Entrevistas

Escuela rural de Salto comienza a recibir el apoyo de la población

Escuela rural de Salto comienza a recibir el apoyo de la población

En los campos perdidos de Salto, una de las 778 escuelas rurales de Uruguay enfrenta las adversidades con una dedicación a la enseñanza a prueba de cualquier contratiempo. Esa entrega que el director y único docente de la institución, Pablo Canosa, brinda a sus alumnos para "seguir haciendo patria", como dijo a En Perspectiva. Los oyentes de El Espectador se solidarizaron con la causa y gestionaron donaciones, las que siguen abiertas a través del teléfono 4770 4176.

 
(emitido a las 08.42 Hs.)

EMILIANO COTELO:
La entrevista central del viernes pasado nos dejó satisfechos a todos.
 
En esa ocasión, y porque se venía el Día de la Educación Rural, conversamos con el maestro Pablo Canosa.
 
Lo ubicamos en su escuela, la escuela rural de Cambará de Arapey, en Salto, una de las 778 escuelas rurales uruguayas que se gestionan en modalidad unidocente. Allí, en plena Cuchilla de Haedo, Pablo Canosa no solamente es director, también hace de albañil, de plomero, se encarga de la contabilidad del establecimiento, entre otras múltiples tareas que incluyen la de cuidar a dos de los diez alumnos que se quedan en régimen de pupilos de lunes a viernes. Sólo la invalorable ayuda de Doña Rosa evita que la cocina y la limpieza también deban ser de su responsabilidad. Cuando charlamos con él, contó las vicisitudes que se dan en una escuela de ese tipo, desde la falta de recursos materiales a la dificultad para conectarse a internet.
 
De todos modos, habló muy claro y fuerte a propósito de su vocación. Eso ocurrió en particular cuando yo le preguntaba si no era más cómodo para un maestro trabajar en una escuela urbana, más cerca de la casa, y por qué había elegido trabajar en escuelas rurales.
 
(Audio Pablo Canosa)
 
"En los ámbitos urbanos muchas veces se ve que la marginalidad produce mucha exclusión, la escuela va perdiendo un poco de aquel factor integrador que tenía, con el que fue fundada por Varela, aquello de todos con el uniforme, en el mismo banco podían convivir el hijo del doctor y el hijo del albañil, esas cosas. En las escuelas urbanas esa visión se ha visto un poco desplazada. Y aquí no te digo que los hijos de los grandes productores rurales vengan a la escuela rural, pero se nota un plano de mayor igualdad, todavía se conserva esa solidaridad en la sociedad, que fue tan característica de la sociedad uruguaya en su conjunto y que me parece que en el ámbito urbano se ha ido perdiendo. Entonces un poco de nostalgia típica de lo uruguayo me ha hecho inclinarme a buscar esa dignidad que todavía existe en el campo y que fue orgullo de todos los uruguayos durante tanto tiempo".
 
(Fin del audio)
 
La reacción de los oyentes resultó no digo sorprendente, pero sí impresionante, porque mientras iba transcurriendo el diálogo se acumulaban los mensajes tanto de correo electrónico como por SMS, todos en un plan elogioso y emocionado.
 
Los ecos continuaron después, porque en el muro de En Perspectiva en Facebook los oyentes, que ya habían participado en tiempo real, siguieron haciéndolo luego, ese mismo viernes en la tarde, el sábado, el domingo... Y varios de ellos preguntaban cómo se hacía para colaborar, cómo se podía apoyar a esta escuela y a este maestro, a estos niños que son sus alumnos. Hasta hubo alguna iniciativa de armar una cuenta en Abitab para que entre los oyentes depositaran dinero. Incluso participó el propio maestro Pablo Canosa, que contestó y suministró los teléfonos para que quienes quisieran comunicarse con él lo hicieran.
 
Pablo Canosa está en línea en este momento, lo hemos llamado de nuevo. Buen día Pablo, ¿cómo está el tiempo hoy en esa zona de Salto?
 
PABLO CANOSA:
Es un día espectacular, radiante, un sol a full. No hace mucho frío, lo que promete que va a ser un día de esos maravillosos.
 
EC – ¿Cómo te resultó toda esa serie de llamadas y mensajes, esta disposición a contribuir?
 
PC – Fue algo impresionante, porque si bien sabemos que tu programa es uno de los más escuchados, ya hace más de 25 años, fue abrumadora la cantidad de mensajes en el Facebook. Además empezaron a caer algunas llamadas de apoyo y otras con algunas cosas concretas. Por ejemplo, al mediodía llamó Susana, desde Maldonado, que nos quería donar cuatro cajas de libros. Ella es una docente jubilada y quería que esos libros siguieran siendo aprovechables. Quedamos en contacto para que los envíe, y eso ha sido una bola que ha ido creciendo. Además, un diario de Salto publicó parte de la nota y ayer la fundación Jóvenes Rurales me pidió permiso para acercarse a ver las necesidades que tenemos en la escuelita y empezar a trabajar en pos de paliar algunas de estas carencias.
 
EC – Sí, por ejemplo tú anotabas que todavía faltaba el piso en algunos de los ambientes de la escuela.
 
PC – Exacto. Los dormitorios, por ejemplo, no tienen cielorraso, imaginate que eso hace que en invierno sea una heladerita y en verano un horno imposible de aguantar la siesta. Pero con sacrificio, con ayuda, con esa solidaridad de la que yo hablaba vamos saliendo adelante y acá estamos todos contentos.
 
Otra grata noticia que también nos brindaron ayer fue del señor gerente del Cantegril Country Club, que había escuchado la nota, nos llamó y estaba interesado en que estos gurises fueran a pasar un fin de semana a Punta del Este. Si bien todavía es verbal, porque hay que hacer unos trámites en Primaria a través de la solicitud escrita de él, aquí ya es un furor bárbaro. Para estos chiquilines conocer el mar debe ser algo impensado, y además conocer ese otro Uruguay que es muy distinto al Uruguay de nuestra realidad. Entonces aquí todo el mundo está exultante, feliz es la palabra que engloba todo. Cómo la gente todavía siente algo por el otro uruguayo, que ha hecho que esto se vaya transformando en una gran bola de nieve, como te decía.
 
EC – Así que se van a conocer el mar.
 
PC – Ojala que sí, la propuesta es para...
 
EC - ...Por supuesto que todos nos acordamos del cuento de Juan José Morosoli y de la película correspondiente, estamos hablando de un caso como ese, estos botijas no han visto el mar.
 
PC – Uno creo que lo vio porque tuvo la suerte de ir a Piriápolis una vez. Pero después lo que se conoce acá es el mar verde del campo. Otro tipo de inmensidades, de lejanías, nunca han visto.
 
EC – Así que la invitación que les ha hecho llegar el Cantegril Country Club es para que ese viaje se organice con todos los gastos pagos. Ustedes simplemente tienen que prever cómo y cuándo lo hacen con la autorización correspondiente.
 
PC – Recién empezamos a andar en esto. Según lo que me dijo el señor gerente, sería con habitación, la comida se vería allá pero dice que no sería un problema. Después tendríamos que hacer números para ver cómo se puede financiar un pequeño micro, y en base a eso ver cómo hacemos para conseguir la plata. Pero él creía que tampoco sería mayor problema.
 
EC – Eso lo están coordinando directamente con él, ¿no hace falta que otra gente participe en ese viaje en especial?
 
PC – Si quieren participar, acá estamos más que agradecidos. Simplemente tuvimos una primera conversación, quedó de llamarme de nuevo en estos días para seguir afinando detalles. Tengo que pedir la autorización a Primaria y después hay que seguir andando. Hasta ahora los detalles que yo tengo, que hemos limado con el señor gerente, fueron estos nada más.
 
EC – Me alegro mucho, ojalá que esas y otras disposiciones a colaborar vayan concretándose en estos días. Las vías de comunicación siguen abiertas, ¿cuál es el teléfono de la escuela?
 
PC – Es 4770 4176.
 
EC – Gracias de nuevo, felicitaciones de parte de todos. Nos dejaste pensando con tu frase del cierre de la entrevista, ¿te acordás cuál fue?
 
PC – Todavía seguimos haciendo patria.
 
EC – "Para que se sepa que en este año del Bicentenario todavía seguimos haciendo patria".
 
PC – ¿Viste como todos los uruguayos seguimos haciendo patria? Todavía existe esa solidaridad que yo te decía, que me tenía un poco nostálgico. Eso es ser uruguayo, eso es ser oriental.