Entrevistas

Gonzalo Novales (PN): "Tenemos que cuidar a la parte sana de la juventud"

Un informe indica que el 31% de los liceales de la zona oste de Montevideo reconoce haberse peleado mano a mano con otro compañero, y que el 7.7% reconoce haberse enfrentado utilizando navajas o cuchillos. Además, el estudio arrojó que uno de cada 10 estudiantes sale de su casa armado. En diálogo con En Perspectiva, el diputado por el Partido Nacional Gonzalo Novales, que presentó un proyecto en el Parlamento para la prevención, detección e intervención del maltrato en centros educativos, dijo que hay que "cuidar la parte sana de la juventud" y que cuando los problemas empiezan "es realmente cuando tenemos que actuar". Dijo que el objetivo del proyecto es establecer una "ley marco" "para darle la importancia que se merece". En otro aspecto, se preguntó "si las autoridades realmente están manejando el tema en general o los ha sobrepasado la ola".


(emitido a las 7.39 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Uno de cada 10 alumnos de los liceos de la zona oeste de Montevideo sale a la calle armado, según reveló una investigación que detectó altos índices de violencia física, psicológica y sexual en los centros educativos.

Este es el título que puede leerse en la tapa del semanario Búsqueda y que remite luego a la página 37. El informe es bastante extenso: "Golpes, insultos, o manoseo. Todas estas son diferentes formas de violencia detectadas en un estudio realizado en liceos de la zona oeste de Montevideo. La violencia está presente en todas sus formas entre los adolescentes. Predomina la psicológica, seguida de la física, la tecnológica y por último la sexual, concluyó la investigación presentada al último premio de la academia nacional de medicina. Reveló que los adolescentes son víctimas y victimarios, ejercen violencia sobre sus pares y también sufren las consecuencias".

El título de esta investigación es "Violencia: caracterización de la población adolescente de instituciones educativas de la región oeste de Montevideo, Uruguay, en relación a la situación de violencia en que viven".

Este trabajo fue realizado por médicos, economistas y sociólogos de la Universidad de la República (UdelaR) y la Universidad de Montevideo (UM). Partió de una encuesta en 2010 a tres liceos de la zona oeste de Montevideo, en la que participaron 943 adolescentes de entre 11 y 20 años. La media fue de 14 años.

Fernanda Lozano, docente del departamento de Medicina Legal de la facultad de Medicina de la UdelaR y médica referente en violencia de la red de acción de atención del primer nivel de la Administración Nacional de los Servicios de Salud del Estado, dijo a Búsqueda que no se van a dar a conocer los nombres de las instituciones educativas. ¿Por qué? Para evitar estigmatizarlas, porque "lo que sucede en ellas es un ejemplo de lo que pasa en todos lados", dijo.

Algunos datos más: el 31% de los adolescentes reconoció haber peleado mano a mano con otro compañero y el 16% reconoció haberlo hecho en barra. La investigación reveló que el 20% de quienes tienen armas de fuego en su domicilio salieron armados a la calle; el 7,7% de todos los adolescentes lo hizo con navaja o cuchillo y el 1,6% salió con un revólver o con una pistola.

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Lozano explica que los jóvenes pueden sentir miedo a ser agredidos y eso los lleva a recurrir a las armas para sentirse protegidos. Por otra parte, hay adolescentes que manifiestan portar armas para "hacerse ver". Lozano comentó que las han utilizado incluso para hacerse los graciosos.

Este estudio que fue realizado en la zona oeste de Montevideo, tradicionalmente asociada a las clases más bajas, marca una realidad. Pero Lozano aclara que estas actitudes para intimidar en realidad están pasando en todos lados. Lo vemos en otros medios en que dicen "mi papá es abogado y te voy a demandar". Eso es lo mismo, dice Lozano. Agrega otro ejemplo y dice: "Incluso a nivel de la universidad, cuando le tomas un oral a los alumnos y pierden, te dicen: "Usted no sabe quién es mi papá", recordó la docente de la facultad de Medicina.

Estos resultados prueban que es necesario abordar el tema desde la escuela, porque cuando estos casos se dan en jóvenes mayores de 15 años es porque el sistema de salud y educativo falló en detectar y contenerlos antes, comentó Lozano. Las víctimas de bulling son objeto de bromas por parte de sus compañeros y este acoso puede llevar a la víctima hasta el suicidio.

Hay más datos: en el 59% de los casos predomina la violencia psicológica y el 44% dijo sufrir violencia física. La violencia psicológica que sufren los adolescentes incluye insultos, uso de apodos agraviantes referentes a características físicas, como "gordo" o "pelado", o incluso discriminaciones raciales. Otra forma frecuente de violencia psicológica es generar el aislamiento. En este caso predomina en las mujeres. "Consiste en hacer que nadie se le acerque a una determinada persona para que quede sola", explicó Lozano. "Esta situación, además, motiva la burla, y este es un tipo de violencia que está asociado al bulling".

EC – ¿Este tema tiene sus inquietudes a nivel político?

JAE – Sí. Ya en junio de 2008 se presentó un proyecto de ley en la Cámara de Diputados que ha sido retomado en esta legislatura. Este tema ya ha ingresado a la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados: protocolo de prevención, detección e intervención con respecto al maltrato físico, psicológico o social y su aplicación en todos los centros educativos del país. Es una propuesta del diputado por el Partido Nacional Gonzalo Novales, que está con nosotros a partir de este momento. Este proyecto, que formalmente entró en marzo del año pasado a la comisión de Derechos Humanos otra vez, ¿ha tenido algún avance?

GONZALO NOVALES:
Ha tenido un avance muy importante. Ustedes mencionaban a la doctora Lozano en esa ronda que es costumbre realizar en las comisiones para que los parlamentarios tomen cabal conocimiento del tema que se trata. Ella fue una de las personas invitadas que realizó una brillante exposición sobre este tema, junto con el doctor Pérez Algorta, también invitado. Fue muy clarificadora para aquellos que consideran que este es un tema de segunda importancia. Creemos que este es un tema fundamental porque se da nada más ni nada menos que cuando se están formando las personalidades del tesoro más grande que tiene un país, que es la juventud.

EC – Es bueno hacer la precisión porque más de una vez todos nos hemos detenido en los episodios de violencia que ocurren en las afueras de un liceo. Por ejemplo, los robos que experimentan algunos de los alumnos; violencia incluso más fuerte de parte de quienes quieren quitarle los championes, el celular o la mochila. En realidad en los medios estamos hablando de otra cosa quizás más escondida y menos escandalizante que es eso de las agresiones cotidianas adentro mismo del liceo y entre alumnos.

GN – Sí, esas pequeñas burlas y eso que en la escuela puede empezar con pequeños robos como de una goma y después un lápiz, al chico que lo hace lo va deformando. Pero también a la persona que sufre ese tipo de agresión. Es un espectro tan grande que hay que tener especialidad. Por eso proponemos que se haga un protocolo de prevención, porque recuerdo que cuando empezó la muy buena charla de la doctora Lozano en la comisión fue con la proyección del crimen que había sucedido en Río de Janeiro hace no mucho tiempo hará un par de meses. No voy a decir que todas terminan de esta manera pero ella lo puso como ejemplo de un bulling efectuado en la formación de este muchacho y que determinó la malformación de esa personalidad. Terminó siendo lo que todos sabemos.

JAE – El proyecto que usted ha presentado declara de interés nacional la confección de este protocolo que tiene como objetivo la proposición, promulgación y aplicación en forma urgente de medidas de detección, prevención e intervención del maltrato en los centros educativos. Establece que el Poder Ejecutivo, a través de sus unidades ejecutoras como el Codicen, la ANEP y Secundaria, en caso de aprobarse dispondrá de un plazo de 180 días para determinar los contenidos de este protocolo. Estos elementos parecen básicos. ¿Por qué se requiere una ley para que autoridades de secundaria tomen cartas en el asunto y elaboren un protocolo que parece elemental para atender esta problemática?

GN – Aclaro que las autoridades de educación tienen una especie de protocolo que no es tanto como lo que nosotros pretendemos pero que se llama parecido. Entonces nadie se mete en el tema. Ponerlo en una ley y darle rango legal es para darle la importancia que se merece y para que las autoridades tomen la verdadera dimensión de este asunto...

EC – ...Tengo el mensaje de una maestra, Ale, que dice: "Esos problemas, como otros, se detectan en la escuela. Los maestros tienen el ojo entrenado para eso pero el sistema no tiene soluciones para ellos. Las sugerencias de los docentes pocas veces son escuchadas".

GN – En ese protocolo tiene que estar todo el estudio; la detección pero además la corrección. Las autoridades no van a poder mirar para otro lado no solamente con las cosas que suceden dentro del centro de estudio sino en las inmediaciones, que es donde generalmente sucede lo que en parte es la violencia física más grande. Todos sabemos que en este momento la enseñanza está pasando por circunstancias muy difíciles. A veces uno llega a pensar si las autoridades realmente están manejando el tema en general o los ha sobrepasado la ola. Esto apunta a que tenemos que cuidar la parte sana de la juventud, que cuando empieza es realmente cuando tenemos que actuar. También tenemos que actuar en la familia. De lo que se trata es de que el Estado y la enseñanza tome cartas en el asunto. En la comisión de Derechos Humanos ya hemos realizado la visita de estos destacadísimos técnicos. Ya tenemos previsto que en la reunión del 22 de junio se va a invitar al director de la ANEP, al doctor Seoane. Antes vamos a invitar al señor ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, y al maestro Luis Garibaldi. También vamos a invitar a la Asociación Uruguaya de Educación Católica a los efectos de recibir las impresiones que tienen todas estas personas. Además de que desde el punto de vista parlamentario se les haga ver la preocupación que existe y que esto no es un hecho más y que después cuando sucede tomamos nota por la parte policial, sino que hay que preverlo porque realmente deforma la parte psicológica de los gurises, tanto de los que actúan ocasionando el daño como de los que lo reciben.

JAE – Por último, aquí se menciona el fenómeno que se da a nivel de los estudiantes pero también hay un fenómeno que no está explicitado. ¿Este protocolo debe incluir a los docentes? Porque también hay formas de violencia de alumnos hacia docentes.

GN – Lo que se propone en este proyecto es una ley marco. Por eso es un protocolo. Las personas entendidas en el tema, que no somos nosotros sino las autoridades que he mencionado anteriormente, tendrán que poner todas las situaciones que se están viendo desde el punto de vista de la violencia de los educadores en ese protocolo. Pero además desde el punto de vista de la familia, que ejerce sobre los educadores y a veces contra otros niños.

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