba por qué había renunciado; si entendí bien su respuesta, renuncia porque admite que la política que ha seguido la directiva que usted encabezaba en Cerro con respecto a los hinchas violentos no ha dado resultados, al revés, ha fracasado.
Tengo mensajes de oyentes. Por ejemplo, Heber dice: "No es un fracaso del presidente, es un problema de pocos malos hinchas, y sobre todo malos ciudadanos que no construyen ni respetan el trabajo de los que con su esfuerzo, dedicación y compromiso tratan de mejorar la sociedad. Lamentablemente, esto causa desazón entre los que tratan de mejorar, pero no nos podemos permitir aflojar".
Este es el dilema, ¿cuál es la solución? ¿La solución es irse? Hay quienes pueden decir que es una solución cómoda.
CC - Tal vez; yo no creo que sea cómoda, yo soy un apasionado del fútbol y en este momento estoy en la mejor posición para estar, porque estoy jubilado, tengo la aquiescencia de mi familia, tengo tiempo, puedo dedicarme al fútbol, y lo he hecho además, estuve participando con la sub-20 en Arequita, fui el presidente de la delegación que estuvo con los muchachos que clasificaron para las olimpíadas y el próximo Mundial. Para mí el fútbol es una pasión, me gusta, me satisface, es algo que hago con mucho placer. Creímos que teníamos dominado un problema y no era así.
EC - El camino del diálogo, el camino de la disuasión, del intento de integración, ese camino... no sé cómo llamarlo... civilizado, ese camino, al menos en el caso de Cerro, no dio resultado. ¿Entonces cuál es la alternativa?
CC - Estoy seguro de que en el caso de Cerro no dio resultado porque este rebrote tan violento, tan desmedido demuestra que estaba ahí latente, que lo tapamos, lo cubrimos con una manta, pero que en los hechos estaba vivo.
EC - Demuestra falta de lealtad además de quienes formaron parte de esos programas que ustedes confeccionaron y pusieron en marcha.
CC - Es muy probable que esa gente no tenga lealtad más que a sí misma. Hoy me parece que se da una situación de egoísmo social en algunos niveles que hace que todo lo que se haga por ellos ni siquiera les interesa.
EC - ¿Cuál es la alternativa? ¿Es la mano dura, es la que está pendiente y la que reclaman distintos sectores hace tiempo?
CC - Pienso que lo primero es erradicarlos del fútbol, que los violentos si están identificados no ingresan a los espectáculos. Y si reinciden y hacen algún desmán en el exterior que vayan a presentarse a las respectivas seccionales policiales los días de partido, que la gente vea que hay quien pone coto a esto.
EC - Esa herramienta está disponible.
CC - Sí, yo la he reclamado.
EC - La ley la autoriza, se ha aplicado en ocasiones de partidos clásicos, pero no se la ha aplicado con insistencia, con contundencia.
CC - Para nada. Yo tengo más esperanza ahora que se ha determinado en la última reunión de la Comisión de Seguridad, que fue esta semana, que se va a aplicar el derecho de admisión, que lo va a administrar la policía, como corresponde, con la colaboración de los clubes.
EC - Había una discusión de a quién le correspondía, si era una tarea de la policía o una responsabilidad de los clubes.
CC - Quien tiene elementos, quien tiene fichajes, quien tiene grabaciones, fotos identificadas de personas que cometen desmanes es la policía.
EC - Pero la policía dice: "Nosotros tenemos las filmaciones y vemos un montón de caras ahí, pero con esas imágenes no podemos hacer nada si la directiva del club no nos informa, no nos suministra la identificación de esas personas".
CC - Pero una cosa es pedir que ante una foto de una persona usted diga quién es, y otra cosa es que el dirigente del club esté en la puerta del estadio diciendo quién entra y quién no entra. Eso es imposible si uno no tiene una protección adicional como puede ser un uniforme policial. Como consecuencia, pienso que todos deberíamos colaborar para que los violentos sean erradicados, la policía proveyendo los elementos que tiene y los clubes identificando a los violentos de su equipo.
EC - ¿Esa es la fórmula?
CC - Pienso que sí.
EC - Pero si usted decía que es complicado que el filtro lo hagan los propios dirigentes del club, es complicado enfrentarse directamente a los que uno está vetando el ingreso, de todos modos eso va a pasar igual, la situación va a ser incómoda y riesgosa igual, porque los que vean impedido el ingreso van a saber que la policía no los dejó entrar porque la directiva del club tal o cual los identificó. El problema para los dirigentes va a ser el mismo.
CC - No creo que sea tan así.
EC - Le pregunto esto porque si eso es así resulta que después el filtro es mínimo, se reduce a dos o tres personas y nada más, por temor a las represalias, por temor a las agresiones.
CC - En esto les va al vida a los clubes, enormidad de familias se han alejado del fútbol, y lo vemos cuando la gente se expresa ante el resultado de un cuarto lugar en un Mundial, se juntan multitudes. La gente sigue interesada en el fútbol, no concurre porque no quiere correr riesgos. Y los clubes si quieren subsistir van a tener que poner parte de ellos, si no lo hacen creo que no tienen futuro las actividades deportivas profesionales en el país.
EC - Varios dirigentes han reconocido que tienen miedo, que son amenazados.
CC - Sin duda, yo también tengo miedo.
EC - ¿Cómo es eso?
CC - ¿Cómo no va a tener miedo alguien que está en una investidura representando a un club y que cuando le vienen a pedir una entrada la niega, cuando le vienen a pedir un acceso lo niega, cuando le vienen a pedir dinero para movilizarse lo niega? Uno corre riesgos. Yo he tenido suerte, compañeros míos no la han tenido.
EC - ¿Lo han amenazado?
CC - No, directamente no, pero han hecho comentarios para que yo sintiera. En los hechos a esta altura de mi vida no es que sea demasiado valiente, quizás soy bastante inconsciente. Pero algunos compañeros míos han sido agredidos, en la comisión directiva del Cerro actual por lo menos cuatro compañeros han sido agredidos sin ninguna razón, solo porque en algún momento los han tildado de ser responsables de algo que pasó ocasionalmente o que se le ocurrió al violento que lo agredió.
EC - Qué problema para los clubes, ¿no? Porque no necesariamente fueron los mismos directivos, pero crearon un monstruo que ahora se les viene encima.
CC - Sí, este monstruo no solo está amenazando a los clubes.
EC - Amenaza bastante más que a los clubes.
CC - Amenaza a toda la sociedad. Necesitamos que las leyes se cumplan, que se atienda la minoridad, que se atiendan los consumos de alucinógenos que hacen que esta gente pierda sus condiciones normales, y que nos protejan, porque en los hechos los ciudadanos que pagamos los impuestos estamos enrejados tras candados y protecciones adicionales porque esta sociedad nos empuja a eso.
***
EC - Usted explicaba las razones de su renuncia, decía "la política que hemos seguido en la directiva de Cerro para enfrentar el problema de los hinchas violentos se ha demostrado ineficiente, ha fracasado, doy un paso al costado". No lo da solo, otros dirigentes lo acompañan en esa decisión.
Yo le preguntaba a propósito de la decisión que se ha tomado en la Comisión de Violencia en el Deporte, que a partir de este fin de semana se aplique efectivamente el derecho de admisión en las canchas luego de que la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) se lo pidiera expresamente al subsecretario del Interior, Jorge Vázquez, quien preside esa comisión. ¿Usted es optimista en cuanto a que ahora sí eso va a funcionar?
CC - Es un primer paso importante, es hacer cumplir las leyes que están vigentes.
EC - Desde la audiencia dicen: "Queremos inventar la pólvora, ya se sabe cómo se arregla esto. En Inglaterra los sacaron de los estadios con firmeza y no hubo diálogo, no fue cuestión de diálogo".
CC - Coincido, hay que aplicar la ley, si hay un hecho violento de aquí en adelante aun con el derecho de admisión funcionando, y no es procesado quien es detenido, tampoco se colabora en erradicar la violencia.
EC - Ahí apunta a otro de los detalles de los hechos del fin de semana.
CC - Claro, hubo 16 detenidos y ningún procesado. Hubo un herido de bala en un pie que se retiró sin ser indagado del nosocomio donde estaba internado. Eso no puede pasar en una sociedad civilizada.
EC - No solamente se retiró sin ser indagado, sino que no presentó denuncia.
CC - Y además hizo saber públicamente que había sido un policía el que lo había herido, no gente de Cerro, porque era un parcial de Peñarol.
EC - ¿Por qué pasan estas cosas en particular? ¿Por qué los jueces no procesan? A nosotros como periodistas se nos da una situación muy chocante, porque no fue la primera vez este lunes que tuvimos que informar a las ocho de la mañana "están en libertad todas las personas que habían sido arrestadas ayer luego de la gresca que se suscitó en el partido tal y tal". No es la primera vez, ni por asomo.
CC - No se lo podría decir porque no soy especialista en el tema. He tenido oportunidad de hablar con algún fiscal y de preguntarle por qué no procesan cuando se dan estas situaciones a la gente que es detenida, y me dicen que no hay suficientes evidencias o que la policía no les proporciona elementos contundentes que permitan el procesamiento. Pero me parece que si existe la posibilidad de la presunción ante el hecho de estar individualizado, de haber sido fichado previamente como violento, eso debería alcanzar por lo menos para que durante los espectáculos deportivos fuera a una seccional y pasara las horas del partido allí cumpliendo con el hecho de no estar cerca del lugar donde se desarrollan.
EC - ¿Hay algún tipo de prejuicio en la actuación de los jueces?
CC - No lo sé, pienso que deben de temer en alguna medida, ante una sociedad que en este momento tiene exceso de presos en todas las cárceles quizás piensen que son cosas menores que no ameritan el procesamiento. Pero estos mismos que hoy agreden o que hoy amenazan o que tiran un tiro después amenazan y hieren a gente que trabaja o que simplemente se cruza con ellos.
EC - ¿Y qué se puede hacer dentro de la organización del fútbol? Por ejemplo, ¿por qué no se usa esa idea que tampoco es ningún invento, que los jueces suspendan un partido cuando empiezan a escuchar consignas violentistas de alguna de las hinchadas?
CC - No lo sé. En Argentina se ha hecho y funciona, se suspende el partido cuando se empiezan a escuchar cantos violentos u ofensivos que pueden generar hechos de violencia.
EC - Es notorio que por ahí se empieza, o ese es uno de los escalones de un proceso que después termina en hechos violentos.
CC - Sin duda alguna. Lo que pasa es que también se da que en algún hecho violento... yo acabo de estar en otra audición compartiendo con este chico Losada, que fue herido de un balazo en un asalto, y él me comentaba que lo fueron a visitar las autoridades 10 días después del hecho luego de aparecer en un canal de televisión relatando lo que le había pasado. Si ante una situación de ese tipo la reacción de los que deben buscar a los infractores se da de esa manera, tienen el campo libre para hacer lo que quieran.
EC - Yo hablaba de lo que pueden hacer quienes están en la organización del fútbol, de medidas que pueden tomar los jueces, medidas que pueden tomar los directivos de la AUF.
CC - Ya se ha hablado de jugar sin hinchada visitante, algunos clubes lo han planteado.
EC - Pero nunca se hace.
CC - Se puede hacer.
EC - Sería un shock, efectivamente, distorsionaría todo, pero ¿no es ese el tipo de decisiones que está haciendo falta?
CC - Creo que sí, hay que tomar decisiones extremas porque estamos ante situaciones extremas.
EC - ¿Y volver a quitar puntos a los equipos cuyos hinchas generen episodios violentos?
CC - Mi club lo ha sufrido en dos ocasiones, las dos ocasiones que bajó fue por quita de puntos por hechos de violencia. Pero los que eliminaron el artículo 23 no fueron los clubes, fue el doctor José Luis Corbo en uso de atribuciones especiales que le dio la asamblea. Yo creo que los clubes en su mayoría están de acuerdo en que el artículo 23 rija.
EC - ¿Pese a que sea difícil probar que la dirigencia o los directivos tuvieron algo que ver con el comportamiento de esos hinchas, igual hay que aplicar la mano dura en materia de sanciones por puntos?
CC - Hay que buscar que el fútbol vuelva a ser lo que era, un espectáculo al que uno iba con la familia, con los amigos. En mi niñez y en mi adolescencia a los partidos Cerro-Rampla íbamos una barra que éramos la mitad de uno y la mitad del otro y veíamos el partido juntos, y los de Peñarol y los de Nacional iban juntos a ver el partido en la tribuna que les gustara y no pasaban estas cosas. Esto no es parte del juego, es algo nuevo de una sociedad que ha evolucionado para peor en este aspecto.
***
EC - ¿Definitivamente no vuelve a la presidencia de Cerro?
CC - No, no vuelvo.
EC - Van a insistirle para que vuelva.
EC - Sí, lo están haciendo. Voy a terminar lo administrativo, todavía no me ha sido aceptada la renuncia, pero no voy a volver.
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EC - Cuando estaba finalizando la entrevista con Carlos Cairo, presidente renunciante del Club Atlético Cerro, recibimos la llamada de José Luis Corbo, expresidente de la AUF, que solicita la palabra para realizar alguna puntualización sobre algunos dichos de Cairo.
¿Cuál es exactamente su puntualización?
JOSÉ LUIS CORBO:
No es mi intención deslindar responsabilidades sino que haya una información veraz y correcta de los acontecimientos y referida a algunas afirmaciones que hizo el señor Cairo, con quien dicho sea de paso me solidarizo enteramente por la actitud ejemplar y valiente que ha tomado, y porque sé qué clase de persona es.
Lamentablemente cometió un error al afirmar que el famoso artículo 23 que regula las sanciones punitivas en materia de justicia deportiva había sido derogado en la oportunidad en que hicimos ejercicio de las facultades extraordinarias. No es así.
EC - El señor Cairo decía "esa disposición no la derogaron los clubes, la derogó el señor José Luis Corbo, con los poderes que tenía en esa época de la AUF".
JLC - Error garrafal: no solo no fue derogada, sino que se fortaleció el régimen punitivo. Si se fija en los hechos, que son los que mejor confirman las palabras, hace muy poco fue sancionado el Club Oriental de La Paz, por el lamentable incidente en el que murió una persona, con la pérdida de 12 puntos y de más de 12 fichas de su derecho de locatario. La pérdida de puntos se mantiene, en episodios como estos que sucedieron dependerá de la justicia deportiva si aplica o no las sanciones que están consagradas y que se han mantenido en el referido artículo 23 del Código de Penas de la AUF.
Lamentablemente es una versión que se ha difundido erróneamente, quizás por falta de detenimiento, de análisis y de estudio de las normas, lo que desgraciadamente me obliga, como en esta circunstancia, a hacer esta aclaración para que no se sigan emitiendo informaciones absolutamente erróneas. El artículo 23 sigue vigente, hay sanciones punitivas con pérdida de puntos.
EC - Pero ¿los requisitos que establece el artículo 23 reformado no son demasiado exigentes para llegar a la aplicación de sanciones?
JLC - No, no deben de ser demasiado exigentes en cuanto se acaba de sancionar a un club con la pérdida de 12 puntos. Lo que sucede es que el artículo además se arregló conforme a los principios constitucionales y legales en materia de responsabilidades, mediante un procedimiento que también se modificó, que da garantías del debido proceso a todo el mundo y establece las responsabilidades penales, como debe ser, de forma objetiva y no subjetiva.
No quiero extenderme sobre el tema ni hacer caudal, vericuetos sobre expresiones técnico-jurídicas, sino informar la realidad en los términos más comunes para que la gente entienda. El artículo 23 sigue plenamente vigente, se fortalecieron las sanciones económicas, se mantiene la pérdida de puntos; en algunos casos se modificó porque se perdían puntos para la temporada siguiente y ahora se pierden puntos en la misma temporada, etcétera.
Era eso, el prestigio que tiene su audición me impuso el deber de que la información que emane de ella sea correcta.
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Transcripción: María Lila Ltaif