(emitido a las 8.56 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Los indicadores de pobreza, indigencia y distribución del ingreso mejoraron el año pasado con respecto al anterior. Esto se desprende de datos que ya habían sido adelantados por el ministro de Economía en diciembre pasado pero que ahora tienen número. La estimación de la pobreza por el método del ingreso que presentó ayer el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) permite concluir que durante el año pasado unas 74.800 personas salieron de la pobreza en Uruguay.

Con respecto a los indigentes también se nota un descenso: 16.600 salieron de esta situación. Recordemos que ser indigente implica no tener ingresos que permitan cubrir las necesidades alimentarias básicas.

El otro dato significativo tiene que ver con la distribución del ingreso, lo que técnicamente se estima a partir del índice de Gini. Este dato era importante porque se habían registrado incrementos, o sea, los datos del 2009 mostraban una distribución más desigualitaria en Uruguay. En 2010 la situación vuelve a mejorar.

¿Cómo visualiza el Gobierno este dato? ¿Cuánto se le atribuye al crecimiento económico? ¿Cuánto se le atribuye a los planes asistenciales que impulsa el Mides? Vamos a recibir a la ministra de Desarrollo Social, Ana Vignoli.

¿Qué importancia le asigna al crecimiento económico, qué importancia le asigna al plan asistencial, a los planes que impulsa el Mides?

ANA VIGNOLI:
Creo que van en conjunto las dos cosas, el crecimiento económico y las políticas sociales que se vienen aplicando desde el período anterior. Todos los índices que se han mostrado hasta ahora de la baja de desempleo y los que tienen que ver con la política económica están siendo acompañados desde el 2005 por las políticas sociales. Y van a seguir acompañando, porque a pesar de que los índices bajaron –eso es muy alentador para todos y además es una confirmación de que lo que se ha hecho va en buen rumbo– implica que nosotros continuemos trabajando en las mismas líneas, profundizándolas y tratando de llegar a la población que todavía hoy se mantiene, en mucho menor número por supuesto, en la indigencia o en índices de pobreza.

JAE – Supongo que en términos políticos también es importante en la medida que dentro del Frente Amplio (FA) se viene dando una discusión acerca de las políticas que se ponen en práctica, con preocupaciones subyacentes sobre el escaso avance en la distribución del ingreso en nuestro país por ejemplo. ¿Estos datos que se conocieron ayer descomprimen la situación o el FA debe seguir analizando posibles cambios en las políticas que se aplican?

AV – No, no quiere decir que no se siga analizando pero sí descomprime, por supuesto. Y por eso seguimos analizando, porque todavía tenemos población en situación de pobreza e indigencia. Pero quiere decir que el rumbo que se ha mantenido hasta ahora da resultados, y los índices van modificándose a pesar de que todavía tenemos población en situación de vulnerabilidad. Nosotros tenemos programas, estamos buscando alternativas, cómo profundizarlas, tenemos los problemas que ha reconocido el Gobierno con respecto a algunas dificultades para retener a los jóvenes en la educación formal. Todo eso tiene que ver con aumentar estos índices y llegar al final del gobierno con los menores porcentajes que podamos, por eso es que se siguen haciendo esfuerzos.

De todas formas, hoy por ejemplo se lanza el Plan Compromiso Educativo que tiene que ver con acompañar a los jóvenes que pueden no mantenerse dentro de la educación formal y que...

JAE - ...Sí, que entre otras cosas establece un sistema de becas, de pago de dinero para unos 1.600 estudiantes para que sigan yendo a estudiar a los liceos, ¿no?

AV – Exactamente.

JAE – Desde la oposición hay sectores que dicen que aquí en realidad la caída de la pobreza está operando artificialmente, en la medida que se incorporan las asignaciones familiares y otros destinos directos de dinero del Estado hacia las poblaciones más vulnerables. Quiero preguntarle a propósito de la eficiencia en el gasto. Por ejemplo, ¿el Mides tiene calculado cuánto incide este sistema de asignaciones familiares en la reversión de la pobreza, de qué manera se asegura que efectivamente si las asignaciones no estuvieran esta población volvería a caer en la pobreza? ¿Está calculado esto de la eficiencia del gasto?

AV – Sí, ese es un cálculo que se hace regularmente. Durante este año el Mides duplicó el valor de la tarjeta social a 15.000 ciudadanos que estaban en los deciles más bajos de pobreza y lo vamos a hacer el año que viene. La asignación familiar es un aporte que el Uruguay aplica históricamente, que da resultado, pero es cierto que también el Gobierno, y sobre todo el Gabinete Social, está estudiando cómo modificar o qué modificaciones aplicarle. Tenemos distintas formas, distintos montos, pero está comprobado que la asignación familiar aumenta el ingreso económico de las familias más pobres...

JAE - ...Pero, por ejemplo, usted decía que 87.000 familias reciben hoy la tarjeta alimentaria, que 1.066 millones de pesos se destinaron el año pasado justamente a este beneficio que permite a las familias más desposeídas acceder a los productos de la canasta básica. Si este instrumento no existiera, ¿qué pasa con esas familias? ¿En términos genuinos hay también una evolución natural?

AV - Nosotros pensamos que eso incidiría en contra de estos índices, por eso es que duplicamos al índice más bajo. De todas formas, esto tiene que ir acompañado de todas las otras políticas sociales. Por eso decimos que las transferencias económicas no son el único instrumento, tienen que ir acompañadas del resto. Y por eso el Mides trabaja fuertemente con Codicen, con ANEP, con el Ministerio de Educación para rodear a esas transferencias económicas de otras políticas que hacen que estas familias puedan salir del estado de vulnerabilidad.

Cuando hablamos del círculo de la pobreza son procesos que vienen desde muy lejos y que no son fáciles de revertir. Si nosotros retiramos estas ayudas económicas o transferencias que se hacen con la tarjeta, donde el ciudadano tiene un aumento de su ingreso para comprar alimentos y elementos para la limpieza, evidentemente esas familias van a caer otra vez en el círculo de la pobreza, si es que tampoco se hace lo otro, si no se rodean de las otras políticas sociales. De todas formas, nosotros también estamos analizando si le vamos a poner un período, y por cuánto tiempo sería, al otorgamiento de la tarjeta social y qué cosas tienen que pasar en esas familias. Estamos trabajando con el INAU en la institucionalidad del abordaje a las familias con más dificultades en los barrios y en las distintas localidades del interior, como forma de acompañar estos procesos y estas transferencias monetarias.

JAE – ¿Pero entonces uno de los posibles cambios es ponerle coto a este beneficio de la tarjeta alimentaria?

AV – Yo no le llamaría coto pero sí tal vez un período, y que en ese período la familia pueda demostrar que está ingresando en otros procesos. Procesos que nosotros mismos se los debemos de otorgar y facilitar, el Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Educación y Cultura, el Gobierno en su conjunto. Esas familias transitan por programas nuestros de acercamiento al mundo laboral y de capacitación, pero después deben de ingresar al mercado laboral y esas posibilidades las tienen que tener también.

EMILIANO COTELO:
Una última pregunta que llega de la audiencia y que resulta muy pertinente, en la medida que asistimos desde hace tiempo a esta caída en los índices de pobreza e indigencia pero al mismo tiempo parece crecer la cantidad de gente que vive en la calle: "¿El Mides tiene algún plan para sacar a la gente que vive en las calles?".

AV – El Mides trabaja todos los días para sacar a la gente de la calle, lo que pasa es que la gente que está en la calle no es población que sea muy fácil de insertar...

EC - ...¿Pero ustedes perciben que está creciendo? Porque es la sensación que uno tiene, no sé qué mediciones hay.

AV – No, creciendo no, a veces se hace más visible, a veces la gente la percibe como mayor, pero el número es más o menos similar. También cambia la población que está en la calle, lamentablemente las adicciones ayudan a esto, que es un fenómeno relativamente nuevo en nuestra sociedad y que afecta fundamentalmente a la población más joven. Como la pobreza, estos datos también dicen que la pobreza está centrada fundamentalmente en las mujeres y en los jóvenes. Ese círculo de pobreza afecta a los jóvenes y las adicciones son un problema que tiene un proceso largo de recuperación para estos ciudadanos, no es fácil sacarlos de la calle o que salgan. Pero tenemos planes. Durante este invierno tenemos previsto una pensión social por ejemplo, ya hay un ejemplo que está aplicado desde la Intendencia de Montevideo. Durante este invierno el Mides va a instalar una pensión social que implica no solo el refugio nocturno sino el tener un lugar para que la persona que está en la calle esté todo el día, pero bajo cuidados médicos, bajo seguimiento y también bajo algunos programas del Mides que tienen que ver con su capacitación para una inserción laboral si es posible.

EC – ¿Pero ese sistema nuevo va a regir solo durante el invierno?

AV – No, la pensión social no es solo el refugio nocturno de invierno. Estamos pensando en otras alternativas que tienen que ver con un refugio diurno que atienda la totalidad de la problemática de la gente.

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