(emitido a las 7.39 Hs.)

EMILIANO COTELO:
"Fin del partido. Los diversos grupos de policías van formando filas para marcharse. Arrastrando el cansancio de la jornada dos agentes de tránsito, los de campera amarilla, emprenden su retirada. Uno le dice al otro: ‘Mirá que vinimos al cuete hoy, ¿eh?’. El otro por poco se indigna y le contesta: ‘No, hicimos seis horitas de 222’."

Tal fue la tranquilidad que tuvo la jornada ayer para los agentes del orden, según cuenta una crónica que aparece hoy en El Observador Deportivo. "El operativo de seguridad fue perfecto. Si uno caminaba por los alrededores del estadio no veía cruces de camisetas, las vías de ingreso estuvieron nítidamente separadas y así se evitaron incidentes. En ese contexto se jugó el partido, sin escaramuzas previas."

"Perfecto." Ese es el calificativo para el operativo en esta ocasión. Estamos en diálogo con el inspector principal Juan Carlos Duré, jefe de Relaciones Públicas de la Jefatura de Policía de Montevideo.

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Hasta ayer había 11 detenidos y expectativa. El jefe de seguridad de la Jefatura, Miguel Iraola, había anunciado que las autoridades se mantendrían atentas a eventuales disturbios en barrios o zonas alejadas del estadio. ¿Qué pasó en el transcurso de la noche y la madrugada?

JUAN CARLOS DURÉ:
El operativo de seguridad no se ciñe estrictamente al área que ocupa el estadio Centenario sino prácticamente a todo Montevideo. Antes de comenzar, por todo lo que involucra al control, especialmente de transporte público, debido a los problemas que se han ido suscitando a través del tiempo y reiteradas quejas de los obreros de los ómnibus. A veces mucho jolgorio lleva a roturas y a problemas con los pasajeros. Se realiza todo un dispositivo en el cual hay puestos fijos y puestos móviles para garantizar que las personas realicen el transporte público con normalidad. Una vez finalizado el partido los policías se van desplazando y ocupando lugares, y acompañan sobre todo los grandes movimientos de personas, que circulan en vehículos, en ómnibus, o también a pie, por las avenidas como avenida Italia, 8 de Octubre, Centenario, Ricaldoni y toda esa área de influencia.

JAE – ¿Qué arrojaron entonces los operativos posteriores al partido?

JCD – Felizmente hay poca noticia para dar...

EC – ...¿Cuántos detenidos hubo?

JCD – De 11 se pasó a 16. Un número muy insignificante en cantidad y en calidad.

JAE – ¿Cuáles fueron las razones de las detenciones?

JCD – Problemas menores. Por ejemplo, una persona por tenencia de estupefacientes. Otras dos era por reventa de entradas y el resto por incidentes generales pero de menor calidad. No por una trifulca generalizada, ni por hechos de sangre. A veces hay desacatos, y se le llama desacatos pasivos a una desobediencia a la autoridad. En la previa que ustedes estaban haciendo, estaba escuchando que alguien señaló que no hubo entrecruzamiento de camisetas, lo que siempre lleva a alguna broma de mal gusto que es contestada con un insulto y el otro contesta con una piedra. Algunos de los detenidos obedecen a que el policía [los] detecta y en forma preventiva [los detiene]. Se está apostando mucho a la prevención, no a la represión. El tema es evitar que pueda suscitarse cualquier incidente. A veces están estas situaciones que llamamos de tensiones generales, y se da cuando por una inobservancia de alguna norma. Por ejemplo, la persona no respeta que no puede pasar por un lugar. Hoy estaban hablando del vallado. El vallado es muy importante e incluso se extiende por varios metros para que las personas que ingresen al estadio lo hagan estrictamente por la puerta que tienen señalada en la entrada que compraron.

JAE – Así ocurrió también en la tribuna Olímpica, porque ahí estaba la posibilidad de que hinchas de ambos equipos se cruzaran.

JCD – Exactamente. A la hora de la entrada, la tribuna estaba nítidamente separada, siempre tratando de evitar el más mínimo roce. Es inevitable que a veces surjan bromas que son hasta naturales. Ocurre que siempre alguien la interpreta mal y eso va desencadenado situaciones que pueden llegar a dimensiones muy importantes...

JAE – ...¿Cuáles zonas y barrios fueron objeto de estos controles posteriores al partido?

JCD – Ahora no lo recuerdo con precisión, pero yo le decía que es prácticamente todo Montevideo. No es que sean controles; es que se incrementa el patrullaje. Ya hay una experiencia que se va mejorando día a día. Cada vez que se hace un evento de esta naturaleza, los oficiales se reúnen e informan con la finalidad de ir mejorando cada vez más, porque cada medida que se toma, el ingenio lleva a buscar una contramedida, y así sucesivamente en un espiral inagotable.

EC – ¿Cuántos policías participaron de este operativo?

JCD – Prácticamente unos 900 policías. Todo esto sin descuidar...

EC – ...¿Cómo es esto en comparación con otros clásicos?

JCD – La cantidad que recuerdo de otros clásicos es lo que lleva cuando se adopta un dispositivo de esta naturaleza. Yo le decía que había diecisiete puestos. Fíjese el personal que lleva, porque cada puesto no es un solo policía ni dos. Es decir, de esa manera se va sumando el patrullaje incrementado por las avenidas desde todos los barrios de Montevideo.

EC – Por otro lado, se coordinó con los encargados de seguridad de las hinchadas de las barras de los respectivos cuadros.

JCD – Esas ya son reuniones rutinarias. Hay referentes de seguridad que surgieron de los análisis que hace la Policía en el mejoramiento de la situación deportiva. Ya hace un tiempo se estableció un protocolo de actuación en el cual participaron todos los actores involucrados. Ahí también surgen los referentes de seguridad que cada institución ha designado. La Policía trabaja permanentemente antes de cada encuentro. No sólo antes de estos sino antes de todos los encuentros se reúnen para coordinar, ajustar. Siempre queda una cosita para mejorar...

EC – ...Una objeción que formulaba uno de ellos en la prensa de este fin de semana era que cuando la Policía aplica el derecho de admisión y rechaza el ingreso al estadio de alguna persona, no está previsto qué ocurre con esa persona. No está previsto, por ejemplo, que tenga que ir a una comisaría o algo así. Por lo tanto, puede quedarse en las inmediaciones con el fastidio y la bronca de no haber entrado al estadio generando más inconvenientes. ¿Qué solución tienen para ese detalle?

JCD – No tengo presente eso que usted comenta. Tendría que hacer conjeturas, lo cual no me gusta. Lo que ocurre es que a veces no se trata de detener a alguien. Que no pueda ingresar al estadio no nos habilita a detener a esa persona, salvo que haya otras circunstancias como una falta como la ebriedad. No obstante, una de las medidas que se planteó en otra situación era que no lo dejan entrar por una puerta pero va a otra. Pero, en principio, la persona tiene una entrada por una puerta ya marcada. También hay un seguimiento visual. Además, la persona tiene que retirarse. Si usted tiene la puerta 23, no puede ir a la puerta 5...

JAE – ...Le iba a preguntar acerca del ataque al auto del jugador Jonathan Urretavizcaya, que ocurrió cuando estaba en Instrucciones y Propios, frente al domicilio de sus padres. ¿Hay alguna novedad con respecto de esto?

JCD – No, eso ocurrió hace menos de 12 horas. El vehículo detenido y fue objeto de una agresión. Primero se le rompió el vidrio y después se tiró una bomba molotov. No hay que lamentar ningún problema físico, que es lo más importante. En ese momento el auto estaba vacío. La investigación sigue. Se dispuso que la Policía Técnica hiciera el peritaje. Se está trabajando en este hecho.

JAE – ¿Hay detenidos con relación a esto?

JCD – No lo tengo presente en este momento.

JAE - ¿Y testigos?

JCD – No domino más detalles de los que le comenté. Creo que había testigos. Lo que no tengo bien presente es la calidad del testimonio. A veces el testigo ve el hecho luego de producido, o sea que es un testigo que ve lo que ocurrió pero no si era una persona, dos, tres, si se tiró de un vehículo circulando, si fue una barra. Esas particularidades no las tengo presentes a esta hora.

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