Entrevistas

Minas celebra una nueva fiesta de Nuestra Señora del Verdún

Año a año, miles de fieles peregrinan hacia la cima del cerro del Verdún, a veces descalzos o incluso de rodillas, para pedirle favores a la Virgen o agradecerle los ya recibidos. Este año, la celebración coincide con la Semana Santa, con lo que se espera que la afluencia de gente sea masiva. El padre Narciso Renom, sacerdote de la catedral de Minas Inmaculada Concepción, relató el origen de este festejo y exploró las posibles causas de su alta adhesión popular. "De repente hay personas que no saben muy bien quién es Jesucristo pero en cambio tienen como un tipo de adhesión de fe con la Virgen [...] Encuentran en María algún tipo de sintonía humana y afectiva, y suben y hacen tremendos sacrificios a veces. Y segundo, algo que quizá es distinto a otros países: el uruguayo no está muy adherido a formas sacramentales formales, y viene acá donde está la belleza del cerro", expresó el sacerdote.


(emitido a las 8.44 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Bajo el lema "110 años peregrinando con María al encuentro con Jesús", se celebra durante esta jornada la fiesta de Nuestra Señora del Verdún, en el Santuario Nacional, en Minas, departamento de Lavalleja.

La primera peregrinación al cerro fue en 1901 y, a partir de entonces, cada año, los devotos de la Virgen María han vencido cualquier obstáculo para llegar a la cima, a pedir favores o a cumplir promesas.

Según dice la crónica de Fernando Bonhomme, que se publica hoy en El País, "este año los festejos comenzaron el sábado con una caravana que en horas de la tarde recorrió las tres parroquias de la ciudad de Minas y culminó en la falda del cerro, con una misa celebrada en la capilla conocida como La Gruta. Hoy, las celebraciones comenzaban a las 8.00 con un Vía Crucis de ascenso hasta donde está la imagen de la Virgen. Después, a las 10.00, será la misa central que contará con la participación de la mayoría de los obispos del país y representantes de la Nunciatura Apostólica".

La comunicación en este momento nos lleva justamente allí, al propio cerro, porque vamos a saludar al padre Narciso Renom, sacerdote de la catedral de Minas Inmaculada Concepción. ¿Usted está en el cerro efectivamente?

NARCISO RENOM:
Ya estoy en el cerro, sí. Desde las 7.00 de la mañana ya había siete u ocho ómnibus y hay un flujo de gente constante a esta hora.

EC – Aclaremos para los oyentes que pueden notar un acento particular en su voz, que el Padre Renom nació en Barcelona, España, y en 1958 se trasladó al Uruguay, cuando contaba con 21 años de edad. De todos modos, por lo visto sigue hablando con aquel dejo, ¿no?

NR – Sí, el dejo catalán que no se va más con los años.

EC - ¿Y lleva 40 años allí en Minas?

NR – Llevo desde que me ordené, en el 66, pero antes estuve en Montevideo estudiando. Yo hice todos mis estudios acá en Uruguay, en Instrucciones y Propios, donde ahora está el Cottolengo, ahí estudiamos con los jesuitas. Después se trasladó a Toledo, donde ahora está la Escuela Militar. Después eso dos edificios tuvieron otro destino. Y en el 66, después de siete años de formación, vine a parar acá. Desde entonces siempre he estado en Minas.

EC – Así que tiene una relación muy estrecha con la Virgen del Verdún y con el Santuario Nacional. Cuéntenos la historia, por lo menos en pinceladas, ¿qué ocurrió hace 110 años?

NR – El presbítero De Luca fue una persona que no esperaba que el mundo viniera a la iglesia, sino que se adelantó en ese concepto de que la iglesia debe ir al mundo. Él también creó el teatro Lavalleja, se interesó por una sinfónica en un barrio –que todavía tiene una capillita- y además creó la biblioteca. Y tenía la inquietud de poner una imagen de la Virgen en la Gruta de Arequita. El obispo Mariano Soler le dijo que de ninguna manera, que no pusiera la Virgen ahí porque se la iban a profanar, que no era un lugar apropiado. Pasó un tiempo y le insistió a los obispos diciéndoles "bueno, si no la puedo poner en la Gruta de Arequita déjenme en un cerro que subí que es muy hermoso" y el obispo le dio permiso para poner la imagen. Pero le advirtió: "Mira que esta imagen será profanada, mira que corres el riesgo de que pase esto".

Se hizo la primera peregrinación, no fue el 19 porque llovía, vinieron como tres mil personas, vino el ferrocarril desde Montevideo también, y se quedó en establecer una columna de cuatro metros. A los meses fue cortada la cabeza de esta imagen que él trajo del Reducto, de la parroquia donde estaba su tío. La cabeza apareció en el edificio de El Día, que estaba ahí en 18 de Julio.

Hubo indignación por este hecho, entonces al arquitecto [Gaietà] Buïgas –que es el que hizo el monumento a Colón en Barcelona y otros grandes monumentos– se le encargó un monumento que era el triple de lo que es ahora. Ahí se estableció una imagen que trajeron desde Francia, que tiene 2,10 metros. A partir de ahí, sin ninguna aparición, sin ningún tipo de acontecimiento especial, la gente se fue encargando de darle a este santuario la magnitud que tiene ahora. Porque prácticamente nunca se hace propaganda, la gente viene, ya se creó ese tipo de adhesión a la Virgen del Verdún...

EC - ...¿Qué explicación tiene usted? ¿Por qué la Virgen del Verdún concita estas convocatorias multitudinarias si, como usted destacaba recién, allí no ha ocurrido nada excepcional?

NR – Y están la Virgen de Guadalupe u otros santuarios en América Latina. Yo lo explico por dos razones. La primera, porque en general en América Latina el atractivo que tiene la Virgen María para todos los creyentes es importante. De repente hay personas que no saben muy bien quién es Jesucristo, lo que hizo, pero en cambio tienen como un tipo de adhesión de fe con la Virgen... será por ser mujer, será por ser madre. Y espontáneamente la gente viene en gran parte por ello.

Y segundo, algo que quizá es distinto a otros países: el uruguayo no está muy adherido a formas sacramentales formales, y viene acá donde está la belleza del cerro. Es lindo verlos en la cumbre, en el templete, con qué sencillez, con qué devoción, con qué seriedad... Yo he pasado tres, cuatro horas y nunca escuché ni un chiste, la gente sube porque cree. Encuentran en María algún tipo de sintonía humana y afectiva, y suben y hacen tremendos sacrificios a veces. Pienso que será por eso. Yo tampoco me explico cuál es la razón de fondo por la cual sesenta, setenta, hasta ochenta mil personas vienen al Verdún durante el mes de abril.

EC – También está acá con nosotros, teléfono mediante, Rosario Castellanos. Rosario, tú has estado más de una vez allí, cuéntanos qué particularidad anotarías.

ROSARIO CASTELLANOS:
Justamente lo que decía el Padre, la adhesión absolutamente popular que llega desde distintas partes del país. La llegada de los ómnibus, por eso todo el operativo que hay sobre la Ruta 8, es realmente impresionante por el movimiento. No solamente de la gente de Minas, que yo creo que vacían la ciudad para ir a hacer esa peregrinación, que no es fácil, hay que trepar el cerro caminando y, como decía el Padre, en muchos casos lo hacen de rodillas, descalzos, con verdaderos gestos de dolor y de sacrificio.

Pero además es una celebración que tiene el otro aspecto, el de la fiesta, el de disfrutar de la naturaleza. Supongo que un día como hoy, si el sol brilla como aquí en Montevideo, complementa. La gente pasa el día allí, al pie del cerro, se arma una gran feria donde además se puede comer algo, la familia completa se instala con las sillitas, con lo que sea, y realmente pasa a ser una fiesta de celebración de la Virgen con fe, pero también con un sentido comunitario.

Y lo que llega de los demás departamentos, automóviles de todo año y de todo tipo, desde el último modelo hasta el más viejo que todavía tiene las chapas antiguas, pasando por ómnibus completamente llenos, fletados desde cualquier punto acarreando gente permanentemente. No quiero pensar además lo que habrá de ser con esta coincidencia en plena Semana Santa, que es otra de esas coincidencias del calendario gregoriano. Porque yo he visto esto en plena mitad de la semana, cuando se supone que es un día laborable, y la concurrencia es igualmente sorprendente.

EC – Dos preguntas para ir cerrando y no quitarle más tiempo, porque lo agarramos ocupado sin duda. ¿Por qué la fecha del 19 de abril?

NR – La verdad es que no puedo contestar eso. Seguramente era por el feriado, que tiene una relevancia civil en cuanto a la posibilidad de que la gente viniera. Pero no tiene ninguna relación con algún festejo religioso. Seguramente porque el tiempo favorece, porque ya pasó todo tipo de fiestas, de carnaval. De hecho tampoco pudieron venir por la lluvia, como dije antes, por lo que me da la impresión de que el presbítero De Luca marcó el 19 de abril por razones prácticas nada más.

EC – Y lo último, lo que recién mencionaba Rosario al pasar. Esta vez el día de la Virgen del Verdún coincide con Semana Santa, ¿qué cambia entonces?

NR – Cambia un poco en cuanto a la presencia de los obispos, incluso del nuncio. Siendo Semana Santa se dificulta mucho la venida de los obispos, que siempre vienen casi todos.

Es más, los obispos se reúnen dos veces al año: en abril y en noviembre. En abril culmina con la Virgen del Verdún, en noviembre con la Virgen de los Treinta y Tres.

En cambio, creo que este año habrá solamente uno o dos obispos: el de acá, Jaime Puentes, y creo que también viene monseñor Heriberto Bodeant, de Melo. Pero siempre vienen muchos obispos y sacerdotes. La gente viene más, porque muchos tienen libre, pero [la presencia de] sacerdotes, religiosos y obispos en esta ocasión se verá un poco menguada.

EC – ¿Tienen una mañana tan espectacular allí como la que tenemos acá?

NR – Preciosa, estupenda, gracias a Dios, porque el domingo fue fatal, llovió hasta las 10.30 de la mañana.


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