En Primera Persona

La justicia, la policía, los clubes y el juego del gran bonete

Por Emiliano Cotelo.


(emitido a las 07.35 Hs.)

Los incidentes del domingo pasado de tarde, al final del partidos Peñarol-Cerro en el Cerro y luego de los encuentros entre Danubio-River Plate y Defensor-Bella Vista en el Prado, terminaron con 18 detenidos.

Sin embargo, al día siguiente todos fueron liberados y ninguno resultó siquiera procesado por la Justicia.

En las horas siguientes se escucharon distintas voces que destacaban la responsabilidad que los jueces tienen a la hora de enfrentar la violencia en el fútbol. En particular, muchos dirigentes de clubes y de la Asociación Uruguaya de Fútbol se quejaban de que, otra vez, todos los sospechosos quedaran limpios de responsabilidad y lamentaban que las normas penales existen pero no se aplican.

Pero...¿qué dice el Poder Judicial?

Varios oyentes nos hacían notar que faltaba escuchar ese punto de vista.

Faltan pruebas y/o testigos

Ayer hablamos con fuentes de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), que nos decían que el domingo pasado ocurrió lo que es habitual en estos casos. La Policía arresta a una cantidad de gente, pero después nadie puede asegurar que esos hombres y mujeres que están demorados hayan sido quienes efectivamente rompieron algo o lastimaron a alguien,  y es por eso que son liberados.
 
De lo único que se los podría acusar, porque por eso fueron detenidos, es de revoltosos. Pero, como no hay un delito para esa conducta, no se los procesa.
 
Según estas fuentes de la SCJ, en estas situaciones la policía lleva al juez algunos revoltosos que logra detener. Pero estas personas no son necesariamente quienes participaron de los incidentes más graves. Y aún cuando lo fueran, tampoco se podría probar nada contra ellos.

La principal objeción de los jueces es que en estos casos la policía nunca trae testigos, que podrían ser un factor que permitiera procesar a alguien. Entonces al juez sólo le queda preguntar al sospechoso si intervino en los hechos violentos, el acusado responde que no, y no queda otra opción que dejarlo en libertad.  Aparentemente, desde la SCJ ya le ha señalado a la policía que debe conseguir testigos, pero por ahora sigue ocurriendo siempre lo mismo.
 
¿Qué pasa cuando hay filmaciones? La mayoría de las veces, en las imágenes no aparecen las personas que fueron arrestadas. Y cuando sí aparecen, las tomas no son lo suficientemente nítidas como para probar, sin lugar a dudas, que la persona que está en el juzgado es la que se observa en el video. Porque, según nos explicaban en la SCJ, no se puede procesar a alguien si no hay plena convicción de que participó en tal o cual incidente.

Pero además, las cámaras que están instaladas en las canchas toman imágenes de adentro del estadio y, por lo tanto, lo que ocurre afuera no queda registrado.

Y cuando se recurre a filmaciones realizadas por los canales de TV, éstas suelen ser tomas generales (de lejos) y, por lo tanto, cuando se trata de ampliarlas para ver más en detalle, las caras quedan borrosas.
 
Por lo tanto, nos aclaraban ayer estas fuentes judiciales, no es que la justicia no actúe, sino que la policía no le suministra las herramientas necesarias para actuar adecuadamente.
 
La gente "no vio nada"

¿Qué responde, por su parte, la Policía?  

Hablamos con el inspector Luis Mendoza, jefe de seguridad de la Jefatura de Policía de Montevideo y quien habitualmente está a cargo de los operativos de seguridad de los partidos de alto riesgo.

Admitió que la policía no lleva testigos al juez. Pero explicó que ello se debe a que no hay colaboración de parte de la gente que está en el lugar donde se producen en los incidentes. "Nunca nadie se quiere involucrar", decía Mendoza, y agregaba: "El policía les pregunta a los testigo si concurrirían a declarar ante el juez y le contestan que no vieron nada".

Por eso, la Policía está buscando acelerar un proceso que les permita contar con buenas filmaciones propias de los incidentes, en buena calidad. Pero, claro, todavía falta bastante para eso.

Desde la SCJ también se echaba alguna responsabilidad sobre los propios clubes. Porque, nos decían, si la policía llevara a alguien que ya está denunciado como un hincha violento por los clubes, sería otra cosa. Pero resulta que tampoco hay denuncias concretas de los clubes sobre hinchas violentos.

¿Responsables?

En definitiva, lo cierto es que todos juegan al gran bonete y nadie se hace responsable de esta inoperancia.

Los clubes se quejan de que la justicia no hace lo que debe...

La justicia aduce que ni la policía ni los clubes le brindan los elementos de prueba que necesita...

La policía alega que no tiene las cámaras adecuadas para filmar...

Y la gente, por las dudas, no se involucra y no sale de testigo...

Mientras tanto, los hechos de violencia se siguen produciendo.

Y todos nos perjudicamos.

 
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